jueves, 28 de enero de 2016

881.- QUE PASO CON EL PUENTE DE LA TERMINAL DE TRASPORTES



Ingrid Martínez / Sandra Gutiérrez


Un proyecto mal presupuestado, la quema del peaje y el costo elevado de los predios fueron los motivos principales para que no se construyera el puente de la Terminal de Trasportes. La idea la planteó el entonces alcalde Enrique Cuadros (1992 1994).

La Concesionaria San Simón, constituida el 3 de julio del 2007, llegó a Cúcuta para ser partícipe del proyecto vial Área Metropolitana de Cúcuta y Norte de Santander’.

En ese año, en la administración municipal de Ramiro Suárez Corzo, se estableció la construcción de la intersección a desnivel con el fin de evitar la congestión vehicular en la zona de la Central de Trasportes.

El contrato de concesión 006, de septiembre del 2007, comprende el estudio, el diseño y la construcción del puente.

El paso elevado iría desde la Diagonal Santander, por las avenidas 7 y 8, hasta llegar a la autopista Juan Atalaya. El recorrido sería de 1,7 kilómetros.

Entre tanto, en Villa del Rosario se levantó un movimiento en desacuerdo por el pago del peaje vía a San Antonio.

Los inconformes con la medida decidieron quemar la caseta de cobro. La acción violenta obligó al Instituto Nacional de Concesiones (Inco)  a cambiarlo de sentido y pasó de norte a sur,  con un valor único de $ 2000 para todas las categorías.

La rebaja en la tarifa   redujo en 6 por ciento el recaudo para construir  el puente, manifestó Biany Ferrer, Coordinadora Social de la Concesionaria San Simón.

En el 2008, la alcaldesa   María Eugenia Riascos Rodríguez (2008 – 2011), quiso traer a la ciudad el trasporte masivo.

Guillermo Ortiz,  ingeniero  civil colaborador del área de infraestructura en Cúcuta, dijo que “esto alejó  la idea  de construir la intersección a desnivel,  porque  el puente no era concordante con una trocal para vehículos  articulados”, como lo quería la alcaldía.

Desde 1941, cuando se autorizó la pavimentación de las calles de Cúcuta surgieron mejoras para la movilidad.

Una,  es la glorieta  que tiene como símbolo  la locomotora  ‘Catatumbo’.  Declarada monumento en 1997,  hace alusión a la sede principal de las 22 estaciones del ferrocarril,  donde hoy está la Terminal.

La solución para hacer realidad los dos proyectos era comprar los predios alrededor del intercambiador vial. Por ser comerciales cuestan  más de lo que vale la estructura elevada, agregó Ortiz.

Dueños de los locales aseguraron que les ofrecían muy poco para tantos años de esfuerzo. Muchos están ahí desde la construcción de la glorieta.

Hubo tres intentos fallidos para lograr  que este punto de la ciudad tuviera fácil circulación, tanto  para quienes vienen de la ciudadela Juan Atalaya como para los que desean salir de Cúcuta hacia el occidente del departamento.

En  enero de 2015, se volvió a hablar de esta solución vehicular, la cual desde el Otrosí 7 se ha mantenido congelada. 

Mientras tanto, la tasa de accidentalidad en la glorieta del ferrocarril y el caos siguen constantes.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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