Una década que para la hinchada ha parecido un siglo. Cúcuta Deportivo cumple 10 años bajo el mando de José Augusto Cadena, quien, a finales de 2013, se convirtió en el máximo accionista de la institución rojinegra.
Ha sido un periodo con más tristezas que alegrías y con el golpe más grande en la historia del equipo: su desafiliación del fútbol nacional entre noviembre de 2020 y marzo de 2022.
Siete temporadas en la segunda división (2014, 2016, 2017, 2018, 2022, 2023 y 2024) y tan solo tres en primera (2015, 2019 y 2020) han marcado un pobre camino deportivo que contrasta con lo sucedido entre 2005 y 2008 cuando el equipo logró ascender, ser campeón de Liga y participar en dos ediciones de Copa Libertadores, siendo semifinalista en una de ellas.
Los procesos deportivos no se han visto y en su periodo dirigencial, 19 directores técnicos han pasado por el banquillo rojinegro.
Del máximo accionista ya se le conocía por su andar en Bucaramanga y Patriotas, donde no tuvo un paso triunfal.
La compra se oficializó el 27 de noviembre de 2013 con una suma cercana a los 5 mil millones de pesos por un paquete de 65%, que era propiedad de un grupo representante del exalcalde Ramiro Suárez. El 11 de diciembre, en asamblea, se instaló la junta directiva en cabeza de José Augusto.
En dicho momento, el motilón ya se encontraba en proceso de reorganización empresarial aprobado por la Superintendencia de Sociedades (mayo de 2013) con pasivos cercanos a los 13 mil millones.
2014: injerencia en decisiones deportivas
En la primera temporada de la era Cadena, Cúcuta Deportivo jugaría en la segunda división tras perder la categoría en la Promoción ante Fortaleza.
A los cinco meses se presentó el primer problema: Héctor Estrada renunció a la dirección técnica por imposición de jugadores. El equipo falló en su intento de ascender tras conformar una nómina con jugadores locales reforzada por, entre otros, Baldomero Perlaza, Juan Camilo Ángulo, Martín Morel (argentino) y Héctor Mancilla (chileno).
Estrada, Carlos Quintero y Alberto Suárez pasaron por el banquillo.
2015: primeros reclamos laborales
En lo deportivo: ascendió y descendió. Logró un cupo a primera al ganar un cuadrangular de ascenso disputado en Bogotá junto a Bucaramanga, Real Cartagena y Quindío con un cuestionado gol con la mano del paraguayo Marcos Lazaga.
Armó un buen equipo con experimentados como Gerardo Bedoya, Edwards Jiménez, Franco Sosa (argentino) y Lazaga. Estos veteranos se fueron marchando durante el primer semestre al denunciar incumplimientos laborales.
En el segundo llegaron Luis Delgado, Gustavo Bolívar, Germán Centurión (paraguayo), Marlon de Jesús (ecuatoriano), entre otros. Dirigió Suárez, Marcelo Fuentes (argentino), Flabio Torres y Quintero.
La participación en liga fue desastrosa y surgió la campaña #FueraCadena promovida por la hinchada rojinegra. Hubo citación por parte de la Supersociedades y el equipo pudo librar, en aquel momento, la entrada al proceso de liquidación judicial.
2016: ni a cuadrangulares de la B
La peor campaña deportiva en la década. El fronterizo no clasificó ni a los cuadrangulares finales de la B. Cadena sorprendió con el fichaje del argentino Roberto Nanni (goleador de la Copa Libertadores 2011) y Leandro Gracián.
Ambos se fueron en pleno semestre por diferencias con el club.
Fue un año para el olvido con la dirección técnica de Miguel Prince y Fernando Velasco. Los resultados llevaron a serias diferencias con las autoridades locales que decidieron no prestar más el General Santander. En respuesta, Cadena anunció que se llevaba el equipo para Zipaquirá, de cara a la temporada 2017.
2017: Zipaquirá, casa temporal
Dividido con la hinchada por su ida a territorio cundinamarqués, el rojinegro peleó en el primer semestre cayendo en semifinales. Con voluntades desde el Concejo de Cúcuta se dirimieron diferencias entre dirigencia y autoridades permitiendo que en agosto el equipo volviera a la ciudad.
Con Flavio Robatto como estratega, el fronterizo peleó hasta semifinales del Torneo II, pero no le alcanzó para luchar por el ascenso.
Jhonathan Agudelo, la gran ganancia del año. Asimismo, quedó una base de jugadores para lograr el ascenso al siguiente año de la mano.
2018: ascenso impecable
La temporada 2018 fue la mejor de esta era. Todo fluyó entre dirigencia y plantel. Campeones de ascenso, arrollando, bajo la batuta del debutante argentino Lucas Pusineri.
Juan Camilo Chaverra, Mauricio Duarte, Braynner García, Darwin Carrero, Jhonny Mostacilla, James Castro, Henry Obando, Harrinson Mancilla, Mateo Muñoz, Erick Montaño, Diego Chica, Luis Sinisterra, Luis Miranda, Jefferson Solano, Junior Rangel, Jhonatan Agudelo, Jhon Vásquez, Carlos Ramírez, Wilberto Cosme, Jeysen Nuñez, entre otros fueron artífices del ascenso.
Dicha temporada es la única en la que Cadena no cambió de cuerpo técnico.
