sábado, 11 de mayo de 2024

2425.- NOTICIAS SUELTAS DE LOS AÑOS 20 SIGLO XX

Gerardo Raynaud (La Opinión)

Damos rienda suelta, en esta crónica, a una serie de noticias breves que se publicaban en los periódicos de Cúcuta en los años del título, a manera de noticias abreviadas que tenían como título “Sueltos”.

1. A finales de 1920, la Asamblea Departamental aprobó la Ordenanza 56 de ese año en la que se reglamentaban los derechos sobre el consumo del tabaco. La Ordenanza no fue de buen recibo de los industriales del sector y se despertó una áspera discusión, no por el aumento de las tarifas que en ella se establecían sino por la falta de claridad y las posibles incompatibilidades con algunos artículos de la Constitución.

En abril de 1921, los industriales asociados del ramo, publicaron la siguiente nota a manera de protesta: “…Los derechos sobre el consumo de tabaco en el departamento. Cualquiera que sea su calidad y procedencia, se cobrarán a razón de $0.50 centavos oro el kilogramo, peso neto, del 1° de julio al 31 de octubre del presente año, y del 1° de noviembre en adelante a $0.80 centavos oro como lo estipula el Art. 1° de esta Ordenanza”.

A continuación escriben: “… deducimos: si conforme al Art. 204 de la Constitución Nacional, que cita el señor Secretario, ningún aumento de Tarifa puede hacerse efectivo sino seis meses después de promulgada la disposición que lo fije, y siendo obligatorio que el nuevo Rematador ha de posesionarse el primero de julio venidero, la parte de la segunda base del Proyecto que se dice que ‘la ley lo que expresamente grava es el consumo, por las existencias de tabaco que los Rematadores encuentren el 1° de noviembre, en que se eleva la tarifa’, viene a ser un absurdo tanto mayor cuanto que a virtud de él nadie se atreverá a hacer posturas.

En nuestro concepto, para evitar ruinosa competencia que los tenedores salientes hicieran a los nuevos Rematadores, el Gobierno debía recoger las existencias y desprenderse de los derechos pagados, deduciéndolos en proporciones mensuales del aumento en el nuevo aforo.

Por lo demás, sostenemos que la graciosa muletilla de los ‘derechos adquiridos’ de que trata el Parágrafo 2° de la Ordenanza debiera modificarse, cuanto antes, pues mientras los probables Rematadores se tropiecen con ella, la Renta no prosperará ni habrá de salir de las manos que la tienen, como lo veremos”.

2. Las actividades sociales eran muy frecuentes, sobre todo en los niveles más altos de la sociedad cucuteña y por ello, las notas sociales que publicaban los distintos medios se hacían notar, pues eran además la comidilla de los conocidos tertuliaderos que se formaban al caer la tarde en los diferentes cafés de la ciudad. En esta ocasión, se publica un ‘suelto’ relacionado con un personaje muy importante en 1921, toda vez que reunía varios ingredientes que lo hacía atractivo para el desarrollo de las conversaciones.

Corría la década de los años veinte, y en Cúcuta se había establecido una entidad bancaria muy importante a nivel continental, toda vez que era una región con grandes movimientos de capital, en razón de su dinamismo comercial pero especialmente por su atareado y eficiente comercio internacional que apenas comenzaba a notarse por su gran volumen tanto de exportaciones de café y cacao, como de sus importaciones que venía bien de Europa como de los Estados Unidos.

En abril de 1921 aparece la siguiente nota que ilustrará lo mencionado en esta introducción: “…con motivo de su viaje a la capital de la República, nuestro apreciado amigo, el noble irlandés J. W. Hicklin, dio a sus numerosas relaciones una suntuosa tertulia, a la cual concurrió un número selecto de nuestra sociedad. Desde las nueve de la noche del sábado último los amplios salones del edificio del Banco Americano se vieron colmados de gentiles parejas que dejaban juzgar lo espontáneo de la manifestación de simpatía que bien se merece quien, como el señor Hicklin, ha sabido cautivar las voluntades de los corazones y el aprecio de las almas de la sociedad cucuteña.

