viernes, 9 de agosto de 2019

1544.- LA CENTENARIA 'CASA DEL BALCÓN', PATRIMONIO DE SAN RAFAEL



Eduardo Bautista (La Opinión)

A unos 300 metros de la Estación Sur que quedaba en la avenida 1 con calle 28.

Encaramada, al pie del cerro de San Rafael, está la 'Casa del Balcón', de la que sobresale ese pequeño espacio por el que se asomaban los que allí moraban a darle el adiós a los viajeros que partían con dirección a Bochalema y El Diamante en el gran ferrocarril de Cúcuta, ambicioso proyecto local que pretendía llevar la línea férrea hasta Bogotá, pero que quedó congelado en el tiempo. 

Se mantiene erguida en la avenida 1, cuya nomenclatura es 31-04, a unos 300 metros de la Estación Sur que quedaba en la avenida 1 con calle 28, frente a lo que hoy es la Diócesis.

Su ubicación era privilegiada por estar bordeada por el río Pamplonita, que hacía agradable su estadía por los abundantes árboles y la fresca brisa que la envolvía de mañana y tarde.

Los dueños de esa centenaria vivienda veían en su tiempo, encaramadas en el fantástico tren a las personas que llevaban como itinerario las estaciones de San Pedro, Agua Sucia, Santa María, Moros, Carrillo, La Egadera, La Esmeralda, La Lache, La Donjuana, El Raizón, Calaluna, Bochalema y Tescua-Diamante, vía del sur que se empezó a construir en agosto de 1921.

La 'Casa del Balcón', a decir del cronista Beto Rodríguez, es una demostración de la arquitectura popular de la época, que reafirma a San Rafael como uno de los barrios más viejos de Cúcuta.

"Un barrio horadado de callejuelas, entradas, recovecos y de cosas muy propias que recuerdan la ciudad de principios del Siglo XX, pese a que han sido demolidas pequeñas casas de bahareque y entejadas al gusto de los cucuteños de entonces, sobreviviendo aún la tienda de Cándido". 


Una casa, una historia

La Casa del Balcón está al costado derecho del puente Benito Hernández que conecta a Cúcuta con la capital de la República. Los viejos choferes de la empresa de transporte Ferreira en servicio hacia Bucaramanga y Bogotá, cuando subían raudos por la avenida primera y antes de dejar la ciudad, cantaban 'Adiós, Cúcuta preciosa, con sus calles empedradas, adiós muchachas bonitas, feas, viejas y arrugadas', un tributo a la Perla del Norte, tierra heroica que nos dejó Doña Juana Rangel de Cuéllar.

En la actualidad es el patrimonio de Flor María Villanueva Castaño, dama de 75 años, viuda de Héctor Fabio Duque, quien la compró en $50.000 al venezolano Américo Contreras Medina, quien para la fecha en que se tasó el negocio tenía 80 años.

Héctor Fabio y Flor María llegaron muy jóvenes a Cúcuta procedentes de Circasia, en el norte del Quindío, estableciéndose durante un año en el barrio Cundinamarca.

Transcurrido ese tiempo, Héctor Fabio Duque, quien era una persona emprendedora, adquirió el inmueble de dos niveles, que estaba en muy malas condiciones y amenazaba con derrumbarse. 

Flor María recuerda que para venir a dormir a ese lugar pasaron meses, porque además por la mugre y el desaseo la propiedad estaba invadida de chinches y fue necesario hacerle más de siete fumigadas y botar todos los trastos viejos que encontraron.

Sin embargo, la persistencia y el trabajo de la pareja permitió restaurar la casa que es de tapia pisada, pisos de madera y entejada, criando allí a sus seis hijos y manteniendo por cerca de 40 años una empresa de peces ornamentales con la que llegaron a exportar algunas especies a Estados Unidos. 

En el solar se construyeron otras habitaciones, pero Héctor Fabio tuvo la visión de no hacerle ninguna reforma a la vieja estructura, por lo que aún se conservan las grandes vigas de madera que sostienen el piso superior al que se sube por una angosta escalera, así como las gruesas puertas de madera con sus pestillos, argollas y aldabas.

En la parte inferior en la actualidad funciona un negocio de fotocopiadora, cuyos clientes, además de los habitantes de San Rafael, son los soldados del Grupo Maza.

"Yo construí la casa/ La hice primero de aire/ Luego subí en el aire la bandera y la dejé colgada del firmamento, de la estrella, de la claridad y la oscuridad", dice Neruda en su poema, que aplica a esta vivienda que permanece en el tiempo cargada de historia, junto al cerro tutelar de San Rafael.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

1 comentario:

  1. Me sorprende la reseña ya que vivo muy cerca de alli. Que antigüedad puede tener la casa?
    Excelentes crónicas, muchas gracias!

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