2019: comienzo de la crisis
En el campo, Cúcuta hizo todos los méritos para salvarse del descenso y en el segundo semestre alcanzó los cuadrangulares semifinales después de 10 años.
Pese a que en cancha el equipo respondía, la dirigencia no lo hacía y públicamente se empezaron a conocer denuncias de incumplimientos en los pagos laborales, fiscales y al proceso de reorganización, entre los que se veían afectados Alcaldía de Cúcuta e IMRD.
Sebastián Méndez, Pablo Garabello y Guillermo Sanguinetti fueron directores técnicos.
El 2019 terminó mal para la institución. Los más experimentados se marcharon por la falta de pagos y hubo pleitos con la salida de Harrinson Mancilla y Luis Miranda. El Cúcuta, en medio de un comunicado, solicitó que los clubes y agentes se abstuvieran a negociar los jugadores.
2020: el año de la hecatombe
El año empezó con los ojos fijos en una audiencia de incumplimiento al acuerdo citada para el 20 de enero donde se les debía responder a empleados y como mayoritarios Alcaldía de Cúcuta e IMRD.
A pesar de un ambiente tenso entre Cadena y el alcalde Jairo Yáñez al no conversar antes del encuentro, acordaron posponer la audiencia para que el expresidente fijara pagos.
En el lapso de tiempo entre audiencias, no se pudieron acordar pagos y hubo distancia por una presunta intención de que Cadena se llevara el equipo para otra ciudad.
En dicha audiencia, el dirigente llegó acompañado por el entonces presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, quien sirvió como garante de pago, situación que llevó a confiar a los distintos acreedores y fijar una nueva fecha para revisar la normalización de las deudas, con un plazo de dos meses.
Pasó el tiempo, llegó la pandemia, la audiencia se aplazó y el Cúcuta no cumplió. Fue nuevamente citado para agosto y salvó la liquidación adquiriendo compromisos de pago que no cumpliría.
Antes de que se suspendiera el rentado nacional por la COVID-19, en marzo, La Opinión dio a conocer unas declaraciones de Cadena en la que llamaba a Cúcuta como una "porquería de plaza".
En medio del lío, regresó el fútbol y por un pésimo estado del gramado del General Santander, el equipo fue a jugar como local en Armenia, ciudad en la que los jugadores denunciaron mal trato por parte de club en temas de hospedaje.
El Ministerio del Deporte, al hallar incumplimientos laborales, suspendió el reconocimiento deportivo a finales de octubre. El 11 de noviembre, la Supersociedades decretó el inicio de la liquidación judicial por las faltas al acuerdo.
José Augusto Cadena fue removido de su cargo y asumió el liquidador Arturo Acosta Villaveces.
Dimayor impidió que el equipo actuara y el 25 de noviembre, en asamblea extraordinaria, desafilió al rojinegro.
Ese año, el fronterizo fue dirigido por Jairo Patiño, Jorge Artigas y David Suárez.
2021: intentos vanos
Sin Cadena, el Cúcuta no valía en la Dimayor. En marzo, la Federación Colombiana de Fútbol ratificó la desafiliación el motilón.
Pese a los intentos de Villaveces por recuperar el reconocimiento deportivo y contar con el apoyo de Jorge Luis Pinto pagando unas acreencias, Mindeporte –que tuvo cambio de ministro- puso trabas.
A finales de año salió Villaveces y llegó el liquidador Rodrigo de Jesús Tamayo.
En 2021 se conoció que Carlos Ferreira –propietario de Alianza Petrolera- tuvo intenciones de hacer un cambio con Cadena, pero este habría incumplido.
2022: fichaje de Eduardo Silva Meluk
Cadena empezó a trabajar de la mano de Eduardo Silva Meluk, dirigente deportivo con credenciales de buena gestión en Millonarios y Medellín.
Tamayo presentó un nuevo acuerdo (13 mil millones a pagar hasta 2036), este fue aceptado ante Supersociedades y el club regresó al proceso de reorganización y a las manos de José Augusto Cadena en febrero de 2022. Silva Meluk aterrizó como representante legal.
En abril retornó a la Dimayor y en julio volvió a las competencias en la segunda división con un grupo dirigido por Aquivaldo Mosquera, quien meses atrás conformó un plantel en Medellín.
No se logró el ascenso, Mosquera salió y llegó Bernardo Redín.
El equipo Sub-20 fue subcampeón de la Supercopa Juvenil de la FCF.
2023: ilusiones vagas
Tras el regreso, Cúcuta no ha tenido ningún problema ante Supersociedades, pero en lo deportivo demuestra no tener un proyecto deportivo claro. En la temporada tuvo tres técnicos (Redín, Rubén Tanucci y Federico Barrionuevo) y no reforzó su nómina.
Desde la dirigencia se validaron actos de indisciplina en algunos jugadores a los que no se les sancionaba.
Fue finalista del Torneo II y alcanzó las semifinales de la Copa Colombia, cayendo en ambas.
El fracaso generó desconfianza y dejó un sinsabor en la hinchada rojinegra que acompañó masivamente a su equipo tanto en la Copa como en el Torneo.
2024 será un año retador para Cadena y Meluk, quienes deberán recuperar el apoyo de una afición -cargada de motivos- que promueve campañas para no asistir al estadio.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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