jueves, 31 de marzo de 2022

2037.- VIADUCTO BRISAS DEL PAMPLONITA

Gastón Bermúdez Vargas (Información recopilada de La Opinión)

Intersección vial cuatro vientos, después llamado viaducto Brisas del Pamplonita, 
presentó atraso por la llegada de la pandemia y por causa de inconvenientes de tipo predial.

En enero de 2019 la obra intersección vial Cuatro Vientos comenzó su construcción con una inversión de $31.900 millones y la ejecución se proyectó para 14 meses. En marzo de 2020, por la llegada de la pandemia, tuvo que retrasarse unos meses. En junio de 2020 fue bloqueada por los trabajadores de la obra, quienes protestaron por contrataciones de personal de otras regiones.

Respecto a la obra de Cuatro Vientos, la secretaria de Infraestructura, señaló para principios de agosto de 2020, un avance del 65 por ciento, y se encontraba en la terminación del puente y los aproches; además, trabajando en las redes y en la construcción del puente peatonal que permitirá la movilidad desde la central de la Policía hasta el centro comercial.

También se llevaba a cabo la izada de las vigas que estaba en la fase de finalización. La fecha prevista para la entrega de obra era para los últimos días de octubre de 2020.

La funcionaria municipal, destacó que la obra de Cuatro Vientos registraba retrasos por la crisis sanitaria generada por el COVID-19, pero que al adaptarse los protocolos de bioseguridad, se pudo reiniciar. Sin embargo, en Cuatro Vientos existe un cuello de botella que ha represado el avance de la construcción y es la gestión predial.

Según Medina, el municipio había recibido el visto bueno para la compra de los terrenos que se necesitaran para el desarrollo de la intersección vial de Cuatro Vientos, pero como había un límite en el tiempo, muchas veces requirieron de nuevas extensiones para avanzar en las negociaciones con los propietarios de los mismos y en otros trámites indispensables.

Es más, en este tema predial, en 2017 se tuvo que ampliar el límite, al igual que ocurrió en el 2018, pero a finales de 2019 la administración pasada archivó el acuerdo; es por eso que en ese gobierno no fueron firmados los títulos de aquellos predios que en parte ya se han adquirido y tienen un proceso de compra. De acuerdo con la funcionaria, en ese caso solamente faltaría la escrituración.

“El proceso pasó de nuevo por el Concejo que este año lo aprobó y ahora estamos a la espera de los documentos para proceder conforme a la autorización que le dieron al alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, para la gestión predial, aunque los terrenos ya están prácticamente negociados”, explicó.

Sin embargo, en los predios de Invías y de la Policía ya se está trabajando al acordarse la alternativa de avanzar en la obra mientras se completaban los requisitos necesarios para la legalización de su compra.

Para el 27 de septiembre de 2020 se conoció que, para la mega obra la alcaldía aún no había negociado el predio que se requiere para la construcción de los aproches del puente.

Dora Garay, representante de la Interventoría Consorcio Redoma del Terminal, explicó que la situación impide el avance de obras principales que demandan no 15 días, sino dos meses. Este hecho preocupaba sobremanera, debido a que se estaba a solo a un mes de que se venza el plazo para la entrega de este proyecto.

La secretaria de Infraestructura, doctora Medina, dijo que se esperaba tener firmado el contrato de contraventa del bien inmueble de utilidad pública entre el municipio y el representante del conjunto comercial Navarra el día 28. Añadió que una vez firmada la compraventa se esperaba que el representante legal del citado centro comercial firmara la autorización de intervención temporal del proyecto para continuar con las obras.

En octubre de 2020 sufrió otro retraso, porque unos predios no habían sido comprados en su totalidad.

La alcaldía tuvo que firmar el contrato de compraventa de este bien inmueble que se observa a la derecha, con lo cual pudo continuar con los trabajos en Cuatro Vientos.

Y más dificultades

Frente a las labores que se desarrollaban en el barrio San Luis, el 14 de octubre de 2020 el alcalde aseguró que trabajaban en la adquisición de unos predios que se debieron comprar desde el inicio del proyecto, pero no se hizo.

“Hay dos sitios que no se han podido adquirir. Uno es una panadería donde hay varios herederos y hasta ahora se logró una conciliación con ellos. El otro predio involucra un condominio con el que ya estamos hablando, para que la obra continúe y no haya más retrasos”, aseguró el mandatario local. Lamentó que estas situaciones no se hayan previsto desde un principio, “No se puede construir en lo que no es de uno y eso se debió prever desde el comienzo, pero lamentablemente no se hizo y en el acta de inicio no quedó constancia de estas graves falencias”, señaló.

La Secretaría de Infraestructura precisó que todas las acciones necesarias para la adquisición de los predios ya estaban en marcha y se esperaba que al finalizar la semana ya todo se encontraría en orden y la obra podía seguir avanzando según lo trazado.

La interventoría, entre tanto, informó que la intersección vial de Cuatro Vientos registraba un avance del 82%, y esperaban que la Alcaldía “sea diligente” en cuanto a las gestiones prediales para que la obra no vaya a sufrir retrasos.

En noviembre de 2020 se volvió a frenar por el traslado de unas redes de luz y el empalme de tuberías. En diciembre de 2020 fue retrasada nuevamente por el contratista, quien pidió una prórroga y una inyección de $2.072 millones más para su finalización.

En marzo de 2021 aparece un nuevo problema y es la importación de un material necesario para trasladar unas tuberías en las zonas verdes.

El contratista, Unión Temporal Construnorte, esperaba tener lista la obra para el 17 de abril 2021.

Mediante comité de obra en el que participaron la Secretaría de Infraestructura, el contratista y la interventoría de la intersección vial Cuatro Vientos, se acordó suspender la ejecución del contrato de obra No. 2817 de 2018, por 20 días contados desde el 15 de junio de 2021 hasta el 4 de julio de 2021, para trabajar en las soluciones que permitieran el avance de la obra y así cumplir con el 2% restante para concluir la obra.


Sin embargo, un mes después, la obra continuó paralizada, razón por la cual, los habitantes de las comunas 3 y 4, líderes comunales y comerciantes del sector, volvieron a alzar su voz de protesta para exigirle a la administración municipal que gestionara lo más rápido posible una solución, pues la espera los perjudicaba.

Iniciando julio se reunieron con Jairo Yáñez, para conocer la situación de la obra. En esa oportunidad, el mandatario les señaló que la administración municipal, hasta el momento, había cumplido con todas las condiciones del contrato y que se encontraban al día. Les hizo saber sobre la improcedencia del reclamo de 2.800 millones de pesos que hacía el contratista por concepto de sobrecostos en la ejecución del proyecto, por lo cual, este tenía 10 días para presentar un recurso de réplica y continuar el diálogo para lograr acuerdos y terminar la obra.

