miércoles, 18 de noviembre de 2015

843.- ACUEDUCTO METROPOLITANO Y CINERA




Gastón Bermúdez Vargas  


El doctor Hugo Vergel ha escrito: ¨No sé si todos quienes dicen oponerse al acueducto metropolitano, han pensado en asumir políticamente las graves consecuencias que traería no ejecutarlo, como la de aplazar indefinidamente la solución del grave problema del suministro de agua potable que ha detenido el crecimiento  en Villa del Rosario y Los Patios y  la de seguir exponiendo a la ciudad de Cúcuta a los padecimientos de un nuevo problema en el río Pamplonita, como los presentados en los derrames de crudo o los que se pueden presentar hoy con el fenómeno del Niño.

Tampoco sé si asumirán la responsabilidad si los recursos ya asignados por el gobierno nacional y Ecopetrol, migren hacia otras regiones.

Dado que todos ellos son personas de buena fe  y  quieren a su región, considero que no han sido informados correctamente del tema, por lo que trataré de hacerlo.

El acueducto metropolitano consta de dos componentes básicos:

1. Un proyecto  de recursos de Ecopetrol por 188.000 millones de pesos, que consiste en la  captación y conducción de agua desde el rio Zulia  hasta la planta el Pórtico,  con lo que  se contará con las dos opciones bien sea de agua del Zulia o del Pamplonita para abastecer la ciudad y evitará la afectación del servicio si en algunas de estas dos fuentes se presenta un problema.

2. Aprovechando el proyecto de Ecopetrol, la ejecución de obras complementarias por 140.000 millones de recursos de la nación y el departamento para solucionar el problema de desabastecimiento en los municipios de Los Patios y Villa del Rosario, que consisten en  una captación adicional en el rio pamplonita de 1 metro cubico por segundo, una planta de tratamiento de esta misma capacidad y  conducciones y almacenamientos en los dos municipios.

Algunos pretenden  que todos los recursos del acueducto metropolitano sean destinados al Cínera, ignorando que el componente de Ecopetrol nace de la necesidad de tener una contingencia efectiva para  futuros derrames de crudo, con lo cual además de cumplir con su legado de responsabilidad social, esta empresa cubrirá su grave riesgo financiero, de sumas mucho mayores a las asignadas, si se le llegare a condenar por los perjuicios económicos que se le ocasionen a la ciudad en un futuro derrame.

Esto significa que  Ecopetrol no puede dar otro destino a estos recursos y que quedarían disponibles solamente los 140.000 millones de pesos que han apropiado la nación y el departamento para suplir la necesidad de agua potable en Villa del Rosario y Los Patios.

No suena inteligente desviar los recursos para la solución de un problema tan sentido en estos municipios hacia un proyecto del Cínera cuya inversión desborda esta cifra en más de un billón de pesos y aún  no tiene los estudios geológicos e hidrológicos necesarios para saber incluso si se puede ejecutar.

Implicaría nada más ni nada menos, aplazar por años las soluciones para estos municipios y congelar los  dineros asignados hasta que se hagan estos estudios y se complete los recursos monetarios que hagan posible la iniciación del proyecto del Cínera.

Desarrollar el acueducto metropolitano y aceptar los dineros ofrecidos por el departamento para los estudios que permitan concretar el Cínera es lo más racional.

Se ha atacado el proyecto del acueducto metropolitano y puesto en oposición al Cínera, quizás por la creencia que si se ejecutan los recursos prometidos no se volverá a hablar de inversiones para el embalse.

Todo lo contrario, una vez construida la conducción de agua del rio Zulia para la ciudad de Cúcuta,  se reforzará la necesidad de la regulación de su cauce con  proyectos de almacenamiento artificial como la represa del Cínera y preferiblemente aquellos de tipo ambiental como los propuestos en el páramo de Saturbán.

Es inevitable para el crecimiento del área metropolitana que el recurso hídrico del río Zulia complemente al del Pamplonita.

Sin embargo, esto se dará gradualmente a medida de este crecimiento y de los resultados de las medidas que se deben tomar para el cuidado de la cuenca del río Pamplonita.

No se puede argumentar que se condena a desaparecer un distrito de riego que consume más de 14 m3/seg por la entrada de un sistema que consumirá gradualmente  hasta 1.95 m3/seg.

Igualmente como se hace para el consumo humano, los agricultores deben asumir costumbres de usos eficientes de agua  y ajustarse a su disponibilidad hasta que se den las soluciones de regulación de cauce anotadas.

