Pedro L. Jáuregui
Ávila
Equipo de Norte de Santander de 1950 en Cali. En primer plano agachados de izquierda a derecha: Samuel Castañeda, Helí Luna y Hugo Guerrero. De pié: Álvaro Silva, Antonio Soler, Alfredo Díaz, Carlos Díaz, Álvaro Ramírez y Enrique Olivares.
Las primeras luces del día 12 de enero de
2014 le dieron la despedida de este mundo al exjugador de baloncesto de
selecciones Colombia, Norte de Santander y Táchira Carlos Augusto Díaz
Calderón.
Carlos, conocido como la Biblia del
Baloncesto, nació en Cúcuta el 21 de enero de 1932 y conformó al lado de su
hermano Alfredo y otros jugadores de la región quintetos de alto valor
competitivo que posteriormente fueron las bases de las selecciones Colombia en
las década de 1950 y principios de los 60.
En ese grupo elite estuvieron además de
Carlos y Alfredo, Hilario López, David Morantes, Antonio ‘El Mico’ Soler y
Hernán ‘Pipo’ Gómez por nombrar solo unos cuantos.
Integró la selección de Norte de Santander en
1959 que disputó el XIII Nacional con la dirección de Hernán ‘Pipo’ Gómez que
ocupó el tercer lugar detrás de Antioquia y Valle.
Al lado de Carlos estuvieron
entre otros, Erasmo Hernández, Carlos ‘Fosforito’ Castro, Hugo
‘Pretérito’ Torres, Raúl ‘Carajote’ Fernández, Jorge ‘Chancharal’ Sánchez,
Álvaro ‘Chema’ Méndez, Otto ‘Cicuta’ Jiménez, su hermano Alfredo, David
Morantes, Luis Eduardo Castro Lobo, Germán ‘Patón’ Sánchez, Antonio ‘Mico’
Soler y Roque ‘Fiera’ Peñaloza.
Fue dirigente de la Liga natación y del
comité del deporte acuático del Club de Cazadores y por algún tiempo trabajó en
Radio Guaimaral en la parte deportiva.
Heredó de su padre José Díaz López, quien
era venezolano, la receta de la cema con chicharrón que vendió por mucho tiempo
en la panadería La Fragancia, negocio familiar, secreto que se llevó a la
tumba, comentó su sobrino Eduardo Díaz.
En pleno furor del baloncesto se reunía a
espaldas del local de La Fragancia para jugar con su hermano y el desaparecido
expresidente de Colombia Virgilio Barco Vargas.
El dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez
tras verlo jugar un día con el quinteto de Norte, quiso llevarlo junto a su
hermano, Alfredo, a la selección Venezuela, pero como lo había hecho con
Colombia no pudo, pero si con el combinado de Táchira.
Carlos Díaz Calderón fue de los pocos
colombianos que estuvo en el Mundial de fútbol de Chile de 1962 y en el
compromiso donde Colombia igualó a
cuatro goles con Rusia.
En el 2012 con motivo de la celebración de
los 50 años de ese certamen deportivo le contó a La Opinión que lo único que le
faltó ver en ese encuentro fue el gol de su paisano Rolando Serrano. “Lo tuvo pero lo botó, eso habría sido lo
máximo”.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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