Rafael
Antonio Pabón
En tres aguas se debate el futuro del Centro de
Rehabilitación Cardioneuromuscular de Norte de Santander.
Mientras el gobierno departamental solicita la
liquidación; el gerente y los funcionarios de la ESE buscan cómo evitar que la
Asamblea dé ese paso. Entre tanto, el secretario jurídico de la Gobernación
recomendó aplazar la toma de la decisión hasta pasadas las elecciones del 25 de
octubre.
La entidad, desde el 2014, está declarada “en riesgo
fiscal y financiero alto”, porque hace tiempo presenta déficit presupuestal y
financiero.
En el 2009, fue de $ 247,5 millones; en el 2010, de $
107,2 millones; en el 2011, de $ 151,4 millones; en el 2012, de $ 500,6
millones; en el 2013, de $ 256,6 millones, y en el 2014, de $ 141,7 millones.
Los diputados asumieron el estudio de la situación del
Centro de Rehabilitación en acato al proyecto de ordenanza presentado por la
administración departamental. Organizaron reuniones con los actores
comprometidos con el pasado, presente y futuro de la entidad. A la última cita
acudió el gerente Luis Fernando Páez y defendió con cifras la suerte del
organismo descentralizado.
“La Ese no es viable si no tiene apoyo” económico, dijo
el funcionario. El respaldo debía salir del Instituto Departamental de Salud,
pero “no tuve apoyo, ni hubo voluntad” de parte de esa institución para salvar
al Centro. El IDS “prefiere a la red privada que a la pública”, denunció Páez.
El Centro de rehabilitación fue creado, en 1993, como
entidad adscrita a la Gobernación. Diez años después, se trasformó en Empresa
Social del Estado (2003).
Funciona y debe rendir informes como hospital
independiente y el objeto principal es la atención de pacientes en etapa
ambulatoria. No hay hospitalización. Es de categoría pública y recibe recursos
mixtos.
En el país solo hay tres instituciones de este tipo y
la de Cúcuta manejaba el mejor taller de prótesis. Había ganado reputación
nacional, tanto que Teletón un día quiso comprarla. No se dio el negocio y hoy
acusa problemas para el funcionamiento.
Entre 2013 y 2014, se dio la variación negativa más
alta en los ingresos y llegó al 60 por ciento. La respuesta la dio el gerente
Páez, “la ESE no vive de terapias”.
“En general, todos los componentes de los ingresos
recaudados presentan un comportamiento decreciente desde el 2009 y no logra
superarlo en los años subsiguientes hasta el 2014”, señala la exposición de
motivos del proyecto de Ordenanza presentado a la Asamblea de Norte de
Santander para que decida el porvenir de la entidad.
El ministerio de Salud y Protección Social, en el 2011,
categorizó al Centro de Rehabilitación “en riesgo alto”. En cada año, soportó
un déficit que no la dejó salir de esa condición. En el 2014, de acuerdo con
cálculos aplicados a la matriz de riesgo, el déficit es del orden de los $
1369,3 millones. De esa manera quedó demostrado que durante el último periodo
la situación se agravó.
La explicación de Luis Fernando Páez ante los diputados
es que del Plan de Desarrollo para mejoramiento de la red de salud
departamental, que ascendió a los $ 8300 millones, solo recibió $ 600 millones
en dos años.
El Instituto Departamental de Salud prefirió a la
empresa privada Soinsa, a la que le aportó $ 1840,7 millones, en los mismos
periodos. “La ESE sola, nunca será viable”, sentenció el gerente.
La exposición de motivos, tras analizar los movimientos
financieros, concluyó de manera tajante que la institución “no realizó ningún
esfuerzo para mejorar la situación que traía desde el 2009”.
Los pasivos totales, entre el 31 de diciembre de 2009 y
el 31 de diciembre de 2014, aumentaron de $ 228,3 millones a $ 1565 millones,
con una variación del 586 por ciento. A esa lista negativa se suman los
proveedores (528 %) y los servicios personales (353 %).
“El aumento exagerado del pasivo hace que la
entidad sea insostenible y con sus pocos ingresos no alcanza a financiar los
gastos ocasionados por la prestación del servicio”, señala la exposición de
motivos.
El gerente Luis Fernando Páez completó en abril tres
años al frente del organismo departamental. Al llegar al cargo “no tuve empalme
con la administración anterior” y después de posesionado “no tuve respaldo del
Instituto Departamental de Salud” para desempeñar funciones y sacar adelante al
Centro de Rehabilitación.
Los diputados miembros de la Comisión de Salud y
algunos invitados escucharon las explicaciones de los funcionarios y
solicitaron los documentos sobre los que basaron la exposición para estudiar a
fondo el caso de la ESE. Páez les anunció que “vamos a desvirtuar el 70
por ciento del informe” presentado por el IDS y que llevó al gobierno
departamental a solicitar autorización “para suprimir y liquidar” la entidad.
Según la exposición de motivos, el Centro “no tiene
solvencia, no tiene capacidad de endeudamiento, no tiene capital de trabajo, ni
suficiencia patrimonial, lo que afecta su sostenibilidad administrativa y
financiera”.
El secretario jurídico Hugo Francisco Márquez recomendó
que “el proceso de liquidación de la ESE Centro de Rehabilitación
Cardioneuromuscular de Norte de Santander se inicie con posterioridad a las
justas electorales del 25 de octubre”.
Indicó que el concepto “es un mero criterio auxiliador
de la administración” y que no “es de obligatorio cumplimiento o ejecución por
parte de los servidores a quienes va dirigido”.
De aprobarse el proyecto, el gobernador Edgar Díaz
tendría dos meses para expedir el decreto que ordene la supresión y la
liquidación de la institución, y se nombre liquidador. “Si me sacan demandaré,
porque gané (el cargo) en concurso” de méritos, sentenció el gerente Luis
Fernando Páez.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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