Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
Son referencias a sucesos, personajes, sitios, historias, etc. traen recuerdos o dan enseñanzas del terruño. Transportan al pasado en forma agradable y entretenida. Se trata de actualizar el escrito original y/o adicionar párrafos o fotografías de otros autores o personales para complementar la narración. La intención es entretenernos con el pasado. RECORDAR ES VIVIR!... Nota- En artículos las fotos son ilustraciones colgadas por RECOPILADOR.
lunes, 30 de agosto de 2021
1932.- RESTAURANTE LA DACHA
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
sábado, 28 de agosto de 2021
1931.- FOTOGRAFOS DEL PARQUE SANTANDER
Deicy Sifontes (La Opinión)
“El que no se haya tomado una foto con nosotros, no es cucuteño o no ha venido a Cúcuta”, dice Álvaro Rincón, uno de los seis fotógrafos que aún permanece activo en el parque Santander, para fotografiar a niños, familias, parejas y amigos que, en medio de las palomas y el tradicional caballito de juguete, buscan guardar el recuerdo de uno de los lugares más representativos de la ciudad.
Como Rincón, los fotógrafos del parque Santander son hombres que han forjado su profesión con el pasar de los años y quienes dejarán una huella imborrable para este sitio, pues durante más de medio siglo han sido los protagonistas del escenario donde sobresale el gran hombre de las leyes, Francisco de Paula Santander.
Óscar Rangel Bastidas es uno de los fotógrafos con mayor tiempo en este oficio. Este cucuteño de 65 años jamás imaginó dedicarse a esta labor, la cual inició en Popayán y le permitió recorrer distintas ciudades del país, para regresar nuevamente a su ciudad natal, de donde no ha vuelto a salir.
“Yo salía al centro y vi a un muchacho tomando fotos, pero yo no sabía qué era fotografía. Estaba mirando y me llamó la atención. Entonces, le pregunté a un señor que si allá no necesitaban a alguien para tomar fotos y me preguntó si era fotógrafo, le dije que sí, sin saber”, recordó Bastidas.
Arriesgándose y sin tener idea a qué se enfrentaría, Óscar fue contratado por una agencia de fotos en Popayán, en donde le entregaron una cámara más un rollo fotográfico que tenía capacidad para capturar 80 imágenes.
“Da la casualidad que la persona que me llevó la cámara para trabajar, como que captó y me fue explicando. Me decía que el diafragma y yo no sabía qué era eso. Tomé el primer rollo y luego ya me soltaban de a cinco rollos y ahí si ya fui aprendiendo”, dijo Bastidas.
Regresó a Cúcuta en 1971. Con la experiencia adquirida y su buena actitud llegó al parque Santander, en donde había espacio para todos, pues ya trabajaban allí otros fotógrafos, quienes se distribuían también por la avenida quinta, buscando clientes que quisieran tener un recuerdo en medio de las palomas, la catedral de San José o el caballo de juguete para los más pequeños.
“Me iba también para las iglesias, los matrimonios o los bautizos. Uno se tomaba hasta dos rollos de 36 fotos cada uno. En las noches nos íbamos a los sitios nocturnos. Se tomaban las fotos y nosotros a las personas les entregábamos un recibo para que fueran al Ley a reclamarlas, eran como los espacios de agencias”, contó Rangel.
Olympus, Leica, Diana, Yashica, Pentax, Telescopio y Polaroid fueron las principales cámaras que estos profesionales utilizaron durante los años 50, 60, 70, 80 y 90. En la actualidad, las cámaras digitales son su principal instrumento de trabajo.
Las fotografías que antes se tenían que mandar a revelar en agencias y que podían tardar entre uno o dos días, hoy se entregan de manera inmediata. Esto, gracias a la impresora portátil que mantienen en su lugar de trabajo y que, en menos de 15 minutos, inmortaliza los mejores momentos.
Tiempos de bonanza
Los fotógrafos recuerdan que una de las mejores épocas fue los años 80 y 90, ya que la zona de frontera se mantenía activa y cientos de venezolanos llegaban a Cúcuta como turistas. Transitar por el parque Santander era inevitable, pues este es el corazón de la capital nortesantandereana.
“Eran tiempos de bonanza. Los venezolanos eran los clientes más rentables y había trabajo de domingo a domingo. Fue una buena época de la fotografía, porque se trabajaba con la cámara del telescopio y eso cogió mucha fuerza”, asegura Seudiel Ramírez, presidente de Asonorsafosim (Asociación Nortesantandereana de Fotógrafos Profesionales y Similares).
Ramírez, malagueño de nacimiento y cucuteño de corazón, ejerce la profesión desde 1982. Al igual que Rangel Bastidas, no sabía nada sobre la fotografía, pero gracias a un amigo que se dedicaba a esta labor logró aprender.
“Me indujo,
me fue explicando y le agarré el gusto. Él mismo me prestó una cámara y luego
yo tenía la mía”, dice.
Seudiel recuerda que la tradición se mantiene desde los años 50. Anteriormente una fotografía llegaba a costar entre 2 y 5 pesos. En la actualidad, esta tiene un valor de $7.000.
