sábado, 21 de marzo de 2015

731.- CONSTRUYAMOS EL CINERA



Julian Caicedo Arboleda
            (1921-2002)

Nota.- Una premonitoria sugerencia del Ing. Julián Caicedo Arboleda, apropiada para ilustrar los conceptos que se refieren a esta importante convocatoria regional.

Julian Caicedo Arboleda

Los medios de comunicación, todos a uno, presentan un sombrío panorama al futuro próximo en el cual el suministro de agua, tanto para el consumo humano como agrícola, se verá afectado de tal manera que las predicciones son apocalípticas: guerras, hambruna, sequías que transformarán los conceptos del consumo en la urbe y el agro.

Métodos eficientes con inversiones costosísimas: riego por goteo, transformaciones genéticas a plantas de menor consumo, lo que hoy es antieconómico.

Serán factibles los sistemas de tratamiento de agua salada, los acueductos vendrán de las costas al interior transportando, no energía, como hoy los oleoductos, sino agua, vida para los humanos y las plantas. ¿Trágica verdad?

Pensar que la solución está en nuestras manos: EL CÍNERA. De esa visión macro del proyecto multipropósito, extractamos algunos datos por demás interesantes:

-Abastecimientos de agua: reservorios de 500 millones de metros cúbicos para el área metropolitana, como también San Antonio y Ureña.

-Regulación del Río Zulia: desde la altura de embalse para los 500 millones de metros cúbicos hasta la presa óptima, 1600 millones de metros cúbicos, con caudal turbinado de 120 M3/seg.; control de inundaciones y caudal permanente para la navegación del río Zulia.

-Suministro para el Distrito de Riego: En la primera etapa ampliación a 11.000 has. de arroz y palma africana; en las etapas II,III y IV, caucho y otras especies de alta rentabilidad, 36.000 has.  en los valles de Zulia y Pamplonita.

-Recuperación del río en la producción: social y comercial de pescado abajo del embalse (picuro) para alimentación básica y apoyo del desarrollo turístico, parte intermedia del río (bocachico) y parte baja (bagre).

Dentro de los planteamientos está la sustitución de cultivos ilícitos, 30.000 has. en los distritos de riego arriba mencionados hasta 81.000 has.

Hagamos algunas elucubraciones mentalmente, trasladémonos al año 2015, crucial para el agua; los ríos Táchira y Pamponita semi secos, el caudal de estaje del Pamplonita es de 500 lts/seg; Cúcuta sedienta, las industrias en parte paralizadas, la agricultura deficitaria en alimentos, el hambre rondando nuestros lares: todos los planes de ordenamiento territorial y desarrollo económico basados en el agua colapsarán.

Senén Botello

Invirtamos la visión; hemos construido un Cínera, abastecemos de agua por gravedad al área binacional Cúcuta-Ureña-San Antonio; si proporcionamos a nuestros vecinos agua para el intercambio comercial será con trueque por bienestar: somos socios en el existir.

Minidistritos de riego, donde frutas y legumbres a más de saciar los paladares locales nos permitirán exportaciones a los vecinos y al Caribe.

La historia repetidamente lo ha manifestado, las civilizaciones que se han impuesto en la historia han sido las agrícolas, productoras de alimentos donde una minoría es quien se dedica al campo, este fenómeno es el que ha hecho rico a Estados Unidos, Canadá, Sur África, Australia y Nueva Zelanda.

Los valles de El Zulia y Pamplonita reverdecerán con sus cultivos de arroz y palma africana, que han sustituido la coca y la amapola; la violencia se ha transformado en desarrollo, bienestar y progreso.

En las zonas cafeteras se ha sembrado café gourmet (10.000.000 de libras); por tanto, se ha revivido la industria cafetera.

Reemplazamos el ferrocarril por la navegación en El Zulia, los transportes bajarán por tonelada.

El puerto fluvial de El Zulia estará henchido de productos agrícolas; estará lista la gran fábrica de grasas, frutas y hortalizas para los mercados sedientos del Caribe.

Para aquél tiempo el valor del agua y los productos agrícolas, como la vieja fábula, no serán la piedra filosofal, ni Creso, sino el agua, la que trasmuta en oro cuanto toca.

El suministro de agua para el Área Metropolitana y Venezuela tendría un costo reducido y, como hoy pasa en Medellín, exportaremos agua para la subsistencia de la especie humana.

Sin mencionar el aire puro producido en el Parque Nacional formado, una vez reforestada toda la Hoya de El Zulia, el sombrío del café gourmet y la sombra protectora de los frutales: tendremos no sólo un aire puro, sino perfumado con flores de azahar.

Hemos presentado los dos panoramas; no será tiempo de escoger y poner todo nuestro empeño en el proyecto Cínera: construyamos la promotora para honrar al ingeniero Senén Botello, padre y madre de la criatura.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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