En el terreno donde solo había tunas, cujíes y escobilla; hoy está fundado un barrio en el que habitan familias trabajadoras, echadas para adelante y con sueños por cumplir.
El barrio Niña Ceci fue fundado en el año 1975 por la señora Ernestina Contreras de Moreno, en terrenos ejidos de la ciudad donados por Juana Rangel de Cuellar. En sus inicios contó con 800 habitantes quienes recibieron lotes que la señora Ernestina vendió en ese entonces por la cifra de 40.000 pesos. Al repartir el terreno, los requisitos que se solicitaron fueron pagar la suma acordada, tener una carta extra juicio y presentar la cédula.
Las primeras casas en el barrio que se ubica en la comuna 8 de la ciudad, se edificaron algunas con madera, otras con costales o los materiales que podían comprar sus dueños. Su nombre Niña Ceci, se le asignó en honor a la primera dama doña Cecilia Caballero de López, esposa del expresidente Alfonso López Michelsen. Un 07 de agosto en medio de una reunión para definir cómo iba a ser nombrado el barrio, propusieron que fuera el nombre de la primera dama.
“Ella se llamaba Cecilia, pero como era de la costa, a las damas allá por respeto se les dice Niña, entonces bautizaron el barrio como niña Ceci”, aseguró José Ramón Lizcano Cárdenas, quien vive hace 45 años en este lugar.
Según Ramón los terrenos del barrio son unos de los más antiguos de Cúcuta, tanto así que hay personas que aseguran que Simón Bolívar pasó con sus tropas y su vez inició la Batalla de Cúcuta más adelante en el barrio 28 de febrero.
También comentó, ``Cuando estábamos peladitos, veníamos acá a cortar escobilla y hacíamos escobas para venderlas a dos centavos en la plaza de mercado”.
Durante la venta de los lotes, Ernestina encontró apoyo en Pedro Valenzuela, un topógrafo del departamento, para que fuera el encargado de topografiar el terreno y definir las calles y avenidas de Ceci.
En sus inicios, la junta de acción comunal consiguió que se nombraran algunos profesores para dictar clases a los niños. Las clases se hicieron en las primeras casas que tenía el barrio, donde alquilaban un espacio para enseñar y matricular a los estudiantes. Fueron seis los profesores que trabajaron en Niña Ceci, en la institución llamada Escuela de Artesanos Gremios Unidos #55. Más adelante las hermanas Carmelitas fundaron la Escuela Teresa Guasch #56.
El barrio en los años 80 logró tener los servicios de alcantarillado y acueducto, gracias a la labor de Ernestina, Rafael Valbuena, el primer presidente de la junta de acción comunal y manifestaciones que se organizaron. Durante ese tiempo Niña Ceci, era catalogado como un barrio de zona roja, donde tildaron a sus habitantes como malandros que lideraron las protestas.
Adultos y jóvenes, eran señalados como ladrones por personas de la ciudad, sin embargo, gracias a su lucha lograron grandes cosas para el barrio, demostrando no ser los delincuentes que creían.
Donde fue la primera escuela, hoy queda el Colegio Claudia María Prada, construido con esfuerzo y cerca este, la Institución Educativa Presbítero Daniel Jordán. Todos los domingos se hacía mute, pasteles y bazares para recoger fondos y hacer más aulas donde estuvieran cómodos los estudiantes. El nombre del colegio se dio en honor a Claudia María Prada Ayala, una mujer que junto a su esposo ayudó para que se creara el colegio. Prada, fue secuestrada y sacrificada, por eso decidieron llamarlo así para enaltecer su nombre.
Niña Ceci, conecta con los barrios 28 de febrero, Palmeras, Cúcuta 75, Loma de Bolívar, Doña Nidia, Carlos Ramírez París, Belisario, entre otros.
Sus habitantes se dedican al comercio informal, construcción y emprendimientos. También en el barrio se encuentran supermercados, tiendas, restaurantes, ventas de ropa, talleres de ornamentación, carpintería y revisión de motos.
“Todos somos unidos y colaborativos, cada uno tiene su casa, compartimos y estamos hablando entre vecinos”, dijo Humberto Pabón, quien tiene 11 años de vivir en el barrio.
Las personas que habitan en Ceci anhelan ser escuchados para que se solucione el problema de algunas calles que se han ido deteriorando con el tiempo y otras a las que les hace falta pavimentar.
El famoso Kiosco
Se llama así porque a doña Ernestina le regalaron unas palmas y con ellas se hizo un kiosco redondo, al que se le puso ladrillo y fue el lugar donde se hicieron las primeras reuniones del barrio. Ahí se dictaron clases y tuvo lugar la celebración de las santas misas. También fue el punto de partida para que se crearan barrios como Belisario, doña Nidia, Carlos Ramírez París y el 7 de agosto.
“La idea es hacer un mural donde se dibuje un kiosco en un costado del colegio, con su historia y personajes para que la gente entienda por qué se le puso ese nombre”, acotó el señor Lizcano. Ahora el lugar se ha convertido en un sector comercial donde varios habitantes del barrio han abierto negocios.
Las personas que llegan a visitar el barrio, preguntan y buscan el kiosco pero no conocen el por qué le llaman así.
Un periódico con historia
Como motivo de celebración por los 40 años del barrio, la junta de acción comunal creó el periódico del barrio, apoyado por el Ministerio de Cultura. El impreso tuvo como lema ‘Celebra la vida, Ceci Somos Todos’.
Nelson Rojas, presidente del barrio en el periodo de 2012-2016 fue el director del periódico y contó con un equipo de personas que hicieron posible la publicación del mismo. Fueron dos columnistas e historiadores, los que ayudaron para redactar datos históricos que se pueden evidenciar en el impreso.
También se diagramó y diseñaron cada una de las páginas, para que se viera lo más estético posible. Doce páginas componen el periódico donde se puede encontrar la historia del barrio, fotografías de la época, el comité de la junta de acción comunal, personajes importantes en el desarrollo de la comunidad, avances, temas sociales y culturales.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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