“Llevamos como 15 años a la deriva. Ya no es lo mismo, pero nosotros tratamos de mantener la tradición en el parque. Este oficio nos ha dado de comer por muchos años. De más de 35 fotógrafos hoy solo estamos nosotros. Queremos que la gente no nos olvide”, manifiesta el presidente del sindicato de fotógrafos.
Las nuevas tecnologías debilitaron su profesión
Álvaro Rincón, un profesional con 55 años de experiencia en el mundo de la fotografía, relata que el gusto por esta labor nació de manera empírica y luego la fue perfeccionando por medio de cursos sobre “tomas, conocimiento de luz, lentes y la práctica en el laboratorio, haciendo fotos donde me gané la tarjeta profesional”.
Rincón dice que, aunque vivió los mejores tiempos, la era de las nuevas tecnologías ha provocado que su oficio pierda valor, ya que hoy en día las personas prefieren usar sus celulares de última tecnología para fotografiar cualquier instante, desde cualquier parte del mundo y sin ningún costo.
“A uno lo contrataban para bautizos, en almacenes y otros eventos, pero con la llegada de los celulares el trabajo se ha perdido en más de un 50 por ciento. Si bien es cierto que a algunas personas les gusta tener la foto impresa, la mayoría prefiere tener todo digital”, lamenta el fotógrafo del parque Santander.
No obstante, reconoce que, a pesar de las dificultades, este ha sido el trabajo que le ha permitido llevar el sustento a su hogar y mientras tenga vida y salud, seguirá recorriendo las calles del parque Santander, con la intención de no dejar morir esta gran tradición de la capital nortesantandereana.
Las cámaras se apagaron por más de 7 meses
En el 2020 la pandemia ocasionada por la COVID-19 también provocó una crisis para todos los fotógrafos. Debido a la cuarentena estricta y a todas las medidas establecidas por el Gobierno Nacional y la administración municipal para evitar la propagación del virus, estos profesionales tuvieron que quedarse en casa por casi siete meses.
Las cámaras estuvieron guardadas y mientras tanto, gracias a algunas ayudas que les entregó la Gobernación de Norte de Santander, la Alcaldía de Cúcuta y el apoyo de sus familias, lograron sobrevivir durante este tiempo difícil.
Su actitud frente a las circunstancias ha sido siempre de perseverancia. Han pasado momentos difíciles, pero gracias al amor por su profesión y a los lazos de amistad que han forjado, hoy se mantienen en el corazón de Cúcuta: el gran parque Santander. El mismo que durante más de medio siglo les ha permitido retratar la historia y salir adelante.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
jueves, 26 de agosto de 2021
1930.- CASONA DONDE FUNCIONO PAPELERIA NUEVO MUNDO
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
martes, 24 de agosto de 2021
1929.- EL BAILE DE DIEGO MARADONA AL CUCUTA DEPORTIVO
Gustavo Contreras (La Opinión)
La partida del genio y figura Diego Armando Maradona dejó un vacío incalculable en el universo del fútbol. Sus hazañas con el Nápoles y la Selección Argentina, quedarán grabadas para la historia del deporte más seguido en el mundo.
Con una vida de luz y oscuridad, el Diego fue amado y odiado por muchos. Su vida extradeportiva pudo ser cuestionada, reprochada y hasta juzgada, pero de que en la cancha fue uno de los mejores de todos los tiempos, no entra en la discusión.
Irreverente, rebelde y sin temor a los grandes, ‘El Pelusa’ marcó una huella por todos los lugares que pasó, a los rivales a los que enfrentó y a los que les anotó.
Curiosamente, el Cúcuta Deportivo como equipo y San José de Cúcuta como ciudad, estuvieron vinculadas en una pequeñísima parte de la vida del astro mundial, del barrilete cósmico como lo llamó el narrador Víctor Morales tras anotar el ‘gol del siglo’ a Inglaterra en el Mundial de México 1986.
Una aplanadora de 18 años
Diego Armando, que nació el 30 de octubre de 1960, inició su carrera profesional en Argentinos Juniors, una institución que años más adelante llamaría a su estadio Diego Armando Maradona. Desde pequeño se veían sus dotes anormales pera la práctica del fútbol: un genio con un gen único.
Siendo apenas un chico de 18 años y unos cuantos meses, Maradona viajó a Colombia con Argentinos para jugar el cuadrangular amistoso ‘Gobernación del Valle’ con el América, Deportivo Cali y el Cúcuta Deportivo para febrero de 1979.
“El Cúcuta Deportivo fue invitado a ese cuadrangular porque en ese entonces muchos jugadores del Deportivo Cali llegaban a jugar al rojinegro”, recordó Carlos Eduardo Ramírez, concejal de la época y miembro directivo acompañante de la delegación fronteriza que viajó a la capital vallecaucana.
El cuadrangular fue organizado para que en la primera fecha se enfrentaran el Cali contra el Cúcuta y América frente a Argentinos, duelos que se jugaron el 11 de febrero de 1979 en el estadio Pascual Guerrero.
El equipo azucarero venció 2-0 al motilón, mientras que, en el choque de rojos, América derrotó 3-2 al club de Buenos Aires, con un Diego marcando un doblete, dejándole ver a los miles de espectadores que los comentarios de ser un joven jugadorazo eran una realidad.
