Patrocinio Ararat Díaz
Los
escritores Luis Anselmo Díaz y José Luis Villamizar Melo en el homenaje que se
les rindió.
Hace
menos de cinco años, tuve la feliz oportunidad de ser el oferente de un lindo
acto que programó la Academia de Historia de Norte de Santander en el que se
rindió homenaje “en vida” (como debe ser) a los extraordinarios ciudadanos
nortesantandereanos Luis Anselmo Díaz Ramírez y José Luis Villamizar Melo.
Tomando
el contexto de hoy (Enero 2014) y teniendo en cuenta que los dos fallecieron en
el mismo año 2010, voy a extractar algunos apartes de ese trabajo académico que
contó con textos, música y videos, en el cual tomé prestadas varias referencias
para testimoniar el inmenso valor de estos grandes personajes de la cultura
regional.
De
Luis Anselmo manifesté, por ejemplo, que caminaba plácidamente por la vida,
entre el ruido y las prisas, recordando la paz que se puede ver en el silencio.
Durante toda su existencia, dijo la verdad claramente y con serenidad, nunca fingió afecto y en cambio, nutrió con amor la fortaleza de su espíritu.
Igualmente manifesté que las principales características de la personalidad de Luis Anselmo fueron la parte humana, la sencillez, la sensibilidad social, su orden moral y su convencimiento cristiano.
Durante toda su existencia, dijo la verdad claramente y con serenidad, nunca fingió afecto y en cambio, nutrió con amor la fortaleza de su espíritu.
Igualmente manifesté que las principales características de la personalidad de Luis Anselmo fueron la parte humana, la sencillez, la sensibilidad social, su orden moral y su convencimiento cristiano.
También
dije, parodiando a Benedetti, que Luis Anselmo y José Luis “fueron y son
personas justas con la gente y consigo mismas.
Son gente que agradece a Dios el nuevo día y las cosas buenas que existen en sus vidas; agradecen estar vivos, para regalar sonrisas y ofrecer sus manos para ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
Gente que mediante bromas enseñaron a concebir la vida con amor.
Hoy tienen la edad que quieren y sienten. Tienen la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de sus deseos. Tienen la edad en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos y las ilusiones se convierten en esperanzas”.
Son gente que agradece a Dios el nuevo día y las cosas buenas que existen en sus vidas; agradecen estar vivos, para regalar sonrisas y ofrecer sus manos para ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
Gente que mediante bromas enseñaron a concebir la vida con amor.
Hoy tienen la edad que quieren y sienten. Tienen la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de sus deseos. Tienen la edad en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos y las ilusiones se convierten en esperanzas”.
Más detalles
de ese trabajo académico se mencionan a continuación:
LUIS ANSELMO DÍAZ RAMÍREZ
Luis Anselmo con doña Mercedes Alvarado
Luis
Anselmo nació en Cúcuta, el 6 de julio de 1918, de la pareja compuesta por
Manuel Díaz y Delia Ramírez. Se casó con Doña Mercedes Alvarado y con ella,
procrearon cinco hijos: Beatriz, Mercedes, Antonio (f), Luis Anselmo y Pío
Gerardo. Murió en Cúcuta el 6 de diciembre de 2010.
De
su esposa, a quien el maestro le gustaba llevar a bailar de traje largo al
antiguo Grill San Rafael de Villa del Rosario, hay que decir que en vida de
Luis Anselmo, personificó la mujer amable y soñadora, la combativa y laboriosa,
y la que era a la vez, madre, hija, hermana y compañera.
De
sus hijos, Luis Anselmo, escribió en 1956 con ocasión de la primera comunión
de dos de sus hijos, unas frases que son toda una lección de amor:
“Que sean buenos hijos, especialmente con su madre que con la sangre de su corazón, les entregó los más bellos heroísmos de la vida.
Que sean buenos con los pobres, que les tiendan siempre la mano con generosidad, porque ellos también han subido, quizá sin saberlo, los peldaños de la hermana pobreza.
