martes, 25 de septiembre de 2012

245.- SE ACUERDAN DEL MICO ISAZA ?

Cantalero. Información tomada de "La Opinión"

El mico Isaza

No conocí muy a fondo la trayectoria de El Mico, famoso ladrón cucuteño, pero no cucuteño, que por muchos años dio que hablar en todo el territorio nortesantandereano y colombiano, pero si tengo muy presente que su muerte causó tal oleada de solidaridad y pesar entre los habitantes de los estratos bajos de Cúcuta que casi no pudo ser controlado por la policía, ni se diga de su velación y posterior entierro.

Para más hay que recordar que desde sus primeros años de muerto su tumba es de las más visitadas de todo el cementerio y las ofrendas que se le llevan marcan hitos de admiración; muchas gentes le rezan y le piden milagros para solucionar su precaria situación, otros le adjudican una gran cantidad de milagros realizados. Bueno con los mitos populares sucede de todo y para ello les presentamos información de un recorte de prensa de la época, para que rememoremos acerca de El Mico.

A Fabio Isaza Rincón lo llamaban Robin Hood. “El Mico” murió oponiendo resistencia. No trepaba árboles, pero sí tenía la habilidad del mico de saltar muros y escaparse de la cárcel para evadir a las autoridades.

El 26 de agosto de 1964, en horas de la mañana, fue cercado por once agentes que llegaron con el capitán Jaime Ospina Piñeros con el fin de atraparlo. “El Mico” puso de escudo a su amante y apretó su arma disparando y oponiendo resistencia. Los uniformados repelieron, dando de baja al misterioso hombre del cual se han tejido historias y mitos.

A los trece años de nacido, Fabio Isaza Rincón estaba metido en la delincuencia en Girardota, Antioquia, donde nació. A medida que pasaban los años se le fueron adjudicando crímenes, tras crímenes.

Lo detuvieron y enviaron a la región del Carare para su rehabilitación. Se rehusó y cometió otro asesinato. En el prontuario expedido por el F-2 rezaba que en Bogotá se enfrentó a la justicia ordinaria. Se le instruyó sumario y en dos ocasiones rindió indagatoria.

Una de sus habilidades era la fuga y casi alcanza su cometido en La Picota, aprovechando una de las remisiones al juzgado que funcionaba en el viejo barrio La Capuchina.

Al menor descuido saltó por un balcón y corrió por la avenida Caracas. Desconcertado y desconocedor de Bogotá a donde llegaba por primera vez. “El Mico” agarró hacia el norte montado en un taxi, hasta donde le alcanzó el dinero que tenía. Luego siguió a pie, por la carretera hasta llegar a la estación La Caro en las proximidades de Chía. Pocas horas después fue capturado.

En La Picota comandó una banda que se enfrentó a la de Hernando Galicia, asesino del doctor Augusto Ramírez Moreno. Se armaron de chuzo y en medio de la trifulca resultaron muertos diez reclusos.

“El Mico” fue herido y trasladado a la penitenciaría de Ibagué, de donde se fugó al día siguiente.

En 1959 secuestró a una comisión de parlamentarios en Puerto Berrío, Antioquia.

Isaza era el jefe de una pandilla que asoló, azotó y desangró la región.

En 1963 se escondió en el carro de la basura, burlándose así de los guardianes de la cárcel.

El 2 de abril apareció en Cúcuta en compañía de otro afamado hampón, alias “El Chino” Osorio, y se fueron a hacer fechorías en San Cristóbal, Venezuela.

El barrio El Contento

“El Mico” mató a un policía y fue apresado por la Digepol, cuerpo de seguridad político venezolano que lo torturó y sometió a innumerables vejámenes.

Limó los barrotes del terrible cuartel de la Digepol y lanzó una cuerda que la tiró a la calle. Se refugió en el bar “Rojo y Negro” de la calle 10 con avenida 2 de Cúcuta, donde tomó hasta emborracharse.

Después empezó a asaltar a cambistas y almacenes. Instaló retenes en la vía que conduce a Puerto Santander para despojar de las prendas a los pasajeros. En una ocasión dio muerte a un conductor de la empresa Ferreira.

A un industrial de apellido Meza le arrebató una fuerte suma de dinero que repartió entre los pobres de la zona occidental de la ciudad. De ahí lo compararon con Robin Hood.

En La Modelo propició una reyerta y fue indagatoriado en la inspección segunda que quedaba en el segundo piso de la Alcaldía.

El albañil Rito Antonio Rueda Ruiz, 72 años, le alquiló una pieza de su casa en $90, en la calle 12 entre avenidas 14 y 15 y se registró como Roque y a su compañera Bárbara Ortiz Pinzón la llamó Carmen.

En la mañana del 26 de agosto de 1964 fue sorprendido y dado de baja al poner a su amante como escudo y oponer resistencia.





Recopilado por : Gastón Bermúdez V.



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