sábado, 1 de noviembre de 2014

657.- UN ¨LLAMATO¨ AL 01



Podzol

El mute, plato típico de nuestra región.

Al recibir en mi oficina la propuesta de comprar un botellón de agua purificada, le informé al señor que yo, aún, tomo agua de tubo, desde cuando nací (en mi casa y no en clínica), en el barrio Latino; entonces no había esas cosas y, la verdad, nunca he tenido enfermedades de colon
y otras que tanto se dan en la actualidad.

Claro, eso me da pie para unir cabos sueltos que, en estos tiempos, son curiosos y hasta simpáticos.

Porque todo era más sencillo; por ejemplo, los alimentos eran en desayuno-almuerzo y comida (no había cenas), y en ellas los platos típicos abundaban, conservando la prodigiosa y amorosa estructura familiar de sopa y seco.

Conozco una señora de ese mismo barrio, ahora de sociedad, que dice que en su mesa no se sirven platos típicos.

Por supuesto los cubiertos eran tres: cuchara, cuchillo y tenedor.

No como los innumerables de ahora que están alineados y uno no sabe usar, al menos yo, hasta que mi esposa me lo indica por debajo con un sutil golpe de rodilla, cuando me toca ir a celebraciones sociales, en las que tanto extraño el agua de panela y la exquisitez que da la cuchara al arroz.

Los pasteles de garbanzo son únicos de Cúcuta.

Uno iba a la tienda de don pacho, que se llamaba El Ancla, y se comía un boquiabierto con gaseosa, como onces o merienda, por veinte centavos, y no yogures y bebidas sin dulce, o comidas sin sal, o sea desabridas.

Y andaba en cicla, sin cascos ni soats, recorriendo las calles amables en las cuales la gente salía a compartir, a conversar, a sentarse por las tardes en mecedoras y recibir el fresco.

Los postres se llamaban dulces (de platico) y se mantenían siempre como el aliciente indispensable que al llegar a casa, con un vaso de agua de tubo fría, nutría de aquella sensación de placidez cucuteña.

El señor se convenció de que no le iba a comprar su botellón y, eso sí, me aceptó un sabrosísimo vaso de agua fría, del tubo de mi lavaplatos.

Antaño para hablar por teléfono se debía hacer un
“llamato” por el 01

Yo me quedé pensando cómo irán a hacer los futuros y modernos habitantes de la ciudad con tan deliberadas formas de complicarse la vida.

Voy a pedir un llamato por el 01, para hablar con la gente de antes, a ver qué opina.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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