Durante la noche que, se hizo breve y deliciosa, los concurrentes fueron atendidos con suntuosidad e hidalguía por el culto personal que en el Banco rodea a quien, al entregar la gerencia a su sucesor, el cumplido caballero señor Boschetti, ha querido entregarle también aquellas voluntades que valen más que el oro de sus arcas. Sea esta la oportunidad de manifestar al amigo que se ausenta, el hondo vacío que deja entre nosotros y la seguridad que nuestro aprecio lo seguirá a donde su destino lo lleve.

3. Durante 1921, se realizaron las elecciones al Congreso de la República y por este motivo, noticias breves relacionadas con este evento fueron publicadas, entre ellas, algunas que veremos enseguida:

“el 12 del presente mes de abril, la Asamblea Liberal del Departamento, de cuya instalación dimos cuenta en días pasados, procedió a la elección de candidatos para representantes al Congreso por las Provincias de Cúcuta, Pamplona y Ocaña, reservándose la presentación de los nombres, reservándose la designación de los nombres de las Provincias de Santander hasta que los indiquen las respectivas Juntas de esas regiones.

A título de información publicamos la lista acordada: Provincia de Cúcuta, principal: Dr. Fabio González Tavera; suplentes, Francisco A. Torres y Andrés B. Fernández. Provincia de Pamplona, principal: Dr. Constantino Mora; suplentes, doctores Roque Julio Moreno y Timoleón Moncada. Provincia de Ocaña: principal, Enrique Olaya Herrera; suplentes: Enrique Pardo Farelo y Luis R. Quintero”.

4. Con ocasión de la conmemoración del primer centenario de la reunión del Congreso Constituyente de la Gran Colombia, en 1921, fueron muchos las notas y mensajes recibidos por las distintas autoridades de la Villa del Rosario y del Departamento, algunos de los cuales se transcriben a continuación.

En el Concejo de la ciudad de Cúcuta, el pasado 5 de mayo de 1921, se conoció que se había cumplido en El Rosario un acto oficial con motivo de la celebración del Primer Congreso Constituyente de la Gran Colombia. El pueblo de la histórica Villa, orgullosos de sus timbres de gloria, mantuvo un gesto altivo ante la indolencia de quienes pudieron dar a la trascendental efeméride todo el brillo y el esplendor de su indiscutible significación.

De este gran día de la patria solo podemos anotar el regocijo producido por la vibrante oración en que el coronel Avelino Fajardo dio parte del ejército en el santuario donde oficiaran los fundadores de la República.

Por tanto, se publica la proposición suscrita en sesión extraordinaria por este Concejo, por los ediles Faccini, Rosas y Díaz H. y algunos otros documentos relacionados con la memorable fecha, así como el proyecto de Acuerdo que aparece en otro lugar y que dispone la manera cómo el Municipio de Cúcuta contribuirá a la conmemoración de la clausura del citado Congreso.

La proposición aprobada por el Concejo de Cúcuta y remitida al presidente de su similar en la Villa del Rosario, por el presidente Luis Francisco Faccini dice: “El Concejo Municipal de San José de Cúcuta, convocado hoy a sesión extraordinaria y haciéndose intérprete de los sentimientos del pueblo que representa, se complace vivamente en dirigir un atento y cordial saludo a los compatriotas hijos de la procera Villa del Rosario, con motivo del centenario del Primer Congreso de la Gran Colombia, reunido en la Capilla de esa histórica población, bajo los auspicios del paciente sol de la República, y que sentó las bases del Derecho y la Justicia.”

De la población de Bramón, unos coterráneos entre quienes estaban Ernesto Fossi, Santiago Rizo Lobo y Gilberto Villamizar, remitieron al Concejo Municipal de Cúcuta el siguiente mensaje telegráfico: “Cordialmente felicitamos esa docta corporación y por medio de ella patriota y abnegado pueblo cucuteño; hacemos votos por progreso tierra epónimo General Santander en gloriosa fecha centenaria reunión Congreso expidió “la Partida de Bautismo de la naciente República.”

Desde Cali, María Avendaño de Copete, envió vía telegráfica, al presidente del Concejo Municipal de Cúcuta este sentido mensaje: “Ligada estrechos vínculos nacimiento esa querida tierra, hago mío y de mis hijos júbilo cucuteños, memorable, fausto día de la patria.”

