Julian
Caicedo Arboleda
(1921-2002)
Nota.- Una premonitoria
sugerencia del Ing. Julián Caicedo Arboleda, apropiada para ilustrar los
conceptos que se refieren a esta importante convocatoria regional.
Julian Caicedo
Arboleda
Los medios de comunicación, todos a uno, presentan un
sombrío panorama al futuro próximo en el cual el suministro de agua, tanto para
el consumo humano como agrícola, se verá afectado de tal manera que las
predicciones son apocalípticas: guerras, hambruna, sequías que transformarán
los conceptos del consumo en la urbe y el agro.
Métodos
eficientes con inversiones costosísimas: riego
por goteo, transformaciones genéticas a plantas de menor consumo, lo que hoy es
antieconómico.
Serán factibles los sistemas de tratamiento de agua
salada, los acueductos vendrán de las costas al interior transportando, no
energía, como hoy los oleoductos, sino agua, vida para los humanos y las
plantas. ¿Trágica verdad?
Pensar que la
solución está en nuestras manos: EL CÍNERA.
De esa visión macro del proyecto multipropósito, extractamos algunos datos por
demás interesantes:
-Abastecimientos de agua: reservorios de 500 millones de metros cúbicos para el
área metropolitana, como también San Antonio y Ureña.
-Regulación del Río Zulia: desde la altura de embalse para los 500 millones de
metros cúbicos hasta la presa óptima, 1600 millones de metros cúbicos, con
caudal turbinado de 120 M3/seg.; control de inundaciones y caudal permanente
para la navegación del río Zulia.
-Suministro para el Distrito de Riego: En
la primera etapa ampliación a 11.000 has. de arroz y palma africana; en las
etapas II,III y IV, caucho y otras especies de alta rentabilidad, 36.000
has. en los valles de Zulia y
Pamplonita.
-Recuperación del río en la producción: social y comercial de pescado abajo del embalse (picuro)
para alimentación básica y apoyo del desarrollo turístico, parte intermedia del
río (bocachico) y parte baja (bagre).
Dentro de los planteamientos está la sustitución de cultivos
ilícitos, 30.000 has. en los distritos de riego arriba mencionados hasta 81.000
has.
Hagamos algunas elucubraciones mentalmente, trasladémonos
al año 2015, crucial para el agua; los ríos Táchira y Pamponita semi secos, el
caudal de estaje del Pamplonita es de 500 lts/seg; Cúcuta sedienta, las
industrias en parte paralizadas, la agricultura deficitaria en alimentos, el
hambre rondando nuestros lares: todos los planes de ordenamiento territorial y
desarrollo económico basados en el agua colapsarán.
Senén
Botello
Invirtamos la visión; hemos construido un Cínera, abastecemos
de agua por gravedad al área binacional Cúcuta-Ureña-San Antonio; si
proporcionamos a nuestros vecinos agua para el intercambio comercial será con trueque
por bienestar: somos socios en el existir.
Minidistritos de riego, donde frutas y legumbres a más de
saciar los paladares locales nos permitirán exportaciones a los vecinos y al
Caribe.
La historia repetidamente lo ha manifestado, las
civilizaciones que se han impuesto en la historia han sido las agrícolas, productoras
de alimentos donde una minoría es quien se dedica al campo, este fenómeno es el
que ha hecho rico a Estados Unidos, Canadá, Sur África, Australia y Nueva
Zelanda.
Los valles de El Zulia y Pamplonita reverdecerán con sus
cultivos de arroz y palma africana, que han sustituido la coca y la amapola; la
violencia se ha transformado en desarrollo, bienestar y progreso.
En las zonas cafeteras se ha sembrado café gourmet
(10.000.000 de libras); por tanto, se ha revivido la industria cafetera.
Reemplazamos el ferrocarril por la navegación en El
Zulia, los transportes bajarán por tonelada.
El puerto fluvial de El Zulia estará henchido de
productos agrícolas; estará lista la gran fábrica de grasas, frutas y
hortalizas para los mercados sedientos del Caribe.
Para aquél tiempo el valor del agua y los productos
agrícolas, como la vieja fábula, no serán la piedra filosofal, ni Creso, sino
el agua, la que trasmuta en oro cuanto toca.
El suministro de agua para el Área Metropolitana y
Venezuela tendría un costo reducido y, como hoy pasa en Medellín, exportaremos
agua para la subsistencia de la especie humana.
Sin mencionar el aire puro producido en el Parque
Nacional formado, una vez reforestada toda la Hoya de El Zulia, el sombrío del
café gourmet y la sombra protectora de los frutales: tendremos no sólo un aire
puro, sino perfumado con flores de azahar.
Hemos presentado los dos panoramas; no será tiempo de
escoger y poner todo nuestro empeño en el proyecto Cínera: construyamos la
promotora para honrar al ingeniero Senén Botello, padre y madre de la criatura.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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