sábado, 24 de marzo de 2012

148.- EL OCASO DE LA INDUSTRIALIZACION EN CUCUTA

Gustavo Rojas Pérez 

De la empresa Bavaria no quedó ni el edificio porque fue ´demolido´ con pólvora dejando allí el hueco para la construcción del parque.
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La creación de empresas, su proyección, crecimiento y la visión futurista de quienes las promueven, es lo que hacen los inversionistas con la finalidad de impulsar el desarrollo y fortalecer la economía de una región y sobre esas perspectivas fundamentar el mejoramiento de las condiciones de vida de la comunidad.

Cúcuta se destacó como una de las ciudades con proyección y dinámica en progreso empresarial y en la búsqueda de su identidad y el camino más apropiado para su fortalecimiento, sustentado en el entusiasmo, las expectativas y el deseo de superación de la gente que con el apoyo de la clase dirigente que se convertía en un frente de batalla en la lucha por lograr la superación y alcanzar las metas propuestas.

Cúcuta, pionera

La capital de Norte de Santander fue pionera en el desarrollo de empresas como el ferrocarril, las empresas de energía eléctrica, cooperativas, laboratorios, fábrica de gaseosas, de hierro fundido, cerveza, entre otros.
 
Era una época diferente con una generación cuya mentalidad estaba concentrada en las bondades de la industrialización, como el mecanismo idóneo para sostener la economía y fortalecer el futuro de una región, abrir fuentes de trabajo e implementar acciones provenientes del espíritu inquieto de quienes se fijaban los retos y buscaban las alternativas  convenientes y asentadas en la realidad de una meta.
 
Así nacían en Cúcuta las empresas y las microempresas que generaban expectativas y abría los campos de la esperanza en las proyecciones del mañana.

Desbarajustes

Los vaivenes de la economía han estado presentes en todos los momentos, dándole un giro de muchos grados a los planes y estrategias que se habían trazado. Los resultados suelen ser en su mayor parte de la actividad el punto de mayor incidencia que origina que se marginen los proyectos y claudiquen las iniciativas, como sucedió con la naciente industrialización de la región.
 
En Cúcuta a partir de 1950 se cerraron importantes factorías que formaban parte del emporio de la economía regional.
 
En el balance de las empresas que cerraron su puertas, que claudicaron por diferentes circunstancias, aparecen varias decenas de empresas clausuradas que se pueden citar como testimonio irrefutable de las circunstancias que llevaron a que quedaran vacíos espacios empresariales y microempresariales que tenían su asiento en Cúcuta y Pamplona, entre otras localidades, en los primeros años, de la segunda mitad del siglo XX.

"Las que se fueron"

Figura en ese listado una de las empresas que tenía un gran impacto en la economía de la época. Se habla de la Fábrica Hilados y Tejidos del Norte, de Pedro Felipe Lara, conocida coloquialmente, en su tiempo, como los Telares Lara. Operaba en una antigua casona en la avenida 3 con calle 14. Su existencia no pudo resistir el empuje de las textileras de Medellín (Coltejer y Fabricato) cuyos representantes estuvieron en Cúcuta hablaron con don Pedro Felipe Lara y cerraron la negociación. Al poco tiempo desmotaron los telares y se los llevaron, en su totalidad, para la capital de Antioquia para reforzar los equipos de la naciente industria de los tejidos en esa localidad.

En los últimos 50 años se produjo el cierre de numerosas fábricas y se le dio paso al auge comercial. En la lista de las empresas clausuradas se pueden citar las siguientes:
 
·         La fábrica de peroles, pailas, anafes y artículos en hierro colado, de Justo Pastor Gómez, ubicada en el barrio Sevilla.

·         Las embotelladoras de gaseosas: Regional, Hipinto y Kist, estas dos últimas se trasladaron a Bucaramanga.

·         Fábrica La Estrella, ubicada en la avenida 7 con calle 12, que producía pastas alimenticias, velas y fósforos.

·         En Pamplona cerraron la Cervecería Parra y la Fábrica de Cerveza Navarro que producía maltas y gaseosas.

·         Empresa Molinera de Herrán, que procesaba harina de trigo.

·         Las fábrica de pastas alimenticias Sanguino, de Efraín Sanguino.

·         Pastas Alimenticias, Confites y Baldosines La Fama, de Samuel Liévano.

·         El mayor almacén de comercialización de café, de Christian Hederich Valenzuela, que estaba ubicado en la avenida 5 con calles 10 y 11.

·         La Cooperativa Productores de Café de Durania, con más de 100 años de existencia.

·         Laboratorios Becas de Benito Castro.

·         Laboratorios Diosmengood de Dióscoro Méndez Good.

·         La fábrica de vinos y ponche cremas 'El Monito', de Víctor Serrano.

·         La Empresa Licorera de Norte de Santander.

·         La Cervecería Nueva de Cúcuta que fue adquirida por Bavaria, la cual apagó sus calderas en los primeros años del siglo XXI en  momentos que era la empresa de mayor importancia de la región.

·         Cementos Hércules de Cúcuta S. A.

·         Tejares San Luis de Jaime Pérez López

·         Baldosines Moreno de Roberto Moreno

·         Oleaginosas Risaralda con sede en El Zulia.

·         Industrias Raffo, Gavassa y Cía. Ltda.

·         Empresa de Transporte Domingo Pérez Hernández.

·         Central de Mezclas Asfálticas de Gabriel Pérez Escalante y Julián Caicedo Arbeláez.

·         Sociedad Aeropuerto de Cúcuta.

·         Fábrica de Juguetes 'Nacoral', que funcionaba en la calle 10 con avenida 0 y 1.

·         La Corporación Financiera del Oriente que tuvo su origen en Cúcuta

·         La Lotería de Cúcuta.

En lo referente a periódicos y empresas tipográficas quedó el recuerdo en su orden: La Imprenta de la Diócesis de Pamplona, las imprentas Departamental (de propiedad de la Gobernación de Norte de Santander) y Municipal (de la Alcaldía de Cúcuta); la Imprenta Parroquial, que manejaba el presbítero Daniel Jordán, el Semanario 'Comentarios' y Diario de La Frontera.

Emporio comercial

El auge del bolívar, que a partir del año 60, cuando el cambio estaba a $1.40 y comenzó a valorizarse, surgió un cambio de mentalidad y el deseo 'de hacer empresa' decayó para abrirle paso a la comercialización y Cúcuta pasó a convertirse en una vitrina vendedora de mercancías lo cual se extendió rápidamente y hoy capital de Norte de Santander se puede calificar como una tienda inmensa, con una sobre oferta impresionante, a la que se sumaron los Centros Comerciales abiertos en los últimos ocho años.
 
La pregunta es: ¿Cúcuta, los cucuteños si están en condiciones de absorber la saturación de productos que se encuentran en los cuatro puntos cardinales de su área?




Recopilado por : Gastón Bermúdez V.


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