Yáñez les explicó que la administración municipal acudió a las vías jurídicas y de obra para dar cumplimiento y entregar el proyecto a cabalidad. Por su parte, desde la Secretaría de Infraestructura manifestaron que, el proceso se encuentra en términos jurídicos, por lo que no darán declaraciones hasta tanto no se resuelva legalmente la situación.

La Alcaldía explicó a comienzo del mes de agosto de 2021 que el contrato de obra pública N° 2817 de 2018, que había suscrito con la Unión Temporal Construnorte, terminó el pasado 27 de julio “sin que se hubiera cumplido por el contratista el 100% de su objeto contractual”.


Según información de la interventoría y del supervisor, la obra alcanzó en el plazo fijado para su terminación un avance del 97,44% sin que la misma fuera, a la fecha, funcional para el uso seguro de las comunidades aledañas. Entonces, Jairo Yáñez declaró la urgencia manifiesta para concluir la mega obra.

Eliana Medina, secretaria de Infraestructura Municipal, detalló en ese momento que el nuevo contrato tendrá una inversión de aproximadamente 900 millones de pesos y estará a cargo de la ingeniera Charlotte García, quien cuenta con una experiencia de 10 años en obras de esta magnitud.

“En cumplimiento del cronograma establecido luego de la urgencia manifiesta declarada, el 30 de agosto se habilitó la arteria vial norte-sur, es decir, desde el barrio San Luis hacia la redoma de San Mateo. Desde el 6 de septiembre está funcionando la conexión de la rotonda de San Mateo con la calle 20 del barrio San Luis, subida al barrio La libertad; así como la conexión de la calle 20 con la Av. 3 del barrio San Luis, bajada de Cuatro Vientos en dirección a la rotonda de San Mateo.

El viaducto sería entregado el 19 de octubre. El compromiso de la administración municipal era acelerar los trabajos, por lo que también se laboró en horario nocturno, domingos y festivos. Una vez habilitada la mega obra en su totalidad, se procedería en los siguientes dos o tres meses a reparar las calles que habían servido de corredor vial alterno en los dos años que se construyó el puente de Cuatro Vientos, bautizado ahora como Viaducto BRISAS DEL PAMPLONITA.

Habilitación total

Desde el viernes 15 de octubre de 2021 fue habilitado por completo el tránsito vehicular del Viaducto BRISAS DEL PAMPLONITA, antes llamado intersección Vial Cuatro Vientos. La Alcaldía de Cúcuta entregó la obra en cabeza del alcalde Jairo Yáñez, quien aseguró que este es un logro de su administración que traerá mejor movilidad y fluidez en el tránsito municipal.


Entre tanto, Eliana Medina, la secretaria de Infraestructura de Cúcuta, aseguró que “por fin podrán entregar todos los ejes viales de la ciudad para el disfrute de la comunidad”.

La obra tendrá una inversión total aproximada a los 35 mil millones de pesos, según la secretaria. Se continuará con las reparaciones de las vías que fueron afectadas durante los trabajos por el tránsito en vías adyacentes. La misma tendrá que esperar, pues quedan restando los trabajos de urbanismo y espacio público.

En conclusión, la obra original establecido por la administración municipal anterior de César Rojas Ayala, ha tenido una serie de problemas que aumentó su tiempo de entrega de 14 meses hasta los 34 actuales, cuyo costo fue cercano a los $33.000 millones. Tuvo en su totalidad tres contratistas, dos de ellos, por diferentes problemáticas, no pudieron seguir adelante con el proyecto.

El primero de los contratistas, que no alcanzó a iniciar el contrato, tuvo que ser reemplazado porque tenía una inhabilidad de 15 años por parte de la Contraloría General de la Nación.

El segundo contratista fue la Unión Temporal Construnorte, empresa a la que le liquidaron el contrato en julio de 2021 debido a sus retrasos y presuntos incumplimientos por los cuales avanza un reclamo por parte de la Alcaldía de Cúcuta.


Finalmente, la obra fue entregada a comienzos de agosto 2021 a la ingeniera Lizeth Charlot García Gonzales, que, con el acompañamiento de la administración municipal, la cual decretó una urgencia manifiesta, tenía la misión de culminar las labores de trabajo en un tiempo récord y adicionar trabajos de embellecimiento y funcionalidad, los cuales continuarán durante unos días más hasta que se haga la entrega total de la obra.

En su momento, Martín Santos, abogado de la Unión Temporal Construnorte, dijo que el contrato que firmó la administración para la terminación de la obra con la ingeniera Charlot García tenía tintes de nulidad, pues se expidió con base a la citada urgencia manifiesta, que fue declarada por la Contraloría Municipal de Cúcuta, a finales de agosto, como desfavorable.

En ese entonces, el alcalde Jairo Yáñez señaló que respetaba el pronunciamiento de la Contraloría Municipal, pero que no lo compartía, porque contrario a lo que allí se mencionaba, ellos tenían todos los soportes jurídicos, económicos y de movilidad necesarios que respaldan la decisión.

Finalmente, desde el 5 de octubre 2021, la Contraloría General de la República decretó la intervención funcional de oficio sobre el proyecto, por lo que son ellos quienes desde esa fecha asumieron la vigilancia y control fiscal de la obra.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.


martes, 29 de marzo de 2022

2036.- CHAPINERO, CUMPLIO 69 AÑOS DE LUCHA COMUNAL

Ronaldo Medina (La Opinión)

Algunos sitios forjados con esfuerzo para beneficiar a los habitantes, hoy están en el olvido.

69 años (2021) atrás, la visión urbanística del fallecido líder comunal Gabino Medina Mendoza fue lo que conformó lo que hoy se conoce como el barrio Chapinero.

José Antonio Medina, hijo, aún recuerda las hazañas de su padre, cuando en la antigua carretera a El Zulia, Medina y la comunidad que lo respaldaba hicieron cerrar las cantinas y organizaron la limpieza de la maleza para la repartición de terrenos de forma planificada, con lotes de 10 metros de frente por 25 de fondo, medidos con pasos por falta de decámetros.

Cada dueño de lote aportó 40 pesos para las calles, y respaldados por Obras Municipales, trazaron cuadras, manzanas y recibieron prestada la maquinaria para abrir las vías de este sector de la ciudadela Juan Atalaya.

Las primeras casas fueron construidas con adobe y ladrillo forzado; aunque la modernidad ha reestructurado las bases de algunas viviendas, aún muchas de ellas conservan el primer material.

La capilla de lo que hoy es la Parroquia Santos Apóstoles fue la primera obra; un lugar modesto, ahora convertido en un descomunal recinto con fachada estilizada en ladrillo, gracias a los fondos aportados por la comunidad y la coordinación de los sacerdotes que han pasado por ella.

