Gerardo Raynaud
En julio
de 1966 le impusieron la Orden de Saint Backus (distinción gastronómica
francesa) en el grado de Caballero a Esteban Raynaud, propietario del famoso
restaurante Chez Esteban de esa época en Cúcuta, en donde se realizó la
ceremonia. En primer plano a la izquierda Carlos Tchiprut, propietario del
Almacén Olimpia, tienda especializada en paños, situada por esa época en la
avenida 6 entre calles 12 y 13; atrás, Marcel Womser (con el cigarrillo),
francés afincado en Cúcuta; a la izquierda del señor Tchiprut, un funcionario
de la Embajada de Francia en Bogotá y a su lado Madeleine Delaval, esposa de
Esteban; a su lado, Juan José Yáñez, diseñador de las instalaciones del
Restaurante Chez Esteban, que estaba recién inaugurado, José María (Chepe)
Jaimes, Ambrosio Monter, ingeniero francés de CADAFE en San Cristóbal; José
Alejandro Rojas, empresario urbanizador del barrio San Eduardo y VIDELSO;
Gerardo Raynaud, el padre Carlos Martínez, y la cara que asoma corresponde a
Miguel Hernández Eslava; y finalmente el Gran Maestro de la Orden de Saint
Backus concediendo el grado de Caballero a Esteban Raynaud.
Con motivo de la inauguración del restaurante Chez
Esteban, el nuevo sitio de moda en la Cúcuta de mediados de los años sesenta,
su propietario Esteban Raynaud fue distinguido con una de las órdenes más
prestigiosas del sector gastronómico del viejo continente, por su ya largo y
reconocido aporte a las lides culinarias en estas latitudes del nuevo
continente, la Orden de Saint Backus en el grado de Caballero.
Esteban era un viejo conocido en esta zona de
frontera, toda vez que había llegado en 1957 para hacerse cargo del restaurante
de un paisano suyo, cuyo esposa recién había fallecido y decidió venderlo por
intermedio de otro de sus colegas, ahora radicado en Venezuela y dedicado desde
hacía varios años al negocio de la programación de eventos sociales para un
personaje muy especial, el presidente Marcos Pérez Jiménez.
Esteban había llegado a Colombia en 1952, contratado
por un joven profesional de una de las familias más distinguidas y
tradicionales de Antioquia, cuando trabajaba como instructor de culinaria en la
Escuela Hotelera de Toulouse en el sur de Francia, para dirigir el nuevo servicio
gastronómico del Hotel Nutibara de Medellín, el Grill del hotel, emblema de la
ciudad.
Era el entonces recién graduado administrador Hernán
Botero, el miembro más joven de la aristócrata familia que por mucho tiempo
tuvo bajo su dirección la gestión del hotel, antes de caer en las ignominiosas
garras del narcotráfico que más tarde se constituiría en el primer extraditado
colombiano acusado de blanqueo de capitales.
De la poco conocida, en nuestro medio, Orden
Hospitalaria Curiosa y Cortés de los Caballeros de Saint Backus, puedo decirles
que no se trata de una institución milenaria, de la época de las Cruzadas ni de
los Rosacruces sino de más reciente creación.
Data de comienzos tardíos del siglo XX, fundada por
conde Jean Paul Mariage Eudes de Saint Pierre, conocido entre los nobles
franceses, como un epicúreo que quiso aglutinar en torno al espíritu de los
caballeros de antaño, a gentes de todas las razas y profesiones, defensores del
buen vino, con el fin de emprender una verdadera cruzada contra “los vinos
artificiales, mecanizados y químicamente elaborados” y en defensa de la
verdadera vinicultura blandiendo el estandarte de un santo mártir, olvidado por
la Iglesia; Saint Backus.
Esta Orden no tiene otra finalidad que la defensa de
todos los vinos, sin importar su origen y procedencia, siempre que sean
naturales, francos, vigorosos y saludables.
Su grito de batalla es “Por Saint Backus, amémonos”.
La Orden, es una asociación internacional compuesta
por asociaciones nacionales que son dirigidas por el Comité Internacional de la
Orden, presidida por el Gran Maestro quien es elegido por los Grandes
Dignatarios quienes a su vez, son elegidos en la Asamblea General. Las
Asociaciones más importantes y con una mayor cantidad de miembros son las de Bélgica,
Inglaterra, Canadá y obviamente la de Francia.
Las condiciones de admisión de la Orden son
relativamente sencillas. Debe ser apadrinado por un miembro de la Orden y tener
un conocimiento básico del vino, esencia de su defensa.
Los admitidos son recibidos con el título de
Caballeros y las mujeres con el de Damas Canonesas; según la liturgia que rige
la Orden, los hombres son declarados Caballeros y las mujeres proclamadas
Canonesas.
Tanto los Caballeros como las Damas Canonesas deben
prestar juramento de defender el verdadero vino, de comprometerse a respetar el
espíritu de la Orden que se resume en la siguiente divisa:
“Hospitalidad
hacia sus pares, curiosidad hacia las cosas del vino y afabilidad hacia el
prójimo.”
La simbología que distingue a los miembros de la Orden
en sus reuniones, es la siguiente: los Caballeros visten una capa negra con
ribetes blancos y una Cruz de Malta y un sombrero estilo Luis XI con plumas
negras y un cordón rojo, así como el escudo de armas de la Orden.
La Damas Canonesas visten una capa similar a los
Caballeros pero se diferencia en que la Cruz de Malta es de color Azul, y del
mismo color, el cordón de su sombrero.
Estos atuendos, son de uso obligatorio en las tenidas
y Asambleas.
En la fotografía que acompaña esta crónica, se aprecia
la ceremonia en la cual se le otorga el preciado reconocimiento a Esteban, días
después de la inauguración de su nuevo establecimiento, construido en la vía
que conduce a la población de San Antonio del Táchira en Venezuela, poco tiempo
después de la apertura de esta importante carretera, conocida como la autopista
a San Antonio.
La
imposición de este galardón se realizó en una ceremonia privada, la cual no
tuvo mayor divulgación, entre otras, por el escaso interés que un evento de esta
clase tiene en nuestro medio y también por solicitud de los miembros de la
embajada francesa, miembros de la Orden, que no deseaban se publicitara su
estancia en la ciudad, ya que el acto no era una actividad oficial del gobierno
francés sino diligencia privada de unos miembros de la Orden que
simultáneamente se desempeñaban como funcionarios de la misión diplomática.
Recopilado por: Gastón
Bermúdez V.