La Opinión
Jesús Nazareno le hizo el milagro de
aliviar a su mamá, y William Delgado Vergel, que entonces tenía 15 años,
le prometió servirle 7 años, como agradecimiento, bajo la túnica morada de los
nazarenos.
Cuando cumplió la promesa, no pudo alejarse
y se metió de lleno a la hermandad de nazarenos de la catedral, en la que ya
lleva 45 años.
Delgado
es uno de los 1.300 nazarenos, de las 58 hermandades cucuteñas, que en 2017
volverán a las parroquias cucuteñas para participar de las celebraciones
de Semana Santa, cargando santos y poniendo todo en orden en las procesiones,
por devoción y fervor.
Aunque hasta hace algún par de años se
necesitaba ser descendiente de algún nazareno para pertenecer a la cofradía, hoy
cualquiera que tenga la intención de serlo, puede solicitar el ingreso.
Solo tiene que cumplir un noviciado de 6
meses, donde descubrirá si realmente tiene la vocación y el apostolado para
poderse consagrar como nazareno.
San
Luis tiene la hermandad más antigua de Cúcuta, la cual llegó a los 92 años. Le
sigue la de la parroquia San Juan Bautista, de Guaimaral, con 51 años, y la
catedral San José, con 45 años, según datos de la Asociación de Hermandades
Nazarenas.
El nazareno más antiguo de la cofradía de
San Luis es Martín Ferrer, con 50 años de labores.
Luis Guillermo Manrique, otro de los
nazarenos más antiguos, lleva 35 años usando la túnica morada y le ha inculcado
esta labor a su familia.
Con emoción explica que hasta hace un par
de años la labor del nazareno culminaba con el domingo de Resurrección. Sin
embargo, ahora estas hermandades también son agentes de pastoral y siguen
trabajando con los templos católicos durante todo el año a través de los
diferentes grupos eclesiales.
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