lunes, 17 de abril de 2017

1110.- SOBRE LA BATALLA DE CUCUTA

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ANTECEDENTES   (José Antonio Tolosa Cáceres)

El 28 de febrero de 1813, era domingo; Cúcuta se hallaba en el jolgorio carnestoléndico. El pueblo se divertía a pesar de las cadenas que lo agobiaban. Bolívar, venía de Cartagena de donde había partido a finales de noviembre de 1812.

Derrotadas las tropas de Tenerife, llegó a Mompóx, donde se proveyó de soldados y vituallas y siguió a Chiriguaná por el río Cesar, logrando apoderarse de un rico botín de elementos de guerra y de navegación de los españoles.

Regresó al río Magdalena y tomó por sorpresa a Tamalameque. De allí siguió, aguas arriba, hasta Puerto Real, que hoy es Gamarra y al iniciarse enero de 1813, llegó a Ocaña.

A solicitud del coronel Manuel del Castillo y con previa autorización del Gobernador de Cartagena, siguió Bolívar la accidentada vía de Salazar de las Palmas. El día 21 de febrero, en el sitio llamado “Alto de Aguada”,_tuvo escaramuza con las avanzadas realistas que comandaban los coroneles Capdevila y Delgado, quienes fueron derrotados y perseguidos.

Del Alto de Aguada, Bolívar prosiguió camino hasta el pueblo de San Cayetano a orillas del Río Zulia. Allí tuvo otro encuentro con los españoles el 25 de febrero con el resultado de seis muertos realistas y dos patriotas.

Al día siguiente, 26 de febrero, llegaron de Pamplona los capitanes Lino Ramírez y Félix Uzcátegui, así como el teniente José Concha, comandando 125 hombres que como refuerzos enviaba el coronel Manuel del Castillo. Con este contingente, Bolívar completó 500 hombres, con los que enfrentó un número igual al mando del General realista don Ramón Correa en las occidentales colinas de Cúcuta.

Esta batalla memorable empezó a las nueve de la mañana del día domingo 28 de febrero de 1813, en el sitio que la posteridad ha consagrado con el hermoso nombre de Loma de Bolívar y terminó a la una de la tarde después de cuatro horas de fuego cruzado e intenso, en que la fortuna parecía inclinarse a favor de las fuerzas realistas, lo que obligó a Bolívar a ordenar una carga a bayoneta calada, produciendo el pánico y la consiguiente derrota en las filas españolas, que al ser perseguidas por los patriotas huyeron despavoridas y desordenadas por las vías de San Antonio y Ureña.

Los restos de los derrotados fueron recogidos por el general Correa y conducidos a la ciudad de La Grita bien adentro de Venezuela.

PARTE DE LA VICTORIA (Simón Bolívar)

El Libertador Simón Bolívar informa al presidente del Congreso Granadino el famoso acontecimiento:

“Excelentísimo señor: Después de haber llegado a mi cuartel general de San Cayetano, con los pertrechos y retaguardia y ciento y pico de hombres de las tropas de la unión, al mando de los capitanes Uzcátegui y Ramírez, pasamos ayer el río Zulia y al amanecer de este día nos pusimos en marcha hacia esta villa, capital de Cúcuta y cuartel general del enemigo.

Aún no eran las nueve de la mañana, cuando nos encontramos posesionados de la altura que domina el valle, desde donde empezamos a batir al enemigo que se había acampado fuera de la villa, a tiro de fusil de la cima del monte.

Jamás el enemigo logró hacernos retrogradar un paso, no obstante sus ventajas en artillería, caballería y posiciones dentro de la villa, que ciertamente habrían sido inexpugnables para todas otras tropas que las combinadas de La Unión y Cartagena.

 Ya tiene Vuestra Excelencia terminada la campaña de Cúcuta en sólo seis días, que han pasado desde nuestra entrada en el territorio enemigo, y doce desde mi salida de Ocaña, libertando una   bella porción de la Nueva Granada de los tiranos que la asolaban. Ahora sólo nos resta por vencer los opresores de Venezuela, que yo espero será bien pronto, exterminados como lo han sido los de Santa Marta y Pamplona que, en el corto período de algunos días, se han visto arrancar el cetro de hierro con que abrumaban estos Estados”.

Cuartel General de Cúcuta, liberada a las tres de la tarde del 28 de Febrero de 1813.