“Nos tocó hacer de todo, con rifas y bazares, para que hoy en día la parroquia sea uno de los lugares más bonitos de nuestro barrio”, comentó Adrián Murillo, edil de la comuna 7 que reside en Chapinero.

Por esta invasión, Antonio relató que los dueños de las tierras hicieron preso a su padre, pero la misma comunidad se organizó en caravanas de buses con banderas y liberaron a Gabino. Después acordaron que cada dueño pagaría por la propiedad ocupada.


Emblemas

Frente al templo, se encuentra el parque que es motivo de orgullo para los vecinos; hace 2 años fue transformado mientras William Villamizar era gobernador, luego de una inversión cercana a los 1.500 millones de pesos.

“El problema en este sector es que el terreno es muy poroso y eso dificulta las obras. Se puede construir algo muy bonito, pero con el tiempo surgen grietas que dañan las estructuras, así que con el parque se tuvo que hacer un trabajo especial de base para que perdure un buen tiempo”, dijo Murillo.


Lo que antes una extensa cancha de tierra, ahora beneficia a toda la comunidad con múltiples escenarios deportivos abiertos al público.

Pero, más allá de estos sitios, cuando los habitantes de Chapinero piensan en algo que los identifique, lo primero que viene a sus mentes es el megacomplejo deportivo, transformado durante los periodos gubernamentales de Villamizar y Edgar Díaz.

“Antes era una cancha de tierra, que en cada fuerte ventisca levantaba ola tras ola de polvo y nos sacaba a correr, pero le dieron un embellecimiento alrededor con canchas y zonas verdes a donde vienen personas de otros lugares a entrenar y jugar campeonatos”, agregó Murillo.

Otro lugar es el Colegio Santos Apóstoles, que poco a poco ha ido ganándose su lugar entre los colegios públicos de la ciudad que se destacan por sus buenos resultados.


Lugares en olvido

A pesar de sus emblemas, no todos los sitios en Chapinero gozan de las mismas condiciones. En la avenida 1 con calle 1, un polideportivo tradicional ha estado abandonado durante los últimos años. Según habitantes, no por negligencia comunal, sino por falta de apoyo del gobierno municipal.

“Está acabado y se lo han tomado los consumidores de alucinógenos, que no dejan que los niños gocen de este sector”, puntualizó el edil.

Cerca de allí, en otrora funcionaba un puesto de salud que atendía comunidades cercanas a Chapinero como María Paz, Pizarro, Cerro Norte, Cerro de La Cruz y parte de Sevilla, pero fue clausurado por el Instituto Nacional de Salud y ahora está en total abandono, saqueado y desvalijado por la delincuencia común.

La comunidad pide que el lugar sea recuperado para que lo entreguen a la Junta de Acción Comunal, a alguna asociación de adultos mayores, a madres cabeza de hogar o a los ediles de Cúcuta para poder sesionar, pero que sea entregado a alguien que le dé utilidad y no dejar que se perpetúe como foco de inseguridad.

Escuelas como José Celestino Mutis también se deterioran en infraestructura, con salones muy antiguos a la espera de una renovación.

En los inicios de Chapinero, estos lugares fueron gestionados por la misma comunidad, quienes, liderados por Medina, solicitaron médicos y profesores.


Sin casa comunal

Otra inconformidad en Chapinero es que, a pesar de tener un espacio asignado para servir como casa comunal, el sitio ya no les pertenece legalmente. Años atrás, fue entregado a la Defensa Civil, que luego lo dio en cuidado a una familia que, 22 años después, al día de hoy permanece ahí.

Esperan iniciar un proceso para recuperarlo, pero para que también la Defensa Civil no pase por alto a la familia que lo ocupa y les reconozca un lugar donde sean reubicados.

“A la Junta, al igual que a nosotros los ediles, nos toca estar como los mendigos, pidiendo favores en un lado y otro para que nos permitan hacer las reuniones”, indició Murillo.


Vías cerradas

De acuerdo con habitantes, el deterioro en las vías ha llegado a tal punto que, en algunos sectores, han preferido cerrar el paso para no perjudicar a los autos que circulan. El año pasado, un camión que pasaba por la calle 3 entre avenidas 1 y 2, sufrió afectaciones y por poco cae en una casa que estaba habitada por cinco personas.

Durante la presente administración, aseguran que han buscado formas de ser visitados, pero dicen que ha sido totalmente imposible que sus problemas sean escuchados.


Personaje

Gabino Medina, quien nació en Los Vados y vivió un tiempo en Pisarreal, fue el fundador del barrio Chapinero, dueño y propietario de la funeraria que lleva su apellido, también tuvo el título del ‘mejor sobandero de la ciudad’ a finales de los años 60 y fue el último maquinista del ferrocarril de Cúcuta, un líder social en todos los sentidos, que trabajó por comunidades y dejó un legado como presidente de Junta en los barrios Sevilla y El Llano.

Festividades

En honor a los Santos Apóstoles, en quienes recibe honor la parroquia, cada año la comunidad se congrega a conmemorar a San Pedro y San Pablo, patrones de su fe.

Aunque las circunstancias actuales han limitado las concentraciones, en antaño organizaban bazares para recolectar fondos en pro de la parroquia y reformarla.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

domingo, 27 de marzo de 2022

2035.- LA CAMPIÑA DE 'EL ESCOBAL', SIN SALIDAS

La Opinión


Con alrededor de 22 años desde su creación, la urbanización La Campiña del Escobal fue construida en dos partes. Primero, la calle principal con algunas casas, y hace ocho años terminaron otro sector con una totalidad de 80 casas que albergan a 300 habitantes.

La Junta de Acción Comunal (JAC) se conformó otra vez hace tres años, porque sus antiguos integrantes ya no residen en el sector. Durante algunos años estuvieron sin ningún actor representativo que mantuviera unida a la comunidad, hasta que, motivados a regresar con dedicación por el bienestar de su gente, los vecinos se reunieron en el parque principal y la volvieron a organizar.

Poseen dos sitios de esparcimiento deportivo y un espacio dedicado al culto religioso, una capilla que hace parte de la parroquia del Viejo Escobal. El padre los visita dos veces entre semana y cuatro veces el fin de semana para garantizar el derecho a profesar su libertad religiosa.

Según comentan los vecinos, son más las calles en mal estado que las buenas en La Campiña, aunque la vía colindante con el Nuevo Escobal tiene la mitad de la carretera en camino de herradura. Años atrás, los residentes utilizaron un relleno como solución temporal, pero hoy se encuentra agrietado y lleno de baches.


Las proximidades del río

La condición de cercanía de La Campiña al río le otorga sus pros y contras. Por un lado, la brisa que recorre el lugar es constante, y en general consideran al barrio como un buen sitio para vivir, pero existen tantos animales en los alrededores y la maleza que los rodea es tan alta que han sufrido por ataques de serpientes, roedores y ranas.

