Eduardo Bautista (La
Opinión)
A unos 300 metros de
la Estación Sur que quedaba en la avenida 1 con calle 28.
Encaramada, al pie del cerro de San Rafael, está la
'Casa del Balcón', de la que sobresale ese pequeño espacio por el que se
asomaban los que allí moraban a darle el adiós a los viajeros que partían con dirección a Bochalema y El Diamante en
el gran ferrocarril de Cúcuta, ambicioso proyecto local que pretendía llevar la
línea férrea hasta Bogotá, pero que quedó congelado en el tiempo.
Se mantiene erguida en la avenida 1, cuya nomenclatura es 31-04, a unos 300 metros
de la Estación Sur que quedaba en la avenida 1 con calle 28, frente a lo
que hoy es la Diócesis.
Su ubicación era privilegiada por estar bordeada por
el río Pamplonita, que hacía agradable su estadía por los abundantes árboles y
la fresca brisa que la envolvía de mañana y tarde.
Los dueños de esa
centenaria vivienda veían en su tiempo, encaramadas en el fantástico tren a las
personas que llevaban como itinerario las estaciones de San Pedro, Agua Sucia,
Santa María, Moros, Carrillo, La Egadera, La Esmeralda, La Lache, La Donjuana,
El Raizón, Calaluna, Bochalema y Tescua-Diamante, vía del sur que se empezó a
construir en agosto de 1921.
La 'Casa del Balcón', a decir del cronista Beto
Rodríguez, es una demostración de la
arquitectura popular de la época, que reafirma a San Rafael como uno de los
barrios más viejos de Cúcuta.
"Un barrio horadado de callejuelas, entradas,
recovecos y de cosas muy propias que recuerdan la ciudad de principios del
Siglo XX, pese a que han sido demolidas pequeñas casas de bahareque y entejadas
al gusto de los cucuteños de entonces, sobreviviendo aún la tienda de
Cándido".
Una casa, una historia
La Casa del Balcón está al costado derecho del puente
Benito Hernández que conecta a Cúcuta con la capital de la República. Los
viejos choferes de la empresa de transporte Ferreira en servicio hacia
Bucaramanga y Bogotá, cuando subían raudos por la avenida primera y antes de
dejar la ciudad, cantaban 'Adiós, Cúcuta preciosa, con sus calles empedradas,
adiós muchachas bonitas, feas, viejas y arrugadas', un tributo a la Perla del
Norte, tierra heroica que nos dejó Doña Juana Rangel de Cuéllar.
En la actualidad es el patrimonio de Flor María
Villanueva Castaño, dama de 75 años,
viuda de Héctor Fabio Duque, quien la compró en $50.000 al venezolano Américo
Contreras Medina, quien para la fecha en que se tasó el negocio tenía 80
años.
Héctor Fabio y Flor María llegaron muy jóvenes a
Cúcuta procedentes de Circasia, en el norte del Quindío, estableciéndose
durante un año en el barrio Cundinamarca.
Transcurrido ese tiempo, Héctor Fabio Duque, quien era una persona emprendedora, adquirió
el inmueble de dos niveles, que estaba en muy malas condiciones y
amenazaba con derrumbarse.
Flor María recuerda que para venir a dormir a ese
lugar pasaron meses, porque además por la mugre y el desaseo la propiedad
estaba invadida de chinches y fue necesario hacerle más de siete fumigadas y
botar todos los trastos viejos que encontraron.
Sin embargo, la
persistencia y el trabajo de la pareja permitió restaurar la casa que es de
tapia pisada, pisos de madera y entejada, criando allí a sus seis hijos
y manteniendo por cerca de 40 años una empresa de peces ornamentales con la que
llegaron a exportar algunas especies a Estados Unidos.
En el solar se construyeron otras habitaciones, pero
Héctor Fabio tuvo la visión de no hacerle ninguna reforma a la vieja
estructura, por lo que aún se conservan las grandes vigas de madera que
sostienen el piso superior al que se sube por una angosta escalera, así como
las gruesas puertas de madera con sus pestillos, argollas y aldabas.
En la parte inferior en la actualidad funciona un negocio
de fotocopiadora, cuyos clientes, además
de los habitantes de San Rafael, son los soldados del Grupo Maza.
"Yo construí la casa/ La hice primero de aire/
Luego subí en el aire la bandera y la dejé colgada del firmamento, de la
estrella, de la claridad y la oscuridad", dice Neruda en su poema, que
aplica a esta vivienda que permanece en el tiempo cargada de historia, junto al
cerro tutelar de San Rafael.
Recopilado por: Gastón
Bermúdez V.
Me sorprende la reseña ya que vivo muy cerca de alli. Que antigüedad puede tener la casa?
ResponderEliminarExcelentes crónicas, muchas gracias!