373.- VECINOS DE CUCUTA III (Durania,Pamplonita,Pamplona,Ricaurte)

DURANIA, RECIA ESTIRPE…

Revista Epika

Fue el poeta Honorio Mora Sánchez quien compuso la letra del himno de este municipio nortesantanderano y que en el Coro dice:

‘Durania recia estirpe

milagro de eclosión

fecunda cornucopia

tierra de promisión’.

Pero no sólo fue Honorio Mora Sánchez sino numerosos en cantidad y calidad los poetas que han tenido a esta tierra, entre sus más cálidas inspiraciones. Luis Helí Rubio, María Ofelia Villamizar, Benilda Guerrero de Gáfaro, José Toloza Cáceres y Fernando Velandia Caicedo, son algunos de ellos.

Yo amo entrañablemente a mi tierra Durania, pues de su seno soy hijo, y la amo, como el sol ama la mañana’, así le cantó Fernando Velandia Caicedo y así, estamos seguros le cantan sus miles de hijos que en el 2011, celebrarán con ‘pompas y platillos’, el centenario de la creación municipal.

El primer asentamiento humano se ubicó en La Cuchilla, límites con Bochalema, en 1880. Para esa época se llamaba Páez y comprendía terrenos de La Troja. En 1903, debido al rápido progreso de La Troja, la cabecera del corregimiento Páez se trasladó a aquél lugar con el nombre de San José de Córdoba. La Ordenanza 12 del 23 de marzo de 1911, lo erigió en municipio y la Ordenanza 30 del 14 de abril de 1930, sustituyó el nombre de Córdoba por el de Durania, en honor al general Justo L. Durán.

Para visitar a éste municipio, partiendo de Cúcuta, hay que tomar la vía que nos comunica con Pamplona, pero en el kilómetro 31, corregimiento La Donjuana, se toma la variante a la derecha. Ahí comienza una cuesta que termina en el Alto de La Cuchilla a 1.330 metros de altura sobre el nivel del mar, el punto más elevado de la ruta y en el que el turista puede disfrutar de los deliciosos pasteles que los campesinos del sector le ofrecen al visitante. También encontraremos una pequeña pero acogedora capilla consagrada al Santo Niño de La Cuchilla, a quien visitan implorando protección y esperanza.

Del Alto de La Cuchilla (kilómetro 41,5), inicia un descenso de 7,5 kilómetros que se transitan en 13 minutos al término de los cuales estaremos en tierras que entre cafetales, montañas y cumbres reciben al viajero con el carisma amable de los pobladores.

Venga, visite a Durania, la piscina olímpica -primera en el departamento-, el monumento La Escalinatas, el parque principal Justo L. Durán con su glorieta, la calle de los Leones, el muro histórico, y la laguna de La Barca, y el Salto El Saladito, son algunos de los lugares que tiene dispuesto para que el turista descanse, se relaje y disfrute del clima y la amabilidad de su gente.

PAMPLONITA, TRADICIÓN INDÍGENA Y RELIGIOSIDAD

 

                                                                                             Pamplonita

Para visitar a este bello municipio distante 63 kilómetros de la capital del departamento, es necesario transitar por una vía en buen estado pero que por el alto flujo vehicular debe ser tomada con precaución.

Pamplonita es tierra de música, gente amable y un clima que en el área urbana oscila entre los 16º y los 22º centígrados, y que tiene en el templo parroquial Nuestra Señora del Rosario, el principal atractivo turístico, ya que desde hace varios años fue declarado Monumento Nacional.

Los naturales del pueblo del Chopo -llamado inicialmente Chepo en honor al cacique que los dirigía-, hoy Pamplonita, fueron Encomendados al Capitán Juan de Maldonado, según Cédula Real del año 1550.

Éste como otros municipios nortesantandereanos, también fue visitado por el Libertador Simón Bolívar, así lo atestigua una antigua piedra tallada en piedra que está en la calle principal de la cabecera municipal.