Desde la JAC le solicitaron a Veolia un mantenimiento para reducir la hierba y evitar más visitas inesperadas. La empresa afirmó que cortarían cinco metros de profundidad, pero al llegar la brigada encargada, solo cortaron 1,5 metros, además, les dejaron los escombros en el barrio, pues un camión vendría a recogerlos, pero nunca lo hizo.

También, debido a la cercanía al río, reciben visitas de los indios yukpa, pero por la pandemia y la falta de ayudas gubernamentales a la población nativa, no poseen implementos de seguridad para evitar el esparcimiento del coronavirus.

“Los niños a veces vienen con caucheras a matar los pájaros, pero ya se habló con los caciques para arreglar esta situación. El otro inconveniente es que muchas veces los niños vienen desnudos al barrio y eso genera un choque de cultura porque nuestros hijos no están acostumbrados a ver eso”, expresó un vecino de la comunidad.


Las travesías para la construcción de los parques

Los vecinos han construido sus sitios de esparcimiento por sus propios méritos, un ejemplo de ello es uno de los dos parques del sector, que fue posible por gestión del presidente actual, Omar Ortega.

Ortega se encontraba en Atalaya cuando un barrio pensó en desechar arcos y columpios para remodelarlos. Al ver esto, les preguntó si se los podían regalar, y con sus propios recursos, los trasladó a La Campiña, en donde, con ayuda de la comunidad, los renovaron e instalaron.

Aun así, los parques no tienen la iluminación necesaria. Han mandado los proyectos para implementar las atracciones biosaludables, pero solo hasta hace dos semanas un ingeniero de la Alcaldía asistió a verificar la situación e instalar las luminarias pertinentes.

El parque principal presenta una situación similar. Al no tener iluminación, jóvenes de otros barrios aledaños como Nuevo Escobal y Viejo Escobal lo utilizaban para el consumo de alucinógenos, por lo que, por la inseguridad que generaban, la comunidad tuvo que colgarse de la energía de un poste e instalar un bombillo.

Centrales Eléctricas de Norte de Santander (CENS), al enterarse del percance, cortó la iluminación y dijo a la comunidad que pasaran cartas donde solicitaran los permisos para ellos llevar la luz, cosa que hizo la Junta, sin embargo, CENS no volvió a ir al lugar y prefirieron conectar de nuevo su única fuente de seguridad en la noche.

También en el parque existen 3 árboles que, por su gran altura y la podredumbre en su interior, atentan contra la seguridad de las casas cercanas y afectan la carretera. Hace dos años, un árbol en estado similar se cayó, por fortuna no había nadie cerca, pero aun así destruyó una de las bancas de cemento.

Gregorio Hernández, integrante de la JAC, comentó que desde la oficina de Gestión del Riesgo asistieron a una inspección y les dieron la razón, sin embargo, les explicaron que no podían cortarlos porque no tenían el permiso y que el asunto competía a Corponor.

“Ahora solo nos queda esperar a que uno de esos árboles no caiga cuando las personas estén en el parque”, comentó el vecino.


Encerrados

Uno de los accesos a este sector de la Comuna 4 fue cercado por un lote de la Fiscalía y la otra por una constructora que planea urbanizar en el terreno.

Un problema urgente en el barrio son sus salidas. A la hora de planear y construir la urbanización se pensó en una entrada principal por Nuevo Escobal y dos salidas más por unas vías en camino de herradura, no obstante, una fue cercada por un lote de la Fiscalía para guardar vehículos y la otra por una constructora que planea urbanizar el terreno, lo que ha acarreado inconformidad en la comunidad.

“Hablamos con Planeación, ellos nos dijeron que era con Infraestructura e Infraestructura nos mandó con la inspectora de la Policía, quien afirmó que eso no era competencia de ella. Solicitamos a las dos curadurías las licencias de construcción de la empresa, pero no existían, porque están construyendo en una vía pública”, comentó Hernández.

Ante esto, el subdirector de Control Físico y Ambiental del De-partamento de Planeación Municipal, Oscar Granados Ramírez, recomendó a la ciudadanía presentar la denuncia correspondiente ante los canales de Peticiones Quejas, Reclamos, Sugerencias, Denuncias y Felicitaciones (PQRSDF) de la Alcaldía de Cúcuta, con el fin de verificar la situación y exigir el cumplimiento de las normas urbanísticas que otorgan los curadores urbanos a través de las licencias expedidas.







Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

viernes, 25 de marzo de 2022

2034.- VALLE ESTHER, MEJORAR VIAS Y SERVICIOS PUBLICOS

La Opinión


Ubicado en la ciudadela de La Libertad, Valle Esther se caracteriza por ser un barrio que goza de un clima fresco, con un ambiente apacible rodeado de árboles que, en sintonía con el viento, confortan a sus residentes hasta en las tardes más soleadas de la ciudad.

Las primeras invasiones se dieron hace 45 años por parte de familias pobres de lugares aledaños, como Aguas Calientes, La Libertad y otros sectores de Cúcuta.

En los primeros tiempos, la comunidad sufría por la falta de agua, pues la única fuente a la que podían recurrir era la de aguas termales que brotaban en Aguas Calientes. Hasta allí iban los pobladores a recoger el líquido en baldes para llevarlo a sus ranchos.

Según recuentos históricos, las personas iban, lavaban la ropa en este lugar y tomaban las reservas necesarias para su diario vivir, sin embargo, debían pasar un tramo largo que hacía difícil el paso por el peso de los recipientes en los que llevaban el líquido.

De la misma forma, para poder tener energía eléctrica debían ‘colgarse’ de los cables de otros barrios y tomar el servicio de forma ilegal, pues no contaban con los postes en su sector.

Para esa época se intentó construir un tanque en el corazón del barrio y suplir la necesidad principal que era la falta de agua, pero esto generó problemas entre los que vivían en la zona porque tenían que hacer largas filas para lograr obtener la provisión de un día.

La comunidad espera que los impuestos pagados en años anteriores se vean reflejados en obras.

Las dos versiones

Respecto al nombre del barrio, se conocen dos versiones: una, que vivía por aquellos parajes en un ranchito una anciana muy conocida en los alrededores, quien criaba chivos y se llamaba Esther.

La otra versión señala que así se llamaba la finca propiedad de María Esther Prieto de Lamk, quien fue la encargada de vender los terrenos a la Junta de Acción Comunal, para que este fuera un terreno legal.

Aunque ambas versiones tienen la misma popularidad entre los vecinos, en lo que todos concuerdan es en que Valle Esther era conocido por los matorrales y cujíes que crecían por doquier, razón por la que la gente tenía que inclinarse al transitar por esta zona, o sus cabellos se podrían enredar en las zonas verdes.