En el duelo del verde y rojinegro, el delantero del fronterizo Manuel Rosendo Magán erró dos penales.
Así las cosas, los caleños definirían el campeón y el Cúcuta chocaría con el club del ‘Pelusa’.
“En lo que respecta al Cúcuta, no figura en plan de ganador si se tiene en cuenta que Argentinos Juniors es uno de los buenos exponentes del fútbol del Rio de La Plata. En su nómina figura Diego Maradona, el juvenil que está cotizado en muchos millones de dólares”, retrataba este medio en su edición del miércoles 14 de febrero de 1979, día del compromiso.
Para el duelo, el Cúcuta salió vestido con su uniforme alternativo: camisa blanca con una raya vertical roja y negra ubicada al costado derecho, pantaloneta y medias blancas. Por su parte los gauchos vistieron totalmente de rojo, con su uniforme tradicional.
Víctor Quiñonez, Rodrigo Cosme, Franco, Salvador López Quiceno, Abel Dagracca, Edgar Ángulo, Héctor Rando, Ramón ‘Tomate’ Gómez, Roberto Salomone, Manuel Rosendo Magán y Arnoldo ‘El Guajiro’ Iguarán, fueron los inicialistas del conjunto fronterizo dirigido por Pepe Etchegoyen y asistido por Rolando Serrano. En el segundo tiempo tuvieron la oportunidad de actuar Nieto, Sierra y Pérez.
Argentinos saltó con Manutti, Domenech, Pellerano, D’Angelo, Mnuti, García, Ríos, Maradona, Favret, Rende y Villa. Arrieta, Caravelli y Suárez ingresaron.
El duelo fue un paseo total del equipo extranjero. El resultado final fue de 5-1 con cuatro anotaciones marcadas por Maradona y una por Suárez. Por el Cúcuta anotó Magán.
“Maradona nos pegó una bailada impresionante. Estuve en la pista atlética al lado del banco técnico y todos nos mostrábamos asombrados por no haber visto un jugador de esos. Era excelente driblando con apenas 18 años. No sé cómo marcamos un gol, nos pudieron hacer 8. Nos fuimos por buen servidos”, expresó Ramírez.
Uno de los protagonistas, Ramón ‘Tomate” Gómez, le aseguró a La Opinión que fue impresionante compartir cancha con Maradona, aunque recuerda que pasó una mala noche porque era un Diego “imparable”.
“Para agarrar a ese muchacho le cuento que era una cosa imposible. Para quitársela me tocó darle duro, era un partido aparte con él. El técnico Etchgoyen y Rolando me habían advertido que tenía que estar concentrado en él”, aseguró el ex-volante de marca.
Ramírez subrayó que si bien Maradona estaba en sus inicios, de lejos se veía que era un proyecto exitoso del fútbol argentino.
“Ya fuera por la banda izquierda o la derecha, era imparable. A lo último recuerdo que Argentinos jugaba al toque, bajaron la guardia”, dijo el directivo delegado por el Concejo.
Sobre sus mayores recuerdos de dicho partido, ‘Tomate’ confesó que hubo dos jugadas que nunca olvidará.
“Todos en el camerino me tomaban del pelo porque Maradona me había hecho un túnel. Era muy ágil y los más grandes le tirábamos duro. La mayoría de la zaga defensiva terminamos amonestados”, rememoró diciendo que todos los goles fueron espectaculares. “La otra jugada fue que me pasó a velocidad por el costado derecho y me tocó engancharlo por el cuello; nos caímos y recuerdo que el reclamó”, añadió.
Germán ‘El Burrito’ González que para la época estaba por definir su próximo equipo luego de jugar en el América en 1978, estuvo en la tribuna y comentó sobre el compromiso.
“A Diego lo marcó Tomate Gómez y le dio un baile impresionante. Al otro día ya salía en todos los diarios de Cali como un maravilloso jugador que querían todas las escuadras. Nos dejaba impresionados a todos”, afirmó Burrito, quien a la postre, ese año, llegaría al Cúcuta Deportivo.
“Sinceramente lamento la desaparición de Diego. Fue una gloria mundial. Fue un espectáculo muy querido y odiado pero jugador como él no vuelve a salir. Tuve la oportunidad de compartir y fue un orgullo para mí. Deseo que mi Dios lo tenga descansando en paz”, expresó Tómate Gómez.
El cuadrangular terminó ganado por América al vencer en penales al Cali.
Maradona, en el Camilo Daza
La otra anécdota que relaciona a ‘El Pelusa’ con Cúcuta suscitó en las Eliminatorias a México 1986. La Selección Argentina debía jugar en San Cristóbal contra Venezuela en mayo del 85. Por temas de transporte el equipo que luego fue campeón del mundo, llegó a Cúcuta para luego viajar a tierras bolivarianas.
“Por mi amistad con Carlos Salvador Bilardo (DT de Argentina en ese momento) pude ingresar al avión a saludar ya que se bajaban de él y de una ingresaban al bus para ir a San Cristóbal. Maradona tenía experiencia y ya empezaba a admirarlo”, contó el Burrito González.