5. Siguiendo la costumbre impuesta por el clero, para las celebraciones religiosas, el 19 de marzo de 1924 se desarrolló en la ciudad la conmemoración del día del santo patrono de la ciudad, bajo la dirección del Pbro. Demetrio Mendoza, razón por la cual, la prensa publicó la siguiente ‘nota suelta’:

“…rumbosa, digna de la catolicidad del pueblo cucuteño, fue la celebración de la fiesta del Santo Patrono y por eso la Misa Mayor se vio concurrida por lo más selecto de la sociedad y por el obrerismo que de la misma manera que se postraba ante el altar, sabe rendir su tributo al trabajo dignificador en la consecución del pan de cada día. La sesión solemne se cumplió en consonancia con un programa muy hermoso y los asistentes al acto se retiraron satisfechos de haber honrado la memoria del Patriarca San José, todo lo cual fue sellado con broche de oro en la imponente procesión que dejó alto de la religiosidad de los habitantes de Cúcuta.”

6. “El 1 mayo de 1924, siendo gobernador del departamento el doctor Víctor Julio Cote, presentó su carta de renuncia al ministro de gobierno, Abadía Méndez por haber sido suspendido los efectos de la Resolución en virtud de la cual se impuso una multa conmutable en arresto al señor director del diario Comentarios, el doctor José Manuel Villalobos. La ‘nota suelta’ publicada por la prensa decía, “que la actitud del doctor Cote es el brote de la dignidad y por tanto su altivez republicana debe ser reconocida. Es indudable que el gobierno del general Ospina sabrá apreciar el gesto decoroso de su agente en este departamento, y sin apartarse de la Ley, hará lo que el movimiento conservador de la hora marca en los destinos del país.”

El telegrama, que era la fórmula de comunicación de la época, del gobernador decía textualmente: Ministro de Gobierno, Bogotá. Permítome informarle han sido cumplidas las órdenes comunicadas su telegrama cuatrocientos noventa y nueve (499) de hoy. Sintiéndome en desacuerdo en cuestión tan importante para el orden social y no compartiendo opinión Ministerio en este precepto consignado artículo veintisiete (27) Constitución Nacional, el cual estimo prevalece sobre toda legislación especial, tengo el honor de presentar renuncia del cargo que he venido desempeñando y que he procurado servir con entera lealtad a las instituciones. Presento a usted y por su digna mediación al excelentísimo señor Presidente mis cumplidos agradecimientos por la distinción que me fue dispensada. (Fdo.)

Como era el protocolo del momento, la respuesta del ministro no se hizo esperar y en una lacónica respuesta en la que le dicen que “… a grandes males, grandes remedios y que de todas formas el conservatismo de la capital está con él”.

7. Y para cerrar esta crónica, un ‘suelto’ de tinte social y político aprovechando la proximidad de las elecciones y las fricciones tan comunes entre partidarios de los dos partidos tradicionales que por entonces se disputaban las riendas del poder. Dice textualmente la nota: “… llamamos la atención de nuestros lectores hacia el memorial que suscrito por el señor Daniel E. Durán, bien inspirado joven comerciante de la ciudad, dirige a la Honorable Asamblea del Departamento, para hacer notar la conveniencia de la fundación de la Escuela de Agricultura. La idea es altamente plausible y amerita una acogida entusiasta por la indisentible (sic) utilidad que ofrecería el que fuera llevado a la práctica.

Al telegrama publicado por el órgano local ‘La Mañana’ y dirigido por los honorables diputados liberales Moncada y Lamus Girón, el general Pedro Nel Ospina, actual primer designado y candidato a la presidencia de la República, ha contestado en la forma expresiva y gallarda que se verá a continuación, síntesis de sus grandes ideales patrióticos: ‘señores diputados Moncada y Lamus Girón, honor referirme suyo ayer. Nunca ha pasado por mi mente, la idea de que al aprobar los diputados liberales de la Asamblea la proposición de saludo que éste me dirigió, hicieron otra cosa que dar una muestra de benevolencia, cortesía y civismo que dice mucho del adelanto de nuestras costumbres políticas y honra tanto a quienes dirigen el saludo como al que lo recibe; adelanto a que doy grande cuidado como a todo lo que exteriorice sentimientos de tolerancia y nobleza en la vida política del país; a esa impresión obedeció mi respuesta. Servidor y compatriota. (Fdo)”.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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