Que tengan valor suficiente para perdonar las injurias y las injusticias de los hombres.
Que nunca violen los derechos de la persona humana.
Que sean puros en la intención, rectos en el obrar, sinceros en la amistad, perseverantes en el bien, tolerantes con las ajenas flaquezas, pacientes en la adversidad, de acerada naturaleza para guardar el honor y capaces de morir antes de entregar la conciencia”
“Que sean buenos hijos, especialmente con su madre que con la sangre de su corazón, les entregó los más bellos heroísmos de la vida.
Que sean buenos con los pobres, que les tiendan siempre la mano con generosidad, porque ellos también han subido, quizá sin saberlo, los peldaños de la hermana pobreza.
Que tengan valor suficiente para perdonar las injurias y las injusticias de los hombres.
Que nunca violen los derechos de la persona humana.
Que sean puros en la intención, rectos en el obrar, sinceros en la amistad, perseverantes en el bien, tolerantes con las ajenas flaquezas, pacientes en la adversidad, de acerada naturaleza para guardar el honor y capaces de morir antes de entregar la conciencia”
A
Luis Anselmo le gustaba la buena vida, el juego de billar (iba con frecuencia
al Club Colsag con don Jesús Porras), el buen trago, la buena comida (donde su
amigo Esteban Raynaud) y sus hobbies fueron leer, escribir, ser ratón de
bibliotecas y hacer crucigramas.
Luis
Anselmo hizo estudios primarios en la Escuela del Llano; bachillerato en el
Seminario Mayor de Pamplona (él tuvo sotana y tonsura y casi se ordena como sacerdote).
Su tutor fue Monseñor Afanador. Sus estudios universitarios los hizo en la
Libre. Estudió dos años de Derecho.
Él
decía que tenía dos profesiones: una profesor y otra, periodista. Como docente
prestó sus servicios en varios colegios, en la UFPS y en la Universidad Libre.
Sus fuertes fueron las cátedras de Filosofía, Sicología, Castellano,
Humanidades y Raíces Griegas y Latinas.
Se
ufanaba de haber tenido entrañables amigos. Entre ellos citaba a los obispos
Luis Alejandro Jaimes, Manuel Briceño y Rafael Sarmiento, sus copartidarios
Lucio Pabón Núñez, Argelino Durán Quintero, los compañeros de trabajo Eustorgio
Colmenares Baptista, Gustavo Ararat Negrón, Elio Reyes Lazcano, Francisco
Berrío Zafra, el padre Carlos Martínez, Clemente Franco Galvis, Antonio Guerrero
Gallardo, David Haddad Salcedo, Luis Tesalio Ramírez, Miguel García Herreros,
Juan Agustín Ramírez Calderón, Cicerón Flórez Moya, Juan Pabón Hernández y José
Luis Villamizar Melo (su alumno).
De
los amigos, alguien escribió tal como lo sentía el Maestro:
“Amigos son aquellos que se quedan dormidos escuchando nuestras penas, los que se ríen de nuestro mal aspecto en un feriado y no nos cae mal.
Los amigos son un remedio a la soledad y el silencio; son el descanso del alma, cuando la agitación de la vida nos deja sin aliento”
“Amigos son aquellos que se quedan dormidos escuchando nuestras penas, los que se ríen de nuestro mal aspecto en un feriado y no nos cae mal.
Los amigos son un remedio a la soledad y el silencio; son el descanso del alma, cuando la agitación de la vida nos deja sin aliento”
De
su vida pública, se debe decir que Luis Anselmo fue Secretario de Hacienda del
Municipio en la Administración de Juan Agustín Ramírez Calderón; Personero
Municipal; Director del ICBA, Secretario de Gobierno Municipal en la
Administración de Eustorgio Colmenares; Alcalde (E); Secretario General de las
EEMM de Cúcuta; Cónsul de Colombia en San Cristóbal; Secretario de Educación
Departamental; Secretario Privado de la Gobernación (de siete gobernadores) y
columnista de La Opinión (1962 a 1998).
