miércoles, 27 de noviembre de 2019

1598.- OBRA DE ARTE EN EL PARQUE LINEAL



Imágenes/La Opinión


La Columna Flor  (Juan Pabón)

 
La Columna Flor

Eduardo Ramírez Villamizar dedicó a Ligia de Lara su Columna Flor. Era una dama de la cultura, con la música vibrando siempre en su alma, paseando por su casa, deleitando con su encanto a los visitantes que disfrutábamos de su amistad y nos honrábamos al compartir con ella galleticas con te, o café, en las tardes.

La geometría y el mágico expresionismo condujeron al escultor a un arte abstracto, maravilloso, a la relación de las formas en planos articulados, en soñadores diseños que convocan las líneas y los colores a la espirirtualidad y contienen, algo así, como el asomo del arco iris al horizonte.

Ligia de Lara

La Columna Flor fue un regalo de Ramírez Villamizar a Cúcuta, quizá para que recordara a su amiga: una obra relevante en el ascenso de los elementos metálicos, trenzada en el juego de nostalgias que encerró en un rectángulo, para darle un marco de pasado y colocar en su interior el engranaje de un escultor forjado en los viajes, en tantas culturas, en ese aprendizaje de la naturaleza que lo inspiró a la síntesis que nos recuerda el arte precolombino.

Uno puede imaginar que la Columna Flor transcribe las conversaciones con Ligia, la elegancia de la música inscrita en el viento, la sobriedad que demuestra cómo la intelectualidad es sólo un camino para que los sabios nos muestren la vida a través de los recuerdos, mediante los sueños moldeados en hierro sin pintura, o en aquella madera que le trae mensajes de los duendes que pasean por los bosques.

Eduardo Ramírez y Juan Pabón, en Pamplona

En el parque lineal  (La Opinión)

Me parece que esa escultura es de los años 1980, una época que lo indujo a crear formas prehispánicas, soberbias, en una altanería geométrica majestuosa, con un romanticismo escondido en los ángulos, secreto, muy vertido a la razón, como todo lo de Ramírez, conformando volúmenes que se intercalaron en los sentimientos para darles refugio. (Nota: El formato original no es del tamaño de la réplica ubicada en el parque lineal de Cúcuta, es menor).


En enero de 2013, durante la administración de Donamaris Ramírez, fue ubicada la escultura en el parque Lineal (avenida sexta con calle 4). Desde entonces no se le ha hecho mantenimiento y se convirtió en basurero a cielo abierto.

El arte genera polémica, es la consigna de decenas de artistas en Colombia y la teoría se sustenta en los conceptos y formas de ver el mundo, llevados al mundo artístico por los creadores y en muchos casos, no entendidos por los espectadores.

Sin embargo, en Cúcuta, una escultura es foco de debate por tanto fue convertida en basurero a cielo abierto y en refugio para habitantes de la calle que alrededor de ella consumen drogas.

En la avenida sexta, antes de llegar a la calle 4, en pleno corazón de Cúcuta, fue ubicada hace seis años una escultura alusiva a la obra Columna Flor, del artista pamplonés Eduardo Ramírez Villamizar.

Para la época en que fue ubicada allí se generó un debate en el gremio artístico y cultural, por tanto desde la administración de la época (Donamaris Ramírez) se habló de una réplica y para ello debía ser exacta a la original.

Sin embargo, la Columna Flor de Ramírez Villamizar es de pequeño formato y la levantada en el parque Lineal es de gran formato, fijada al suelo burdamente con alambres que penden de la estructura.

El archivo de la Red Cultural del Banco de la República reseña que a comienzos de los años 80 el maestro pamplonés retomó su trabajo de esculturas con líneas rectas y creó piezas de poca altura, como Insecto-nave espacial, Columna-flor y Arquitectura-insecto. 

Al margen del debate artístico y conceptual, la estructura fijada en el parque Lineal actualmente (2019) representa un riesgo para los transeúntes por tanto sus corroídas bases se pudren.

Lo curioso es que la actual administración no tiene la obra en la lista de esculturas a intervenir con mantenimiento. Desde la Secretaría de Cultura de Cúcuta, liderada por Ciro Alfonso Durán Jaimes, se informó que dentro del Plan de Desarrollo local hay una línea que exige la recuperación de monumentos.

Sin embargo, la escultura fijada en el parque Lineal no refleja una importancia histórica.

“A nivel religioso, patrimonial y artístico, se tiene una lista de monumentos que se están interviniendo y otros en proceso para la asignación de recursos económicos. La escultura del parque Lineal no tiene relevancia”, dio a conocer la Secretaría de Cultura de Cúcuta.

Pese a ello se requiere con urgencia que el municipio se apersone del caso, ordenando una jornada de limpieza de este punto.

Los comerciantes de la zona, como Maricela Jaimes, pidieron que la Alcaldía retire la estructura por el riesgo que existe de que se derrumbe.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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