sábado, 28 de marzo de 2020

1653.- LA BIBLIOTECA, UN CENTENARIO DE LIBROS



Juan Pabón Hernández  (Imágenes)



El 21 de diciembre de 2000 el entonces gobernador Jorge García-Herreros Cabrera inauguró la nueva sede de la Biblioteca Julio Pérez Ferrero. Cumplía un sueño que le habíamos escuchado contar con deleite, con un pastel de garbanzo en la mano a veces y, otras, con un buen aperitivo degustado alrededor de su simpatía.

Era el de transformar el viejo hospital San Juan de Dios en un conjunto patrimonial, aliado del añejo parque Colón o de La Victoria (con la esplendorosa escultura de Olinto Marcucci), en una gestión común de arte, recreación, cultura y educación.

Así, asistimos con él, alegres, a celebrar la culminación de una obra maravillosa y paseamos por las edificaciones del hospital, a donde tantas veces habíamos ido por razones de dolor o de esperanza, a visitar amigos o parientes, en aquellos pabellones que servían de consuelo a los pacientes.

UN REPASO

Hace cien años, el 14 de abril de 1919, la ordenanza 45 de la Honorable Asamblea de Norte de Santander, creó La Biblioteca Pública Departamental (denominada Puente de Boyacá por el centenario de la batalla), que funcionó en la cúpula chata por gestión de Julio Pérez Ferrero, Secretario de Instrucción Pública. La inauguración se realizó el 7 de agosto de 1919, para conmemorar los cien años de la Batalla.

Después de la muerte de don Julio en Pamplona, el 27 de abril de 1927, el gobernador en ejercicio, Luis Febres Cordero, promovió un homenaje al maestro, cambiando el nombre a Biblioteca Departamental Julio Pérez Ferrero.

Jorge García-Herreros Cabrera

EL VIEJO HOSPITAL

En este recuerdo van apareciendo personajes inolvidables, como el Dr. Juan Agustín Ramírez Calderón, insigne investigador regional quien, entre tantas y valiosas obras, escribió la Historia del Hospital San Juan de Dios. Por él supimos de la donación de libras esterlinas de la reina Victoria de Inglaterra para la construcción y que el fundador fue Manuel Antonio Fernández de Novoa, un español que donó predios suyos a la comunidad de San Juan de Dios.

Se convirtió en un edificio estilo republicano, arquitectura que caracterizó las construcciones en los albores del siglo XX, después del terremoto del 18 de mayo de 1875 que lo destruyó todo, en el cual murieron los enfermos entonces atendidos allí y el personal médico y administrativo.

Poco a poco el hospital fue necesitando nuevas áreas, especialmente por epidemias como la fiebre amarilla y, así, se construyeron zonas adicionales, la Clínica para Niños y una prevención antivenérea.

Empresas y familias benefactoras se vincularon a las ampliaciones, como Ferrocarriles de Cúcuta y don Rudesindo Soto y doña Amelia Meoz de Soto, quienes legaron el Pabellón Amelia.

Años después, en 1988, el Dr. Eduardo Assaf Elcure trasladó el hospital al moderno edificio Erasmo Meoz.

EL NUEVO PATRIMONIO NACIONAL


En la remodelación, Jorge García-Herreros concentró todos sus esfuerzos y, luego de un gran trabajo de equipo y dirigencia, logró lo que hoy se conoce como la Biblioteca Julio Pérez Ferrero, dirigida con acierto por el Dr. Julio García-Herreros Prada, quien ha obtenido un estupendo éxito de la entidad, la cual no sólo opera como tal sino se ha convertido en sede y escenario de actividades de impacto en la región, como la Fiesta del Libro y numerosas exposiciones, conferencias, talleres y eventos lúdicos que la hicieron merecedora de ser declarada Patrimonio Nacional.

Se cumplió así el sueño de Jorge, de unificar en esta edificación la biblioteca y, en general, la participación de la ciudadanía en la gestión intelectual del departamento.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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