Orlando Carvajal (La
Opinión)
Los alcaldes de turno de Cúcuta prometieron el cielo, la tierra y hasta el inframundo para alcanzar los votos
y asegurarse el primer cargo del municipio.
Se las ingeniaron para ganar, así
muchas de sus promesas hayan quedado en el tintero o en letra muerta. No
pasaron de ser más que embustes, dijo con cierto aire de rabia y desconcierto
Ana Dolores Mejía (38 años), una ama de casa de Atalaya.
Y tiene razón la mujer, porque si
en Cúcuta se hubieran hecho realidad tantas promesas, muy seguramente
esta fuera otra ciudad, con cara de capital, y no con cara de pueblo, como
hasta ahora lo ha sido por culpa de las mentiras de los políticos, acota Ana
Dolores.
El descontento de la mujer es el de la mayoría de cucuteños que también
escucharon y se dejaron cautivar por las falsas promesas de quienes se
sentaron a gobernar la ciudad a costa de sus votos.
Las promesas incumplidas son de todos los tamaños, valores y gustos, unas
más estrambóticas que otras, pero igual
arrojaron los resultados esperados por los candidatos: ‘pescar’ votos.
Algunas obras prometidas alcanzaron a despegar, pero igual, como sucedió
con el parque Metropolitano de Cúcuta, emprendido en el gobierno de Manuel
Guillermo Mora, o el centro de ferias y eventos de Cúcuta (Interferias), y la
nueva terminal de transporte, proyectos prometidos por el ex alcalde condenado
Ramiro Suárez, quedaron en el abandono y sin concluir. Solo en las columnas del
último proyecto se invirtieron $20.000 millones.
Transporte masivo, en rines
En el 2010, durante el gobierno de María Eugenia Riascos, el entonces
presidente Álvaro Uribe vino a Cúcuta a ratificarle a la mandataria el apoyo
financiero para dotar a Cúcuta del sistema integrado de transporte masivo de
pasajeros.
Tanto la promesa de Uribe, como la
gestión de Riascos y de quienes la sucedieron en el cago, Donamaris Ramírez y
César Omar Rojas, resultaron estériles y ello privó a los cucuteños de contar
con un moderno sistema de transporte. Un estudio de la Corporación Andina de Fomento,
valorado en 240.000 dólares, concluyó en 2010 que era viable el proyecto; sin
embargo, pasaron tres gobiernos y ninguno pudo sacarlo adelante.
Las 20.000 casas
Con la promesa de construir 20.000 casas de interés social para los pobres
de Cúcuta, Donamaris Ramírez conquistó la alcaldía de Cúcuta en 2011.
Aunque el ex alcalde asegura que sí las construyó, otra cosa dicen quienes
recibieron formularios durante la campaña con la esperanza de tener un techo
propio:
‘Aún estamos esperando la casita’, dijo Flor María Quintero, una madre
cabeza de hogar residente en una invasión en el occidente de la ciudad.
Tampoco se llevó a feliz término la promesa de construir el centro de
convenciones de Cúcuta, en cuya alianza
participaban el gobernador William Villamizar, el Gobierno Nacional y la
alcaldía de Ramírez.
El Parque Bavaria
El proyecto Parque Bavaria nació en el 2006, en el gobierno del condenado
ex alcalde Ramiro Suárez, como una de las más ambiciosas obras de urbanismo
para el centro de Cúcuta; tres años después, es decir, en el 2009, pasó de los
planos y las maquetas a los organismos judiciales por diversas irregularidades
en el proyecto, que no se llevó a la realidad.
No obstante, después de pasar por
los estrados judiciales la Contraloría municipal, en un fallo que sorprendió a
todos en Cúcuta, resolvió fallar sin responsabilidad fiscal a los
implicados de este caso, entre ellos, el ex congresista Carlos Hernández
Mogollón, quien fuera el gerente de la Corporación Parques Cúcuta, el ex
candidato a la alcaldía de Cúcuta Jorge Acevedo, el ex secretario de hacienda
Martín Ricardo Martínez, el ex presidente de la cámara de comercio de Cúcuta,
Israel Bahar Levi, el ex director del área metropolitana de Cúcuta Ricardo
Ramírez y la ex revisora fiscal Hilda Patricia Palacios.
Los espejismos de César Rojas
Durante la campaña y una vez conquistada la alcaldía, el actual mandatario
de Cúcuta (2019), César Rojas, prometió llevar a cabo 30 grandes obras, de las
cuales solo cumplirá con la mitad.
Pero fueron por las que no se harán
realidad por las que más votos acaparó entre el electorado cucuteño.
El Parque de atracciones mecánicas, valorado por Rojas en $75.000 millones
de pesos, se levantaría en terrenos donde se construyeron las instalaciones de
Interferias. La inauguración, anunciada para diciembre de 2017, nunca se
produjo y niños, jóvenes y adultos quedaron esperando divertirse en el
prometido sitio.
Lo mismo sucedió con la promesa de
construir el anunciado Parque Colombia, en el imponente cerro Tasajero, con teleférico
incluido, por un valor proyectado por Rojas de $90.000 millones.
Otra promesa de Rojas que tampoco se hará realidad es bajar desde el cerro
donde se encuentra la virgen de Fátima, en una canasta colgada de un cable,
hasta el cementerio municipal, donde se construye el Parque de la Vida.
La nueva Terminal de Transporte que
prometió Ramiro Suárez, nunca se terminó. En el proyecto se llevan invertidos
$20.000 millones.
Convertir
la vieja estructura metálica del puente Araujo emblema de la
ciudad en Bicibar, planificado por Donamaris Ramírez.
La construcción del parque
metropolitano del Río Pamplonita es una promesa incumplida hasta ahora.
Además de María Eugenia Riascos,
tampoco pudieron dotar a Cúcuta del transporte masivo Donamaris Ramírez ni
César Rojas.
El teleférico y el Parque Colombia,
en el cerro Tasajero, otras obras prometidas de César Rojas que no
cuajaron.
El parque de atracciones mecánicas
prometido por el alcalde César Rojas fue un espejismo nada más.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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