La tradición oral dice que para la época el puente Potosí, construido en arco de piedra, era el que servía de acceso al incipiente poblado y que por ahí fue que ingresó el Libertador con sus tropas cuando iba de paso a Santafe.

Este municipio nortesantandereano se precia de ser el primer productor de naranja en el departamento, la cual se cultiva ‘silvestremente’, sin mucho esfuerzo de parte del laborioso hombre del campo.Santuario del Señor Caido.

Desde comienzos de lo años 80s, como agradecimiento por los favores concedidos, un ex alcalde de Tibú construyó el santuario del Señor Caído y desde entonces se convirtió en otro de los sitios visitados por los turistas que además de acudir al lugar implorando gracia divina, aprovechan las frías y cristalinas aguas del legendario ‘Pozo del Pato’ y se dan un ‘chapuzón’.

Anímese a visitar en familia o con sus amigos estas tierras. No se arrepentirá, pues además de conocer y disfrutar de los encantos que este pedacito de tierra nortesantandereana nos ofrece, podrá conocer el cultivo de rosas más tecnificado del departamento y que por su calidad y fácil adaptabilidad a estas tierras, fue tomado como piloto para otros municipios.

PAMPLONA, RELIGIOSA Y ACADÉMICA

                                                                                             Pamplona

Nueva Pamplona del Valle del Espíritu Santo, es la histórica ciudad localizada en las montañas de la cordillera oriental, al nororiente colombiano, en medio de un paisaje privilegiado rodeado de naturaleza. La ciudad, trazada a partir del típico damero empleado por España para sus fundaciones, ha mantenido el urbanismo y la arquitectura colonial republicana, que la hicieron merecedora de la declaratoria de Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional en 1963.  Ha recibido los nombres de Ciudad Fundadora de Ciudades, Ciudad Religiosa, Ciudad Mitrada, Ciudad Patriota y Ciudad Estudiantil del Oriente Colombiano.

El visitante encuentra en Pamplona calles estrechas mezcladas con edificaciones del período colonial, especialmente arquitectura residencial, y las de la época republicana, representada por edificios institucionales. De la arquitectura colonial pamplonesa, se conservan varias edificaciones, pero sobresalen dos, una es la de doña Águeda Gallardo de Villamizar, heroína nortesantandereana envuelta en la mítica leyenda de la independencia de la ciudad, y la otra,  popularmente conocida como Casa de las Marías, sede del  Museo de Arte Moderno ‘Eduardo Ramírez Villamizar’, en la que reposan algunas de las obras de este maestro pamplonés, declarada Monumento Nacional en 1975. También están la Casa de las Cajas Reales, sede del Sena, la Casa Museo Anzoátegui y la Casa Museo Colonial, entre otras.

De la época Republicana hay varias construcciones alrededor del parque principal ‘Águeda Gallardo’, como el Palacio Arzobispal y el Mercado Cubierto que fue declarado Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional en 1998.

El origen de Pamplona se enmarca en la época de la conquista española, en la cual la  iglesia fue parte fundamental en la construcción de la comunidad social y espiritual; con la edificación de iglesias, pretendió ejercer el control moral y social de los pobladores.  De esas construcciones aún se conservan, las iglesias del Señor del Humilladero, de Nuestra Señora del Carmen, de Santo Domingo y la Catedral de Santa Clara, construida al costado oriental del parque principal.

La ciudad patriota, es además de ciudad religiosa, ciudad intelectual y educadora en todos los niveles; en otras épocas, albergó a cientos de estudiantes que provenientes de lugares lejanos buscaban los mejores colegios del departamento y que aquí, los encontraban.

Pamplona ha sido cuna de hombres y mujeres de letras, políticos, intelectuales y artistas consagrados y reconocidos en la nación y en el mundo.  Sus calles exhiben historia, con un clima propio para el descanso, y una gastronomía variada y exquisita que invita a degustarla.