El partido contra la vinotinto fue ganado por la albiceleste 3-2, con un doblete de Diego Armando.
Para
regresar a Argentina hicieron el mismo puente por Cúcuta, en donde La Opinión
pudo registrar a Diego en el Aeropuerto Camilo Daza.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
domingo, 22 de agosto de 2021
1928.- SEMBLANZA DE LUIS APARICIO PRIETO
viernes, 20 de agosto de 2021
1927.- HISTORIA DE LA CLINICA SAN JOSE DE CUCUTA
Edgar Salgar Villamizar (clínicasanjosedecucuta.com)
Hace 25 años se inauguran las primera Urgencias en la ciudad de Cúcuta: Urgencias San José en la avenida 0 No 13 - 49, para ofrecer servicio permanente las 24 horas del día, atendiendo consulta de Urgencias en medicina general y hospitalización para observación y tratamiento médico.
En esta época solo se contaba en la ciudad con la atención médica de URGENCIAS presentada en el Hospital San Juan de Dios, Clínica Norte, Clínica Santa Ana y la Clínica San Antonio, pero la demanda de los servicios médicos de la ciudad y poblaciones vecinas de Arauca y Venezuela aumentaba progresivamente. Se vio La necesidad y la oportunidad de crear una nueva empresa que prestara un oportuno servicio con calidad y eficiencia.
Desde mis comienzos he contado con la colaboración incondicional de mis padres, Carlos A. Salgar R. e Hilda Villamizar de Salgar, mi señora esposa, mis hijos, mis hermanos Alvaro y Alfonso, y mi tío Jesús Villamizar.
De quienes recibí
Recibí de mis padres una educación excelente, basada en los principios de honradez, eficiencia y dedicación. Solo siento el cansancio al final de la jornada después de cumplido el objetivo y con mucho respeto por la persona humana sin importar su clase social, educación, religión, ni profesión. De aquí han nacido las raíces para las bases de la atención en la Clínica San José, porque nuestro objetivo ha sido prestar los servicios a todo aquel que los solicite sin distinciones.
Recibí de mi esposa y mis hijos con su colaboración en la infraestructura de hotelería y su comprensión al compartir mucho de su tiempo con mis pacientes, para lograr una excelente atención a un bajo costo. De mi hermano Álvaro, quien se tituló de Ingeniero Civil en la misma época en que me gradué como Médico Cirujano. Su colaboración para construir mi casa de habitación que, se extendía a la avenida 0 comunicándose por su parte posterior con las Urgencias San José, atendiendo mis solicitudes para adecuar el local de tal manera que fuera cómodo y elegante como en realidad lo fue, de acuerdo a los detalles arquitectónicos de la época. Con el correr del tiempo seria mi principal punto de apoyo para la realización de mi sueño dorado: La Clínica San José.
De mi hermano Alfonso quien me acompaña desde nuestra formación médica en la Universidad de Caldas, con su apoyo médico permanente. Recibiendo mi orientación y mis consejos, él logró su formación como Anestesiólogo en el hospital Militar de Bogotá y posteriormente cursos de especialización en anestesia cardiovascular en el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez y en la fundación Cardioinfatil de Bogotá. Juntos implantamos la monitorización de electrocardiograma permanente en el acto quirúrgico desde el año 1981, para tener una anestesia segura y por lo tanto un tratamiento quirúrgico exitoso.
Desde sus comienzos, las Urgencias San José contó con los servicios básicos de diagnósticos, radiología convencional, laboratorio clínico y endoscopia digestiva. Tuvimos en 1983 el primer equipo de video-endoscopia de Colombia.
Urgencias San José
Gracias a la colaboración de mi tío, el doctor Jesús Villamizar, quien permitió la expansión del 2 piso de su consultorio, empezó a funcionar el quirófano dotado con todos los adelantos de la época. Allí se practicaron cirugía de 1er, 2do y aun 3er nivel. Fueron los ilustres cirujanos los doctores: Fernando Silva Carradini, Luis Rodríguez y Pablo Guerra (cirugía de tórax y cardiovascular). Los ginecólogos Darío Rolón y Josefa Caro.
En la atención de Urgencias prestaron sus servicios como médicos generales los doctores: José Eustorgio Colmenares, Carlos Enrique Chacón, Alfonso Salgar, Edgar Romero R., Edgar Urbina, Ramiro Gómez, Carlos E. Gómez, Germán Jiménez, Gustavo Salgar. Como enfermera jefe Eddy Sandoval, instrumentista quirúrgica Luz M. Ortiz, auxiliares de enfermería Cecilia Rico, Sara Briceida Ortiz, Gloria Rosario Navia, Carmenza Sampaio y Marina Adelaida. Como mensajero Iván y el inolvidable recuerdo de quienes cuidaron mi poca fortuna y administraron pulcramente la economía de Urgencias San José, para finalmente terminar su vida al servicio de la clínica, Gladys Villamizar (tía materna) y Jorge Pallares (tío político) que, Dios lo tenga en su reino.
Con el Dr. Germán Durán se organizó la primera máquina hemodiálisis en la ciudad el 9 de diciembre de 1985. Allí nace el servicio de nefrología.
