Hermano Arturo Monier Samoyré.
El hermano lasallista Arturo Monier Samoyré nació el 18 de marzo de 1893 en Mendel de Satriére, Francia. Fueron sus padres Piérre Monier y María Someyré. En 1912 llegó a Colombia de 19 años, recién recibidos los primeros votos lasallistas. Se desempeñó ejemplarmente como, titular de clase, profesor de matemática y francés, prefecto de disciplina o rector en varios colegios lasallistas del país, entre ellos Instituto de La Salle de Bogotá, Provincial San José de Pamplona, Sagrado Corazón de Jesús de Cúcuta y parece que también estuvo en el Instituto Técnico Dámaso Zapata de Bucaramanga. Uno de sus compañeros Hermano Lasallista, Jorge Solano, lo describió muy apropiadamente, como: “De palabras cortantes y de maneras corteses, de atenciones delicadas, de soluciones rápidas, de constante actividad y de capacidad inconmensurable”.
Hay confusión de cuál fue el papel real del Hno. Arturo Monier sobre el basquetbol en Colombia, porque existen diversas versiones alusivas, de personas que afirman o por comentarios de tradición oral o por documentos personales de que, fue él quien lo trajo al país, y lo difundió como disciplina deportiva entre el estudiantado, endosándole ser el pionero del basquetbol o el precursor del mismo.
Debemos recordar que la historia del basquetbol comienza en el año 1891, cuando el instructor de deporte canadiense James Naismith del YMCA (Asociación de Jóvenes Cristianos), en Springfield-Massachussetts (Estados Unidos), empezó a promover el deporte para ejercitar a los alumnos en época de invierno; todo comenzó con una caja de duraznos como cesto: ponía el cesto en lo alto (en árboles o muros); para poder sacar el balón del cesto, debían escalar, cuando anotaban. Inicialmente la cantidad de jugadores era ilimitada. Evolucionaron sus reglas y organización, hasta llegar a lo que es actualmente el deporte. El Salón de la Fama del Basquetbol se encuentra en dicha ciudad.
En cuanto a la llegada del deporte a Colombia, existen varias versiones o podría ser una coincidencia de las mismas: una de ellas dice que, fue traído por jóvenes estudiantes colombianos que se encontraban en Estados Unidos y regresaron en 1908 a continuar sus estudios en Barranquilla en el Colegio Americano; otra que, pudo llegar por Cartagena o Buenaventura, traído por los infantes de marina en 1910, quienes lo dieron a conocer primero en esas regiones costaneras, para luego pasar al interior del país; y por último, a través de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, quienes comienzan a llegar de Francia en 1890 en pequeños grupos y se incrementa su presencia a partir de la primera década del siglo XX.
Debido a la aplicación estricta de la Ley de ‘Asociaciones’ aprobada en 1901, por el primer ministro francés Émile Combes, dedicada a la disminución de las congregaciones religiosas en la educación, la cual concluyó con la supresión del Concordato de 1801 y su sustitución por una ley que declaraba la completa separación de la Iglesia y el Estado de Francia, que, obliga a la congregación a buscar opciones, para seguir su vida religiosa y su apostolado en otros países. En ese momento, precisamente en Colombia había más bien, acercamiento entre el clero y el estado. Sin embargo, no se detecta actividad de basquetbol de los hermanos lasallistas en Colombia, sino hasta principios de la década de los años 20’s del siglo pasado, a pesar de haberse decretado en 1904 por ley reglamentaria que, la educación debía cumplir cuatro ámbitos fundamentales en la formación de niños y jóvenes: moral, intelectualidad, cívica y EDUCACIÓN FÍSICA.
Al revisar la historia sobre el juego, se asegura como la fecha más probable, la del 18 de julio del año 1925, cuando se disputa el primer partido organizado de basquetbol en el país, y fue entre dos equipos lasallistas del Liceo La Salle, con el motivo previo de las fiestas patrias de nuestro país. Este significativo hecho, pauta las enseñanzas hacia los alumnos-jugadores por parte de los hermanos lasallistas, principalmente del Hno. Arturo y del también hermano francés Janebaud, desde Bogotá, junto a otros hermanos anónimos, en sus recorridos por las escuelas cristianas quienes de una u otra manera, contaron con el apoyo y entusiasmo de don David Martínez Collazos, profesor de La Salle en Santander, todos ellos y en su tiempo, fueron quienes dieron a conocer en esos años veinte, las nociones y prácticas del juego en el alumnado lasallista colombiano.
