Silvia Carvajal S. plasma en su obra surrealista dos carreras: Diseño y Arquitectura
A los seis años Silvia Carvajal agarró por primera vez un pincel y una paleta de colores para invertir el tiempo libre en las vacaciones del colegio Los Almendros. De manera indirecta sus padres la indujeron a ese mundo en la Casa de la Cultura de Cúcuta y también para que aprendiera a tocar piano.
Dos años después saltó al taller del maestro Alonso Cerón para que afinara sus trazos y escalara los niveles de lápiz, pastel, acuarela hasta llegar a pintar al óleo.
A los 15 años se desbordó pintando en óleo en un enorme cuadro con el que compitió en unos intercolegiados del Santa Teresa. Ahora disfruta sin medir el tiempo ni la distancia ser artista a pesar del susto que pasaron sus padres porque querían que fuera Arquitecta.
Inició a estudiar Diseño en la universidad Los Andes de Bogotá, carrera intermedia entre arte y Arquitectura. En el segundo semestre se matriculó también en el taller de Armando Castro y Misael Alfaro. Siete años ininterrumpidos pintando los sábados hasta la una de la tarde. Se graduó en Diseño y su tesis laureada de unas ilustraciones botánicas sobre lugares en Colombia. Y mi profesora me dijo que concursara. El año pasado estaba trabajando en la Universidad Nacional como arquitecta, pero también presentándose a convocatoria.
El año pasado empezó otro proyecto basado en fotografías de ciudades que toma su primo Dionysis Toumazis. Cree que están pasando muchas cosas y las ignoramos. Llevaba seis cuadros de la obra que tituló ‘La vida en movimiento’ cuando los sometió a concurso en la Galería Melaká. Se presentaron 400 artistas y pasaron el filtro 40 y solo escogieron a dos.
“Esas obras tienen influencia arquitectónica y para mi edad soy bastante clásica”. Reconoce que nunca había tenido una exposición “quería colgar mis cuadros e ir a verlos. Llevaba cinco meses intentándolo.” Y también está estrenando trabajo como analista de marketing de una desarrolladora de proyectos en Bogotá.
"Hago renders en la empresa". Además, es la embajadora de la marca de marcadores Pelikan.
El 9 de febrero se abrirá la exposición de arte figurativo con la obra: ‘La vida en movimiento’ donde Silvia Carvajal Sánchez hace un compendio de situaciones cotidianas "en la que la gente va absorta, pensando completamente en sí mismo. Siguiendo su vida, tratando de ignorar todo lo que está pasando a su alrededor. Y esos pasajes se ‘condensaron’ en 53 cuadros que se colgarán por primera vez.
'Aborigen' es una obra inédita de cuadros que retratan una realidad sobre los ciclos de la vida. La artista cucuteña considera "que cada especie que haga falta va a hacer que el ciclo se destruya, entonces resulta finalmente dañando el ecosistema". Está concebida con lápices prismacolor. Incluye ilustraciones sobre páramos y animales. “Estoy feliz, pienso que voy por el camino correcto y pensando en nuevos proyectos para seguir concursando y exponiendo".
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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