Gastón Bermúdez Vargas
El doctor
Hugo Vergel ha escrito: ¨No sé si todos quienes dicen oponerse al acueducto
metropolitano, han pensado en asumir políticamente las graves consecuencias que
traería no ejecutarlo, como la de aplazar indefinidamente la solución del grave
problema del suministro de agua potable que ha detenido el crecimiento en
Villa del Rosario y Los Patios y la de seguir exponiendo a la ciudad de
Cúcuta a los padecimientos de un nuevo problema en el río Pamplonita, como los
presentados en los derrames de crudo o los que se pueden presentar hoy con el
fenómeno del Niño.
Tampoco sé si
asumirán la responsabilidad si los recursos ya asignados por el gobierno
nacional y Ecopetrol, migren hacia otras regiones.
Dado que
todos ellos son personas de buena fe y quieren a su región,
considero que no han sido informados correctamente del tema, por lo que trataré
de hacerlo.
El acueducto
metropolitano consta de dos componentes básicos:
1. Un
proyecto de recursos de Ecopetrol por 188.000 millones de pesos, que
consiste en la captación y conducción de agua desde el rio Zulia
hasta la planta el Pórtico, con lo que se contará con las dos
opciones bien sea de agua del Zulia o del Pamplonita para abastecer la ciudad y
evitará la afectación del servicio si en algunas de estas dos fuentes se
presenta un problema.
2.
Aprovechando el proyecto de Ecopetrol, la ejecución de obras complementarias
por 140.000 millones de recursos de la nación y el departamento para solucionar
el problema de desabastecimiento en los municipios de Los Patios y Villa del
Rosario, que consisten en una captación adicional en el rio pamplonita de
1 metro cubico por segundo, una planta de tratamiento de esta misma capacidad
y conducciones y almacenamientos en los dos municipios.
Algunos
pretenden que todos los recursos del acueducto metropolitano sean
destinados al Cínera, ignorando que el componente de Ecopetrol nace de la
necesidad de tener una contingencia efectiva para futuros derrames de
crudo, con lo cual además de cumplir con su legado de responsabilidad social,
esta empresa cubrirá su grave riesgo financiero, de sumas mucho mayores a las
asignadas, si se le llegare a condenar por los perjuicios económicos que se le
ocasionen a la ciudad en un futuro derrame.
Esto
significa que Ecopetrol no puede dar otro destino a estos recursos y que
quedarían disponibles solamente los 140.000 millones de pesos que han apropiado
la nación y el departamento para suplir la necesidad de agua potable en Villa
del Rosario y Los Patios.
No suena
inteligente desviar los recursos para la solución de un problema tan sentido en
estos municipios hacia un proyecto del Cínera cuya inversión desborda esta
cifra en más de un billón de pesos y aún no tiene los estudios geológicos
e hidrológicos necesarios para saber incluso si se puede ejecutar.
Implicaría
nada más ni nada menos, aplazar por años las soluciones para estos municipios y
congelar los dineros asignados hasta que se hagan estos estudios y se
complete los recursos monetarios que hagan posible la iniciación del proyecto
del Cínera.
Desarrollar
el acueducto metropolitano y aceptar los dineros ofrecidos por el departamento
para los estudios que permitan concretar el Cínera es lo más racional.
Se ha atacado
el proyecto del acueducto metropolitano y puesto en oposición al Cínera, quizás
por la creencia que si se ejecutan los recursos prometidos no se volverá a
hablar de inversiones para el embalse.
Todo lo
contrario, una vez construida la conducción de agua del rio Zulia para la
ciudad de Cúcuta, se reforzará la necesidad de la regulación de su cauce
con proyectos de almacenamiento artificial como la represa del Cínera y
preferiblemente aquellos de tipo ambiental como los propuestos en el páramo de
Saturbán.
Es inevitable
para el crecimiento del área metropolitana que el recurso hídrico del río Zulia
complemente al del Pamplonita.
Sin embargo,
esto se dará gradualmente a medida de este crecimiento y de los resultados de
las medidas que se deben tomar para el cuidado de la cuenca del río Pamplonita.
