martes, 29 de octubre de 2013

469.- CUCUTA … IN ILLO TEMPORE



Manuel Francisco González Durán




Aún recordamos cuando ayer, en Cúcuta nadie decía buenos días, sino, mamita, ¿a cómo (y no a cuánto) amaneció el bolívar?

Y a medio vestir y sin probar un tinto, muchos corrían a esperar a Rafa, nuestro bacán y amigo Cartabrava, quien acariciando el timón de su carrito por puesto, entre sonrisas y muy amable les decía: Hoy si está larga la cola, compañeros…

Era cuando un buen número de compatriotas, en carros, en avión o en lo que fuera, se volcaban hacia Cúcuta para comprarle el pasacinta al carro, porcelanas a la esposa en donde los Yonekura, y en el Chantilly una buena gama de perfumes, pastillas de asbesto para los frenos, más rines y volantes de lujo para la nave, y de comer, todo lo que hubiera.

Oh, tempo o mores, decían los latinos, tal vez cuando añoraban a Catón, e igual nosotros al peinar las canas, y dudar quizá si de verdad todo tiempo pasado fue mejor.

Era el ir y venir de la Frontera, también cuando en hordas los venezolanos vaciaban nuestros todos y vitrinas, a la voz del estribillo célebre: Tá barato, dame dos.

Fue cuando hasta el oficio más viejo del mundo, asaz tuvo su esplendor a tutiplén. O acaso quién no recuerda las colas de taxis en la avenida primera, en el antivenéreo, justo detrás del antiguo San Juan de Dios.

Y qué tal el brutal movimiento de nuestros bancos, en ese entonces dignos de cualquier centro industrial o comercial.

De igual manera vuelven a la memoria, primero el Salón Blanco, en su género, único y sin igual. El restaurante Capri de Gerardo de la Tour Smith, el Roma de los Martinelli, Don Eme en El Escobal, la pasta en donde Cañollati, y en el Barrio Latino, la Embajada Antioqueña, reina entre lo más popular. El Festín y las tostadas, el Pato Rojo, la Venecia y otros más.

Cuán grato es añorar, permitiéndonos en el propósito ciertas subjetividades, mas, sin ofender, y  mucho menos desconocer las bondades del presente galopante, en el cual si nos descuidamos,  fácilmente la mañana puede ser ayer.


Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

No hay comentarios:

Publicar un comentario