viernes, 8 de marzo de 2013

344.- HACE 43 AÑOS EN EL COLEGIO CALASANZ DE CUCUTA


Oscar Peña Granados


El colegio comenzó en esta edificación en la calle13 entre avenidas 5ª y 6ª

La rockola de ese bar de la esquina me aficionó a las canciones de Daniel Santos que sonaban a toda hora

Ponía punto final  a esa etapa que se había iniciado un día de febrero del año 1959 en el que llegué a la sede inicial del Calasanz que quedaba sobre la calle 13  entre Avenidas  5 y 6 , en la que había sido la sede de la Cervecería Santander . Aún quedaban  como indicios de lo que había sido la actividad inicial de  la edificación  trozos pequeños de carbón coque, que usábamos para hacer la “risa del burro” en las patillas o en la nuca de la victima de turno.

Fue mi primer profesor el padre Tomás Sáinz y nosotros, los de 2º primaria fuimos sus primeros alumnos luego de su ordenación; esto y su forma de ser, creó un afecto especial para ambas partes. Tienen especial recuerdo las corridas de toro que organizaba con todos los juguetes  cuando se aburría de dictar clases, habían  banderillas, picador, matador. Fuimos los primeros en prohibir las corridas después de que un entusiasta banderillero cuyo nombre recuerdo pero no digo  clavó el par de banderillas  en el lomo del noble animal, causando lágrimas y algunas heridas superficiales a  quien generosamente se había prestado para esa función.

 La entrada al Colegio,  tan temida y tantas veces recorrida


Patio central del colegio

Hay muchos recuerdos, muchos nombres en esa época de la primaria: Calixto el listo, Don Roque grande en cuerpo y corazón, fue mi primer Director Técnico de fútbol cuando se apiadó de los que éramos los más malos a la hora de jugar y organizó un equipo al que llamó los Invencibles pero que mas bien ha debido llamarse el Bosque por la mano de troncos. Ha sido la única ocasión en la  que vi a Augusto Montagú jugando fútbol.

 Augusto Montagú

Después pasamos a la sede del Barrio Blanco, pegadito al Río Pamplonita que en algunos inviernos llegaba cerquita a la cancha de fútbol y donde pasamos de la niñez a la adolescencia con todos sus traumas pero también con todas sus cosas buenas.

 Oscar Peña Granados recibe su diploma de bachiller. 1968

Alvaro García fue el primer profesor de educación sexual de nuestro grupo cuando se aprendió de memoria el manual de instrucciones para  la relación sexual que se compró en un museo de  cera que visitó nuestra ciudad y que recitaba muy orgulloso a la hora del recreo.

 Alvaro García es el que no tiene gorra

Claro que lo complementamos con las educativas películas de Max Pecas (La Bahía del Deseo, etc)  que veíamos  en el teatro Mercedes, a donde llegaba media clase (una vez pasamos lista en el teatro), encaramados en el platón de la camioneta del papá de Jaime Pérez y  gracias al portero que nos dejaba entrar.

Fueron varias las locuras  de las que fui testigo pero tal vez de la que más me río es nuestra imitación del programa de Venevisión, Diluvio de Estrellas, y la sensacional actuación de las caderas de fuego: La Tongolele (Ricardo Faillacce).
 
 LA TONGOLELE

Claro, además  estaba la Banda de Guatavita, los abortos del Gogo y su obra magistral MI PAPÁ ME REGALÓ UN BOMBÓN, que William Faillacce cantaba con su muy educada voz (había tomado canciones de canto por correo). A propósito de William fue también boxeador, hoy exitoso ex funcionario de Petróleos de Venezuela y chavista a morir.

Ya mis hijos saben de memoria el cuento del saludo de Me Voici (mé o así) para Monsieur Guillot (a cuantos hicieron sacar de clase Rodolfo y Carlo R.) y otras historias. Aprendieron también algunas canciones que me enseñó el  padre Tomás y mi nieto las cantará igualmente. Ya que de recuerdos se trata debo confesarles que Radio Tumbis si fue un tumbe, nada que envidiarle a los Nule.

Pero como todo tiene su punto de saturación, para esa época, Noviembre 28 del 68, ya estaba harto  de las filas para entrar a clases, de la disciplina propia de los colegios y con ganas de verme sólo y supuestamente libre todo el día.
 
 
 Teatro Zulima de Cúcuta

De la ceremonia del teatro Zulima  tengo dos grandes recuerdos: Primero la gripota que tenía Sergio Mutis y que me contagió, por lo cual casi no puedo viajar a Bogotá dos días después  a presentar el examen de admisión en la Universidad donde años más tarde recibiría el segundo diploma  de grado;  Y segundo las lágrimas de mi mamá cuando le entregué mi diploma de bachiller.

Tuve durante la ceremonia un momento de pánico, no fue por el discurso de Sergio Yáñez sino cuando en un  momento de madurez pensé: ¨ Bueno y después qué, la cosa es en serio ahora sí ¨.

 Augusto Montagú, Nieto, Sergio Mutis, Juan Pabón, Oscar Peña, Jaime Pérez, Pizarro, la oreja de Carlos Rodríguez

Tantos años juntos con la mayoría de compañeros crea una especie de hermandad que hace chévere nuestros reencuentros, me gusta encontrarme y charlar con Chachi, Churchill, Carlos Alfonso, Rodolfo; me agrada chatear con Álvaro Urquijo y sus correos, unos educativos y otros XXX (pero buenos), con Sergio Forero y César Fortuna, y sigo esperando la visita de Augusto Montagú.