En el cajón de los recuerdos he podido revisar el área de recepción: Hospitalización, cirugía y maternidad, esterilización, para comprender que ampliarnos era una necesidad urgente, manifestada por la demanda creciente de servicios y lo incómodos que ya nos sentíamos en nuestras pequeñas Urgencias San José.
La clínica
Estaban próximos a llegar mis hermanos: Gustavo, Arturo, y mi hijo Mauricio, era un motivo justo para proponerle a mi hermano Álvaro la realización de un proyecto, para la construcción de una verdadera institución de salud, acorde con los adelantos científicos de la época. De esta manera nació en febrero de 1997 el proyecto Clínica San José que, se cristalizó gracias a la participación de 22 médicos especialistas en las diferentes áreas médicas, la financiación del Banco Central Hipotecario y la tenacidad de mis hermanos Álvaro y Yadira, ingenieros civiles. La organización arquitectónica del doctor Robert Duplat y la elegancia decorativa de Alvaro Landínez.
Se proyectaron 7 pisos y un sótano para parqueaderos, sala de máquinas, cocina, lavandería y archivo. Los 3 primeros para administración, servicio de urgencias, rayos X y 22 consultorios médicos. El 4° piso para 5 salas de cirugías, recuperación, 4 camas de trabajo de parto, 2 salas de atención de parto y sala cuna. 5°, 6° y 7° piso para hospitalización con capacidad hospitalaria inicial de 68 camas.
Sociedades San José
Esta clínica con su moderna infraestructura, le confirió a Cúcuta la capacidad de contar con un centro médico moderno, que pronto comenzó a ser dotado con los equipos que la pondrían a tono con las más importantes clínicas privadas del país.
Para lograr estos objetivos se abrieron las puertas a inversionistas salidos del gremio médico y de la misma empresa y también a la empresa privada que tuvieron la intención de agruparse, para constituir sociedades y mediante ellas, comprar la tecnología de punta en los campos de diagnóstico y terapéutico.
Fue mediante este mecanismo que se fundaron:
· Asotac San José (12 junio/90)
Son accionistas Paramédicos Ltda., Clínica San José, Representaciones Salónica, doctores Juan Vargas, Jairo Lizarazo, Orlando Ballén, Germán Durán, Noé Castro, Alfonso Castro, Mauricio Salgar, Edgar Salgar, Carlos E. Ramírez, Alpeco Ltda., Sedga Galvis C, Valentín Sandoval, Aurora Galvis, Pablo A. Cáceres y Freddy Cáceres.
Se adquirió un tomógrafo computarizado que ha atendido miles de urgencias remitidas por toda la ciudad. Conforman el grupo de trabajo en sus comienzos los radiólogos Carlos Emilio Ramírez y Gustavo Salgar (actualmente Carlos Parada y Carlos Villamizar), técnicos radiólogos Marlene Peñaranda y Norelly Galvis. Secretaria contador Fanny Hernández.
· Nuclear San José (febrero/91)
Son socios fundadores los doctores Hugo Alvarado, Pedro León Peñaranda, Manuel H. Correal, Harold García T, Agustín Castro, Magaly García T., Germán Durán y Jorge Omar Pabón.
El 19 de marzo/91 se inaugura el servicio, siendo el director científico el doctor Jorge Omar Pabón, médico nuclear, la enfermera Bertha Díaz y la secretaria Libia Camargo. Realizan estudios gama gráficos terapéuticos con radioisótopos. Se hicieron labores de divulgación médica para la utilización de los medios diagnósticos y al cumplirse el 5° año de funcionamiento, se vio la necesidad de la actualización tecnológica, adquiriendo una nueva gama cámara modelo Genesys completamente digital, llenando los más exigentes parámetros de calidad en medicina nuclear para la época.
Clínica San José
· Unilito San José (marzo 4/92)
Se constituyó con los siguientes socios: los doctores Manuel Díaz Caro, Germán Durán, Miguel T. Botta, Jesús Villamizar, Alfonso Salgar, José Velasco, Juan Silva, José Rosario Rivera y Jorge Rojas; los señores Ana Judith Villamizar, Manuel V. Sandoval, Aurora Galvis de S. y José E. Salgar; y las empresas Asotac San José, Nuclear San José y Clínica San José.
Adquiriendo un equipo Litotritor Ultrasónico, ofreciendo los servicios a todas las instituciones de la ciudad, evitando de esa manera procedimientos quirúrgicos.
· Unineuro San José (julio 8/92)
Se constituyó con los siguientes socios: Carlos L. Peñaranda, Dr. William Pérez, Dr. Jorge E. Rojas, Dr. Gustavo Salgar, Dr. Edgar Salgar V., Sra. Anabelle Arce, Asotac San José, Dr. Mario Izquierdo, Dr. Juan J. Vargas, Dr. Orlando Ballén, Dr. Carlos Mora, Dr. Fabio Latorre y el, Dr. Agustín Castro.
Se compró un equipo Neuro U Pack Four Mini de marca Nihon Kohden, para realizar los servicios de electromiografía, neuro-conducción motora sensitiva, ondas F, reflejos H, potenciales evocados visuales, potenciales evocados auditivos, test de lamber o estímulos repetitivos, reflejos palpebral y trigeminofacial.