Pamplona turística, señorial e intelectual, está a sólo 75 kilómetros de San José de Cúcuta, y 124 kilómetros de Bucaramanga, por una vía recientemente recuperada y en la que  el turista se deleitará por la belleza de los paisajes y la abundancia y calidad de sitios que hay a lo largo de la vía dispuestos a atender los caprichos gastronómicos de los visitantes.

Ciertamente el ambiente religioso de Pamplona consolidó una oferta cultural y espiritual cuyo cenit es la celebración de la Semana Santa, la cual es una singular muestra de solemnidad y fervor, que se revive año tras año. Durante los recorridos de las procesiones por las principales calles se puede apreciar la belleza de las imágenes, el cuidado en cada detalle que decora los ‘pasos’, la piedad y entrega de los Nazarenos y los niños que han hecho de la Semana Santa Infantil, un espectáculo religioso y cultural digno de observar.

Las sahumadoras, los caballeros de la cruz, las autoridades eclesiásticas, civiles y militares en desfile de honor; las bandas de músicos y marchas, los colegios en uniforme de gala y los grupos sociales, de servicio y religiosos, recorren el trayecto de la procesión en actitud de recogimiento, engalanando la más importante celebración tradicional del pueblo pamplonés.

Aunado a esto, el canto de los coros que visitan la ciudad para participar en el Festival Internacional Coral de Música Sacra, junto al olor a incienso, las flores y las imágenes hacen de Pamplona un lugar mágico en esta época del año.

Otra de las actividades para disfrutar es el festival de danzas folklóricas por parejas y el aniversario de la proclamación de independencia del 4 de julio, que sirve de marco para la realización de las mejores fiestas del oriente colombiano.

Los turistas, hospedados en los elegantes y cómodos hoteles que ofrece la ciudad, pueden organizar visitas a los diferentes municipios que la rodean, como Cácota, Chitagá, Mutiscua y Silos.

RICAURTE, UNA PEQUEÑA NEVERA EN CUCUTA

Maria Fernanda Gutiérrez Santander 

  

Fundado por el sacerdote Demetrio Mendoza y distante 41 kilómetros de la capital nortesantandereana, se encuentra el corregimiento Ricaurte situado a una altura de 1.450 metros sobre el nivel del mar. Los habitantes que no son más de 100, lo describen como el lugar más agradable para vivir. El clima oscila entre los 10 y 17 grados centígrados. Esta particularidad sobresale, pues en el resto del municipio las temperaturas alcanzan los 38 grados centígrados o más.

 

El cura fundador fue designado párroco de San José de Cúcuta a comienzos del siglo pasado. Él llegó hasta la ‘nevera’ cucuteña al advertir que se trataba de una próspera zona comercial que ni siquiera tenía iglesia. Al principio lo ‘bautizó’ como el caserío de Mucujún. Tiempo después, mediante el acuerdo 14 del 12 de julio de 1921 ascendió a la categoría de corregimiento. Fue desde 1924 que se le empezó a llamar Ricaurte como hasta nuestros días, también por influencia de Mendoza. En un demoledor contraste frente a lo que sucede hoy, esos tiempos de prosperidad quedaron referenciados en el gigantesco potencial agrícola que ostentaba el lugar.

En la Monografía Ilustrada de Cúcuta de 1933, del historiador Luis Gabriel Castro, se relación las haciendas de Ricaurte de la siguiente manera:

-La Selva, de Feliciano Medina.

-Las Blanquitas de Florentino Benítez.

-Hacienda Guaimaral de Guzmán Molina.

-Albarrizal de Miguel Noguera.

-Las Minas de Antonio María Pérez.

Prueba del poderío que llegó a ostentar aquel lugar aparece en el censo de cultivadores de la época, donde Luis Porras figuraba como el máximo productor de café con 14.000 cafetos. Seguían en su orden Federico Suárez  con 11.500, Rafael Chacón, con 10.700 y Francisco y Paulo Roa con 9.500 cafetos.