Hoy 2021, este sector de la ciudadela La Libertad posee un aproximado de 6.000 habitantes y tiene diversos sitios de esparcimiento, unos más relevantes que otros, como la cancha sintética Valle Esther, insignia del sector, ubicada en la avenida 17, una de sus vías principales, por donde circulan la mayoría de carros y vehículos de transporte público.

Sin embargo, varios vecinos, preocupados por el escaso mantenimiento que las administraciones anteriores han prestado a las más de 20 calles que se encuentran deterioradas, han gestionado mediante la Junta de Acción Comunal (JAC) y la administración actual un proyecto para adelantar estudios y pavimentar seis de las vías más transitadas y mejorar la circulación de todo el barrio.

Parques y zonas oscuras son usadas por los consumidores de drogas durante las noches.

Las buenas gestiones de las empresas públicas

“Veolia es una empresa que, al menos en esta zona, es muy atenta. Cuando la maleza alcanza una altura prolongada y es necesario podarlas, no dudan en asistir al llamado. Y si tenemos problemas con la barrida de algunas calles, a los días nos solucionan”, expresó Carlos González, presidente de la JAC.

Los habitantes resaltan que, gracias a que el alcalde (Jairo Yáñez) ha procurado llamar y atender a la Junta del barrio, se creó un canal asertivo de comunicación que ha permitido tejer estrategias para arreglar parques, vías y legalizar predios sin costos adicionales a las personas que han vivido en los terrenos durante años.

La comunidad espera que, después de tantas administraciones que no han colaborado en el crecimiento urbano del barrio, ahora se devuelvan con obras los recursos que pagan con sus impuestos.

El arreglo de calles continúa siendo una necesidad urgente.

Inconvenientes y atrasos con los servicios públicos

Debido a la ley para diferir el pago de los servicios públicos que creó el Gobierno el año pasado para contrarrestar los efectos de la pandemia, los vecinos de Valle Esther relatan que muchos inquilinos no pagaron sus obligaciones y ahora los dueños de propiedades se encuentran preocupados por el alza en sus recibos de agua.

“Eso fue injusto para los dueños de casa, nadie garantizó que las personas arrendadas pagaran sus obligaciones.

A mí, como a muchos otros, me quedaron debiendo más de 600 mil pesos en recibos”, expresó González.

También denuncian las fallas en el servicio de alumbrado público. Meses atrás, cuando la iluminación de la cancha sintética presentó problemas, a la JAC no le quedó otra opción que obligar a la concesión mediante una tutela para el reemplazo de las luminarias.

La seguridad, recalcó el presidente, ha mejorado considerablemente. En años anteriores era común ser testigo de robos a plena luz del día o en la noche al frente de la misma casa de las personas, a mano de encapuchados con motos que atemorizaban el sector, pero una vez se reforzaron los cuadrantes de seguridad y ejecutaron operativos en el barrio, la situación mejoró.

Sin embargo, si bien se ha contrarrestado en el sector, todavía siguen existiendo pequeños robos y consumo de sustancias sicoactivas. Los jóvenes, en su mayoría, se valen de la maleza de los parques y de las zonas sin luz para cometer estos actos.

Desde la JAC han solicitado en varias oportunidades el apoyo de un CAI móvil en el lugar, para impedir la presencia de jíbaros y consumidores en los parques, pero no ha sido posible la gestión del mismo.

“Con la presencia de un equipo de uniformados en las zonas más críticas, los muchachos no vendrían y mejoraría la tranquilidad que se respira en algunos ambientes del barrio”, finalizó González.

El puesto de salud se convirtió en una bodega de archivos.

En 1997, las personas que residían en este barrio celebraban la construcción de un puesto de salud, que lograría ahorrarles viajes hasta otros barrios o incluso al centro de la ciudad. Allí se hacían consultas de medicina general, odontología y exámenes de laboratorio, sin embargo, en ocasiones se veían cortos ante la demanda del sector.

Al parecer, la alegría fue efímera. González precisó que se convirtió en un espacio para guardar archivos de Imsalud, ahora los vecinos de Valle Esther se quedaron sin un lugar para las consultas de medicina externa y por lo tanto deben trasladarse hasta el barrio La Libertad y ajustarse a la demanda de este.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

miércoles, 23 de marzo de 2022

2033.- BUENOS AIRES, ANHELA SEGURIDAD CON ILUMINACION

La Opinión


A finales de la década de los 70, familias humildes invadieron terrenos ásperos e inhabitados, llenos de cujíes, matorrales y grandes piedras. Poco a poco, levantaron allí ranchos de cartón o madera, que con el tiempo reemplazaron por pequeñas casas de bahareque o ladrillo, con techos de eternit y láminas de zinc.

De ese asentamiento surgió lo que hoy se conoce como barrio Buenos Aires. A diferencia de lo que muchas personas piensan, este nombre no fue dado en honor a la capital de Argentina, sino que, al estar cerca al aeropuerto internacional Camilo Daza, los habitantes solían decir que las fuertes ráfagas de viento que se generaban eran ‘buenos aires’.

Los terrenos, en un principio, pertenecían a Sodeva Limitada, pero, con el paso del tiempo, las personas comenzaron a comprar los lotes de forma legal y construyeron sus viviendas adecuadamente.

Alberto Gómez, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), relató que comenzaron a ser considerados como barrio legalizado hasta 1983, cuando obtuvieron la personería jurídica.

Junto a la malla del aeropuerto internacional Camilo Daza hay otra cancha de fútbol
que no es usada por sus malas condiciones.

Servicios públicos, un proceso lento

Debido a que estos terrenos eran completamente baldíos y solo estaban cubiertos por maleza, los servicios públicos no llegaban. Las velas eran las encargadas de iluminar las residencias en las noches, mientras que, para el uso del agua, los habitantes debían comprar carrotanques de agua.

Las familias construían tanques de grandes dimensiones en sus casas y los llenaban cada vez que llegaba el vehículo de suministro, incluso así seguía sin ser suficiente.

Las mujeres que se encargaban de las labores del hogar debían desplazarse hasta el barrio San Luis con los bultos de ropa y lavarla a orilla del río Pamplonita.

Fue hasta finales de la década de los 80, durante el mandato de Margarita Silva, que pusieron el servicio de agua y alcantarillado, que desde entonces los surte.

Centrales Eléctricas de Norte de Santander (CENS) fue la que se encargó de instalar los primeros postes que iluminaron las calles y las viviendas.

La delincuencia ha dañado las máquinas biosaludables y han robado piezas durante las noches.

Un sueño incompleto

El anhelo más fuerte de este sector de la ciudadela Juan Atalaya es fortalecer el deporte, pero sin el servicio de energía en parques y canchas, están a la merced de la delincuencia.

Desde sus inicios, los habitantes de este sector de la ciudadela Juan Atalaya han mantenido firme el anhelo de fortalecer el deporte mediante la construcción de un complejo deportivo con varias canchas multifuncionales.

