viernes, 16 de mayo de 2025

2611.- BARRIO CARLOS PIZARRO ENFRENTA RETOS DE SEGURIDAD

Nicolás Mojica/ Juan Marcoantonio Rivas Pinilla (La Opinión)


En 1990 se construyeron las primeras casas en lo que hoy es el barrio Carlos Pizarro, en la comuna 6 de Cúcuta. De acuerdo con registros históricos, el sector recibió este nombre en honor al candidato presidencial y excomandante del extinto grupo M-19.

Según recordaron algunos vecinos, las primeras personas que habitaron el sector eran precisamente miembros de esta organización, quienes ya habían dejado las armas. Explicaron que, para esa época, la mayoría de las viviendas estaban construidas en madera y láminas de zinc.

Su nombre se debe a que, como en otros sectores de la ciudad, la desaparecida organización subversiva Movimiento 19 de Abril (M-19) tuvo injerencia en su creación.

Carlos Pizarro, además de pertenecer a la Comuna 6, también hace parte del sector de Las Américas, junto con otros 17 barrios, como María Paz, Cecilia Castro, entre otros.


Acorde a las memorias de José Ramiro Chona, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), varios integrantes de la extinta organización se establecieron en el nuevo asentamiento, y convencían a las personas de construir sus casas en la zona.

Con el pasar de los años, el barrio creció a pasos agigantados, y más personas fueron llegando a Carlos Pizarro, hecho que no fue desapercibido para las administraciones municipales de ese entonces.

Residentes señalaron que durante varios años el barrio no contó con vías, por lo que todo eran caminos de barro. Agregaron que, como consecuencia de ello, surgieron las primeras rutas de transporte improvisadas. “En la década de 1990 había pequeños camiones que nos transportaban hacia el centro y viceversa”, puntualizó un habitante.

La comunidad destacó que esta situación comenzó a cambiar en 2004, cuando el entonces alcalde Ramiro Suárez pavimentó las calles mediante el plan comunidad–gobierno. Igualmente, durante su gestión entregó una de las primeras tiendas del sector.

A través del programa Comunidad-Gobierno, pudieron acceder a la pavimentación de las vías, obra que incentivo mucho más la llegada de otros habitantes. Actualmente, Carlos Pizarro cuenta con más de 600 viviendas y 1.400 habitantes. Para conmemorar su historia, los vecinos celebran el cumpleaños del barrio cada 14 de septiembre.


La historia de Carlos Pizarro no se puede mencionar sin aquellos personajes que fueron importantes para el crecimiento del mismo, los cuales a su vez ayudaron a cimentar sus más relevantes edificaciones.

La sede Laura Vicuña, de la institución educativa Andrés Bello, fue construida por el Ejército Nacional, para promover la escolaridad en los más pequeños; aunque al principio muy pocos estudiantes asistían, actualmente el colegio es el segundo hogar de más de 240 niños.

“Son ocho salones con una capacidad para 35 alumnos, donde la mayoría son de acá del barrio, pero también vienen de otros lugares aledaños”, expresó con entusiasmo el líder comunal.

Una situación similar ocurrió con la iglesia Jesús de Nazaret, pues cuando el sacerdote Fabián Stapper estuvo de párroco en el sector, fue el encargado de iniciar el proyecto para la creación del templo religioso.

Según Ramiro Chona, al principio la iglesia era de tablas, pero con el tiempo, gracias al aporte de la comunidad mediante bazares, rifas y otras actividades, la parroquia se fue remodelando.

“El sacerdote estuvo 18 años en Carlos Pizarro, pero se tuvo que ir a España, y desde allí envió los recursos para terminar la obra, algo de lo cual estamos muy agradecidos con él”, mencionó un habitante.


De acuerdo a la opinión de Ramiro Chona, “lamentablemente tenemos niños que atracan y existe mucho consumo de drogas, una situación que por muchos años lleva presentándose aquí en el barrio”.

Este panorama de inseguridad en Carlos Pizarro, genera entre sus habitantes miedo y zozobra, reinando la ley del silencio, es decir, algunos vecinos prefieren callar al ser consultados sobre la situación por temor a represalias en su contra.

Un residente, que prefirió mantener el anonimato, señaló que “la situación de inseguridad está muy difícil, no vemos compromiso por parte de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc)”.

Lo anterior, en vista de que -según la comunidad- los policías pasan en moto de vez en cuando por el barrio, pero no lo consideran un respaldo suficiente ante la situación que están viviendo en este momento.

Los atracos son frecuentes en el lugar y el aumento del consumo de drogas, sobre todo en el sector del canal de aguas lluvias, situación que mantiene preocupados a los habitantes del barrio.

El problema de la inseguridad se agudizó luego que las alarmas comunitarias fueron dañadas. Hay que recordar que estas alarmas forman parte de la estrategia de seguridad del municipio y son instaladas para mitigar el problema en las comunidades.