En el corregimiento cucuteño el cacao también tuvo un gran espacio, destacándose las plantaciones de Juan Benítez, Nicolás Morales y Desposorio Porras.

Hoy, las veinte familias que habitan Ricaurte  no escapan a las angustias de la mayoría de poblaciones colombianas donde el Estado poco ha hecho presencia. Conseguir agua potable se ha convertido en toda una odisea porque el preciado líquido debe ser recolectado de las lluvias o de la quebrada La Danta ubicada en territorio venezolano a 800 metros del mojón fronterizo. Nelly Celis, que lleva 20 años viviendo en este corregimiento, pidió  apoyo a la Alcaldía para construir pozos subterráneos para el almacenamiento del agua.

Allá no hay puesto de salud ni servicio de transporte público. La  vía de acceso se encuentra en precarias condiciones, convirtiendo el trayecto en un 'castigo' y calvario para los pasajeros, porque  triplica el tiempo de duración del viaje que normalmente sería de una hora hasta la capital de Norte de Santander. La principal problemática es la carretera, destacó, Mildred Astrid Rodríguez Arias, presidenta de la junta de acción comunal. Utilizar las carreteras y centros de atención médica ubicados en territorio venezolano son la constante para los habitantes de Ricaurte, que como si fuera poco tampoco cuentan con líneas telefónicas. En contraste, hace 89 años el teléfono sonó en el Mucujún como se le conocía en aquella época de prosperidad. El servicio fue inaugurado el 19 de octubre de 1922 por el gobernador Víctor Julio Cote Bautista.

 

Educación

Los 12 niños que estudian la primaria en la escuela del sector, no cuentan con las condiciones mínimas que un estudiante debería tener, los pupitres no son los adecuados para los niños y la única aula de clases se encuentra en regular estado y en ella se dictan clases para los niños de primero a quinto. Los jóvenes que están  en bachillerato tienen que desplazarse a otros planteles educativos de San Faustino, Cúcuta o algunas poblaciones venezolanas, situación que  conlleva a un mayor gasto económico para las familias. Los que estudian en Venezuela, reciben educación gratuita, además de tener mayor facilidad de desplazamiento.

La profesora de la escuela Ricaurte, Libia Soraya Ramírez, reclamó: “necesitamos arreglar el tanque del agua, no tenemos luz, para las necesidades de la escuela. Siempre le ha tocado asumirlas a la comunidad”.

Seguridad

 

 

La seguridad es buena en Ricaurte porque cuenta con la presencia permanente de la Policía Nacional que está encargada de custodiar las 17 antenas receptoras de telefonía móvil y de comunicaciones de diversas entidades públicas y privadas.

El mojón

 

Es una piedra tallada que data de 1923 y sirve para demarcar el límite en la frontera entre Colombia y la República Bolivariana de Venezuela. Como dato curioso, es común ver la integración entre miembros de la Guardia Nacional de Venezuela y policías colombianos que con frecuencia organizan  encuentros deportivos creando lazos de hermandad entre las dos naciones.

Religión

 

La Parroquia de La Sagrada Familia está consagrada a Nuestra Señora de Chiquinquirá y pertenece a la Diócesis de Tibú, en ella se destaca un óleo de la Virgen donado por el general y doctor en Jurisprudencia Manuel María Valdivieso, el general Rafael Valencia, el doctor Guillermo Cote Bautista y el doctor Rafael Carvajal.

Las misas  se ofician cada tres meses de manera ocasional. El encargado de esos oficios es el párroco de San Faustino.

Esta pequeña comunidad no festeja las tradicionales fechas como Semana Santa, Aguinaldos, ni días especiales para la Iglesia Católica.

Dato

Cada 3 meses se paga el recibo de la luz.

Recopilado por: Gastón Bermúdez V.