miércoles, 18 de septiembre de 2024

2490.- SETENTA AÑOS DEL PASTEL DE GARBANZO

Paul Erasmo Charry


Darío Guerrero en el año 1953 dio inicio a la elaboración comercial del pastel de garbanzo, calle 4 con avenidas 9 y 10 del barrio Callejón, en San José de Cúcuta.

Darío León Guerrero Meneses, hijo de Don Darío y cofundador, cuenta que su papá le compró la fórmula a una señora a quien llamaban “Pachita” y junto a su mamá, los hermanos mayores y otras personas (en total de diez) pusieron en marcha la primera fábrica oficial del pastel de garbanzo en nuestra ciudad y fue tal el éxito y la demanda que a los pocos meses vincularon a dos pasteleros que en bicicletas y con canastos entregaban el producto en los puntos de venta donde fueron muy afamados: Quiroga, calle 10 y las Gamboa en el barrio La Playa.

Conocí a Don Darío Guerrero como presidente de la junta padres de familia del colegio San Tarsicio (1961) y llamó mi atención que en los actos solemnes vestía muy elegante, con camisa manga larga almidonada y mancornas, saco y corbata roja; yo fui compañero de pupitre de dos de sus hijos: Olmedo (Abogado) y Jorge (Qepd.) quienes en alguna ocasión me invitaron a la fábrica a degustar los ya famosos pasteles de garbanzo y ese día me impresionó el sabor de los pasteles y el aseo de la bonita casa, como casi de todas las del barrio Callejón.


Tiempo después me enteré que la corbata roja que Don Darío lucía, lo hacía por su condición de jefe del partido liberal en el barrio El Callejón.




La mayoría de los Guerrero ya no están, pero dejaron el legado de los pasteles de garbanzo a sus descendientes que hoy en día continúan en su tercera generación como es el caso de Carolina, hija de Darío León (ya retirado) y quien desde el barrio Loma de Bolívar sigue preparando el pastel de garbanzo con la misma formula de hace 70 años (hoy 2023) y, en el municipio Los Patios, su primo Andrés (hijo de Jorge) también, los prepara.

Carolina Guerrero nos dio a conocer el procedimiento de su elaboración, aunque no cuenta el secreto de la fórmula.

En el proceso se cocina el garbanzo y los demás guisantes para refrigerarlos la noche anterior, el día siguiente se amasa la harina de trigo y se deja reposar 20 minutos para luego pasarla por la máquina que la estira; extendida en la mesa es puesto el relleno refrigerado de la noche previa y luego puesto encima otra tapa de harina para cortar con molde redondo en forma de sombrero, se puya con el tenedor y puesta a freír…




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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