lunes, 15 de diciembre de 2014

680.- ALGUNOS CALIFICATIVOS DE CUCUTA



Fernando Vega Pérez


San José de Cúcuta, a través del tiempo, ha recibido distintos calificativos que han mostrado los rumbos que ha tomado.

Se la llamó inicialmente “Cruce de caminos”, cuando ya fundadas Pamplona, Mérida, Salazar de las Palmas, Ocaña, San Cristóbal y Maracaibo, coincidían en el uso de las rutas para unirse entre sí: de Maracaibo a Santa Fe, de Caracas a Bogotá pasando por Mérida; de Pamplona a Ocaña en busca de una salida al mar; de Bogotá, Tunja, San Cristóbal y Mérida para buscar una salida rápida al mundo por el Lago de Maracaibo. Este cruce de caminos fue la iniciación de un comercio estable para nuestra ciudad.

Fue llamada “Muy Noble, Leal y Valerosa Villa” por el rey Carlos V, al elevarla a la categoría de municipio en 1792, reconociendo con ello su auge en el comercio, su valor de frontera entre el mundo de España de la Colonia y el mundo libre de los Motilones, quienes no se resignaban a perder sus dominios y ser subyugados.

Fue llamada “Cuna de la Gran Colombia”, cuando en 1821 fuera escogida por el libertador para conformar el sueño grancolombiano y redactar y aprobar la primera Constitución.

Fue llamada “Ciudad Cosmopolita” por don Manuel Ancízar, en 1850, en su Peregrinación de Alpha, al comprobar que sus puertas fueron abiertas para quienes quisieron asentar sus reales en ella, haciéndola la ciudad más pujante del oriente.

Don Luis Febres Cordero la llamó “Ciudad Vencedora”, luego del atroz terremoto de 1875, cuando logró vencer a la misma naturaleza y surgió con mayores bríos y mayor belleza, trabajando en grandes proyectos como el primer ferrocarril de Colombia, el cual permitió suscribir los primeros acuerdos comerciales para la apertura económica.

Fue llamada “Ciudad Industrial”, porque fue la primera en montar una fábrica de vinos, en aquel sitio, los Llanos de Carrillo, donde años atrás el Gral. Santander fuera vencido por Bartolomé Lizón. Además, se instalaron los primeros telares por don Pedro Felipe Lara, que posteriormente fueron vendidos a los antioqueños. La industria tabacalera dio sus primeros pasos, se inició el cultivo del café, se sembró a gran escala el cacao, que tanto complaciera a la reina de Inglaterra, que fuera conocido como el cacao de La Magdalena, por la vía utilizada para su exportación.

Fue llamada “Ciudad del Progreso” porque se dieron con anticipación a otras ciudades, la luz eléctrica y el teléfono inalámbrico; porque construyó grandes puentes, como el de San Rafael en 1850; porque en ella el general Virgilio Barco refinó por primera vez en Suramérica el petróleo, produciendo el kerosene y que fuera llamado La Luz América; porque fue pionera de la aviación colombiana y una de las primeras ciudades en establecer un verdadero sistema de correos.

Ha sido llamada el “Primer puerto comercial de Colombia”, porque al abrir la vía Río Zulia-Río Catatumbo para llegar al Lago de Maracaibo, dio la oportunidad para entrada y salida de mercancías. Así fue llamada porque desde la Colonia fue utilizada para surtir a Pamplona, Tunja y Bogotá, y por ella estas regiones exportaban sus productos como los sombreros de jipi japa, la quina, el cacao y el café.

Ha sido llamada “Ciudad Comercial” y “Primera Vitrina Colombiana” por su vecindad con Venezuela; si bien esta circunstancia la ha atrasado industrialmente, ha permitido que las grandes factorías colombianas muestren al exterior sus productos y comercien con otros países.

Ha sido la primera ciudad en preocuparse por el medio ambiente, sembrando árboles y prados; por ello el Inderena le concedió el nombre de “Ciudad Verde de Colombia”.

Es la “Ciudad de la integración y del amor” porque a ella acudió el príncipe Guaimaral, hijo del cacique Mara, dueño y señor del Lago de Coquivacoa, hoy Lago de Maracaibo, en solicitud de la ayuda y apoyo del cacique Cúcuta, cuando Ambrosio Alfinger invadió sus dominios y subyugó a su raza. En esos dominios conoció a la princesa Zulia, hija del cacique Cínera, de quien se enamora y se une en matrimonio y con quien combate el español hasta la muerte de Zulia en pleno combate en la ciudad de Pamplona.

Cúcuta es “Ciudad Histórica” porque guarda en ella recuerdos de grandes hitos históricos: La Batalla de Cúcuta, 1813: el sacrificio de Mercedes Ábrego; la muerte de Florentina Salas en el Llano de Carrillo. En nuestra ciudad recibió El Libertador el título de Ciudadano Granadino y fue ante el Concejo de la Ciudad donde juró lealtad a la nación; desde Cúcuta inicia Bolívar la Campaña Admirable; en Cúcuta conoce al General Santander, sin cuya cooperación habría sido imposible lograr la libertad de cinco naciones; en Cúcuta en el Templo de Villa del Rosario, se firma la primera Constitución; nuestra ciudad es sitiada durante la Guerra de los Mil Días y durante esta guerra se expiden en Cúcuta sellos de correos y se emiten billetes hoy de gran valor para los coleccionistas.

Fue llamada “Ciudad Bonita” por el abogado, poeta e historiador, Dr. José Luis Villamizar Melo, en la letra del pasodoble “Cúcuta Bonita”, por la armonía de sus calles, su precioso paisaje, la frondosidad de sus árboles que con su brisa abanican a propios y extraños a impulsos de las brisas del Pamplonita, haciéndonos la vida más agradable y placentera.

Es una “Ciudad Turística”, porque posee la infraestructura necesaria, por su situación geográfica, sus posibilidades comerciales, sus atractivos naturales, sus monumentos históricos, por ser una ciudad cosmopolita. Porque sus gentes son de trato sencillo, desprevenidas, amistosas y prontas a ofrecer desinteresadamente sus servicios, porque en cada esquina se encuentran esperanzas para el futuro, porque su presente lo cimenta en su pasado, porque está trabajando en procura de un mejor porvenir.

Parodiando palabras de nuestro primer obispo Monseñor Luis Pérez Hernández, oriundo de Cúcuta, podemos decir que es turística por el fruto de un esfuerzo continuado desde su creación, porque nació pequeña y creció en fortaleza y gloria, porque trabó los nudos de su historia bajo los azotes de sus luchas y al precio de sus triunfos, porque es un haz de corazones unidos por la vida, para vivir, porque ha sido el germen regado al soplo de un ideal con cada hijo que se desprende, porque sus gentes morirán para germinar, se volverán polvo para sembrar el amor en la tierra con la sepultura de sus mayores, sus padres y sus héroes, porque se alzará siempre airosa en sus leyes y en su civismo, porque abrirá la bandera a los cuatro vientos como símbolo del triunfo de una raza sin miedo ni vergüenza ante el resto del país y ante extraños.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

2 comentarios:

  1. Increíble, la grandeza y fama de pioneros. Muy buen artículo.

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  2. También ha sido llamada "perla del norte", "ciudad de los almendros" y "primer puerto terestre y turístico de Colombia"

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