Florentino
Cárdenas
Dr. Sergio
Corzo Mantilla
Doy testimonio de una profunda tristeza por el
fallecimiento de Sergio Corzo. De su prosapia menciono a su padre Ángel María
Corzo, a quien el padre García Herreros evocó: “Oí tocar muchas veces al
violinista de mi tierra: Ángel María Corzo”, autor de obras musicales entre las
que se destaca Josefa (pasillo).
Su hermano José María (abogado) fue mi compañero en el
Sagrado Corazón de Jesús en 1957. En Bogotá la Universidad Nacional nos otorgó
el título de Médicos Cirujanos, años 1959 y 1966.
Cumplido mi Internado y Pediatra de la Universidad del
Valle nos reencontramos en el Hospital San Juan de Dios de Cúcuta en 1970.
Asistimos a la celebración de los Juegos Panamericanos en Cali, en 1971.
Su nobleza, destreza y responsabilidad se manifestaron
cuando fui auxiliado por él: En un pinchazo en el páramo de Berlín, como ángel
apareció a mi espalda y con angustia de penumbra (6:30 p.m.) “el negro, cambió
la llanta”: allí se selló la amistad y compañerismo, afianzadas en el Hospital
San Juan de Dios, él como cirujano pediatra demostrando sus capacidades
individuales acertadas.
Con cumplidas y responsables actividades con el cuerpo
pediátrico, la Clínica Infantil del Hospital llenó méritos para reconocimiento
de la Sociedad Colombiana de Pediatría.
Las actividades de Pediatría pasaron a la Clínica de
Leones con análogo espíritu asistencial y científico, respaldado por
dermatólogos, cardiólogos, ortopedistas, traumatólogos, cirujanos plásticos y
otorrinolaringólogos.
El doctor Jorge Uribe Calderón eminente cirujano
pediátrico es su compañero. En 1988 con el traslado al Hospital Erasmo Meoz, se
diversifican sus funciones quedando como cirujano pediátrico hasta su retiro en
agosto de 1997.
Como Secretario de Salud de Norte de Santander de 1980
a Enero 1982, demostró habilidad en el manejo de entidades.
Como asesor recibí apoyo asistencial desde 1990 en
urgencias y consultas de la Clínica de Hidratación Infantil. Jocosamente se
refirió como su padre “uno tiene que ser millonario en todo: en amistades, en
voluntad, en humanidades y por último, en dinero”.
Larga lista de compañeros fallecidos desde 1970,
obligan a su mención con sus historias y anécdotas y sus merecimientos:
LUCIO
FEBRES CORDERO: “Regañón” al
condenar el uso de antibióticos en pediatría sin indicación. Fue promotor de
lactancia materna. Impulsó la “gota de leche“.
JUAN AGUSTÍN RAMÍREZ CALDERÓN: Innato líder político.
Ex alcalde de la ciudad, ícono de prestantes médicos e historiadores en la
familia.
JUAN MALDONADO: Simpatía generalizada, credibilidad en
su amistad, familiaridad diversificada e infortunado financista.
GERMAN ÁLVAREZ ENTRENA: Deportista, académico,
instructor, director H.E.M., precoz ausencia. Alta talla en todo su concepto.
GILBERTO BUSTAMANTE ÁLVAREZ: Cumplimiento, dedicación,
disciplina, fueron sus mayores objetivos y desempeños.
JOSÉ GREGORIO CORONEL: Humildad, sabiduría, estudio,
consejería y práctica asistencial particular, extrema, enmarcaron su
existencia.
LUIS GERMAN GUTIÉRREZ: Líder Leonístico, caballero,
rugidor, ancestros de Durania.
JESÚS DAVID YÁÑEZ: Como INMORTAL (Pasillo) de Salazar,
por merecimientos, logró pensionarse al final de la vida.
JORGE URIBE CALDERÓN: Delicadeza en accionar,
anecdótico, destreza. Baja talla; el quirófano se engrandecía para satisfacer
sus dominios operatorios.
SERGIO CORZO MANTILLA: Cumplió con el precepto de ser
ubicuo, erudito; profetizó, enseñó, rigió. Mandó su cuerpo en el lenguaje de la
ciencia que hablan al alma en el idioma del espíritu, grandes cualidades
humanas, amigo sincero, abierto caballero, honorable colega, fortificado por
inmensos servicios a la comunidad infantil, médica y a la Sociedad de Pediatría
del Norte de Santander.
EPÍLOGO
La sabiduría de la primera generación de pediatras
tiene comprometido el cupo en el Espacio Celestial; que la nueva cohorte
arremeta con nuevos conocimientos, fuerza y estoicismo a seguir su ejemplo:
Que canten los niños, que alcen la voz, que hagan al
mundo escuchar, que unan sus voces y lleguen al sol, en ellos estará la verdad.
Que canten los niños que viven en paz y aquellos que
sufren dolor, que canten por esos que no cantarán, porque han apagado su voz.
Gracias padre mio por todas tus enseñanzas.
ResponderEliminarExcelente ser humano, médico y primo.
ResponderEliminarGran amigo, excelente conversador y un apasionado por su medicina infantil
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