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Familia Galavís Girón
Fundador de
Café Galavís
Esta
empresa, fundada en 1918 es líder en el desarrollo industrial del Departamento
Norte de Santander en Colombia, dada su solidez, importancia comercial e
irrigación económica hacia otros sectores de desarrollo.
Su influencia empieza en el campo, donde los campesinos siembran año tras año, nuevos cafetos o recogen sus frutos y desde allí una larga cadena de trabajos hasta que llega a la fábrica y empieza otra. Distribuir el café y llegar hasta el consumidor.
Para analizar la importancia de esta empresa basta pensar en las estrecheces que para el año 1918 debieron existir. La tecnología se hallaba en embrión y muchas máquinas debían fabricarse, como dicen ahora, de una manera hechiza.
Los medios de transporte eran tan elementales como debe suponerse: un burro, un caballo, un buey o un cargador de bultos.
Cualquier labor en el sentido de crear una empresa se convertía en un gran esfuerzo y en un gran despliegue de creatividad como se puede apreciar en el caso de don Lino Galavís Carriedo, fundador de ésta empresa.
Sus padres ,
oriundos de Villa del Rosario, eran parientes del presidente José Concha y
familiares lejanos del general Santander.
En los
albores del siglo XX, contrajo matrimonio co Eva Girón , unión de la que
nacieron Ernestina, Aminta, Nieves, Inés, Carmen, Mary y Lino.
Desde el
comienzo , los esposos Galavís Girón emprendieron con tesón el trabajo de
tostar y vender café. Los dos tenían una ilusión que los unía y que lograron
fortalecer con amor y dedicación.
Historia de
una Próspera Industria
La
caficultura es la principal actividad económica que se desarrolla en Colombia.
A su alrededor, cerca de 250 mil familias derivan su sustento y desde hace
muchos años, el café es el principal producto de exportación de nuestro país.
Pero el café es, además, un producto de masivo consumo entre la población colombiana y mundial. Y en torno a su cultivo se ha desarrollado una enorme industria torrefactora, que garantiza la conservación de las propiedades esenciales del grano: su aroma y su sabor.
El Norte de Santander y su zona de influencia no han sido ajenos a los importantes desarrollos de esta industria, dentro de la cual sobresale con una preeminencia empresarial indiscutible, "CAFÉ GALAVIS", una de las más prósperas y antiguas empresas de la región.
Cómo Nació
Café Galavís
Imagen publicitaria de Café Galavís
Por allá, en
1916, la joven pareja integrada por don Lino Galavís Carriedo y su esposa doña
Eva Girón, quienes residían en la pequeña e histórica Villa del Rosario, con la
prudencia con que se inician los negocios, ellos comenzaron el trabajo de
tostar y vender el café que traían a lomo de mula, desde las zonas cafeteras de
Santander - Colombia.
El proceso lo cumplían apoyados en un medio de fuerza hidráulica conocido en aquella época, generada por una rueda pequeña que construyó personalmente don Lino Galavís Carriedo, alcanzando una producción diaria de escasas dos cargas de café tostado. Era en la práctica el mismo sistema empleado para el procesamiento de la caña de azúcar y la fabricación de la panela.
Los éxitos obtenidos en esta fase previa, caracterizados por una creciente demanda del producto, indujeron a que don Lino decidiera construir en su propia fábrica, en 1918, una rueda de madera, de tres metros de diámetro, la cual trabajaba hasta ochenta caballos de fuerza, suficientes para movilizar una tostadora de café importada, marca "Bell" y un molino "Ventec", con los cuales alcanzó una producción diaria de diez cargas.
En las madrugadas de esos lejanos días, el café se transportaba utilizando una recua de mulas que llegaban a Cúcuta (Capital de Norte de Santander en Colombia), en cuyas calles se vendía, sin empacar de acuerdo a los pedidos de los compradores, suministrando la cantidad requerida en las vasijas que éstos llevaban al lugar de expendio.
El Comienzo
de los Ensanches
Los años
pasaron y lo que era una naciente empresa comenzó a consolidarse. Existía un
mercado garantizado y la demanda por el café era creciente al punto de que la
capacidad instalada resultó insuficiente, por lo que, en 1930, don Lino Galavís
ideó y construyó una rueda generadora de fuerza, aplicando las mismas
características y dimensiones de la anterior, pero esta vez, forjada en hierro.
Fue un verdadero avance, pues el nuevo sistema disponía de una mayor potencia y
la producción pudo ampliarse a 30 cargas diarias de café, que eran consumidas
en los mercados de Villa del Rosario y Cúcuta.
Con Almacén
Propio
La tradición
adquirida y la sostenida demanda, hacían recomendable eliminar el expendio del
café en plena vía pública, por tal razón, en 1932, Don Lino Galavís alquiló un
local en la ciudad de Cúcuta, que para ese entonces se había convertido en el
principal centro de consumo de sus productos, y se instaló en la Avenida 7a con
Calle 12, lugar que utilizó como almacén de depósito y lugar de expendio del ya
reconocido "CAFÉ GALAVIS".
Además, a estas alturas, el "CAFÉ GALAVIS" era empacado en bolsas de papel mantequilla, en diferentes medidas, lo que permitió garantizar aún más la conservación de su aroma y sabor. El empaque se hacía en unidades de 500, 250 y 62.5 gramos de café.