Simón Bolívar.

BOLIVAR EN CUCUTA (Leonardo Molina Lemus)

Bolívar residió en Cúcuta un poco más de dos meses, pues llegó el 28 de Febrero de 1813 y partió el 14 de Mayo de 1813, tiempo durante el cual reorganizó su ejército aprovechando el armamento que abandonó en su huida el brigadier Ramón Correa y reforzándolo con las tropas y la brillante oficialidad que el Congreso de Tunja puso a su disposición, oficialidad entre la que se encontraban gloriosas figuras de la juventud que hoy brillan en las páginas de la epopeya, como Girardot, Ricaurte, D’Elhuyar y tantos otros.

Cuatro días antes de abandonar la ciudad, el 10 de Mayo, juró obediencia y fidelidad al congreso de Nueva Granada ante el Ayuntamiento del municipio.

Durante esa memorable temporada en tierra cucuteña, el futuro Libertador recibió también el título de Ciudadano de la Nueva Granada y de Comandante en Jefe de Las Fuerzas Unidas de la Costa y Pamplona, por parte del Congreso de Tunja, que presidía Camilo Torres.

En Cúcuta halló todas las facilidades posibles en hombres, en armas, en vituallas y en respaldo cívico y político para dar principio a su acariciado sueño de dar libertar a Venezuela. En la capital de N. de S., gestó su genio la odisea que en la historia se conoce como Campaña Admirable., la cual concluyó en Caracas victoriosamente el 6 de Agosto de 1813.

BREVES BIOGRAFIAS  (Pilar Eugenia Ramírez)

María de las Mercedes Ábrego de Reyes
(Cúcuta, noviembre 1 de 1771 - Cúcuta, 13 de octubre de 1813)

Mercedes Ábrego tenía gran habilidad para los trabajos manuales, razón por la cual era muy solicitada para la enseñanza de estas artes y, especialmente, para la realización de ornamentos religiosos destinados a las iglesias de Cúcuta, Villa del Rosario, San Antonio y pueblos vecinos.

Desde la iniciación de la guerra de Independencia, Mercedes Ábrego manifestó su entusiasmo y apoyo a los patriotas, tuvo un fervoroso aprecio por el Libertador Simón Bolívar, a quien conoció en las campañas militares de Cúcuta, antecesoras de la Campaña Admirable de 1813 y 1814.

Su simpatía por la causa patriótica la llevó a colaborar con los ejércitos republicanos que lucharon en el valle de Cúcuta y lugares vecinos contra las tropas españolas de Ramón Correa y Bartolomé Lizón.

Cuando Bolívar se encontraba organizando los ejércitos para la llamada Campaña Admirable de 1813, Mercedes Ábrego le obsequió una casaca bordada en oro y lentejuelas, hecha por ella misma, en señal de la simpatía y admiración que sentía por el Libertador.

Acusada de conspiradora y ayudante de las guerrillas patriotas, ella fue aprehendida en una casa de campo y llevada a la cárcel para ser ajusticiada, recibió los correspondientes oficios religiosos en la capilla, y dos de sus hijos presenciaron su muerte el 13 de octubre de 1813.

Ramón Correa y Guevara Vasconcelos
(19 de marzo de 1767 - 29 de abril de 1822)

Fue un militar al servicio español. Nació en Ceuta, sus padres fueron Melchor y María Concepción. Combatió en las guerras de independencia de Colombia y Venezuela. Recibió la distinción de caballero de Santiago y el nombramiento de capitán de regimiento de infantería de Aragón.

Fue capitán en el Batallón Veterano de Venezuela y luego se trasladó a Barcelona y Maracaibo; en esta última y en Barinas ocupó el cargo de Gobernador.

En 1809 casó con Úrsula Miyares (hija del Capitán general de Venezuela Fernando Miyares), fallecido en Cuba en 1855. Tuvo cinco hijos: María Concepción, Fernando, Gertrudis, Ramón e Inés.

Combatió la revolución venezolana desde su principio contra Francisco de Miranda y siendo coronel, fue derrotado por Simón Bolívar el 28 de febrero de 1813 en la Batalla de Cúcuta.

Ramón Correa abandonó Caracas y a finales de 1821 partió para siempre de Venezuela hacía Puerto Rico.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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