Entre
los libros publicados por el Maestro Luis Anselmo, se cuentan La imagen
recobrada (1986) con prólogo de José Luis Villamizar Melo; Atisbos en el
crepúsculo (1995) y Terminologías (1998). Dejó muchos documentos por
publicar.
De
su libro Atisbos en el crepúsculo, el académico y poeta Miguel Méndez
Camacho, manifestó en su proemio:
“Es difícil que un texto tenga el rigor de la prosa y la frescura de una trivial conversación. En este sentido, es ejemplar el libro de Luis Anselmo Díaz.
Por esto, Atisbos en el crepúsculo se parece a su dueño. Lo muestra como es, como lo conocemos y lo admiramos.
Elemental en lo más transparente del vocablo y profundo en lo menos oscuro de su significado, generoso en la amistad, sutil en la ironía y riguroso en el manejo de las ideas como de sus actos.
Si el libro de Luis Anselmo necesitara un calificativo el ideal sería breviario, porque está concebido para releer y pensar. No para un recorrido apresurado”
“Es difícil que un texto tenga el rigor de la prosa y la frescura de una trivial conversación. En este sentido, es ejemplar el libro de Luis Anselmo Díaz.
Por esto, Atisbos en el crepúsculo se parece a su dueño. Lo muestra como es, como lo conocemos y lo admiramos.
Elemental en lo más transparente del vocablo y profundo en lo menos oscuro de su significado, generoso en la amistad, sutil en la ironía y riguroso en el manejo de las ideas como de sus actos.
Si el libro de Luis Anselmo necesitara un calificativo el ideal sería breviario, porque está concebido para releer y pensar. No para un recorrido apresurado”
Por
sus condiciones y méritos profesionales, sociales y humanos, el Maestro Luis
Anselmo se hizo merecedor de la Medalla Honor al Mérito de la Policía Nacional;
la Medalla José Eusebio Caro de la gobernación del dpto.; la Medalla Eduardo
Cote Lamus del ICBA; la Medalla Honor al Mérito Lucio Pabón Núñez del Instituto
Nacional de Comercio; la Condecoración Eligio Álvarez Niño del Centro
Literario Cristina Ballén; la Medalla Bodas de Oro Instituto Nariño; la Medalla
Club de Leones Cúcuta Centro; y un reconocimiento de la Asamblea
Departamental.
Luis
Anselmo Díaz Ramírez fue Miembro de la Academia Colombiana de la Lengua; Miembro
Honorario de la Academia de Historia del Norte de Santander; Miembro del
Colegio Nacional de Periodistas; Socio Fundador de la Sociedad de Escritores
del Norte de Santander y Miembro Honorario de la Sociedad de Amigos de la
Confraternidad Colombo Venezolana.
Luis
Anselmo fue una maravillosa figura de la vida regional. Como gran servidor de
la humanidad y excelente pensador de la comunidad, será recordado siempre por
sus palabras mágicas, por sus acciones positivas y por vivir una vida honrada,
después de ser artífice de sus propias venturas y de tomar los caminos más
correctos.
Seguramente los secretos de sus genialidades fueron el conservar el espíritu de niños hasta la vejez y el disponer siempre el más cálido respeto por sus semejantes.
Seguramente los secretos de sus genialidades fueron el conservar el espíritu de niños hasta la vejez y el disponer siempre el más cálido respeto por sus semejantes.
JOSE LUIS VILLAMIZAR MELO
José Luis con doña Luzmila Maldonado
José Luis nació en Cornejo, el 17 de
abril de 1931, de la pareja compuesta por José Luis Villamizar y Belén Melo. Se
casó con Doña Luzmila Maldonado y con ella, procrearon cinco hijos: Dianaluz,
Liliana, Rocío, José Luis y Andrés Gabriel. Murió en Cúcuta el 17 de agosto de
2010.