En 2018, Coldeportes se encargó de cumplir ese sueño, con una inversión que superó los dos mil millones de pesos.

La construcción incluyó una gran cancha sintética de fútbol con gradería, cancha multifuncional con cubierta, un parque infantil, un parque de juegos biosaludables, ciclorruta, senderos peatonales y zonas verdes.

A pesar de que el complejo cumplió con casi todas las expectativas, la iluminación se volvió deficiente, de tal manera que, de acuerdo con el presidente de la JAC, la delincuencia aprovecha la oscuridad para robarse partes de los parques biosaludables y la cancha de ping pong.

“Hemos tratado de organizar todo, incluso a los vendedores que usan los chalecos con el nombre de la cancha para que los identifiquen, pero el tema de los robos y drogas se nos ha salido de las manos”, precisó Gómez.

La Parroquia Santo Niño de Atocha fue construida en 2019,
en un trabajo conjunto entre comunidad y Diócesis.

La deuda millonaria

En la anterior administración, desde que se remodeló el parque por obra de la empresa Unión Temporal Buenos Aires, los vecinos del sector no han podido hacer uso de él por completo.

La comunidad manifiesta que la obra nunca fue entregada al 100 por ciento, pues la empresa dejó una deuda de 7’830.000 millones de pesos por concepto de alumbrado público y energía, por lo que, a inicios del 2020, Centrales Eléctricas de Norte de Santander (CENS) decidió cortar el servicio.

“Es un parque recreativo, lo utilizan adultos mayores, niños, jóvenes y personas que hacen deporte, pero al empezar la noche es imposible quedarse allí”, expresó Jefferson González, edil de la comuna 7.

Luego de aquel incidente, la inseguridad aumentó considerablemente. La comunidad señala que los jóvenes se reúnen en el parque después de las 6 de la noche, en especial en la zona de las barras laterales, momento en el que la oscuridad es ideal para consumir sustancias psicoactivas, hurtar a la comunidad y, en algunas situaciones, practicar actos sexuales en el lugar.

El sector, por medio de una solicitud que se radicó en la Alcaldía de Cúcuta, gestionó un convenio entre la alcaldía y las empresas de servicios públicos para preservar la luz del establecimiento deportivo durante todo el año pasado, hasta diciembre del 2020.

Sin embargo, en febrero de este año 2021 cortaron de nuevo el servicio público, recreando la pesadilla de inseguridad que habían creído superar. La comunidad tuvo el apoyo de la fuerza policial durante unas semanas, pero la medida funcionó hasta que ellos dejaron de ir.

El consorcio, por su parte, aseguró que no tiene injerencia en el problema, señalan que sus cuentas se reducen a hacer mantenimiento y acciones operativas, por lo que los arreglos tienen que ser efectuados por CENS y la administración actual.

La Alcaldía fijó una fecha para ejecutar una visita técnica y estudiar la gravedad de la situación, pero la incumplió.

Los vecinos están a la expectativa de la respuesta que dé la administración municipal. Afirman que pagan sus servicios de electricidad y ahí se discrimina el concepto de alumbrado público, por lo que les parece injusto pagar por un problema en el que no tuvieron nada que ver.

CENS aseguró que la administración municipal asumirá la deuda de la cancha para proceder a reconectar el servicio por parte de la empresa, tomando como punto de partida el compromiso de la alcaldía para gestionar de servicio provisional a definitivo.

Planeación Municipal adelantó que el caso está en revisión a través de la Subdirección de Gestión y Supervisión de Servicios Públicos, a la espera de dar respuesta.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

lunes, 21 de marzo de 2022

2032.- ESCANDALOS A LA ORDEN DEL DIA, 1943

Gerardo Raynaud (La Opinión)


Era el año 43 del siglo XX y los cucuteños comenzaban a cansarse de los continuos escándalos protagonizados por los más diversos personajes de ciudad, privados o funcionarios de las administraciones locales y regionales. Eran tantos y tan diversos que fueron la delicia de los lectores de los distintos medios escritos de la época, que llenaban páginas enteras de chismes y habladurías, los que después se recreaban en mayor proporción en los tradicionales cafés, donde los más criticones ampliaban a su acomodo las, a veces, incómodas realidades.

Resulta que en una oportunidad fueron tantas las quejas que llegaron a la alcaldía y a la gobernación que ambos funcionarios tuvieron que reunirse para poder tomar una decisión conjunta para tratar, por lo menos, de atenuar en una mínima proporción, el malestar generado. Se trataba de un vulgar cabaret, decían los vecinos de la calle diez con avenida novena, en cuya esquina se propiciaba toda clase de escándalos, al punto que las familias ‘honorables’ que por allí vivían estaban abandonando el lugar para no seguir siendo testigos presenciales de esos ‘prostíbulos vergonzosos’. Aunque por el momento se conocía sólo de su intención de darle solución al problema, los periodistas reconocieron el noble gesto de los mandatarios.

Pero ese no era el único de los inconvenientes, en ese mismo sentido. Otro de iguales o mayores dimensiones ocurría en torno a otro botiquín llamado ‘Bacardí’, en el que decían textualmente “donde sí que es verdad que no se paran en pelillos para escandalizar a todas horas del día y de la noche”.

El argumento esgrimido por la ciudadanía en general, era que muy posiblemente, los dueños de tales negocios no se hubieran dado cuenta de lo ocurrido por tratarse de dos jóvenes decentes, sin embargo, se espera que la policía les hará las notificaciones pertinentes a fin de que ordenen morigerar esos brotes de excesivo machismo, en el propio corazón de la ciudad, pues tampoco es creíble que porque al ron le hayan puesto el nombre de ‘Motilón’, que viene de salvaje, los que lo tomen se ‘salvajisen’ tan afrentosamente.

Todas estas consejas que se entablaban en los corrillos de los edificios públicos y en los cafés, se habían tornado más frecuentes de lo tradicional y todo porque, según decían, el señor alcalde se ‘motilonizó’ a raíz de unas intervenciones que protagonizó en algunas viviendas populares, “con las mismas furias del río Pamplonita, en tiempos de invierno”.

Por los lados de la Asamblea, las cosas no eran diferentes. Algunos de los diputados se quejaban por los debates que se habían desarrollado en torno a un proyecto que llamaron “mortuorio de la Empresas Municipales”, en un momento de mucha tensión para tratar de solucionar los problemas de suministro de agua potable, pero también de modernizar la ciudad con la construcción de un sistema de alcantarillado, proyecto que apenas estaba ideándose para un futuro que consideraban aún lejano.

Pero eso no fue todo en el recinto de la Duma. En la sesión del 14 de junio, dicen las crónicas de la época que hubo desastres de magnitud gigantesca. Los diputados Sixto Reyes Peinado e Isidoro Herrera pusieron de vuelta y media al gobierno, debido a la defensa ‘cursi’ que el señor Secretario de Hacienda don Ernesto Vargas Lara, trató de hacer sobre los proyectos de Ordenanzas que fueron presentados a su consideración.

