viernes, 13 de junio de 2014

584.- MANUEL ALVARADO, VIDA ARTISTICA y 60 AÑOS DE LA ORQUESTA


Jorge Maldonado Vargas


Manuel Antonio Alvarado Castañeda, nació en Cúcuta el 21 de enero de 1929, compositor, arreglista y músico, es considerado una institución en la frontera. Desde que nació escuchó sonar un clarinete por los rincones de su casa. Su padre Anselmo Alvarado tocaba sin cesar y se convirtió en su único profesor y mentor.

A los 14 años cumplidos, en 1943, ingreso a la banda departamental  como clarinetista de primera categoría y seis meses después fue ascendido al puesto de clarinete solista. Se quedó con su instrumento preferido, el saxofón.

Integró las Orquesta Santander y La Tennis Club, y en 1968 fue nombrado director de la banda departamental, cargo que ostentó durante 20 años ininterrumpidos.

La goma por tocar fue contagiando a más seguidores, y en 1952 formaliza, lo que Manuel  Alvarado considera una empresa.

En ese entonces Cúcuta era más pequeña, con sus calles empedradas, acostumbraba después de misa de 11:00 de la mañana, hacer presentaciones con su grupo en el café El RIALTO.
En 1953 se radica en Bogotá, pero a su regreso, dos años después, le da otro soplo de vida a la orquesta, que la bautiza con su nombre , por sugerencia de los demás integrantes, y en ese segundo envión amplia la nómina a 18 músicos.

Este hijo del barrio El Llano se cotizó tanto hasta tal punto que los clubes de varios departamentos lo requirieron para amenizar las fiestas.

De Cali guarda un especial recuerdo porque fue en esta ciudad donde inició su período sin fin en el club La Victoria y en la feria en el año de 1965  le otorgaron la “Carreta de Plata”, en la costa brilló con luz propia y  el Club Alemán de Barranquilla lo contrató como orquesta de planta para todos los venideros carnavales y “era obligación presentarse en el festival de Orquestas que se organizaba en el Coliseo Humberto Perea”. 

En 1972 conquistó el Congo de Oro y de ahí en adelante llovieron los reconocimientos y homenajes. También amenizó en el Country Club y Club Barranquilla.
Esta fotografía fue tomada en 1970 en el Club Tennis y en ella recordamos a los integrantes de la Orquesta de Manuel Alvarado, que en ese entonces era el alternante natural de las grandes agrupaciones que se presentaron en Cúcuta durante varias temporadas especialmente en diciembre o en las fiestas de aniversario de los clubes sociales. De izquierda a derecha: Ramón Gamboa, Manuel Alvarado (Jr.), Humberto González, Orlando Novoa, Saúl Gamboa, Luis E. Alvarado C., Justo Zambrano, Manuel Alvarado (Director), Maximino Chacón, Patricio Novoa, Rafael Maldonado, Ignacio Jaimes, Ciro Bonilla, Darío Bustamante y abajo los cantantes Ciro Rodríguez, Armando Barreto y Manuel Huamari. La orquesta del Maestro Alvarado ganó varios premios nacionales e internacionales en esa época.

A fines de los años 60 y comienzos de los 70, en Cúcuta compartió tarima con reconocidas orquestas venezolanas como los Melódicos de Renato Capriles, La Billo’s Caracas Boys de Billo Frómeta y otras varias que en esa época solían venir en la temporada decembrina a la ciudad a amenizar las fiestas navideñas o de aniversario de los Clubes Tennis y Comercio.

A Santa Marta viajaba cada ocho días con su Orquesta que llegó a tener músicos peruanos, panameños y venezolanos. Montería, Sincelejo, Manizales y San Andrés Isla, fueron plazas que se deleitaron con su música en la época considerada de oro.

En esos ires y venires a la Costa Atlántica alternó con otras orquestas como la de Pacho Galán, Lucho Bermúdez y Wilfrido Vargas. 

Los temas de moda de la época eran Carmen de Bolívar, La Butifarra de Pacho, Merecumbé y Rosa María entre otros.

De sus composiciones destaca el paso doble “Abanico de Brisas” y “Linda Cucuteña”, inspirado en las mujeres de esta región fronteriza.