Desde entonces, este deporte se difundió por los institutos educativos lasallistas, tanto en Bogotá, Bucaramanga, San Gil, Cúcuta y Pamplona, así como en otras ciudades. Por lo anterior, sin descartar las alusiones históricas sobre el juego incipiente del basquetbol en los puertos marítimos colombianos y otras formas. También podemos afirmar rotundamente que, ‘si los Hermanos de las Escuelas Cristianas no fueron los que lo trajeron a Colombia, sí fueron promotores muy importantes en el desarrollo y masificación del mismo’. Ellos, como educadores y su eslogan de “mente sana en cuerpo sano”, además de reconocer el buen ejercicio corporal y mental para los alumnos, visualizaron lo funcional para aplicarlo en sus instalaciones y lo agradable de ejecutar por sus practicantes, en complemento a la gimnasia, en materia de Educación Física en sus establecimientos. Por eso, las primeras canchas reglamentarias se construyeron en el Liceo La Salle de Bogotá, que sirvieron de escenario posteriormente, para los encuentros de basquetbol en los Juegos Bolivarianos de Bogotá en 1938.
Ahora bien, lo que sí está comprobado, es que el Hno. Arturo fue el pionero del ‘’deporte de la cesta’’ en la región nortesantandereana; es así que, al llegar a Cúcuta en 1931 trajo a la ciudad el basquetbol; implantó el juego enseñando los fundamentos del deporte a la muchachada del colegio y construyó la primera cancha en tierra en la ciudad de Cúcuta.
Ya para 1933, se jugaba competencias inter-clases ocasionales y, para 1934 se juega los días sábados en la mañana y durante los meses de mayo a septiembre, el primer campeonato inter-cursos, en presencia de familiares y amigos; juegos que casi siempre eran dirigidos por el Hno. Arturo. Los jóvenes que más sobresalieron y fueron admirados por el público por su juego, fueron los Corsajistas: Alfonso Soto, Elías Fuentes París, Lucio Andrade y Virgilio Barco Vargas.
Había penetrado tanto estos juegos en el ámbito deportivo de los alumnos, sus padres y ciudadanía en general, que se palpaba también en las damitas de la ciudad su entusiasmo, quienes no se perdían ninguno de esos juegos en la canchita en tierra, para ver sus nuevos y espigados ídolos deportivos.
Para 1936 siendo rector el Hno. Domingo León en el colegio Sagrado Corazón de Jesús de Cúcuta y rector del colegio Provincial San José de Pamplona el Hno. Arturo Monier (que continuaba impulsando la práctica de dicho deporte), se programaron dos partidos en el año, así: en mayo se jugó el Trofeo Alcaldía de Cúcuta y en octubre el Trofeo Alcaldía de Pamplona. Estos eventos se transformaron en momentos de fiesta y algarabía, así como de intercambio social y de fraternidad entre profesores y alumno de las instituciones y de emoción entre el público en general que, masivamente asistieron en ambas ciudades. De esta manera brotó una entusiasta rivalidad deportiva sin límites, entre los dos colegios y el deporte creció en ambas ciudades desmesuradamente, hasta el punto que, surgió la idea de efectuar un campeonato nacional en Cúcuta.
Eso no quedó olvidado, la iniciativa fue concretada desde el primer mes del año 1937 pues, varias de las madres de jugadores y señoras amigas de la ciudad y los colegios, entusiasmadas con la idea, efectuaron reuniones de trabajo y comenzaron a recaudar fondos para tamaña empresa, organizando ´vespertinas bailables’ en sus casas, como por ejemplo la de Emma Mora de Hernández, Rufina González de Gómez y María Luisa París de Fuentes.
Con estas actividades en recaudo, ya organizadas las señoras, lograron convencer al Hno. Domingo León para que las apoyara y consecuencialmente consiguiera el beneplácito del gobernador Francisco Lamus, recordemos que el colegio dependía del gobierno departamental. Entonces, para el mes de marzo se formó el Comité Organizador de un campeonato nacional masculino de basquetbol, presidido por el gobernador Francisco Lamus, como vicepresidente el Hno. Domingo León, como secretario-tesorero el doctor Carlos Madariaga y colaboración de los señores Roque Abel González y Alejandro Sánchez Cuadro. El Hno. Arturo Monier fue nombrado como Director General del Campeonato.
Inmediatamente se procedió a adecuar y demarcar las medidas reglamentarias de la cancha en tierra en el colegio Sagrado Corazón, preparar al personal técnico y de apoyo e iniciar los entrenamientos de los jugadores preseleccionado de los colegios lasallistas de Cúcuta y Pamplona, para lo cual intensificaron encuentros de fogueo entre ellos. Entre las colegialas a su vez se comenzó la escogencia de las madrinas para las delegaciones participantes.