José Luis Villamizar Melo escribió en su libro “Teoría
del Crepúsculo”:
“Mi hijo pequeñín me pregunta por Dios. El quiere confirmar si Dios existe y donde mora.
El anticipa su concepto: Dice que un poco más arriba del sol pasando por la luna, recto en la pista de los astronautas.
Le he respondido que si, que Dios existe tal como él se lo imagina. Pero que puede prescindir de la aventura interplanetaria.
Que aunque su reino sea el terminal donde estacione el cohete del viaje, lo hallará en la tarde de arena del colegio, bajo la sombra del árbol donde espera el transporte.
También en el pupitre, en el tablero, en la voz severa o dulce de la maestra, en la amargura del castigo y de la nota baja, en la compañera de clase de incipientes encantos, en la madre que ve por sus ojos, en la lluvia que cae esta mañana, en el jardín que lucirá sus rosas al sol de la tarde, pero también en su propia pregunta.
Me basta, hijo mío, que indagues si Dios existe y donde mora, para saber que existes”
“Mi hijo pequeñín me pregunta por Dios. El quiere confirmar si Dios existe y donde mora.
El anticipa su concepto: Dice que un poco más arriba del sol pasando por la luna, recto en la pista de los astronautas.
Le he respondido que si, que Dios existe tal como él se lo imagina. Pero que puede prescindir de la aventura interplanetaria.
Que aunque su reino sea el terminal donde estacione el cohete del viaje, lo hallará en la tarde de arena del colegio, bajo la sombra del árbol donde espera el transporte.
También en el pupitre, en el tablero, en la voz severa o dulce de la maestra, en la amargura del castigo y de la nota baja, en la compañera de clase de incipientes encantos, en la madre que ve por sus ojos, en la lluvia que cae esta mañana, en el jardín que lucirá sus rosas al sol de la tarde, pero también en su propia pregunta.
Me basta, hijo mío, que indagues si Dios existe y donde mora, para saber que existes”
A José Luis le gustaba la música para escuchar
(clásica y antigua), la comida exquisita, vestirse bien y usar perfumes finos.
Y le apasionaba ir a bailar al Patio de Tango con su mujer.
Entre sus características personales se destacaron: su
férreo carácter, su exigencia por la perfección personal, su vigor incansable,
su organización mental, su amor por la vida y sus sueños posibles.
A
José Luis le gustaba leer, escribir (su record fue de 125 palabras por
minuto) y organizar actividades.
Al respecto, Horacio Gómez Aristizábal dijo:
”La poesía de José Luis Villamizar Melo es alada y fugitiva; es extensa e intensa, persistente, iluminada, personalísima.
Todo lo que dicen sus poemas es sonoro, certero y definitivo”
Y Antonio Cacua Prada anotó:
“José Luis Villamizar Melo es uno de los buenos poetas que en la actualidad tiene Colombia.
Realmente la poesía de José Luis es un pentagrama de emociones, una sinfonía de sentimientos.
Es un poeta íntimo, en cuanto su obra golpea en todo corazón sensible.
Y como todo el mundo tiene corazón, su poesía es universal”
José Luis hizo la primaria en una Escuela Pública; el bachillerato en el Seminario Menor de Pamplona e Instituto Nariño. Sus tutores fueron los Padres Jordán y Grillo. Los universitarios en la U. Javeriana Derecho y especializaciones en Derecho Laboral y Doctorado en Ciencias Jurídicas y Económicas. Fue Matrícula de Honor toda la carrera. Su tutor fue el Padre Giraldo.
Al respecto, Horacio Gómez Aristizábal dijo:
”La poesía de José Luis Villamizar Melo es alada y fugitiva; es extensa e intensa, persistente, iluminada, personalísima.
Todo lo que dicen sus poemas es sonoro, certero y definitivo”
Y Antonio Cacua Prada anotó:
“José Luis Villamizar Melo es uno de los buenos poetas que en la actualidad tiene Colombia.
