domingo, 16 de septiembre de 2012

240.- GUARDIANES Y PROTECTORES DE LA CIUDAD


Carlos Eduardo Orduz

 
Cerro Tasajero

En las antiguas civilizaciones, Egipcia, Griega, Romana, China, Asiria, Judía, sus habitantes tenían sus oráculos, templos, ermitas, santuarios, oratorios, pagodas, mezquitas, tencali, en donde podían concurrir para las consultas, vaticinios, augurios, auspicios, predicciones, profecías, adivinación, pronósticos por medio de los agoreros, arúspices, augures, videntes, pitonisos, recurrían ante los dioses para recibir su ayuda en las acciones que emprenderían.

Estas manifestaciones de acudir a lo del más allá para lograr propósitos colectivos o personales, todavía se consiguen pero ya de forma relajada y comercializada.

En Bogotá se destaca el Cerro de Monserrate, su iglesia, funicular y teleférico. En Brasil, el Cristo del Cerro del Corcovado, en Santa Marta su bahía, en Cartagena sus murallas, en Pereira el Viaducto, etc., etc., etc.

Nuestra ciudad fiel a la tradición, tiene y conserva algunos elementos que la reconozcan ante propios y extraños, pero no ha sabido darle el tratamiento especial como motivo de ornato, identificación, promoción turística, comercial, cultural.

Al norte tenemos el Cerro del Tasajero. Por las noches el hermoso Faro del Catatumbo que majestuoso ilumina el firmamento dándole esplendor al cielo azul.

Al oriente la joya eclesiástica de la iglesia de Chiquinquirá en el Barrio San Luis, su estilo gótico refleja lo majestuoso de la arquitectura religiosa ojival.

Al sur, las 80 gradas ascendentes desde la calle 19 hasta la base de la enorme e imponente estatua de Cristo Rey, que desde la mitad siglo veinte protege bajo su égida a la ciudad de Cúcuta.

Más al sur, la estatua de Virgilio Barco, que no me explico por qué la colocaron de espalda a la ciudad.

Al occidente, la columna de Padilla, recordándonos las acciones gloriosas de nuestros héroes.

Luego otra maravilla que diagonalmente mira nuestra ciudad: Iglesia del Perpetuo Socorro, blanca y resplandecientes como las tardes cucuteñas plenas de sol.

El pedestal de la Virgen de Fátima y el monumento recordatorio a la Batalla de Cúcuta, cargado de fervor patriótico por todo lo que representó para la independencia de los países bolivarianos.

Sería mucho pedir que la Alcaldía, las corporaciones de turismo, colocara unos paradores turísticos en algunos de estos lugares para darle imagen de ciudad preocupada de mostrar lo bueno y hermoso que tenemos.



Recopilado por : Gastón Bermúdez V.


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