martes, 17 de junio de 2014

586.- EL PUENTE DE GUADUA ARNULFO BRICEÑO



Jhon Jairo Jácome


Según la prestigiosa revista dedicada a la arquitectura ‘Fabric Architecture Magazine’, “la cuidadosa atención a la carpintería y la geometría trae una obra de arte (y un puente peatonal funcional) a una concurrida intersección en Colombia”. ¿Cuál es la historia de este puente que vemos a diario adornando el paisaje de la avenida Los Libertadores?

Una noche cualquiera mientras un grupo de cucuteños discutía sobre el futuro de la ciudad y analizaba el reciente crecimiento vial impulsado por el entonces alcalde Ramiro Suárez Corzo, pensó que podían cambiar la historia de la construcción en la ciudad haciendo algo de lo cual no se tenía registro alguno.

En efecto, con la solución vial de las avenidas Los Libertadores y Gran Colombia prácticamente concluida, quedaban por solucionar las barandas metálicas, la protección de los taludes y un paso peatonal hacia el barrio San Luis que permitiera la apertura de la obra en forma integral.

Se pensó entonces en la posibilidad de crear un sitio que, además de funcional, fuera agradable visualmente, idea que tuvo eco en la administración municipal que reemplazó a la de Ramiro Suárez Corzo.

El sueño de un sitio amable, que inspirara tranquilidad, naturaleza y vida, convocó a un grupo de personas que a través de la guadua han tratado de innovar en la construcción.

Y fue gracias al ingenio y decisión de un grupo de alemanes con el corazón inundado de Colombia, que se materializó el sueño; Jörg Stamm hizo realidad la estructura del puente; Helmunt Eladth, se encargó de elevar las estructuras y German Lehmann participó con el diseño estructural del puente.

Ahora bien, una obra de arte no estaría completa sin un paisaje.  Por tal razón, el arquitecto australiano Mark Emeryck hizo que la música de Arnulfo Briceño tomara la forma de una composición maestral gracias a su diseño paisajístico.

Gerardo Castro se encargó de la cubierta de lona, siendo  la primera vez que se utilizaba la combinación  con la guadua en una estructura de gran tamaño.

Rafael Murcia dispuso el acrílico con que se dio solución al piso del puente.

Sergio León, ingeniero de Heliconias Ltda., adornó con sus flores el paisaje que rodea al puente.

William Montaguth fue el ingeniero residente y Gustavo Carvajal hizo el control del sistema de gestión.

También hicieron parte del proyecto un sinnúmero de ingenieros y personas cuyo principal interés  era cambiarle la cara a la  ciudad y apoyar con su crecimiento.

El puente de guadua según ‘Fabric Architecture Magazine’


El puente es “como un rompecabezas de madera hecho a mano que se apoya en cada pedazo de bambú para contribuir a la integridad de la estructura”, según la revista, especializada en arquitectura. En una de sus  ediciones lo calificó como una ‘inusual estructura de bambú’ que llama la atención por su exquisito diseño.

En palabras especializadas, el puente está constituido por “dos grandes arcos, uno a cada lado de la cubierta de los peatones y cada uno compuesto por un trío de bambú de gran diámetro, que llevan el peso del puente y el resto de construcciones establecidas en los terraplenes”.

Para  Jörg Stamm, quien es citado por la revista, “el trabajo con el bambú es un placer”.

Este alemán, radicado en Colombia desde hace años, señala que a diferencia del metal, con el bambú no se necesita de pintura anticorrosiva para su protección, por lo tanto, tiene una huella de carbono relativamente baja.

Otra de las razones por las cuales la revista llama la atención sobre el puente de guadua (la guadua es una especie de bambú) es porque con él, que se sepa, es la primera vez que un techo de lona tensada de este tamaño se ha combinado con una estructura de bambú.

Quizás por esto es que no sólo es un puente peatonal, sino una estructura ícono en la ciudad que se convierte en una imagen digna de recordación para los que por allí transitan.

El puente de guadua y la cultura

Así como la ciudad goza de distintos escenarios de toda índole en los cuales las personas pueden ir a disfrutar desde un partido de fútbol hasta una obra de teatro (Estadio General Santander, Teatro Zulima, Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, entre otros) el puente de guadua sobre la redoma Arnulfo Briceño se ha convertido en un importante escenario cultural que congrega e invita por la belleza de su diseño.

La empresa Aguas Kpital S.A. E.S.P., encargada del cuidado de esta obra de arte funcional, ha organizado, desde la navidad del año 2008 cuando George Saget dio inicio con su saxofón  a las veladas nocturnas, una serie de encuentros culturales que desde entonces se vienen desarrollando todos los viernes a partir de las 7:00  de la noche.

¿Cómo se hizo el puente?


Jörg Stamm, quien participó del proyecto, recuerda que cuando estaban construyendo el puente el conductor de una buseta de servicio público que pasaba por el sector les gritó “dejen de ser ordinarios, háganlo más bien en hierro”.