Los diputados se fueron lanza en ristre contra el funcionario a raíz de un asunto de contrabando en el cual estuvo involucrado y que era desconocido por gran parte de la opinión cucuteña y que, por acusarlo de la pérdida de una tubería destinada a la población de Ricaurte, hubo vocablos de grueso calibre y casi se van a las manos con el señor Herrera. Las cosas fueron calmándose con la ayuda de los presentes y no hubo desgracias que lamentar.

Siguiendo con los cuentos de la Asamblea de ese año, el tema más álgido fue el de la Empresa Departamental de Teléfonos, empresa que llevaba varios años oficializada por cuenta del gobierno departamental, para evitar los monopolios que venían presentándose en otras regiones del país y evitar los abusos, sobre todo en tarifas, que obligaron al gobierno nacional a intervenir el sector.

En el año que venimos comentando, como sucedía desde el momento de su ‘departamentalización’, algún tema era de debate obligado en la Asamblea y en esta ocasión, según denuncias que fueron enviadas a los diputados, se decía que había unos faltantes de más de 900 teléfonos en los depósitos oficiales y que en las cuentas de caja le sobraban al contador más de mil pesos. Como sucedía en la mayoría de los casos, en esos aciagos tiempos, nada trascendental ocurría, pues los padrinazgos políticos todo lo tapaban.

Pero no eran únicamente motivo de controversia y de discusión las cuestiones de política partidista a las cuales no perdonaban oportunidad para ‘darle palo’, en un momento dado y por cuestiones no propiamente políticas, al Colegio de la Presentación le cortaron algunos servicios del acueducto, sencillamente porque así lo estimó necesario el encargado de la administración respectiva, hasta el extremo que durante varios días el establecimiento no pudo atender los servicios sanitarios y todo porque según los rumores, se debía a la ‘odiosidad’ que manifiestan ciertos jovenzuelos por la instrucción religiosa que allí se impartía.

Ese rumor, de ser cierto, obligaba a la ciudadanía a tomar cartas en tan delicado asunto pues no era justo que quienes llegaban a esos puestos de poder, cumplieran instigaciones tan repugnantes y repudiables; eran los días de las apariciones de grupos de funcionarios con tendencias ‘comunistoides’, que se habían enquistado en algunos niveles del gobierno, aprovechando la asunción del partido liberal.

Los problemas derivados de la falta de empleo, en parte originados como consecuencia de la guerra, que aunque estaba llegando a su final, no era menos incierta, la población cucuteña se quejaba de la indolencia de las autoridades en remediar esa angustiosa situación, por esta razón, pedían que del gobernador para abajo se bajaran a la plaza pública a examinar los abusos que estaban cometiendo con la clase trabajadora, pues de un lado, empresarios se negaban a contratar a los obreros no adictos al régimen actual y por otro, patrones, jefes e ingenieros de las obras públicas, pretenden estandarizar un ‘modus vivendi’ única y exclusivamente para los amigos del gobierno, en perjuicio de una mayoría que sí trabaja alejada de los políticos y la politiquería.

Así dicen… que era como remataba el redactor sus columnas.







Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

sábado, 19 de marzo de 2022

2031.- LA UNION, HIZO LA FUERZA EN LA COMUNA TRES

Ronaldo Medina (La Opinión)


Lo que inició en el año 1977 como una invasión al barrio Boconó, hoy es conocido como La Unión, un sector en la ciudadela de La Libertad que ha sido levantado por el empuje y el sudor de sus propios habitantes.

Los más antiguos aún mantienen vivo el recuerdo de cuando extensas capas de prados verdes cubrían el rededor.

Allí solían pastorear los animales de las fincas del barrio Boconó, renombrado entre los cucuteños por ser uno de los más antiguos de la ciudad junto a San Luis.

Pensado en un principio como una extensión de Santa Ana, las casas en ese entonces fueron levantadas en tabla y paroi. Fue el difunto Milsiadez Correa quien, junto a otros pobladores como Mateo Cadenas, Samuel Sambrano, Jorge Moreno, Ramón Rodríguez, Alberto Jaramillo y Ciro Gáfaro, llevaron las máquinas que les permitieron trazar las calles y dar inicio a obras independientes.

Los recibos llegaban a nombre del barrio Santa Ana, pero, a partir del 1 de diciembre de 1983, obtuvieron su personería jurídica.

“Nuestros grandes fundadores ya partieron al descanso eterno, pero aún vive uno de ellos, el señor Ángel Custodio Mercado, de 72 años”, comentó Carlos Camacho, edil de la comuna 3 que reside en La Unión.

Invisibilidad al municipio

Como manifestó Camacho, en La Unión cada logro y alcance obtenido ha sido ‘sudado’. También han recibido la mano de administraciones anteriores, pero en la actual, a pesar de que dicen haber solicitado ayudas en múltiples ocasiones, se sienten olvidados e invisibles.

Este barrio, a pesar de que fue cimentado con la mano de su gente, no cuenta con iglesia, colegios, centro de salud ni escenarios deportivos propios.

“Por comuna tenemos garantía a 200 millones de pesos en presupuesto participativo, pero nos llevan de reunión en reunión. Aquí tenemos muchas cosas por hacer, muchas calles y parques por arreglar y no se ha visto nada. Si esto no cambia ahora, es posible que ese dinero nunca lo vayamos a ver”, agregó el líder comunal.

El efecto comienza a notarse, las vías en La Unión se agrietan, las tuberías estallan y las obras logradas con el esfuerzo comunal se desmoronan con el pudor del tiempo. Son pocas las calles que se mantienen en buen estado, y sin embargo, ni garantizándole a la administración la mano de obra de parte de ellos, dicen haber visto interés.


Alumbrado intermitente

Desde hace meses, los habitantes han sido testigos de una prolongación de oscuridad en las calles por falta de arreglos en las luminarias.

Expresan estar cansados de enviar derechos de petición para que las visitas técnicas sean realidad, pero ante la negativa de parte de la concesión, han decidido optar por una tutela a la espera de que la agotada súplica sea atendida.

“En algunas partes no hay luz y en otras se presentan fallas. Cuando hicieron los cambios de lámparas, algunas no las cambiaron por tener transformadores. Me tuve que enfrentar al señor gerente y pedirle que me diera la lámpara para yo mismo instalarla sin cobrarle un peso”.

Ahora, la comunidad hace un urgente llamado al compromiso con los barrios históricamente apartados en los que las obras municipales han sido escasas y sin seguimiento.

Por falta de esa gestión, el único parque biosaludable con el que cuentan en La Unión está totalmente a oscuras. La lámpara anterior, conseguida e instalada por la misma comunidad, ya dejó de funcionar, dejando ese lugar a merced de la delincuencia. Después de las 10:00 de la noche, aseguran que es mejor no pasearse por el lugar.