Tampoco es cierto que sea el acueducto metropolitano el responsable de un futuro incremento de los costos de producción para el agua potable para la ciudad.

Si bien es cierto que el suministro desde el río Pamplonita es más económico por abastecernos por gravedad sin necesidad de bombeos, largas tuberías o embalses artificiales, y que por ello el aumento gradual de la proporción utilizada del río Zulia aumentarán los costos, no es a causa del acueducto metropolitano, sino por la capacidad copada del rio Pamplonita.

Todo lo contrario el acueducto metropolitano se ha diseñado con la mejor opción de costos de producción. Aún sin el Cìnera, existen alternativas para no tener que bombear agua en el río Zulia.

Se ha estudiado buscar una captación aguas arriba del río Zulia hasta una altura que permita traer el agua por gravedad. Desafortunadamente, las condiciones geológicas por donde pasaría esa tubería son tan difíciles, que encarecerían el mantenimiento de la tubería, de los carreteables  e incluso de los túneles que se deben construir. Estos costos serán sin duda mucho mayores a los que representa el costo de bombeo proyectado en el acueducto metropolitano que tanto atormenta a sus opositores.


También con el Cínera se puede lograr agua por gravedad, pero los costos para el servicio de acueducto representado en el valor que se pretende cobrar por el agua cruda a pie de presa  de más de $1000 por m3 es sin duda mayor al valor de $220 por m3  que representará  el bombeo del acueducto metropolitano.

Por otra parte, la captación adicional de 1 m3/seg del río Pamplonita y la construcción de una línea ya diseñada desde El Pórtico al tanque de Nidia, permitirá en una buena parte del año en que el rio lo permita,  abastecer a la ciudad  sólo con esa fuente  y disminuir el costo de energía.

Todo lo contrario a ser proyectos que riñen, el proyecto del acueducto metropolitano será una vez construido el Cínera, uno de sus componentes fundamentales al hacer posible la conducción del agua a la ciudad desde el embalse.

Pensando en ello, el proyecto de conducción se ha diseñado con  un espesor de tubería que soporte las presiones que se generarán una vez conectada al Cínera.

No hay razón para seguir oponiéndonos al gran proyecto que representa para el área metropolitana el acueducto metropolitano. Sigamos persiguiendo nuestros sueños, como los del Cìnera, pero sin dañar las realidades como las del acueducto metropolitano¨.

Algunos interrogantes a ser respondidos

Parece razonable y técnica la opinión del Dr. Vergel, persona quien además maneja este recurso vital para los cucuteños y el área metropolitana, y conoce las necesidades inmediatas.

Sin embargo hay que darle respuesta y mirar con atención los serios cuestionamientos que al proyecto hizo el ex-director de Corponor, Yesid Navas, quien señaló que se está “ensillando sin haber comprado la mula”. Dijo, de manera contundente, que la obra no funcionará “si no se regula el río Zulia”.

 “El mal llamado acueducto metropolitano no es sostenible ambientalmente, no es viable económicamente y no es equitativo socialmente, aseguró, y anunció que por esas razones el proyecto se caerá.

  • 1.- Sostenibilidad ambiental

Este aspecto no ha sido analizado, razón fundamental que dará al traste con el proyecto, porque no regula el río Zulia. Nadie a estas alturas del siglo 21, puede estar pensando en construir un acueducto sin regular las aguas del río. No debería llamarse Acueducto Metropolitano de Cúcuta, sino Regulación del río Zulia, Embalse Multipropósito del Cínera.

No se puede pensar en un acueducto si no se cuenta con el agua. Las cuentas sin regulación muestran que el caudal estaba en 16 metro cúbicos por segundo. Para el acueducto están haciendo cálculos sobre 50 metros cúbicos por segundo. Los 14 metros cúbicos reales ni siquiera alcanzan para darle agua al Distrito de Riego Zulia.

¿Qué pasa con el caudal ecológico? No está calculado en el Conpes. El documento dice que Ecopetrol hizo el cálculo, porque Corponor no tiene el dato, que es de 21 metros cúbicos, según la Universidad Nacional.

Si no se regula, el acueducto no funcionará, y si no se toma en cuenta el caudal será ambientalmente insostenible. Así se caerá la estantería montada. El análisis se ha hecho desde el punto de vista del recurso hídrico, pero no de la oferta.

¿De dónde le van a meter a los tubos 3 metros cúbicos si no hay? En sequía se baja de 6 metros cúbicos por segundo y en inundaciones sube a más de 200.