Realmente la poesía de José Luis es un pentagrama de emociones, una sinfonía de sentimientos.
Es un poeta íntimo, en cuanto su obra golpea en todo corazón sensible.
Y como todo el mundo tiene corazón, su poesía es universal”
José Luis hizo la primaria en una Escuela Pública; el bachillerato en el Seminario Menor de Pamplona e Instituto Nariño. Sus tutores fueron los Padres Jordán y Grillo. Los universitarios en la U. Javeriana Derecho y especializaciones en Derecho Laboral y Doctorado en Ciencias Jurídicas y Económicas. Fue Matrícula de Honor toda la carrera. Su tutor fue el Padre Giraldo.
Fue de profesión abogado, poeta, historiador y
periodista. Profesor en la UFPS y la Universidad Libre en las cátedras Derecho Civil, Bienes y
Personas, Títulos Valores, Ideas Políticas, Introducción al Derecho y Derecho
Laboral.
Entre sus
entrañables amigos se destacaron Gabriel Betancur Mejía (Ingrid), Misael
Pastrana Borrero, Germán Arciniegas, Horacio Gómez Aristizábal, Antonio Cacua
Prada, Augusto Ramírez Ocampo, Antonio Copete Lizarralde, Lucio Pabón Núñez,
Adolfo Altuve Salas, Padre Gabriel Giraldo, Gonzalo Rivera Laguado, Monseñor
Pedro Rubiano Sáenz, Otto Morales Benítez, Alfredo Vásquez Carrizosa, Laura
Villalobos de Alvarez, Juan Pabón Hernández, Luis Roberto Parra Delgado, Carlos
Bustamante Alvarez, Timoteo Anderson y Lin, Alfonso Ramírez Navarro, Pablo
Emilio y Juan Agustín Ramírez Calderón, Tirso Vélez y su maestro Luis Anselmo
Díaz Ramírez.
En su vida laboral pública y privada, se pueden mencionar los siguientes cargos: Juez 2º Civil del Circulo de Cúcuta; Conjuez del Tribunal Superior; Secretario Gobierno Municipal; Secretario de Gobierno Dptal; Registrador de Instrumentos Públicos del N. de S.; Concejal de Cúcuta; Diputado del N. de S.. Abogado Consultor de Varios Bancos; Presidente de la Lonja de Propiedad Raíz de Cúcuta; Presidente de los Clubes de Leones Cúcuta Centro y Libertadores; Presidente de la Sociedad de Profesionales Javerianos del N. de S.; Presidente de la Academia de Historia del N. de S. y Presidente de la Sociedad Bolivariana de San José de Cúcuta y Presidente de su Empresa Asesoría Inmobiliaria Ltda..
En su vida laboral pública y privada, se pueden mencionar los siguientes cargos: Juez 2º Civil del Circulo de Cúcuta; Conjuez del Tribunal Superior; Secretario Gobierno Municipal; Secretario de Gobierno Dptal; Registrador de Instrumentos Públicos del N. de S.; Concejal de Cúcuta; Diputado del N. de S.. Abogado Consultor de Varios Bancos; Presidente de la Lonja de Propiedad Raíz de Cúcuta; Presidente de los Clubes de Leones Cúcuta Centro y Libertadores; Presidente de la Sociedad de Profesionales Javerianos del N. de S.; Presidente de la Academia de Historia del N. de S. y Presidente de la Sociedad Bolivariana de San José de Cúcuta y Presidente de su Empresa Asesoría Inmobiliaria Ltda..
Entre sus publicaciones se destacan “El Artículo 121 de la C.P.”(1.956); Nombres y
Voces (1.966); Poesía (1.966); Sombrabajo (1.972); Poesía de Urgencia (1.978); Bolívar, el
Hombre de las Leyes Fundamentales (1.979); Patria Elemental (1.985);
Variaciones para una Epopeya (1.985); Alfarero de Patrias (1.986); Teoría del
Crepúsculo (1.988); Perfiles Memoriosos (1.993); Confines (1.994); Temas e
Imágenes (1.998); La Tarde Festejada (1.999). Efectuó numerosos trabajos
periodísticos y conferencias.
