lunes, 12 de octubre de 2015

823.- CENTRO DE REHABILITACION CARDIONEUROMUSCULAR



Rafael Antonio Pabón


En tres aguas se debate el futuro del Centro de Rehabilitación Cardioneuromuscular de Norte de Santander.

Mientras el gobierno departamental solicita la liquidación; el gerente y los funcionarios de la ESE buscan cómo evitar que la Asamblea dé ese paso. Entre tanto, el secretario jurídico de la Gobernación recomendó aplazar la toma de la decisión hasta pasadas las elecciones del 25 de octubre.

La entidad, desde el 2014, está declarada “en riesgo fiscal y financiero alto”, porque hace tiempo presenta déficit presupuestal y financiero.

En el 2009, fue de $ 247,5 millones; en el 2010, de $ 107,2 millones; en el 2011, de $ 151,4 millones; en el 2012, de $ 500,6 millones; en el 2013, de $ 256,6 millones, y en el 2014, de $ 141,7 millones.

Los diputados asumieron el estudio de la situación del Centro de Rehabilitación en acato al proyecto de ordenanza presentado por la administración departamental. Organizaron reuniones con los actores comprometidos con el pasado, presente y futuro de la entidad. A la última cita acudió el gerente Luis Fernando Páez y defendió con cifras la suerte del organismo descentralizado.

“La Ese no es viable si no tiene apoyo” económico, dijo el funcionario. El respaldo debía salir del Instituto Departamental de Salud, pero “no tuve apoyo, ni hubo voluntad” de parte de esa institución para salvar al Centro. El IDS “prefiere a la red privada que a la pública”, denunció Páez.

El Centro de rehabilitación fue creado, en 1993, como entidad adscrita a la Gobernación. Diez años después, se trasformó en Empresa Social del Estado (2003).

Funciona y debe rendir informes como hospital independiente y el objeto principal es la atención de pacientes en etapa ambulatoria. No hay hospitalización. Es de categoría pública y recibe recursos mixtos.

En el país solo hay tres instituciones de este tipo y la de Cúcuta manejaba el mejor taller de prótesis. Había ganado reputación nacional, tanto que Teletón un día quiso comprarla. No se dio el negocio y hoy acusa problemas para el funcionamiento.

Entre 2013 y 2014, se dio la variación negativa más alta en los ingresos y llegó al 60 por ciento. La respuesta la dio el gerente Páez, “la ESE no vive de terapias”.

“En general, todos los componentes de los ingresos recaudados presentan un comportamiento decreciente desde el 2009 y no logra superarlo en los años subsiguientes hasta el 2014”, señala la exposición de motivos del proyecto de Ordenanza presentado a la Asamblea de Norte de Santander para que decida el porvenir de la entidad.

El ministerio de Salud y Protección Social, en el 2011, categorizó al Centro de Rehabilitación “en riesgo alto”. En cada año, soportó un déficit que no la dejó salir de esa condición. En el 2014, de acuerdo con cálculos aplicados a la matriz de riesgo, el déficit es del orden de los $ 1369,3 millones. De esa manera quedó demostrado que durante el último periodo la situación se agravó.

La explicación de Luis Fernando Páez ante los diputados es que del Plan de Desarrollo para mejoramiento de la red de salud departamental, que ascendió a los $ 8300 millones, solo recibió $ 600 millones en dos años.

El Instituto Departamental de Salud prefirió a la empresa privada Soinsa, a la que le aportó $ 1840,7 millones, en los mismos periodos. “La ESE sola, nunca será viable”, sentenció el gerente.

La exposición de motivos, tras analizar los movimientos financieros, concluyó de manera tajante que la institución “no realizó ningún esfuerzo para mejorar la situación que traía desde el 2009”.

Los pasivos totales, entre el 31 de diciembre de 2009 y el 31 de diciembre de 2014, aumentaron de $ 228,3 millones a $ 1565 millones, con una variación del 586 por ciento. A esa lista negativa se suman los proveedores (528 %) y los servicios personales (353 %).

“El aumento exagerado del  pasivo hace que la entidad sea insostenible y con sus pocos ingresos no alcanza a financiar los gastos ocasionados por la prestación del servicio”, señala la exposición de motivos.

El gerente Luis Fernando Páez completó en abril tres años al frente del organismo departamental. Al llegar al cargo “no tuve empalme con la administración anterior” y después de posesionado “no tuve respaldo del Instituto Departamental de Salud” para desempeñar funciones y sacar adelante al Centro de Rehabilitación.

Los diputados miembros de la Comisión de Salud y algunos invitados escucharon las explicaciones de los funcionarios y solicitaron los documentos sobre los que basaron la exposición para estudiar a fondo el caso de la ESE.  Páez les anunció que “vamos a desvirtuar el 70 por ciento del informe” presentado por el IDS y que llevó al gobierno departamental a solicitar autorización “para suprimir y liquidar” la entidad.

Según la exposición de motivos, el Centro “no tiene solvencia, no tiene capacidad de endeudamiento, no tiene capital de trabajo, ni suficiencia patrimonial, lo que afecta su sostenibilidad administrativa y financiera”.

El secretario jurídico Hugo Francisco Márquez recomendó que “el proceso de liquidación de la ESE Centro de Rehabilitación Cardioneuromuscular de Norte de Santander se inicie con posterioridad a las justas electorales del 25 de octubre”.

Indicó que el concepto “es un mero criterio auxiliador de la administración” y que no “es de obligatorio cumplimiento o ejecución por parte de los servidores a quienes va dirigido”.

De aprobarse el proyecto, el gobernador Edgar Díaz tendría dos meses para expedir el decreto que ordene la supresión y la liquidación de la institución, y se nombre liquidador. “Si me sacan demandaré, porque gané (el cargo) en concurso” de méritos, sentenció el gerente Luis Fernando Páez.




Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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