En 1936, en razón de que la demanda aumentaba, se adquirió una tostadora americana, de segunda mano, a una fábrica que en ese entonces descontinuaron en Cúcuta y en 1940 era tal el volumen de las ventas que se requirió la adquisición de dos motores para sustituir la rueda de hierro, con nuevos perfeccionamientos que fueron traducidos por el ingenioso empresario.
La Muerte
del Fundador
Don Lino Galavís Carriedo (1879- 1951)
Para el año
de 1951, un doloroso hecho enluta a la familia. El 17 de Junio de 1951,
precisamente el día del aniversario de la fundación de Cúcuta, don Lino Galavís
Carriedo dejó de existir. Pero la semilla de su espíritu emprendedor, de su
condición de incansable trabajador y de visionario empresario, quedó viva en un
hijo suyo del mismo nombre don Lino Galavís Girón.
Muerto su
padre y ante la enorme responsabilidad, el joven asumió la administración de la
fábrica. Era imperioso para él, concebir el desarrollo de la empresa dentro de
una mayor planificación y con criterio más industrial. Al efecto, decidió
trasladar la fábrica a la ciudad de Cúcuta, diseñada y construida conforme a
los requerimientos de éste tipo de actividad productiva. Fue el comienzo de una
nueva etapa. Toda la tecnología y los avances adquiridos en la torrefacción de
café, se emplearon por la próspera empresa local. Tostadoras de las mejores
marcas, los mejores molinos, las máquinas pesadoras, fueron adquiridos para
modernizar la fábrica. Fue la etapa de la plena industrialización y de
desarrollo tecnológico, que muy pronto produjo nuevos frutos, ya que el
producto conquistó mayores mercados, por lo que la empresa continuó su línea
ascendiente.
Era conveniente, elevar la calidad del producto. Y esto sólo se lograba utilizando el mejor café en el procesamiento, por lo que al flamante empresario se le ocurrió la excelente idea de traer la materia prima desde el Viejo Caldas, departamento piloto en la producción nacional del grano, reconocido internacionalmente como cultivador de café de óptima calidad. Esta decisión hizo que el café Galavís adquiriera más prestigio, por su inmejorable calidad. El liderazgo de la empresa en el mercado estaba asegurado.
Las medidas
que adoptó la Federación Nacional de Cafeteros, años más tarde, para organizar
el mercado nacional, garantizando su calidad, no tomaron de sorpresa a la
fábrica nortesantandereana. Esta se había anticipado a fijar unos patrones de
control de calidad que son los que le han permitido mejorar tan excelentes
resultados.
La complejidad de la industria actual, sus sofisticados equipos, el proceso que allí se cumple, desde que se recibe la materia prima en las instalaciones de la empresa hasta su almacenamiento en óptimas condiciones de temperatura y humedad, hacen difícil su descripción. Baste saber que él comprende la más rigurosa selección del grano, su purificación previa al procesamiento y las más higiénicas condiciones para su transporte interno a las máquinas empaquetadoras de que dispone la empresa construidas específicamente por la firma Richard Pack con el fin de satisfacer las necesidades de empaque, higiene y rapidez que requiere el alto volumen del procesamiento del grano de café al que se ha llegado en la actualidad.
Para una mayor conservación del producto y de sus propiedades esenciales, la empresa ha diseñado y utiliza empaques que permiten garantizar la calidad y aroma. Los empaques disponen de una lámina de protección con base en dos películas de celofán, polietileno y una capa de aluminio, para lograr así que el "CAFÉ GALAVIS", empacado al vacío, no pierda sus calidades de aroma y sabor que lo han distinguido en el mercado.
Pero, adicionalmente, la labor industrial se apoya en un novedoso sistema de procesamiento de datos, con equipos de última generación, que permiten ejercer un mayor control de la fábrica y la adecuada atención a los proveedores y consumidores.
Café Galavis
recibió el sello Juan Valdez (somoslarevista.com)
Cuando bebemos una taza de café Galavís, no sólo
estamos saboreando un producto de alta calidad, sino que detrás de ella, hay
una compleja historia de duro trabajo, de seriedad y de la búsqueda
permanente de altísima calidad. El acto de recolección de forma manual y
selectiva.
El secado en patios es un despliegue de habilidades,
de arduos trabajos, acreedores de técnicas y secretos de una actividad de
la familia Galavís, que comenzó con su padre, don Lino Galavís en 1918,
quien con visión futurista, dio a luz en Villa del Rosario a la
empresa que con el tiempo se ha constituido en una de las firmas más sólidas de
la región. Don Lino vive para contar la historia y para saborear los logros
que, hoy, continúan sus hijos.
Recolectar, fermentar y lavar, despulpar,
desmucilaginar, secar, trillar, limpiar y separar, clasificar, almacenar,
mezclar, seleccionar, pesar, ensacar, transportar, eso es lo que se hace antes
de llegar a la planta, en la cual el café es recibido y evaluado, tostado,
enfriado, despedregado, ensilado, mezclado, molido, desgasificado, empaquetado,
pesado, agrupado, enfardado, paletizado, y transportado. El café también es
sometido a diversas pruebas de laboratorio, se evalúa humedad, sabor, color y
granulometría. El café, tal cual vino francés también es catado por
profesionales, dice Lino Galavís (hijo).
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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