Sin iglesia ni escenarios deportivos

Nacido como una extensión de Santa Ana, este sector de la ciudadela La Libertad fue cimentado conforme a las posibilidades. El crecimiento, aunque fue seguro, no recibió la financiación suficiente para dotar al barrio de iglesia o escenarios deportivos propios.

Cada vez que los vecinos desean hacer uso de uno de los campos, asistir a servicios religiosos o acudir al centro de salud, por ordenanza del Concejo Municipal, tanto en La Unión como en Boconó, deben desplazarse hasta el barrio Santa Ana.

El único lugar de esparcimiento propio con el que los dotó alguna administración pasada fue el parque biosaludable, durante el mandato de Donamaris Ramírez, en una extensión al lote del salón comunal.

“Se lo pedimos a Víctor Suárez cuando era concejal. Cuando nos dijo que sí, creímos que serían mentiras, pero sorprendentemente, al mes llegó la maquinaria a trabajar y organizar el campo”.

Y aunque pequeño, cumplió las expectativas y anhelos de poder decir que el parque es de su jurisdicción. También permitió solucionar un problema de sanidad, pues algunos habitantes habían convertido el lote en un espacio para arrojar y acumular basuras.


Salón comunal, al borde del desplome

“Hoy nuestro salón comunal está totalmente deteriorado y sin manera alguna de hacerle arreglos, porque la respuesta que nos dio César Rojas fue que debía ser arreglado por nuestra cuenta con bazares y gestiones”, expresó Camacho.

El equipo de La Opinión, en el recorrido por el sector en mayo 2021, identificó paredes en obra negra a punto de caer, losas podridas, maleza y peligros punzantes para cualquier curioso que se acerque. Por este mismo motivo, la comunidad lo mantiene clausurado, a la espera de poder recuperarlo algún día.



Más seguridad

En una reunión pasada de ediles con el general Moreno, Camacho como presidente de la Junta Administradora Local (JAL) de la comuna 3, solicitó la presencia de un Comando de Atención Inmediata (CAI) frente a la iglesia de Santa Ana.

Aseguran que es necesaria una unidad móvil que cubra estos tres barrios hermanos (La Unión, Boconó y Santa Ana), porque su afiliación al cuadrante de Bellavista llega a ser insuficiente la mayor parte del tiempo por la saturación de problemas en las otras zonas.

Reordenamiento

Si bien hace tiempo los límites de La Unión fueron definidos, aún algunos al borde con Santa Anta, pero pertenecientes a La Unión, poseen errores en la delimitación, motivo por el que los recibos llegan con la dirección errónea.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

miércoles, 16 de marzo de 2022

2030.- ANASTASIO RAMIREZ QUINTERO

Luis Alberto Gómez Forero


Anastasio Ramírez Quintero, nacido en el corregimiento, hoy municipio de El Zulia, de Las Tapias, el 4 de marzo de 1935, sus padres fueron Alcira Quintero Quintero y Anastasio Ramírez González. Parte de su juventud la pasó con sus abuelas, Pastora y Amacilece ayudando en las faenas de ordeño. En el Zulia estudió sus primeras letras, cuando llegó al barrio Sevilla de Cúcuta, trabajó al lado de su padre en ganadería, cárnicos y panadería, fue parte importante en la construcción junto con su familia y otros vecinos de la iglesia de La Candelaria.

Su amor por la radio comenzó cuando tuvo la oportunidad de colaborarle a José Gregorio Acevedo en el noticiero Cúcuta ‘Al Día’ de la Voz de Cúcuta y de allá pasó a Radio Guaimaral, luego a la Voz de La Victoria, Caracol, Colmundo, Radio 24, Voz del Río Zulia, La Voz del Orinoco en Venezuela y Circuito ABC de la Costa.

Así mismo escribió para el Diario de La Frontera en Cúcuta y para la prensa venezolana, en el diario 2001, al Diario de Caracas y Ultimas Noticias.

Fue un deportista destacado de la lucha olímpica y libre profesional, tiene a su haber 5 títulos nacionales y dice jocosamente que hizo tocar el himno nacional en el puerto El Callao Perú, cuando obtuvo el título de campeón de Suramérica, Centroamericano y del Caribe, fue cofundador del Comité de Ganaderos del Norte de Santander, de Norlácteos, de Asidemos, de Cinescarcut, de Frigómetro, del G11, de Frigofrontera, Cicrodeportes hoy Acord.

Tuvo parcela en Alejandra dónde fue presidente de la Junta Comunal, así mismo con Chepe Contreras, don José Miguel López Calle, Benjamín Gómez y con el HIMAT inició labores de construcción del minidistrito de riego.

Dice Anastasio que las grandes pasiones de su vida son El Zulia, Coganor, Plaza de Ferias y la radio, se levanta a las 3 am a revisar el material del programa ‘Arroyito Campesino’ que se inicia a las 4 am, igualmente a las 9:00 am, participa en el programa La Razón, dónde hace arrechar a Rafael Mora Bonilla, dice: "Que muera donde muera" , lo lleven para su pueblo que tiene todo pago en Los Olivos y que si lo tienen que cremar, que "le apliquen anestesia total porque esa abrochada arde mucho" - dice textualmente - y que las cenizas las tiren en el pozo de Los Conejos o en La Marmoleja, en su defecto en el pozo de El Guamo que fue donde hicieron las grandes pesquerías con su señor padre y todos los cocopelaos de los Becerra.

Leyendas del deporte cucuteño: Anastasio Ramírez Quintero (Lucha Olímpica), 
Germán ‘Burrito’ González y Rolando Serrano (Fútbol)

Con su esposa doña Lidia García Quintero tuvieron 4 hijos, Jhon, Roberto, Rommy y Rocío, así mismo Jair que pertenece a otra manada, los varones que sobresalieron, son Jhon y Roberto que alcanzaron el rango de Coroneles del glorioso Ejército de Colombia. Anastasio padre de 23 hijos, 2 fallecidos y de 16 no recuerda sus nombres.

Profesor durante 14 años de Lucha Olímpica, asistió a los Juegos Panamericanos de Cali con asesoría de los japoneses Tosumo Hanajara y Oki Okuda. El Periodismo Deportivo lo reconoció durante 3 años como el mejor entrenador regional. En el Grupo Mecanizado Maza siendo Comandante el Coronel Alvaro Riveros Abella, durante 3 años fue profesor de defensa personal.

Comentario de Hugo Espinosa Dávila: Compañero Luis Alberto, qué hermosa y propicia crónica de nuestro común amigo Anastasio. Con tu venia, le faltó decir que la canción colombiana que más le gusta es Pueblito viejo del maestro José A. Morales.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.