Carlos
Eduardo Orduz
Bus Ford
VIAJE TERRESTRE CUCUTA – BOGOTA
Los estudiantes, agentes viajeros, comerciantes, los
pacientes delicados que necesitaban tratamientos especializados que debían
trasladarse a la capital del país tenía las siguientes opciones de transporte:
1.- Vía aérea con la empresa Avianca cuyos aviones
Constellations empleaban 2 horas y 10 minutos en el trayecto. Su costo era de
$107, pero con el descuento estudiantil existente quedaba en $80,25.
2.- Los de menores recursos viajaban por tierra en los
buses incómodos de la época que gastaban de 18 a 20 horas, en el trayecto a
Bogotá y el costo era de $15, es de resaltar que para hacer las necesidades
había que pedirle al conductor que parara el vehículo a la vera de la
carretera.
Para el viaje por carretera existían 2 opciones:
1.- La carretera Central del Norte (iniciada en el año
1900 y hoy 115 años después se encuentra en gran parte destapada, increíble
pero cierto. Si se pavimentara completa, se ganan 3 horas para llegar a Bogotá,
ahorrando combustible, tiempo y desgaste de los vehículos.
El itinerario era Cúcuta, Pamplona, Chitagá,
Presidente, Málaga, Capitanejo, Duitama, Tunja, Bogotá. Este servicio lo
prestaba Transbolívar.
2.- El trayecto era más largo en la ruta de transporte
Ferreira y Copetrán, que tenían que parar en 8 alcabalas, que cuidaban los
guardas de la Aduana Nacional, en la Donjuana, El Diamante, a la salida de
Pamplona que tenía caseta del SIC (Servicio de Inteligencia Colombiana),
solicitando Tarjeta de Identidad, Cédula de Ciudadanía o Pasaporte, a la
entrada a La Laguna.
También había controles en la llegada al páramo de
Berlín, con temperatura de 1 grado que calaba los huesos el frío, a la salida
de San Gil a la entrada de El Socorro, y a la entrada de Tunja.
Pero la más temida era la de Chocontá, donde revisaban
meticulosamente el automotor y las maletas, buscando los elementos de
contrabando traídos de Venezuela económicamente, por la libre importación en
ese país, tales como radios, licuadoras Oster, relojes, balones para básquet
Spalding, perfumes y licores, que eran codiciados en la capital del país. Debo
manifestar que desde esta época ya existía ´la mordida´, coima para dejar pasar
el contrabando.
Para finalizar, debo recordar, que se presentaban las
varadas, la pérdida de maletas y maletines. Además del ´muchileo´ que hacían
los conductores para recoger pasajeros sin tiquetes y ganarse unos pesos
adicionales.
Al llegar a Bogotá era necesario tomar una ducha para
retirar todo el polvo acumulado durante la travesía por el Norte de Santander,
Santander, Boyacá y parte de Cundinamarca.
AEROLINEAS Y CONEXIONES
Avión DC4
La década de los sesenta marcó un carecimiento
mayúsculo en la cantidad de empresas aéreas y el número de vuelos que de Cúcuta
partían para el resto del país, por la influencia de la población flotante en
busca de repuestos y autopartes más económicos en Venezuela, era un turismo
comercial.
Para conocimiento de la gente del común y corriente,
poca observadora, es bueno que sepan que quizá la única ciudad del mundo que
tiene sus pistas de aterrizaje en forma de equis es Cúcuta, las demás en su
mayoría las tienen en forma paralelas.
Esta disposición la tuvieron los expertos aeronáuticos
por los vientos cruzados que se presentan en el Camilo Daza, que son un peligro
para el decolaje y el arribo de las aeronaves, que pueden ser sacadas de su
ruta normal y presentarse graves accidentes.
Aerolíneas
Avianca: Con 3 vuelos diarios a Bogotá.
Taxader: Llegó del departamento de Santander; hacía
vuelo Cúcuta-Bucaramanga-Bogotá.
Lansa: Esta empresa, Línea Aérea Nacional Sociedad Anónima,
laboró desde el aeropuerto de La Libertad, hoy convertido en varias
urbanizaciones.
Aerotal: Sus oficinas estaban ubicadas frente al
parque Santander, avenidas 5ª y 6ª con calle 10.
Un percance grave sacudió a su gerente doctor Eligio
Alvarez, llamado ´el poeta de la rosa´ por sus bellos poemas, de exquisita
métrica y alto contenido amoroso, quien al ser asaltado por atracadores, fue
impactado por arma de fuego, e igual forma su asistente el periodista Carlos
Ariza resultó alcanzado por las balas (honor a sus memorias).
Aerotaxi: El empresario Carlos García Lozada,
vinculado al transporte aéreo en Venezuela, ya que era representante de Avensa,
una de las grandes compañías aéreas de ese país, en las sedes de San Antonio,
San Cristóbal y Caracas, fundó Aerotaxi para unir Cúcuta, Ocaña y Bogotá.
SAM: Una filial de Avianca, era la Sociedad
Aeronáutica de Medellín, orgullo de los paisas, y cuyos aviones eran
distinguidos con los colores verde y blanco, representativos de esa región.
Aerotal: Para unir Cúcuta, Ocaña y Bogotá.
TAO: De la región huilense nos llegó la empresa Taxi
Aéreo Opita.
ARCA: Empresa regional cuyos aviadores eran avezados y
osados, ya que con su pequeño DC3, atravesaban de forma directa la cordillera,
mientras los aviones grandes se iban siguiendo el río Magdalena, para elevarse
y entrar a la sabana de Bogotá.
Aerocondor: Los costeños estaban representados por
esta empresa, que unía a pasajeros y carga de Cúcuta con la costa norte de
Colombia.
Para Medellín existían dos rutas así:
Cúcuta-Bucaramanga-Barrancabermeja-Medellín. Y Cúcuta-Bogotá con escala y
cambio de avión para Medellín.
A la costa Atlántica existían los vuelos directos,
ahora toca hacer escala en Bogotá.
Desastres aéreos
Tres son los mayores siniestros que se han presentado
con saldo de fallecidos.
1º.- Un avión de TAO en cercanías de Cúcuta.
2º.- El jet de Avianca en el cerro el Espartillo
(Espardillo) donde fallecieron todos los pasajeros y la tripulación, siendo el
segundo mayor desastre de Colombia, ya que el primero fue el jet de American
Airlines que se estrelló llegando a Cali.
3º.- La avioneta que se estrelló y en donde murieron
unas religiosas, la tripulación y milagrosamente salió ileso el periodista ya
fallecido Jorge Rolón García, muy conocido por su eslogan ´O me equivoco!´, que
le colocaba a sus escritos en La Opinión y en su programa radial.
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