En 1995  y 2006  la Gobernación del Norte de Santander  le hizo un reconocimiento por su trayectoria y labor artística.

Manuel Alvarado a sus 84 años recuerda también haber tocado en la Araña de Oro y Café Comercio.

Sobrevivir en medio de esa invasión de música como reggeton, vallenato, pop y rock, ha sido su reto. El secreto, es la disciplina, y adaptarse a los tiempos modernos.

He criado a mis 5 hijos gracias a la orquesta, los educó al lado de su esposa  Teresa a sus hijos Manuel, Maritza, Aide, Edgar y Oscar, todos ellos han ejecutado  algún  instrumento.

Lamenta el cierre  del conservatorio y a pesar de ello asegura que hay semillas que se están formando en las escuelas Batutas de los Municipios.

El paso del LP al CD no fue traumático, se adaptó, se han grabado 6 LP y 2 CD que aún están sonando en el mercado.

El último de ellos salió en diciembre del 2005 con motivo del 50 aniversario de vida artística de la Orquesta y recopiló éxitos como: Nostalgia Campesina, Así así, La Guacherna, Micaela, Mosaico Alvarado, Timba y tambo, El toro balay, Mosaico Colombiano y Cuando estemos Viejos.

Su trayectoria musical ha sido reconocida por varias Alcaldías del Departamento especialmente la de San José de Cúcuta, Clubes Rotarios, Clubes Sociales.

“Por esto decimos que hay Orquesta y Manuel Alvarado, para mucho Rato”

 A Manuel Alvarado lo mantiene vivo la música, y dice: “Soy Feliz Tocando” 

Nota.- El maestro falleció el lunes 23 de marzo de 2015 en Cúcuta, dejando un legado de música y recuerdos. 

Gracias don Manuel  (Juan Pabón)


Los salones de fiesta lucían esplendorosos. Al frente, Don Manuel, vibrando al son de la música, orientaba con sus brazos hacia las partituras para inspirar a la orquesta. Era como una magia sugerida para alentar los sueños de las parejas y unirlas en esa sensación maravillosa del cortejo. (Cúcuta debe la alegría de sus recuerdos a Manuel Alvarado; con él, las generaciones aprendieron a desarrollar un talento, innato cucuteño, en esos bailes bonitos, de antes).

Alvarado empezaba con un pasodoble, una melodía de Luis Alcalá o un jazz,  como anuncio de los hermosos boleros, la música ardiente del Caribe y, todos, los éxitos de las orquestas venezolanas.

Eran costumbres distintas, de una vida sencilla, romántica, y de ellas aprendimos los jóvenes a imaginar el amor, a suspirar con el parpadeo de los ojos divinos y la timidez de las sonrisas de las niñas lindas que, entonces, también eran diferentes, graciosas, con hoyitos en las mejillas, bucles y una tierna ingenuidad que nos enamoraba.

Don Manuel se sentía cerca, en el saludo, en la palabra amable y en esa decencia que lo caracterizaba, además de despertar en nosotros la confianza suficiente como para pedirle una, u otra, canción.

-¡Exquisitos tiempos, Don Manuel! Estuvimos felices, nos alegramos, en tantos instantes sublimes, con el cariño que se desprendió desde su orquesta hacia el corazón de la comunidad cucuteña que lo incorporó como patrimonio afectivo y lo sembró en la historia.

Una sociedad en la cual éramos como cristales, como crisoles, en los cuales se fundía la esperanza, y cultivábamos valores sutiles, parroquiales quizá. Por eso lo añoraremos siempre y mantendremos en nuestras añoranzas un solio para usted.

Nadie nos quita lo bailado (como dicen) con la Orquesta de Manuel Alvarado: de eso damos fe los ahora viejos, con esa remembranza de los tiempos de antes, con esa nostalgia grata de las vivencias marcadas por la otrora ilusión de vivir en armonía con una fascinante ciudad ... aún provinciana.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

1 comentario:

  1. 23 de marzo de 2015 fecha inolvidable en el ámbito músical cucuteño y norte santandereano, pues parte a la gloria eterna del creador el maestro Manuel Alvarado, dejando un vacío en su familia y en el gremio de músicos que lo conocimos y formamos parte de su orquesta... paz en la tumba del gran maestro.

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