viernes, 9 de julio de 2021

1906.- EL INCUNABLE, INVALUABLE PATRIMONIO CULTURAL

Julián Caicedo Arboleda  (Imágenes)

 


Julián Caicedo Arboleda, Popayán, 13 de diciembre de 1921 - Cúcuta 22 de octubre de 2002.

Un aniversario del fallecimiento de nuestro ejemplar ciudadano adoptivo:

destacamos uno de sus valiosos aportes culturales.

 

Una ciudad es Ciudad por su desarrollo, por su economía, por su gente, por su clima y demás características que la individualizan ante el contexto nacional. Pero es aún más ciudad, si sus ciudadanos respetan la tradición y cuidan sus riquezas culturales.

 

Como los jóvenes tal vez desconocen lo sucedido, debemos ubicarlos en la época de la presidencia de Suárez, sin olvidar su extrema pobreza, sólo superada por su también extrema honradez y recordar que éste, siendo todo un presidente de la República, se vio obligado a vender sus sueldos para poder solventar la urgencia de sus gastos personales.

 

Tan triste circunstancia fue aprovechada por Laureano Gómez para provocar un debate senatorial, debate durante el cual Suárez argumentó tan sólidamente en defensa de su honra y de su nombre, que logró no sólo aglutinar la solidaridad del pueblo, sino convertirse en ejemplo para la historia nacional.

 

Laureano Gómez propició un debate mediante el cual quería condenar la pobreza de un ser nada común, e intentó acabar con Suárez, pero sólo logró el reconocimiento público de la honradez de tan ilustre ciudadano, cuya vida estuvo llena de sacrificios por la patria, nunca bien reconocidos.

 

El texto de los discursos pronunciados por Marco Fidel Suárez durante el debate promovido por Gómez en su contra, deberían convertirse en la cartilla obligatoria, en la guía moral de esos funcionarios públicos, gracias a cuya corrupción tantos colombianos deben también vender, no sólo sus sueldos, sino su sangre, sus órganos, sus vidas.

 

Marco Fidel Suárez ha sido mi personaje inolvidable. En mi ya lejana juventud leí y releí Los sueños de Luciano Pulgar, con fruición tal que casi podría haber rayado en una especial locura.

 

Mi preferido era el “Sueño” dedicado a su copartidario y émulo Gómez. En ese “Sueño”, don Marco Fidel ratificó lo ya sabido por los colombianos sobre la claridad meridiana de su actuación, pese a los esfuerzos por demostrar lo contrario, desplegados por Gómez, quien en alguna ocasión y por un lapsus gramatical, obtuvo el mote de Senador ‘Ovejo’.

 

La idea de José Luis Villamizar Melo de poner el incunable bajo la custodia de la Academia de Historia de Norte de Santander, debe ser acogida por el gobierno municipal. Su desarrollo tendría muchos y eficaces resultados.

 

Si no logramos el apoyo del Ministerio de la Cultura o del Banco de la República, deberemos entonces, por suscripción popular, hacer el monumento al Incunable, como en el pasado se hizo con la estatua del General Santander que se yergue en el parque principal de nuestra Cúcuta.

 

‘‘No sólo de pan vive el hombre”. El hombre también vive de los recuerdos, de sus monumentos, de sus tradiciones.

 

En estos tiempos tan difíciles, tan dolorosos, inútil resultará todo intento por modernizar la ciudad, si conlleva el desconocimiento de su historia y de su patrimonio cultural. (23 de julio de 2001).

 

 

 

 

Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

No hay comentarios:

Publicar un comentario