El representativo del Norte, fue seleccionado del resultado de un intercambio deportivo jugado en la cancha de Cúcuta entre los colegios Sagrado Corazón de Cúcuta y Provincial de Pamplona, cuyo ganador fue este último. Los integrantes del equipo representativo entonces fueron: Toto Hernández, Pablo ‘’Capi’’ Morales, Gustavo Castellanos, Luis Enrique Sanjuán, Carlos Arenas, Santiago Hernández, Alfonso Soto, y Lucio Andrade único refuerzo del Sagrado Corazón de Cúcuta. Se inscribieron 5 equipos: Santander (La Salle), Bogotá (Hispania), Tolima (La Salle), Norte (La Salle) y Boyacá retirado a última hora por problemas internos.
Finalmente se realiza un Campeonato Masculino de Basquetbol Nacional en Cúcuta del 20 al 28 de junio de 1937, con la participación de cuatro equipos, jugándose la final entre Norte y Bogotá, obteniendo el campeonato Norte de Santander.
Foto-recuerdo del devocionario del Hno. Arturo, donde se encontró una estampita que,
al reveso, escrita a puño y letra del Hermano, hay una oración a Ntra. Sra. de La Estrella,
Virgen Patrona de los Hermanos Lasallistas. -Recuerdo personal de su exalumno,
mi primo Manuel Alfonso Bermúdez Peñaranda.
Como aspectos resaltantes de este campeonato a nivel nacional de basquetbol masculino, además del trofeo de campeones obtenido para los representantes de nuestro departamento, fue nombrado Toto Hernández mejor jugador del evento. Merece mención especial el esfuerzo de la casi naciente radiodifusión de Cúcuta, al lograr transmitir los juegos en forma completa por La Voz de Cúcuta. El equipo radial lo conformó Luis María Díaz Matheus con los hermanos Pompilio y Alejandro Sánchez Cuadro, quienes trabajaron en una plataforma improvisada en un árbol.
Se dice que, como anécdota del evento quedó, el lanzamiento del experimentado árbitro costeño José Giardonelli, al agua de la antigua piscina ovalada del colegio, y fue también correteado hasta el hotel Internacional en la esquina de la avenida 4ta. con calle 14, donde se alojaba él y las delegaciones de afuera, por inconformes aficionados, debido supuestamente a decisiones erráticas tomadas en el transcurso del partido, como por ejemplo concluir el partido antes del tiempo reglamentario por falta de garantía hacia su persona.
Entre los hitos en el desarrollo del basquetbol en Colombia tenemos: previo al campeonato nacional mencionado, se efectuó la primera competencia formal entre equipos lasallistas en el Liceo La Salle el 18 de julio de 1925; fue en 1926, en los llamados Juegos Olímpicos realizados en Bogotá, cuando el baloncesto fue incluido por vez primera, como deporte de competición nacional; el primer partido entre un equipo nacional y extranjero, se realizó el 4 de julio de 1931 en la cancha del Club Deportivo Tequendama en Bogotá; en 1934 se conoció en el país el reglamento de baloncesto, versión en español, traducción hecha por Billy Sport en Cartagena; en 1937 se fundó la Federación Colombiana de Basquetbol, organismo encargado de conducir todo lo relacionado al ‘’deporte de la cesta’’, que, no tuvo ninguna intervención en el campeonato nacional efectuado por los hermanos lasallistas ese mismo año; en 1938, Bogotá es sede de los Juegos Bolivarianos, en conmemoración del IV Centenario de la fundación de Bogotá, en el cual Colombia se corona campeón de basquetbol masculino y femenino y los juegos se efectuaron en las canchas del Liceo La Salle.
En 1939 Norte de Santander, ya comienza a aparecer en competencias nacionales en los libros y distinciones, al quedar subcampeón el colegio lasallista Sagrado Corazón de Jesús en el Primer Campeonato Nacional Intercolegiado de Básquetbol Masculino, efectuado del 25 de junio al 10 de julio en Tunja. En esa oportunidad el representativo del Valle del Cauca fue el campeón; se distinguieron por Valle los jugadores ya de talla internacional por su participación en los Juegos Bolivarianos, Juan Pablo Urrea, Pablo Morcillo y Julio Múnera, este último considerado al momento, el mejor jugador de Colombia, y por Norte integrado, entre otros, por: Domingo Ignacio Valderrama (capitán del equipo), Francisco ‘Pacho’ Contreras, Pablo Moreno, Alberto Bustamante, Gustavo ‘’El mono’’ Castellanos, Moisés Barroso, Toto Hernández (ya un jugador cotizado) y Toto Fuentes revelación y catalogado mejor jugador del campeonato; al año siguiente Toto Fuentes integra la selección Colombia, teniendo el honor de ser el primer deportista cucuteño de cualquier actividad, que integra una selección nacional.
