lunes, 4 de marzo de 2013

341.- CHUCHIN, EL FUTBOLISTA SOÑADOR


Jesús Mª González Chaparro

Este personaje nace en el barrio más popular de la ciudad de Cúcuta, el cual antes había sido corregimiento, es San Luís. Acá se inició ésta urbe metropolitana. Se le conoce popularmente como el barrio de los pancheros, ya que su población se dedicaba a la pesca de un animal de río llamado panche. Este pequeño ser vivo abundaba en el río Pamplonita y era tomado en forma manual.

El barrio de San Luís se distingue en el concierto nacional por tener una basílica dedicada a la Virgen de Chiquinquirá con un estilo dórico: al frente está la plaza principal y en uno de sus costados vio la luz por primera vez el ser humano que nos ocupa la atención.

Este barrio cucuteño es considerado un pueblo ya que además de las características planteadas tenía teatro propio llamado ”Bolívar”. Igualmente contaba con hermandad de nazarenos, banda musical y cementerio propios. Su industria consistía en cuatro chircales, los cuales extraían la materia prima del mismo terreno y producía ladrillos y tejas para el consumo de la misma población.

Estudió las primeras letras en el liceo de la Virgen de la Peña, dirigido por la profesora María Helena, una veterana institutora de recio carácter y personalidad. Vale la pena resaltar que acá cursó estudios la única reina que ha tenido nuestro departamento Leonor Duplat Sanjuan en el año 1.963 y también su hermano el actor y director de televisión y teatro Carlos Duplat Sanjuan.

Posteriormente ingresa a la escuela Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en el barrio Colsag para cursar la educación primaria. Acá en este centro educativo sobresalía en esa época la profesora Zoraida, de quién se rumoraba había visto a la Virgen María. Su religiosidad saltaba a la vista, llena de valores humanos y dotada de una sencillez impresionante. Los descansos entre clases eran amenizados por el maestro de la música Pablo Tarazona Prada, quien con su violín virtuoso hacía agradables las sesiones matinales.

Esta concentración escolar tenía una cancha de fútbol, en cuya parte central se erigía un monumento en memoria del ex-presidente de Colombia Marco Fidel Suárez, de quien se afirmaba era hijo de una humilde lavandera; lo cual dificultaba la realización de encuentros en forma reglamentaria.

Simultáneamente a la labor estudiantil apareció otro personaje muy representativo de la región, como lo fue Manino Escobar un longevo entrenador del deporte número uno del mundo, quien diariamente acudía a esa escuela con varios balones que él mismo arreglaba. Aquí nació la pasión por este deporte. Nuestro personaje convirtió esa pasión en una obsesión. Fue tanta la fiebre por el deporte más popular, que no asistía a clases, sino que participaba en los encuentros programados en las diferentes canchas de la ciudad, a saber: Cocacola, Bavaria, Minobras, San Luis, entre otras. Su habitación era adornada por afiches de los equipos profesionales su elenco preferido era el doblemente glorioso Cúcuta Deportivo.

Luego de terminar la educación elemental se inscribió en el Instituto Técnico Nacional de Comercio, un colegio recién fundado y ubicado en el centro de la ciudad. Su desbordante interés por el fútbol siguió incrementándose hasta tal punto que repitió primero, segundo y tercero de bachillerato. Participó en muchos torneos locales y fue llamado en varias ocasiones a conformar la selección Norte de fútbol.

Tenía su mente puesta en ser un profesional afamado del rentado Colombiano y para ello se preparó en forma disciplinada y era el primero en acudir a los extenuantes entrenamientos. Pero surgió lo inevitable, cuando se alistaba para debutar en el torneo nacional de Colombia, se fracturó la rodilla derecha de forma accidental y violenta.

A partir de este momento crucial para sus aspiraciones se derrumbó el castillo que había cultivado con tanto esmero y dedicación. Fue tanta la crisis que tuvo que ser asesorado por un sicólogo y este trauma le perturbó por varios años.

Luego de haber superado este enorme impase se dedicó por completo a sus estudios universitarios de Derecho, logrando culminar esta brillante carrera y posteriormente se destacó a nivel local como uno de los juristas más renombrados de su época. Nunca más volvió a aparecer en su mente la palabra más grande del fútbol, la que despierta pasiones y la que colma los estadios del mundo, como es el GOL...GOL…GOL...



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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