martes, 18 de febrero de 2014

526.- EL DR. JULIAN CAICEDO, TAMBIÉN FUE UN VISIONARIO AGROAMBIENTAL


Hugo Espinosa Dávila

 



¿Y cómo localizo a ese ingeniero Julián Caicedo? le inquirí al Presidente de la Sociedad de Mejoras Públicas de entonces (1972), Don Numa P. Guerrero, quien como Asesor Técnico de esa Entidad, Rectora del Ornato en Cúcuta, me había ordenado ponerme a su disposición para coordinar, sugerir y suministrar el distinto material vegetal para las instalaciones (próximo a inaugurar), del C.C. Bolívar y en especial, el Almacén Ley.

“Quien esté vestido de pantalón y camisa caqui”. . . “Ah, y vaya detrás de él hablándole, pues no se queda quieto ni un momento”. Ese fue el “santo y seña” del exalcalde Numa P. Guerrero.

“Yo lo conozco” - me dijo Luis, el conductor de la camioneta de la SMP - y “parece un militar dando órdenes, muy estricto y exigente” – acotó. Recordé, con ese talante, a algunos de mis profesores, manizalitas, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Caldas, en la cual había cursado estudios entre el 67 y el 71.

Terminada esa “misión”, el mismo directivo de la SMP fue el mensajero de los agradecimientos, con el recado simultáneo de extenderme la invitación del querer seguir prestándole mis servicios como Asistente Técnico de sus cultivos hortícolas en su parcela de recreo en Chinácota. Y su recomendación final fue: “Fórmese como persona y profesional a su abrigo, ahora que eres un recién egresado”, me profetizó.

Valoré las palabras de don Numa y ausculté, entre diversos círculos citadinos, las calidades y cualidades personales y profesionales del ingeniero Caicedo Arboleda y todas sus facetas apuntaban a la calificación de “prohombre”, es decir, hombre que gozaba de la consideración, el aprecio y alta estima de su sociedad. Acepté su gentil invitación, sin considerarla nunca oportunidad para obtener un estipendio por tales servicios, pues, sólo me bastaba el favor de su amistad, oír sus consejos y orientaciones.

El Dr. Lucio Julián Caicedo Arboleda, respetó siempre mis creencias filosóficas  y  ayudó  a  granjearme  el  aprecio  de  su  familia;  con  el transcurrir de los días, de los años, también me abrogué el mote de “Jefe Pluma Blanca”, como cariñosamente, a instancias no cercanas de él, lo referían su señora esposa e hijos.

Además de ser un carismático y por antonomasia blasón del profesional-empresario, diligente, activo, exigente, honesto como el que más, de buenas costumbres, fue un esposo, padre y abuelo ejemplar, en quien las enseñanzas del Maestro Jesús las asimiló como una “Urbanidad de Carreño, Religiosa”, iniciando su higiene espiritual con la misa diaria a las 7 a.m., en la Iglesia de Los Carmelitas (Av. 0-Calle 17).   

En su hogar, en el recinto-estudio, en unas de las paredes y adosado a un tablero-corcho, había un mapa unidimensional de la Tierra, “pinchado” con un sin número de coloridos alfileres sobre aquellos países y ciudades, los cuales, en su merecidas vacaciones, había visitado. Y me refería: “Dios me dé vida y licencia para conocer a Australia, las islas de Nueva Guinea, Nueva Zelandia, etc.”, pues, a la vista de quienes teníamos el privilegio de ser invitados a su hogar, ese continente no estaba “pinchado” (digo, con alfileres).

Y es la razón del título de este acápite, pues fue su constante preocupación, al recorrer esas coordenadas geográficas, no sólo  enriquecer  su  acervo  sociocultural, sino indagar, entre las diversas observancias, las que pudiesen ser prospectivamente relevantes (entre otros tópicos las agroecológicas), para adaptarlas, replicarlas o ampliar su conocimiento en nuestro ecosistema, para el mejoramiento de nuestra calidad de vida.