La nueva clínica
De esta manera gracias a la unión de voluntades y con el ánimo de mejorar la calidad científica y tecnológica de la ciudad, la Clínica San José, se coloca en el primer lugar como centro de atención en salud en el departamento y en el área fronteriza, despertando a las demás instituciones del letargo médico en que se encontraba.
El posicionamiento de la institución como empresa sólida, avalada por los buenos servicios, orientados a todos los niveles socio-económicos de la región y los cambios en el sistema de atención de salud con la nueva Ley 100, hacen urgente un replanteamiento y es necesario pensar en una ampliación para abrirnos al nuevo sistema conformando la IPS Clínica San José.
La torre nueva se orientó a la atención de un nuevo servicio de urgencias y hospitalización para pacientes privados y asegurados, con unas instalaciones modernas, envidiadas por las mejores ciudades del país.
Se instalan en locales propios, Asotac San José, quien asume la formación de Hemodinámica San José, para realizar estudios de cateterismo cardíaco y estudios arterio-gráficos selectivos. Nuclear San José con el nuevo equipo Adac Genesys. Cardiología amplía sus servicios eco-cardiografía Dopler a color, prueba de esfuerzo Holter de presión y electro-cardiográfico y se crea un área para rehabilitación cardíaca postoperatoria de cirugías cardiovasculares.
Edgar Salgar Villamizar.
Lo mejor para la ciudad, es que se conforma un grupo multidisciplinario, con la excelente colaboración de la Fundación Cardioinfantil. Se entrenan en Bogotá la jefa Rocío Ramírez como perfusionista, la jefa Claudia Ramón como enfermera hemodinamista, a Norelly Galvis como técnica Rx en hemodinamia. El doctor Edgar Salgar en ayudantía quirúrgica cardiológica y las enfermeras Adriana Hernández, Ruby Vargas e Ingrid Villar especializadas en cuidado intensivo y como instrumentadoras quirúrgicas especializadas en cirugía cardiovascular a Luz María Ortiz y Jimena Aponte.
Se contrata los servicios del doctor Arturo Arias como médico intensivista, al doctor Pablo Guerra como cirujano cardiovascular, Martha Granados como enfermera perfusionista y el grupo de anestesia de la Fundación Cardioinfantil, para iniciar el 21 de septiembre de 1997 las primeras 4 cirugías cardiovasculares, constituyéndose en la actualidad el programa estrella de la institución. Hoy son 80 el número de operados exitosamente. Esto definitivamente nos consolida como el centro de atención médica de más alto nivel en la región.
Ha jugado papel definitivo en la calidad de los servicios, el continuo batallar de la jefe María Inés Pérez como coordinadora de enfermería, del doctor Alfonso Marthein como gerente administrativo y el doctor Alvaro Salgar como mi consejero y regulador emocional, para programar mis impulsos de acuerdo a las posibilidades económicas de la institución.
Quiero agradecer al personal de jefes y auxiliares de enfermería, personal administrativo y servicios generales, por su excelente trabajo y colaboración, porque sin su ayuda, no habría sido posible lograr los éxitos alcanzados y ocupar la posición que hoy tiene la institución.
Legado de su fundador y director científico (La Opinión)
El reconocido médico cucuteño, Edgar Salgar Villamizar, falleció el 30 de diciembre de 2020, a los 75 años de edad víctima del coronavirus, tras permanecer internado en cuidados intensivos por más de tres meses.
Salgar Villamizar, cirujano general y especializado en vías digestivas, fue el segundo médico de la familia en perder la vida por cuenta del virus, ya que el 22 de diciembre falleció su hermano, el radiólogo Gustavo Salgar Villamizar.
Conoció a su esposa Martha Gallego, cuando estudiaba medicina con quien tuvo 4 hijos: Mauricio (Cirujano Cardiovascular), Martha Liliana (Bacterióloga), Carlos Alberto (médico Internista) y Ana Milena (médica General).
En 2004, Hernando Matiz, decano de la facultad de Medicina de la Universidad del Bosque, y los directivos de la clínica San José, Edgar y Alvaro Salgar, firmaron un convenio asistencial
Salgar se especializó en Cirugía General en el Hospital San Juan de Dios en la década del 70, de la mano de ese gran cirujano que fue el doctor Joaquín Abello Peñaranda, de quien aprendió también la endoscopia digestiva, conocimientos que luego fue perfeccionando con diversos cursos de actualización nacionales e internacionales.
Fundó inicialmente la clínica de Urgencias San José, en 1974, la cual se convirtió posteriormente en la base para la construcción y dotación de la Clínica San José, la cual consolidó con el apoyo de su hermano, el ingeniero Álvaro Salgar. La San José es hoy una de las entidades de salud más reconocidas en la ciudad.
Son seis hermanos: Alvaro, Alfonso, Gustavo, Yadira, Carlos Arturo y Luis Ernesto. Su hermana Yadira también perdió a su esposo, el neurocirujano Orlando Ballén, quien falleció el 25 de noviembre del 2020 por coronavirus.
