Gerardo Raynaud
Terminado el tempestuoso 57, el 31 de diciembre soltaron pólvora y voladores, totes y chispitas que entonces no se prohibían a pesar de las constantes quemaduras de niños y adultos que llegaban a urgencias del hospital San Juan de Dios. No se llevaban estadísticas o por lo menos, no se divulgaban con tanta ansiedad, pues los derechos de las personas todavía no adquirían la importancia que se le brinda en los tiempos actuales. El pueblo celebraba, aunque con recelo, el nuevo estatus político y esperaba con ansias la renovación que le brindaba la perspectiva de una paz partidista al amparo de la propuesta del Frente Nacional, concertada por los dirigentes de los dos partidos políticos, enfrentados desde décadas. En el vecino país ya se presentía la caída del régimen dictatorial del coronel Pérez Jiménez, lo que sólo tardó 23 días. Con esas nuevas esperanzas, puestas en la substitución de sus antiguos gobernantes, el año 58 parece alentador para la población de estos dos países del cono norte.
Los distribuidores de licores, especialmente don Nicolás Colmenares, estaban de plácemes, pues en su almacén de la avenida 6 entre calles doce y trece, había podido vender buenas cantidades de sus licores como el whisky “White Label” y “King William”, vinos aperitivos franceses como el Dubonnet e italianos como el Chianti, así como el Coñac Fravrau, debido principalmente a los fuertes controles que la aduana y las rentas departamentales estaban ejerciendo en asocio con la Guardia Nacional de Venezuela para evitar el contrabando de éstos.
Y hablando de Venezuela, el señor cónsul Arquímedes Martínez, haciendo eco de informaciones, posiblemente, malintencionadas de prensa, consultaba con su gobierno sobre una fallida invasión a su país. Para evaluar la situación de seguridad, se reunieron, el Jefe de Orden Público de SIC con su homólogo venezolano el señor Carlos Alberto Serpa, Jefe del Departamento Criminológico de San Antonio del Táchira y llegaron a la conclusión que más parecía una inocentada, pues la publicación se hizo el día 28 de diciembre, que una situación que ameritara mayores pesquisas.
Sin embargo, desde comienzos de ese año, los más importantes médicos de la ciudad incrementaron sus consultas, en buena parte, por las expectativas que traía para la gente el nuevo año. Jorge Uribe Calderón en su consultorio de la calle 6 No.4-26 y Sergio Corzo en el suyo, pediatras ambos, prácticamente no daban abasto en su atención a los infantes. El doctor Manuel A. Sanclemente, igualmente atendía sus pacientes en su consultorio frente al Teatro Zulima, centro cultural de ciudad. Recordemos además, que este personaje era famoso por su voraz apetito que se reflejaba en su corpulenta humanidad y por el cual, el Chez Esteban bautizó, con justa razón un plato en su honor, la famosa “Carne a la Sanclemente”.
Atrás no se quedaban los odontólogos. Arnaldo Sandoval, con su consultorio en la avenida sexta entre calles trece y catorce, Eustorgio Colmenares frente al parque Nacional y Antonio José Ochoa en la calle 13 No. 4-28. Caries, calzas, extracciones y puentes eran sus mayores operaciones.
Y qué decir de los abogados, siempre a la caza de clientes para aconsejarlos en la solución de sus problemas y requerimientos judiciales. José Luis Villamizar Melo y Manuel Buenahora eran los especialistas en derecho inmobiliario; los hermanos Juan de Jesús y Hernando Camargo Belén atendían en su bufete del Edificio Colseguros y eran vecinos de Ciro Ramírez González, también abogado y con quien se repartían y competían en diversos negocios jurídicos. Algunos de mayor prestancia, por su experiencia y trayectoria, como los abogados Gonzalo Rivera Laguado, ex gobernador y Jorge Soto Olarte tenían sus negocios judiciales con clientes institucionales, razón por la cual, contaban con mejores representaciones y menores dificultades.
Por otra parte, la gente se divertía, bien en el Restaurante Boite El Patio, ubicado en las proximidades de puente Elías M. Soto, atendido por el chef José M. Guzmán y su barman Luis Montero o en el bar restaurante de la Piscina Moreno en San Luis o finalmente, antes de llegar al río Táchira, en El Escobal, el restaurante Don M recientemente adquirido por Esteban Raynaud.
Entre tanto, la firma de arquitectos Yánez, Cuadros, Rodríguez se consolidaba como los constructores de moda, con el inicio de la construcción del novedoso Club Tennis, en la margen derecha del río Pamplonita, en un terreno propenso a las inundaciones pero que mediante un sistema de contención lograron manejar el inconveniente. De igual manera acometieron la construcción, en Pamplona, del hotel de turismo auspiciado por la gobernación, el Cariongo.
La Lotería de Cúcuta, jugaba un premio mayor de $40.000 y pagaba “por punta y punta”, es decir, pagaba premio por la última y la primera cifra, de las cuatro que tenía el billete. La más novedosa promoción para los propietarios de automóviles, era la “alarma Automática” aceptada por Circulación y el SIC y que ofrecía los siguientes servicios: 1. Suena al forzar puertas, copas, vidrios y baúl. 2. Interrumpe el arranque y 3. Funciona con cualquier voltaje de batería. El costo era de $180 instalada.