Y, por ello, luego de retornar a su querencia, de su propio y exclusivo peculio, propició (y le acolité, técnicamente), entre 1975 y 1987, los siguientes estudios, de observación y adaptabilidad de campo, en las zonas circunvecinas a Cúcuta, referidos a los siguientes temas:

·         Oití, planta ornamental y de sombrío. Estudio que se divulgó profusamente en varias ciudades colombianas donde se adaptó este árbol para arborizar avenidas. Año 1975


·         Parcelas de mostrativas de adaptabilidad y selección de mejor semilla de la Higuerilla, con propósitos agroindustriales. Año 1980


·         Cultivo semicomercial del Matarratón, como alimento forrajero. Año 1982


·         Parcelas de mostrativas de adaptabilidad y selección de mejor semilla del Orégano, para explotación agroindustrial. Año 1984


·         Pruebas locales de campo de la Sábila en zonas áridas y semiáridas de Cúcuta, para la adaptabilidad, propagación y producción. Año 1986


·         Pruebas locales de campo de la Jojoba por ser una especie forestal foránea a nuestro medio ecológico. Años 1984 a 1987

 
De las conclusiones de este último experimento de observación y adaptabilidad de la Jojoba en Cúcuta (con proyección a ecosistemas similares en otras latitudes), dado el interés mundial y presentación de la ponencia de nuestros resultados en un Congreso Internacional en los EE. UU (Tucson, Arizona), visitó a Cúcuta el profesor de la Universidad de Ben-Gurión (Israel), científico Asher Staller; y en su segunda oportunidad, constatando que los gobiernos de turno y sus entidades oficiales no prestaban apoyo económico e institucional, entonces, en nombre de la esa Universidad y en particular del Instituto  “Jacob Blaustein” (para la investigación del desarrollo del Desierto de Negev-Israel), propuso al Dr. Caicedo le vendiera esos derechos de investigación, a lo cual contestó: “Si se considera que la humanidad en otras latitudes va a beneficiarse con estas nuestras experiencias, con la anuencia de Hugo, le cederemos todas nuestras experiencia de campo de cuatro (4) años”. Al cabo de un tiempo, me comentó acerca de la nota oficial de agradecimiento remitida desde Israel.

Por último, el Dr. Julián fue la persona quien introdujo, entre otras, las siguientes especies vegetales ornamentales y de sombrío que aún embellecen nuestra ciudad: del Tolima, el árbol “Lluvia de Oro” y del Ecuador, el Nim o Neem. Y, el promotor regional del cultivo de la Pitahaya, en su granja de Chinácota, confines comerciales y de exportación. Aunque en esta última experiencia no lo pude acompañar. 

Actividades ésas realizadas por este visionario prohombre sin pretender ningún reconocimiento y/o aplausos, pues aunque sobradamente merecidas, sé que era alérgico a ello. Más bien, su santa vanidad la ostentaba para evidenciar los bellos postulados de nuestro Himno Rotario; todo lo anterior, como legado y para orgullo de sus hijos y demás familiares, dejando con su partida al Oriente Eterno, para sus amigos y la ciudad que lo acogió como su hijo ilustre, una estela de ejemplos, sonrisas y corazones comprimidos.  

SU LEGADO

 Transcripciones de las apreciaciones relevantes de algunos de sus seres queridos:

“Inquieto, vivaz, de palabra fácil y elocuente”.

“En sus recorridos dejó sembradíos de luces de esperanza”

“En casi medio Cúcuta, donde plasmó su obra, ya como constructor, ya como promotor empresarial, se siente su presencia de hombre recto, trabajador hasta el cansancio y, sobre todo, visionario”

“Viajar, conocer otras latitudes, era su sueño permanente, sólo porque creía que fuera de las fronteras, iba a encontrar situaciones aplicables a la región: Una semilla nueva de planta o de un proyecto” 

SANDRA CAICEDO GUTIERREZ

 

“Nunca le gustaban las tareas sencillas o rutinarias, ni se impuso jamás metas fáciles ni de corto plazo.”

LUIS ALEJANDRO BUSTOS

 

“Fue el padre ejemplar”.

“La rectitud, honestidad y el diálogo fueron siempre su bandera.”