De acá en adelante, ya se conoce la historia del basquetbol del Norte de Santander, donde las semillas sembradas del ‘’deporte de la cesta’’ por el Hno. Arturo Monier, se multiplican y no terminan de germinar, representadas en la infinidad de premios y trofeos que ha dado el basquetbol Corsajista, la gran cantidad de basquetbolistas que han representado al departamento y hasta algunos han llegado a representar a Colombia meritoriamente. ¡Gracias Hno. Arturo por esa obra!
Para nosotros los corsajistas, debemos recordar que el Hno. Arturo estuvo tres veces en el colegio Sagrado Corazón de Jesús de Cúcuta: en 1931, cuando llegó como prefecto de disciplina y dejó como legado la historia mencionada; entre 1963 y 1964, regresó nuevamente como prefecto y con carga académica y; por último, retorna en 1968 como prefecto y profesor titular de 5to. bachillerato, pero desafortunadamente su salud desmejora y sufre un derrame cerebral falleciendo inesperadamente el 9 de junio de ese año. Sus alumnos que habían iniciado un programa de servicio militar obligatorio estudiantil, durante el velorio le efectuaron guardia de honor permanente.
Sus restos fueron sepultados en Cúcuta donde permaneció por varios años que, luego fueron tratados de llevar al cementerio donde la comunidad de los Hermanos de las Escuelas Cristianas lleva a sus Hermanos fallecidos en Bogotá, pero los habitantes de Pamplona, lo reclamaron como hijo de la ciudad y fueron depositados sus restos en la Catedral de Pamplona, donde reposan actualmente.
No hay duda del cariño, aprecio y reconocimiento que ha tenido el Hno. Arturo Monier por todos quienes lo conocimos, es así que hasta el presidente Eduardo Santos en 1940 le dio felicitaciones personales por el buen desempeño en la admisión de sus alumnos bachilleres del colegio Provincial de Pamplona a la Universidad Nacional y también del presidente Carlos Lleras Restrepo, su ex -alumno, con una nota de condolencia muy sentida a la congregación por su partida. Durante su vida recibió homenajes por parte del gobierno francés: las condecoraciones las Palmas Académicas y la Cruz de la Legión de Honor y por parte del gobierno colombiano: la Cruz de Boyacá, la Medalla Camilo Torres y la Medalla Cívica de Pamplona.
GALERIA FOTOGRAFICA CAMPEONATO NACIONAL, 1937
Desfile inaugural del campeonato nacional de básquet en 1937 por las calles de Cúcuta.
En primer plano el hermano Domingo León y don Carlos Madariaga,
más atrás las madrinas de los equipos.
Madrinas del nacional de básquet 1937, acompañadas del doctor Francisco Lamus
gobernador del departamento y su señora Teresa de Lamus, entre ellas: Ana Delina Gómez,
María Elena Cuberos, Aurora González, Maruja Saieh, Soledad Hérdenes, Lici Jurgensen,
Eumelia Duarte y Lola Jácome.
Antes del partido final: de pie los integrantes del Hispania de Bogotá.
Agachados los jugadores de La Salle del Norte de izquierda a derecha: ‘’Capi’’ Morales,
Soto, Sanjuán, Arenas, ‘’Toto’’ Hernández, Hernández, Castellanos y Andrade.
Momento de la final de baloncesto durante el campeonato a nivel nacional celebrado en 1937.
El "capi" Morales recibe por intermedio de Maruja Saieh, el trofeo de Campeón
al concluir el partido ante Hispania de Bogotá.
De pie: Santiago Hernández, María Elena Cuberos, Lola Jácome, Francisco Lamus
(Gobernador), Eumelia Duarte,Hermano Arturo, Maruja Saieh, Carlos Madariaga,
Aurora González, Lici Jurgensen, Soledad Hérdenes y Ana Delina Gómez.
Sentados: Carlos Arenas, Luis San Juan, Alfonso Soto, Toto Hernández,
Gustavo Castellanos, ‘’Capi’’ Morales y Lucio Andrade.
Colaboradores y
referencias: Alfredo Díaz Calderón, consultas personales y libro ‘El Deporte Cucuteño
desde 1900-2000’; Eduardo Yáñez Canal, libro ‘Sin Tocar el Aro’; Eduardo Díaz Fuentes,
Manuel Alfonso Bermúdez Peñaranda, Hno. Lasallista Edgar Figueroa Abrajim,
consultas personales; Recopilación Hno. Lasallista Jorge Solano Libro ‘115 Años
de Historia 1903-2018 de Corsaje’.
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