Lo que ‘el gritón’ desconoce es que poco a poco se han desarrollado técnicas y métodos eficientes de trabajar la guadua con criterio de ingeniero. Una de estas técnicas es la inyección de mortero en los nudos, donde las cargas de un tornillo serían demasiado grandes para el tejido de la pared.

El puente de guadua Arnulfo Briceño, en palabras de este carpintero alemán, fue construido de la siguiente manera: se pintó un croquis sobre el piso y toda la cercha se armó preciso sobre esos puntos de referencia.

Después de poner tornillos a todos los tallos, se levantó el conjunto con una grúa y se posicionó sobre los estribos. Esta alzada es la gran ventaja de un material liviano, que ya tiene todos los acabados. Al final, se templó una gran carpa entre las torres, construida con la misma lona blanca que se ve en los centros comerciales y los estadios más modernos.

Finalmente, cuando se aprecia la obra terminada, sólo una pregunta sale a flote: ¿para qué seguir importando acero venezolano, si en nuestro suelo crece un acero vegetal?

El premio


En enero de 2010 la Asociación Internacional de Textiles Industriales (IFAI) con sede en Estados Unidos, otorgó al puente Arnulfo Briceño el Premio Excelencia en la categoría de estructuras de menos de 558 metros cuadrados, en reconocimiento a la membrana tensada que cubre el puente de guadua.

El premio llama la atención sobre la elegancia con que fueron resueltos los detalles de conexión entre la cubierta y la guadua, además de resaltar que es la primera vez que se realiza una obra de estas características en una estructura de tan grandes dimensiones.

Según Gerardo Castro Rojas, ingeniero colombiano que diseñó la membrana tensada, este premio es importante no sólo porque da relevancia a este puente que se convirtió en un ícono de la ciudad, sino porque superó a proyectos de todo el mundo.


Adicionalmente, gracias  a este reconocimiento, la revista más importante a nivel mundial en el campo de la arquitectura textil la ‘Fabric Arquitecture Magazine’, lo eligió como portada y publicó un artículo donde hace mención a la relevancia que tiene el puente en el tema de la  construcción sostenible, un movimiento importante que se está dando en el mundo y que apela a la utilización de métodos y materiales que conserven el planeta.

En el caso del Puente Arnulfo Briceño, el hecho de usar guadua, un material renovable, le imprime un valor único que es complementado con  la estabilización de taludes con material vegetal y la belleza de su diseño paisajístico. Pero además de ello, está todo el sistema vial que garantiza la amortización del ruido y facilita la movilidad.


Costos y atractivos

La construcción del puente peatonal se hizo con un presupuesto adicional de $1.128 millones que cubrió los sardineles, las barandas metálicas, el muro de contención y los prados que se sembrarán alrededor de la obra. El presupuesto inicial de la obra completa fue de $8.888 millones.

Para la construcción se utilizaron 600 guaduas traídas de Valle del Cauca y Popayán. Igualmente se contrató a la empresa Ecobambú para que adelantara los trabajos por ser una obra especializada sin precedentes en la ciudad.

Abandonado, dañado y restaurado (Andrés González)

Puente en deterioro

En el 2013 el puente de guadua, pasó de ser un ícono de la ciudad, por su innovadora construcción arquitectónica, a convertirse en una obra más echada al olvido, por su estado real de deterioro.

La firma Vergel y Castellanos, cuyo representante legal es Hugo Vergel, propietario de Aguas Kpital Cúcuta, entregó esta obra a la ciudad durante la administración de la exalcaldesa, María Eugenia Riascos Rodríguez.

Con el sueño de darle a la ciudad un sitio amable, que inspirara amor, tranquilidad, naturaleza y vida, un grupo de alemanes ejecutó la estructura y elevación del puente. De igual forma, el arquitecto australiano Mark Emeryck, le dio el diseño paisajístico al lugar.

Después de todos los halagos y de las ilusiones de tener una estructura arquitectónica innovadora e importante para el reconocimiento de la ciudad, el puente de guadua quedó en el olvido, y ahora, se deteriora a paso agigantado.

 Puente renovado



Pero afortunadamente el puente de guadua, símbolo de Cúcuta, se salvó. Fue posible gracias a un convenio entre el municipio y Aguas Kpital, firma que regaló el puente. Luego de pocas semanas de trabajo intenso, la estructura y sus alrededores recobraron su atractivo.


La recuperación del piso del puente, la pintura, el mantenimiento de la guadua y la limpieza de la carpa que cubre la estructura, fueron los principales arreglos que se lograron en desarrollo del convenio. Los trabajos para mantener la estructura del puente son rutinarios en este tipo de construcciones, por lo tanto cada cuatro años se le tiene que hacer mantenimiento.

Además se asignaron recursos para continuar con el mantenimiento constante de la jardinería que rodea a esta obra arquitectónica.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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