“Luego de ofrecernos los pro o los contra de nuestros problemas e inquietudes, dejaba las decisiones a nuestro libre albedrío; pero aún así tomáramos la dirección equivocada, siempre estaba allí para guiarnos nuevamente por el camino correcto.”

ELIANA CAICEDO GUTIERREZ

 

“Mi padre, al igual que mi madre, se sentían cucuteños por adopción y amaron tanto a Cúcuta que nunca pensaron regresar a sus ciudades de origen”.

“Como ingeniero, tuvo bajo su responsabilidad la construcción de algo más de 55 importantes obras en Cúcuta y su Área Metropolitana, como son: La Universidad Libre de Cúcuta, Centro Comercial Bolívar, Telecom de la Av. Cero, Edificio Colegio Médico, reconstrucción del Palacio de la Gobernación del Dpto. y de la Alcaldía de Cúcuta, reconstrucción de los Almacenes Ley del Centro (dos oportunidades), el Centro Comercial Oití, la Urbanización EL Cují, entre otras.”

“Fue una persona estimada y apreciada en la ciudad a tal punto de ser el Candidato a la Alcaldía de Cúcuta en consenso de diversas vertientes de partidos políticos.”

JORGE JULIAN CAICEDO GUTIERREZ

 

“Mi suegro, para mí y sus nietos Santiago y Manuel, fue un líder, del cual sólo podemos expresar una profunda admiración, que sin duda alguna, lo recordaremos por siempre por el gran legado que nos dejó.”

MARIA DEL MAR SUSO

 

“De regreso de los EE.UU. a Ecuador, nos anunciaron la enfermedad de mi padre; paramos en Cúcuta para saludarlo. Sinceramente fue muy duro ver esa fortaleza de hombre en su agonía, pero sin embargo aún mantenía su sentido de humor. Nunca nos mostró una tristeza mayor en su rostro, pues lo que se veía en él era una visión de MISIÓN CUMPLIDA: Sus hijos ya casados, casi el mundo entero conocido y muchos libros leídos y con su Skal Club y su Club Rotario.”

MAURICIO CAICEDO GUTIERREZ

 

“Julián, más que un maravilloso suegro. . . fue y será siempre un ejemplo invaluable para mi familia. . . un padre digno de imitar que dejó una huella en sus hijos.” Parodiando a Goldoni, “El que deja una imagen suya en sus hijos, sólo muere a medias.”

LUZ AMPARO DE LOS RIOS

 

“El hombre no sólo es grande por lo que hace, sino por lo que entrega y hace por los demás.”

MARIA ISABEL JARAMILLO - MAISA

 

“Las reuniones rotarias, durante más de 44 años, le permitieron compartir con su grupo de amigos, trabajar en pro de los más necesitados, crear empresas y multiplicar en la ciudad el legado de Paul Harris. Un legado que al interior de su familia también lo vivimos y lo sentimos, tanto que por épocas todos sus hijos y yernos hemos sido y somos rotarios. Compartimos la filosofía rotaria en reuniones, obras y momentos especiales como aquel 23 de febrero de 1996, tuve el honor de recibir de sus manos mi primer Paul Harris.”

XIMENA CAICEDO GUTIERREZ



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

1 comentario:

  1. Conocí personalmente a Don Julián y D. Nelly Caicedo en 1966 en Puerto Rico, yo tendría 11 años entonces. D. Julián formaba parte del equipo de Tiro de Colombia en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se celebraron en PR. Estuvieron de visita en casa ya que les unía una amistad con mi papá, Ing. Jorge E. Goyco desde los años 40 cuando Papi trabajó con él en Cúcuta. Recuerdo una anécdota, Julián había ganado una medalla en los juegos y me la mostró, yo quedé fascinada con ella y él muy cariñoso me la regaló. Mi papá no lo permitió bajo protesta de D Julían, pero prevaleció Papi. Igual jamás olvidé su gesto como tampoco el cariño de Nelly, los recuerdo a ambos con afecto.
    Lamento el fallecimiento de ambos, mis padres también fallecieron.
    Un abrazo a todos sus familiares.
    Saludos afectuosos
    Mercedes Goyco Carmoega

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