La Clínica San José que es una de las entidades de salud más reconocidas en la ciudad, fue inaugurada el 28 de marzo de 1989 por el entonces presidente Virgilio Barco Vargas.
Para diciembre de 2020, la Clínica San José, evolucionó y modernizó con tecnología de punta y ampliación de sus instalaciones, y presta servicios médicos de alta complejidad en la atención de pacientes, tal como se había venido haciendo por más de 30 años.
La directiva desde el inicio de su funcionamiento hasta su fallecimiento fue, Alvaro Salgar Villamizar como Gerente General y su hermano Edgar como Director Científico y médico de la clínica, con el concurso de varios de sus hermanos y familiares que tienen que ver con la prestación de servicios médicos y paramédicos.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
miércoles, 18 de agosto de 2021
1926.- JUANK, EL AMOR DE JUAN CARLOS PRADA
La Opinión
Juan Carlos Prada Vélez fue un cucuteño emprendedor, visionario y excelente jefe y ser humano. Así lo describen sus amigos y personal que trabaja en los negocios de comida rápida conocidos como JuanK.
Tenía 61 años y se ufanaba de ir por más y mucho más, según lo dejó consignado en un video en donde reiteró que nació en Cúcuta “ha crecido en Cúcuta, para el cucuteño y por el cucuteño”. Pero el nuevo coronavirus le cortó las alas.
Su hija mayor Perla Prada asume las riendas del negocio. Sus otros dos hermanos: Juan Camilo y Gabriela, aún están pequeños, sin embargo, su papá siempre soñó que también se unieran al negocio.
Perla trabajó toda la vida con su papá. “Desde pequeños nos inculcó el amor por Juank. En vacaciones íbamos a trabajar, desde ser meseros, picar pollo, picar cebolla, hasta trabajar en las oficinas, porque nos decía que desde ahí íbamos a valorar las raíces del negocio”.
Considera que JuanK es un legado que tiene que proteger, cuidar, fortalecer y hacer más grande. “Mi papá me inculcó el amor por Cúcuta. Cuando terminé Economía y Administración de Empresas en Los Andes, mis amigos se burlaron porque dije que me devolvía para Cúcuta”. Y su papá también le dijo que una de las maneras de ayudar al país era generando trabajo de calidad y “eso fue lo que buscó mi papá que, así como JuanK crece que crezcan nuestros trabajadores.
Con ellos hay una relación muy estrecha. Mi papá era tan sencillo, tan fuerte, tan luchador que pasó de un carro de perros a tener la empresa que construyó para nosotros. Para mi papá la familia lo era todo. El decía que mi mamá (Yanet Santos) era la roca y a ella se le debe todo. Quiero honrar su nombre hasta la eternidad.
Tuve el placer de tener a un maestro que me enseñó con todo el amor, que me exigió. Y él me decía que le tengo que exigir más porque usted es la que va a manejar esto”.
Ejemplo a seguir
Hernando Hellal conoció a Juan Carlos Prada antes de ser socio en el Centro Comercial Ventura. Pero fue ahí, en la junta directiva, hace 14 años, donde se convirtió en su mejor amigo.
Los calificativos no le alcanzan para describirlo. “Era bueno, emprendedor, buen patrón, justo y muy generoso con sus empleados”.
Compartió, no solo momentos como empresario, sino también como persona, incluso lo escogió como el padrino de su hija. “Era excelente consejero. Siempre controvertía, pero para bien”.
Y Hellal comprobó ayer que Cúcuta lo quería demasiado porque “he pasado todo el día contestando llamadas”. Muchos no podían creer que un ser tan bueno y justo se hubiese ido. Juan Carlos no escatimaba nada con sus trabajadores “y para la época decembrina les compraba electrodomésticos”.
JuanK es un ejemplo a seguir. Inició con un carrito y se puede decir que es una platica bien sudada, bien trabajada. Generó empleo en la ciudad con la comida rápida y además con los domiciliarios. Es uno de los negocios mejor posicionados.
A pesar de su carácter templado era muy jovial y alegre. Fue excelente hijo, esposo, hermano, padre y jefe.
Excelente ser humano
Yurley Quiñónes Vidal cumplió nueve años trabajando en JuanK y recuerda que lo conoció cuando trabajaba en el Club Tennis. “Siempre iba a la cafetería por su café caliente”. Y cuando se quedó sin trabajo le abrió las puertas. Hoy se desempeña como jefa administrativa.
“Aprendí muchísimo. Nos enseñó siempre a ir por más. Fue un excelente jefe y ser humano. Logró, en estos tiempos de pandemia, manejar la situación sin afectarnos a nosotros ni a la empresa”.
Perseverante
Milena Araújo se desempeña como jefa de personal y desde hace 20 años labora en ese negocio de comidas rápidas. Recuerda a Juan Carlos Prada como una persona perseverante y con mucho amor.
Empezó lavando la caseta del parque donde se levanta el negocio y “él creyó en mí. Me formó en valores y profesionalmente en lo que hacemos. Siempre nos inculcó en que creyéramos en nosotros y que podíamos conseguir lo que nos propusiéramos.
