lunes, 1 de mayo de 2017

1117.- HOMENAJE AL DOCTOR SERGIO CORZO MANTILLA

Florentino Cárdenas

Dr. Sergio Corzo Mantilla

Doy testimonio de una profunda tristeza por el fallecimiento de Sergio Corzo. De su prosapia menciono a su padre Ángel María Corzo, a quien el padre García Herreros evocó: “Oí tocar muchas veces al violinista de mi tierra: Ángel María Corzo”, autor de obras musicales entre las que se destaca Josefa (pasillo).

Su hermano José María (abogado) fue mi compañero en el Sagrado Corazón de Jesús en 1957. En Bogotá la Universidad Nacional nos otorgó el título de Médicos Cirujanos, años 1959 y 1966.

Cumplido mi Internado y Pediatra de la Universidad del Valle nos reencontramos en el Hospital San Juan de Dios de Cúcuta en 1970. Asistimos a la celebración de los Juegos Panamericanos en Cali, en 1971.

Su nobleza, destreza y responsabilidad se manifestaron cuando fui auxiliado por él: En un pinchazo en el páramo de Berlín, como ángel apareció a mi espalda y con angustia de penumbra (6:30 p.m.) “el negro, cambió la llanta”: allí se selló la amistad y compañerismo, afianzadas en el Hospital San Juan de Dios, él como cirujano pediatra demostrando sus capacidades individuales acertadas.

Con cumplidas y responsables actividades con el cuerpo pediátrico, la Clínica Infantil del Hospital llenó méritos para reconocimiento de la Sociedad Colombiana de Pediatría.

Las actividades de Pediatría pasaron a la Clínica de Leones con análogo espíritu asistencial y cientí­fico, respaldado por dermatólogos, cardiólogos, ortopedistas, traumatólogos, cirujanos plásticos y otorrinolaringólogos.

El doctor Jorge Uribe Calderón eminente cirujano pediátrico es su compañero. En 1988 con el traslado al Hospital Erasmo Meoz, se diversi­fican sus funciones quedando como cirujano pediátrico hasta su retiro en agosto de 1997.

Como Secretario de Salud de Norte de Santander de 1980 a Enero 1982, demostró habilidad en el manejo de entidades.

Como asesor recibí apoyo asistencial desde 1990 en urgencias y consultas de la Clínica de Hidratación Infantil. Jocosamente se refirió como su padre “uno tiene que ser millonario en todo: en amistades, en voluntad, en humanidades y por último, en dinero”.

Larga lista de compañeros fallecidos desde 1970, obligan a su mención con sus historias y anécdotas y sus merecimientos:

LUCIO  FEBRES  CORDERO: “Regañón” al condenar el uso de antibióticos en pediatría sin indicación. Fue promotor de lactancia materna. Impulsó la “gota de leche“.

JUAN AGUSTÍN RAMÍREZ CALDERÓN: Innato líder político. Ex alcalde de la ciudad, ícono de prestantes médicos e historiadores en la familia.

JUAN MALDONADO: Simpatía generalizada, credibilidad en su amistad, familiaridad diversificada e infortunado ­ financista.

GERMAN ÁLVAREZ ENTRENA: Deportista, académico, instructor, director H.E.M., precoz ausencia. Alta talla en todo su concepto.

GILBERTO BUSTAMANTE ÁLVAREZ: Cumplimiento, dedicación, disciplina, fueron sus mayores objetivos y desempeños.

JOSÉ GREGORIO CORONEL: Humildad, sabiduría, estudio, consejería y práctica asistencial particular, extrema, enmarcaron su existencia.

LUIS GERMAN GUTIÉRREZ: Líder Leonístico, caballero, rugidor, ancestros de Durania.

JESÚS DAVID YÁÑEZ: Como INMORTAL (Pasillo) de Salazar, por merecimientos, logró pensionarse al ­ final de la vida.

JORGE URIBE CALDERÓN: Delicadeza en accionar, anecdótico, destreza. Baja talla; el quirófano se engrandecía para satisfacer sus dominios operatorios.

SERGIO CORZO MANTILLA: Cumplió con el precepto de ser ubicuo, erudito; profetizó, enseñó, rigió. Mandó su cuerpo en el lenguaje de la ciencia que hablan al alma en el idioma del espíritu, grandes cualidades humanas, amigo sincero, abierto caballero, honorable colega, fortificado por inmensos servicios a la comunidad infantil, médica y a la Sociedad de Pediatría del Norte de Santander.

EPÍLOGO

La sabiduría de la primera generación de pediatras tiene comprometido el cupo en el Espacio Celestial; que la nueva cohorte arremeta con nuevos conocimientos, fuerza y estoicismo a seguir su ejemplo:

Que canten los niños, que alcen la voz, que hagan al mundo escuchar, que unan sus voces y lleguen al sol, en ellos estará la verdad.

Que canten los niños que viven en paz y aquellos que sufren dolor, que canten por esos que no cantarán, porque han apagado su voz.


Recopilado por> Gastón Bermúdez V.

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