Para tristeza de los habitantes, a pesar de la iniciativa y el deseo por hacer del barrio un lugar con un ambiente más ameno y unido, Carlos Pizarro no cuenta con buenos sitios para la recreación.

Las dos canchas están cubiertas por maleza casi en su totalidad y los arcos de fútbol están oxidados y rotos.

Esta situación tiene triste a los habitantes del barrio, sobre todo porque durante anteriores administraciones municipales se estableció el compromiso de arreglar los escenarios deportivos.

Sin embargo, las promesas de la administración se quedaron en promesas, y las canchas, hoy agosto 2024, continúan bajo la sombra del abandono, evidenciado la falta de apoyo.


Las reformas a los escenarios deportivos las hizo la comunidad, pero aún le falta bastante. En años pasados lograron arreglar las canchas de barrios cercanos, pero las de este sector no.

También, para arreglar el estado de las canchas, se han pasado derechos de petición tanto al Instituto Municipal de Recreación y Deportes (IMRD), como a varios despachos de la Alcaldía.

Sin embargo, estos derechos de petición han quedado a la deriva, en vista de que no han obtenido respuesta de parte de las entidades correspondientes.

Uno de los anhelos de la comunidad es poder recuperar al cien por ciento los escenarios deportivos, a la par de ampliar la institución educativa, la cual se está empezando a quedar pequeña para la demanda de niños que requieren enseñanza.

Para noviembre 2025 la situación del barrio es la siguiente:

Lo bueno

El aspecto que más resaltan los habitantes es la cantidad de comercios en la zona, especialmente en la avenida 12, donde hay cerca de 100 establecimientos que contribuyen al desarrollo económico y social.
Ciudadanos mencionaron que el mayor crecimiento se ha dado en los últimos siete años y precisaron que, en las fechas cercanas a la Navidad, muchas personas se dedican a la venta de velas, flores y otras decoraciones para el hogar.

Jesús Gonzales, comerciante, destacó la importancia de la iglesia para la comunidad, pues constantemente realizan actividades sociales. “Cuando alguien atraviesa dificultades, el padre lo comunica en el templo y las personas procuramos ayudar con lo que esté a nuestro alcance”, indicó.

Por su parte, José Ramiro Chano, presidente de la Junta de Acción Comunal, expresó que el barrio también cuenta con una asociación de adultos mayores que reúne a 100 integrantes para diversas actividades. Entre estas se encuentran rutinas de ejercicio, música y espacios de conversación sobre historia. El líder comunal señaló que estudiantes de trabajo social se vinculan al grupo para realizar sus prácticas.

Además, Chano comentó que los vecinos se mantienen unidos para garantizar la seguridad y organizar eventos especiales. “Tenemos dos frentes de seguridad con los que mantenemos contacto con la Policía.

Otro ejemplo de unión es que cada diciembre realizamos pesebres vivientes y reunimos fondos para entregar regalos a los niños”, precisó. Como dato curioso, habitantes relataron que en el barrio vive un joven de 16 años, conocido como ‘Miguelito’, quien ha ganado premios a nivel nacional por su habilidad en el breakdance.

Aspectos negativos

El problema que más aqueja a la comunidad de Carlos Pizarro es la presencia de habitantes de calle que llegan al sector a cometer delitos. Comerciantes denunciaron que, en la avenida 12, estas personas se dedican a robar luces, cámaras y otros elementos sin protección. Una mujer, quien prefirió mantener su identidad en reserva, manifestó que las personas en esta condición llegan desde otros barrios para cometer hurtos y consumir estupefacientes en espacios públicos.

El líder comunal recordó que uno de los robos que más los afectó fue la sustracción de sus alarmas comunitarias hace dos años, las cuales aún no han podido reponer.

Otros problemas mencionados por los residentes son las vías y espacios públicos en mal estado. Señalaron que las canchas del barrio están destapadas, lo que dificulta la práctica de actividades deportivas.

Finalmente, Chano explicó que en la avenida 12 hay un recolector de aguas lluvias que presenta fallas: emana malos olores y, cada vez que llueve, se desborda sobre las calles.


Responden los encargados

Sobre los espacios públicos deteriorados, el Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte de Cúcuta aseguró que el próximo año intervendrán, con recursos del crédito, la cancha multifuncional de la parte baja y el parque y la cancha de banquitas de Cecilia Castro, en límites con Pizarro.

En cuanto al mal estado de las vías, la Secretaría de Infraestructura informó que actualmente intervienen la malla vial de la comuna 4, por lo que la recuperación en este sector se realizará el próximo año 2026.

Aunque La Opinión contactó a la Secretaría de Bienestar Social para conocer sus acciones frente a la presencia de habitantes de calle, no se obtuvo respuesta.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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