Regulación significa acumular agua cuando haya inundaciones, y soltarla en el verano cuando se hace necesaria para el riego y el consumo.

  • 2.- Es inviable económicamente

Las cuatro propuestas analizadas anunciaban el servicio por bombeo. No se evaluó una por regulación, por gravedad.

El proyecto no resiste ningún cálculo económico. Para subir el agua cada segundo y trasportarla 23 kilómetros se requerirían supermotobombas y toda la plata del mundo en energía y en mantenimiento de la maquinaria.

No creo que haya mala fe por parte de Ecopetrol. No se puede dejar pasar el proyecto solo porque lleva unas características negativas.

  • 3.- No es equitativa socialmente

Entre esta generación no es equitativa, porque no les da agua a todos. Se supone que es para darles agua a los sectores urbano y rural.

En lo urbano solo podrán pagar el agua bombeada los estratos 8, 9 y 10. ¿Quién va a pagar agua bombeada a altísimos costos, que se han calculado en $ 70.000 millones al año en energía y mantenimiento de las supermotombas? ”

También, en cuanto al proyecto Cínera merece especial atención el estudio geológico, en base a la inquietud presentada por el doctor José Neira Rey,  quien expuso los conceptos emitidos por el Dr. Carlos Sanclemente Orbegozo durante la administración del Dr. Hernando Ruan- que deben examinarse juiciosamente.

El tema, es de prioritaria atención general y el de mayor urgencia y proyección local y fronteriza, porque Ureña y San Antonio, en este campo, también requieren consideración, como integrantes del area metropolitana binacional fronteriza.

Hizo referencia a lo anotado, en una entrevista sostenida con el Dr. Sanclemente, cuando le expresó el doctor Neira que sería muy positiva su intervención y conceptos sobre el Proyecto Cínera, y su respuesta clara y terminante, fue:

“Ya ha terminado mi ciclo. Lo que expuse sobre esa iniciativa, y porque hasta conocí personalmente al inspirador de la misma, el Dr. Senén Botello, está escrito y puntualizado en un detallado informe que entregué a la administración del Dr. Hernando Ruán y que debe existir en los archivos de la Gobernación.”

El Dr. Neira mencionó lo anterior, porque estimaba que sobre el tema del agua y en especial del Proyecto Cínera y, ante las discusiones que se han generado, era indispensable oír sus criterios que sobre este proyecto exponía este ilustre ingeniero cucuteño.

Especialmente mencionó, sobre los problemas de fallas geológicas existentes en la área prevista, que pueden hacer inviable el proyecto aludido del Cínera.

Y por último, el Comité por la Defensa para la Ciudad y el Campo,  manifiesta que ¨la obra consiste en instalar unas potentes motobombas en la ribera del río Zulia, derivar tres metros cúbicos por segundo y conducirlos 25 kilómetros en tubería de alta presión.

“Se debe superar una altura de casi 300 metros, con el consecuente uso de energía eléctrica que gravará de  por vida los recibos”, que pagan los usuarios.

El sistema con el que funcionaría el acueducto no solo va en contra del Plan nacional de adaptación al cambio climático, sino también del Plan nacional de desarrollo, los planes de manejo de las cuencas de los ríos Zulia y Pamplonita, y la Alianza Biocuenca, creada con el Fondo regional del agua.

Aseveran que la decisión tomada sobre la construcción de acueducto, fue apresurada “y de espaldas a las comunidades involucradas”.

Existe un documento -conocido por el gobernador, Édgar Díaz- con planos, estudios y presupuesto cómo, con los mismos 338 mil millones del Conpes que financia el acueducto, se puede levantar la infraestructura que lleve agua por gravedad del Zulia al área metropolitana de Cúcuta.

Agregan que también habría beneficios posteriores si se construye el Cínera, como la generación de energía hidroeléctrica y el control del riesgo que generan las crecidas del río.

“Aún estamos a tiempo, máxime ahora, cuando las realidades del país nos llevan a convencernos de que bombear agua, cuando la naturaleza nos permite traerla por gravedad, no es el camino correcto”¨.

Es sensato entonces, que debemos unirnos los nortesantandereanos (olvidemos los intereses de poder, políticos- partidistas y hasta personales si los hubiere), y ponernos de acuerdo en el aspecto técnico, estratégico y de conveniencia al pueblo, para poder lograr lo que nos merecemos y requerimos.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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