¡Se va el padre Jordán…!
Así simplemente, sin que aparentemente importara a la feligresía cucuteña que, el más grandioso de sus sacerdotes se retirara de la ciudad que lo ha visto luchar tesoneramente.
Que lo ha visto adelantar campañas de tanto valor civil, moral y económico no sólo para Cúcuta sino para el resto del Departamento.
Al reverendo doctor Jordán, jamás podrán los cucuteños pagarle en nada sus invaluables servicios. Nunca será bien recordado.
Se va el padre Jordán y nadie ha dicho siquiera que, no debe irse y hacerle ostentación de retenerlo, no, dijo que se iba y a los cucuteños les pareció bien que se fuera.
Qué ingratitud, qué desconocimiento de los valores reales de un legítimo Pastor de Almas.
Para recordar al doctor Jordán en sus luchas denodadas por esta tierra tan desagradecida, basta no más recordar, así por encima, cuando una tracalada de mercenarios quiso convertir a nuestra ciudad en un antro del juego y con un CASINO, en donde se jugaría no sólo el dinero de los hogares sino el honor y la honra de muchos coterráneos.
Él, solo Él, pudo detener a los ambiciosos de tan tremendo descalabro. Sin embargo, la ingratitud en nuestro medio, es más poderosa que el simple reconocimiento.
Cuando el Padre Jordán era en Cúcuta su Vicario, es decir, cuando no existía el Obispado, no que se le quiera restar mérito al señor Obispo, no eso no, sino un justo reconocimiento y nada más.
Decía que, cuando no existía en Cúcuta el Obispado, no se veía a tantas prostitutas y tanto ratero deambular por las calles de nuestra ciudad y esto naturalmente, no se podrá desconocer jamás que, Cúcuta era más sana, que, era más respetada nuestra ciudad, que, no había tanto prostíbulo y garitos, y no se puede decir que no es así.
Y el valor incunable de todo lo moral y lo material, lo fue, quieran o no, el Reverendo Padre Jordán, Vicario de Cúcuta.
Más conocido fuera de nuestro medio y más apreciado naturalmente. Lástima infinita, lástima grande que Cúcuta pierda a su mejor Pastor.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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