Como ha sido tradicional desde que se institucionalizó el reinado nacional de belleza, las reinas daban sus paseos por las diferentes ciudades del país y en ocasiones, por el exterior; en mayo nos visitaban la soberana de los periodistas y reina de la Feria de Cali, Luz Karime Alhach Ocampo y Nazly Lozano Aljure candidata del departamento del Chocó, quienes venían en compañía de la reina del Carnaval de Barranquilla, Vilma Escolar Nieto. Sirvió de anfitriona la señorita Norte de Santander 1957, Merceditas Suárez a quien recordamos por la ajetreada elección que tuvo lugar el año anterior. El baile de gala se realizó en el Club de Cazadores y congregó a lo más granado de nuestra sociedad, al punto que allí nació uno de los más famosos romances de la época y que desembocó en el matrimonio que unió a dos de las familias más representativas de los departamentos de Atlántico y Norte de Santander.
Aunque se habían conocido durante el Carnaval de Curramba, Gabriel Pérez Escalante, prestigioso ingeniero y la agraciada jovencita Vilma Escolar acordaron de manera definitiva unir sus vidas en una ceremonia que resultó ser el acontecimiento del año. Por entonces, el joven Gabriel Pérez recién obtenido su título en una acreditada universidad de los Estados Unidos y gracias a la vinculación de su familia al importante gremio cafetero logró incorporarse como funcionario del Banco Cafetero, entidad que había logrado modernizar sus instalaciones en la ciudad, mediante la construcción, en asocio con la Caja Agraria, del edificio Agrobancario. Fue nombrado gerente de la oficina principal del Banco Cafetero, posición en la que permaneció por espacio de varios años, hasta que el mismo grupo cafetero, a través de la Federación Nacional de Cafeteros, impulsó la creación de la Corporación Financiera del Oriente S.A. a comienzos de los años setenta. Por su experiencia y conocimiento del medio y de la región, Gabriel Pérez promocionó, impulsó y puso en funcionamiento esta Corporación siendo nombrado como su primer gerente general.
En lo comercial se apreciaba la rivalidad entre los distribuidores de pinturas importadas, toda vez que todavía no se posicionaban las nacionales encabezadas por PINTUCO, una pequeña empresa paisa ubicada en Medellín. Otra pequeña empresa de pinturas que apenas empezaba a destacarse era ICO que no logró alcanzar la condición de preponderancia que se propuso inicialmente, quedando rezagada a lugares secundarios del mercado nacional.
Las líderes del mercado eran la SHERWIN-WILLIAMS distribuida por Alfredo Cabrera y cuyo almacén quedaba en la avenida quinta No. 11-85; los pedidos telefónicos los recibía don Alfredo por el 7920, cuando la Empresa de Teléfonos del Norte de Santander pertenecía aún al Departamento. En el otro extremo, el competidor más fuerte era la pintura GLIDEN cuyo distribuidor en la ciudad era TOROVEGA, por allá en la esquina de la avenida quinta con calle séptima. La GLIDEN tenía la ventaja de ofrecer todas las clases de pinturas para las necesidades más diversas de la industria y de la construcción, cosa que no podía hacer la pintura competidora. Ambas eran importadas de Estados Unidos, pero esta última tenía el liderazgo en la ciudad y se jactaba de ello mediante avisos que anunciaban su uso en las distintas obras civiles que se realizaban en la ciudad; en 1958 por ejemplo, mostraba su éxito avisando que la capilla de María Auxiliadora, la del Colegio Salesiano fue pintada con “Sapalac” en las paredes exteriores y “Spred-satin” en interiores, ambas de las marca GLIDEN.
Otra competencia fuerte que se podía ver con bastante frecuencia, destacada en publicaciones escritas, en radio y en vallas era la de los fabricantes de camisas para caballero EVEREST y VAN HEUSEN; mientras la una se anunciaba como “la más alta cumbre en calidad y elegancia” y otra pretendía cautivar a sus clientes masculinos con terminachos rebuscados y desconocidos tales como “la del cuello Trubenizado”, vaya uno a saber qué era eso.
Los almacenes dedicados a la venta de muebles para el hogar y electrodomésticos más conocidos del momento eran Raffo-Gavassa, Comercial Americana y Almacén Olímpico.
Otro negocio que se destacaba era la Reencauchadora Internacional de don Jorge González en la calle diez entre avenidas segunda y tercera quien llegó a ser en distribuidor de llantas más grande de la ciudad, hoy sólo queda el local que sus sucesores habilitaron como parqueadero.
En los deportes se programaban algunas pruebas de ciclismo tanto en carreteras del Norte como del Táchira. En julio reseñamos el triunfo del crédito local Gustavo Rojas, quien se adjudicó la Prueba de Trepadores”, una carrera que fue tradicional en el Estado Táchira y que servía de preparación para los ciclistas, tanto colombianos como venezolanos, que participarían en la Vuelta a Colombia.
En el mes de mayo se realizó en Colombia, la primera elección presidencial de la nueva era del Frente Nacional y en Cúcuta y el Norte de Santander se votó en paz y tranquilamente a pesar de la incertidumbre que la nueva situación ofrecía. La Junta Militar de Gobierno había garantizado el normal desarrollo de los comicios, tal como en efecto sucedió.
El Norte de Santander tuvo una participación representativa y mostró su tendencia política como ha sido tradicional. Los resultados obtenidos, que se muestran a continuación, fueron los siguientes:
CANDIDATOS VOTACIÓN
Jorge Leyva 91.147
Alberto Lleras Camargo 62.755
Guillermo León Valencia 2
Laureano Gómez 1
En Blanco 54
Nulos 21
TOTAL 153.980
Para finalizar este paseo diremos que en este año ya se anunciaba la aparición de un nuevo periódico escrito. Tanto en el Diario de la Frontera como en la revista BAGATELA, cuya directora era Amparo Canal Sandoval, se invitaba a leer una publicación que se llamaba La Opinión.
Recopilado por : Gastón Bermúdez V.
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