Para todos mis ex compañeros, con los que compartí mucho, poquito o nada, un abrazo en este aniversario. Extensivo también para Jaime Rodrigo Pérez Sanclemente, quien ya dio el último y definitivo paso.

Jaime Rodrigo Pérez Sanclemente, descansa en paz, compañero y amigo

Fotos: Algunas de mi archivo personal, otras enviadas por Álvaro Urquijo o tomadas del Facebook Calasanz 1968 y el de Carlos Rodríguez Duarte.
 
Un condiscípulo comenta: ¨Qué buena idea que cada uno de nosotros escriba un ensayo como el de Oscar, esto nos daría un recuento de mas detalles ahora olvidados por el paso del tiempo, por ejemplo los pedacitos de carbón coque que se encontraban en la arena de las canchas de fútbol de la sede de la calle 13.
 
Alguien recuerda los sucesos de Radio Tumbis a los que se refiere Oscar? Cuanta plata se desapareció de ese negocio? Habría que hacer una investigación en la heladería EL PALACIO porque las ventas de hamburguesas y cerveza tuvieron un aumento inusitado en esa época¨.
 
Oscar Peña IN ADDENDA: Porque usted lo ha pedido.
 
Los hechos que voy a narrar a continuación son totalmente ciertos. Los nombres de los protagonistas se han mantenido ocultos para protegerlos.
 
 
Entre esos cinco están los tres
 
Y continúo así: Todos los meses de agosto se celebraba la semana Calazancia durante la cual se realizaban distintas actividades con el fin de recoger fondos para promover las vocaciones sacerdotales y las misiones evangelizadoras a sitios remotos como África. Cada curso se esmeraba en ser el más original y el de mayor recaudo.
 
Con tan noble propósito tres jóvenes muchachos idearon poner una emisora durante el día del Bazar que se hacía el último día de la semana.
 
Solicitaron para pagar los equipos, la contribución de algunos padres dueños de almacenes y a cambio se les ofrecía la emisión de propagandas comerciales por la potente radio de 10 metros de alcance.
 
Con una visión comercial digna de admirar diversificaron su empresa: Uno de ellos tomó su escopeta de balines y montó el tiro al blanco, el único pero era que la mira estaba tan descalibrada que difícilmente le darían al blanco, así fuera éste la bola del Palacio.
 
 
Varios años después: C. Rodríguez, A. García, J. Pabón, S. Yáñez, J. Machicado, R. Granados, M. García, F. González, S. Mutis, J. Celis, O. Peña, F. Pizarro, J. Calderón, G. Villamizar, Guerrero M, H. Villamizar, Padre Tomás, J. Pérez., J. Arango
 
Un segundo joven se ideó el juego de la piragua que consistía en lograr que una moneda quedara sobre un plato que se mecía en las aguas de una tina (se robó la tina de baño de su sobrina).
 
Un tercero se puso al frente de las complacencias musicales de la emisora, con muy poca fortuna pues escogía muy mal las canciones; ese día por su culpa terminaron algunos romances, pues pongo por ejemplo, puso la Vaca Vieja como canción dedicada por un Romeo a su Julieta (por cierto una de las mas bellas niñas de la ciudad).
 
Al término de la jornada idearon un baile pero fuerzas extrañas intervinieron y tuvieron que clausurarlo, además de recibir un buen regaño de nuestros superiores.
 
Parece que quedó un pequeño sobrante de dinero pero ante la posibilidad de que con ésta suma fueran a enviar a nuestro compañero Eduardo Sabogal en misión sacerdotal al África, donde recientemente bandas de caníbales habían vuelto hamburguesa a unas monjitas francesas después de otras torturas no aptas para estas páginas, se decidió más bien contribuir con las finanzas del Sr. Meza, dueño del Palacio, y comerse las hamburguesas, estas sí al parecer de carne de res, acompañadas de una cerveza y un Sundae de fresa.
 
Además para recordar por un buen tiempo tan épica jornada se compraron un esfero verde (sin ninguna intención política) por lo cual sus demás compañeros de curso empezaron a murmurar y denominaron la Emisora Radio Tumbis.
 
No les reconocieron a estos mosqueteros el hecho de haber salvado la vida de nuestro querido Eduardo y que no hubiera terminado como hamburguesa o más bien como jamón ahumado.
 
Eduardo Sabogal Sayago
 
Espero que esta crónica haya resuelto su inquietud. Desde ahora quiero expresar que las fuentes de información son sagradas y que ni aún bajo tortura serán reveladas por este relator. Sumados a estos 3 muchachos estuvieron además Augusto Montagú que no hizo más que coquetear todo el día y no trabajó nada, y Sergio Forero que tuvo igualmente el mismo desempeño.
 
Sentados: Jairo Quintana, pollo Páez, Alvaro Urquijo. De pie: Rodolfo Granado, William Faillace, Gustavo ¨chachi¨ Urquijo, José Vicente Suárez Briceño, Oscar Peña, cuñado de william, Sergio Forero
 
 
 
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

1 comentario:

  1. Parece ser que estos "niños" asistieron al cole de la calla trece en mis años de permanencia, saboreando las brisas del PAMPLONITA. Un saludo a todos.

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