Tenía la capacidad para inventar cosas y todo le salía bien”. Araújo se siente muy agradecida porque gracias a su empuje pudo construir su casa. Lo califica como “muy noble, con un corazón demasiado grande. A todos nos escuchaba y nos aconsejaba”.
Figura paternal
David Alejandro Vera llegó al negocio cuando tenía 15 años a hacer prácticas de una técnica de bachillerato de Gremios Unidos. Y cuando terminó le pidió a Juan Carlos que le diera la oportunidad para trabajar y seguir estudiando.
“Sin conocerme me apoyó y estudié auxiliar administrativo en el Sena en convenio con el colegio. Pero él se convirtió en mi figura paterna porque me preguntaba cómo me iba en clases y que no me quedara ahí, que trascendiera. Y actualmente estoy terminando el último semestre en licenciatura en matemáticas en la Universidad Francisco de Paula Santander. Esta empresa es una familia y eso se traduce en las ventas”.
El empresario cucuteño Juan Carlos Prada murió el martes 24 de noviembre de 2020 por coronavirus, en Bogotá. A tempranas horas de ese día se conoció la lamentable muerte del cucuteño Juan Carlos Prada, reconocido por sus restaurantes de comidas rápidas, quien venía luchando contra el coronavirus. Incluso, había sido trasladado a la Fundación Santa Fe de Bogotá, en donde falleció, para que recibiera atención especializada.
Hamburguesas JuanK
JuanK nació hace más de 30 años gracias al trabajo, dedicación y constancia de Prada Vélez, un emprendedor que logró consolidar su empresa como un icono de la ciudad.
El negocio de JuanK nació en 1987 porque de tenerlo todo Juan Carlos quedó sin nada a raíz del asesinato de su mamá Perla Betty Vélez, presidenta del Tribunal Superior. “Y le dijo a mi mamá que siguiera estudiando y él se dedicaría al negocio”. Dice su hija.
En sus inicios, el emprendimiento era un carrito de comidas rápidas ubicado en una esquina del parque de Ceiba. Hoy, es uno de los puntos de comida más representativos de la ciudad, con una clientela que año tras año crece.
Los clientes pueden disfrutar de hamburguesas, perros, sándwich, parrillas, ensaladas de frutas y jugos naturales.
“Mi lema durante muchos años ha sido mantener la verdad, esa ha sido mi fortaleza; si yo le digo a un cliente que el producto es de calidad, es porque es así. JuanK es calidad con más sabor; eso nos ha caracterizado en todos estos años de servicio”, afirmaba Juan Carlos.
En una entrevista a el empresario se logró conocer lo siguiente:
¿Cómo nace JuanK?
Nace a partir de un negocio de hamburguesas llamado ‘Las auténticas’. Mis cuñadas trabajaban con un carrito de comida rápida que les alquilé, y como yo les ayudaba en la parte organizacional, me enamoré del negocio. Inicié en 1987 en la esquina del parque de Ceiba con mi carrito de perros; con los años me di cuenta de lo importante que era que las personas identificaran el negocio, así que busqué a un especialista en desarrollo de marcas para que me ayudara. De ahí surge el nombre de JuanK.
¿De qué depende permanecer en un mercado tan competitivo como el gastronómico?
La constancia dentro de un negocio es muy importante, pero con los años aprendí que la organización es fundamental para que todo funcione.
¿Cómo debe ser la atención al cliente?
Al cliente hay que creerle todo. Les he enseñado a mis empleados que para mí es muy importante lo que el cliente diga, porque ellos le ayudan a uno a mejorar el negocio.
¿Cuál ha sido el éxito de JuanK?
La dedicación y organización con que se hacen las cosas, años de trabajo duro, de creer en los clientes, de mejorar e innovar para ellos. Siempre busco mejorar y que los productos sean de muy buena calidad.
¿Cuál es el secreto de una buena hamburguesa?
Para mí, el secreto de una buena hamburguesa está en la calidad y el amor con el que se prepare.
¿Come hamburguesas?
Claro, desde que abrí el negocio tuve claro que no la iba a comer todos los días porque me cansaba, pero cuando me como una es porque tengo ganas, la disfruto y me deleito con su sabor.
¿Cree que Cúcuta se ha vuelto una plaza apetecida para los restauranteros?
Cúcuta es una ciudad bendita para cualquier restaurante, aquí no nos meten gato por liebre, la gente conoce y sabe lo que es una buena hamburguesa. Para mí el cucuteño es un buen catador de hamburguesas.
¿Es fácil abrir un restaurante en Cúcuta?
Pienso que es igual de difícil que en otra ciudad. Cada vez es más complicado hacer empresa, el gobierno agobia con los impuestos y existe más presión; pero la gente sigue montando sus negocios porque hay que salir adelante.
¿Hay buen personal de cocina en la ciudad?
Sí, aquí existen buenas academias en las que preparan a los profesionales de estas áreas. Del Sena sale gente muy preparada y Amalthea (academia de cocina) ofrece personal muy capacitado para la demanda de la ciudad.
¿Qué les recomienda a los empresarios que le están apostando al mercado culinario?
Para mí los elementos que no le pueden
faltar a una persona cuando está empezando es la organización, planeación y
dedicación en lo que está desarrollando.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.