Fue
galardonado con la Condecoración Municipal. Juana Rangel de Cuellar;
Condecoración Eduardo Cote Lamus del ICBA; Condecoración Eligio Álvarez Niño
del Centro Literario Cristina Ballén; Condecoración José Eusebio Caro de la
Gobernación del Departamento; Condecoración Orden Francisco García de Hevia del
Estado Táchira y Placa de Cofundador de la UFPS.
Fue Miembro de la Academia Colombiana de Historia; Miembro de Número de la Academia de Historia del Norte de Santander y de la Sociedad Bolivariana de Colombia y de San José de Cúcuta; Miembro de la Academia Colombiana de Letras Y Filosofía; Miembro del Colegio de Abogados del Norte de Santander; Miembro Sanmartiniano de Colombia; Miembro de la Asociación de Escritores del Norte de Santander.
Fue Miembro de la Academia Colombiana de Historia; Miembro de Número de la Academia de Historia del Norte de Santander y de la Sociedad Bolivariana de Colombia y de San José de Cúcuta; Miembro de la Academia Colombiana de Letras Y Filosofía; Miembro del Colegio de Abogados del Norte de Santander; Miembro Sanmartiniano de Colombia; Miembro de la Asociación de Escritores del Norte de Santander.
DOS BALUARTES
NORTESANTANDEREANOS
Que hojas de vida tan distinguidas las de este par de
seres maravillosos; sus condiciones personales se hicieron merecedores de los
más caros reconocimientos y los más importantes distinciones.
Por siglos de los siglos, que el Todopoderoso los premie para bien de sus familiares y amigos, de las Instituciones a las que pertenecieron y a las que entregaron tantos esfuerzos y sacrificios.
Por siglos de los siglos, que el Todopoderoso los premie para bien de sus familiares y amigos, de las Instituciones a las que pertenecieron y a las que entregaron tantos esfuerzos y sacrificios.
Luis Anselmo y José Luis fueron figuras de la vida
nortesantandereana.
Como grandes servidores de la humanidad y excelentes pensadores de la comunidad, serán recordados siempre por sus palabras mágicas y sus acciones positivas y por vivir cada uno una vida honrada, por lo que ya mayores, después de ser artífices de sus propias venturas y tomar los caminos más correctos, pudieron mirar hacia atrás con orgullo y propiedad, y lo disfrutaron.
Curiosamente las vidas de don Luis Anselmo Díaz y el poeta José Luis Villamizar fueron paralelas, aunque el primero murió a los 92 años y el segundo a los 79.
Como grandes servidores de la humanidad y excelentes pensadores de la comunidad, serán recordados siempre por sus palabras mágicas y sus acciones positivas y por vivir cada uno una vida honrada, por lo que ya mayores, después de ser artífices de sus propias venturas y tomar los caminos más correctos, pudieron mirar hacia atrás con orgullo y propiedad, y lo disfrutaron.
Curiosamente las vidas de don Luis Anselmo Díaz y el poeta José Luis Villamizar fueron paralelas, aunque el primero murió a los 92 años y el segundo a los 79.
Los dos militaron en el partido conservador e incursionaron fuerza en el mundo de las letras.
Los dos ejercieron el periodismo con asiduidad y devoción.
Los dos querían ser “curas”.
A los dos les dio por tener matrimonios estables como un ejemplo a las nuevas generaciones.
Los dos fueron académicos, Díaz, graduado en la Universidad de la vida y Miembro de número de la Academia Colombiana de la Lengua, Villamizar, egresado de la Universidad Javeriana y Miembro de la Academia de Historia.
Con ellos, la iglesia perdió unos “santos” y el mundo ganó unos sabios que hoy se reencuentran en otra vida donde seguramente seguirán dando cátedra.
(Mary Stapper)
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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