No se puede
argumentar que se condena a desaparecer un distrito de riego que consume más de
14 m3/seg por la entrada de un sistema que consumirá gradualmente hasta
1.95 m3/seg.
Igualmente
como se hace para el consumo humano, los agricultores deben asumir costumbres
de usos eficientes de agua y ajustarse a su disponibilidad hasta que se
den las soluciones de regulación de cauce anotadas.
Tampoco es
cierto que sea el acueducto metropolitano el responsable de un futuro
incremento de los costos de producción para el agua potable para la ciudad.
Si bien es
cierto que el suministro desde el río Pamplonita es más económico por
abastecernos por gravedad sin necesidad de bombeos, largas tuberías o embalses
artificiales, y que por ello el aumento gradual de la proporción utilizada del
río Zulia aumentarán los costos, no es a causa del acueducto metropolitano,
sino por la capacidad copada del rio Pamplonita.
Todo lo
contrario el acueducto metropolitano se ha diseñado con la mejor opción de
costos de producción. Aún sin el Cìnera, existen alternativas para no tener que
bombear agua en el río Zulia.
Se ha
estudiado buscar una captación aguas arriba del río Zulia hasta una altura que
permita traer el agua por gravedad. Desafortunadamente, las condiciones
geológicas por donde pasaría esa tubería son tan difíciles, que encarecerían el
mantenimiento de la tubería, de los carreteables e incluso de los túneles
que se deben construir. Estos costos serán sin duda mucho mayores a los que
representa el costo de bombeo proyectado en el acueducto metropolitano que
tanto atormenta a sus opositores.
También con
el Cínera se puede lograr agua por gravedad, pero los costos para el servicio
de acueducto representado en el valor que se pretende cobrar por el agua cruda
a pie de presa de más de $1000 por m3 es sin duda mayor al valor de $220
por m3 que representará el bombeo del acueducto metropolitano.
Por otra
parte, la captación adicional de 1 m3/seg del río Pamplonita y la construcción
de una línea ya diseñada desde El Pórtico al tanque de Nidia, permitirá en una
buena parte del año en que el rio lo permita, abastecer a la ciudad
sólo con esa fuente y disminuir el costo de energía.
Todo lo
contrario a ser proyectos que riñen, el proyecto del acueducto metropolitano
será una vez construido el Cínera, uno de sus componentes fundamentales al
hacer posible la conducción del agua a la ciudad desde el embalse.
Pensando en
ello, el proyecto de conducción se ha diseñado con un espesor de tubería
que soporte las presiones que se generarán una vez conectada al Cínera.
No hay razón
para seguir oponiéndonos al gran proyecto que representa para el área
metropolitana el acueducto metropolitano. Sigamos persiguiendo nuestros sueños,
como los del Cìnera, pero sin dañar las realidades como las del acueducto
metropolitano¨.
Algunos
interrogantes a ser respondidos
Parece
razonable y técnica la opinión del Dr. Vergel, persona quien además maneja este
recurso vital para los cucuteños y el área metropolitana, y conoce las
necesidades inmediatas.
Sin embargo
hay que darle respuesta y mirar con atención los serios cuestionamientos que al
proyecto hizo el ex-director de Corponor, Yesid Navas, quien señaló que se está
“ensillando sin haber comprado la mula”. Dijo, de manera contundente, que la
obra no funcionará “si no se regula el río Zulia”.
“El mal llamado acueducto metropolitano no es
sostenible ambientalmente, no es viable económicamente y no es equitativo
socialmente, aseguró, y anunció que por esas razones el proyecto se caerá.
- 1.- Sostenibilidad ambiental
Este aspecto
no ha sido analizado, razón fundamental que dará al traste con el proyecto,
porque no regula el río Zulia. Nadie a estas alturas del siglo 21, puede estar
pensando en construir un acueducto sin regular las aguas del río. No debería
llamarse Acueducto Metropolitano de Cúcuta, sino Regulación del río Zulia,
Embalse Multipropósito del Cínera.
No se puede
pensar en un acueducto si no se cuenta con el agua. Las cuentas sin regulación
muestran que el caudal estaba en 16 metro cúbicos por segundo. Para el
acueducto están haciendo cálculos sobre 50 metros cúbicos por segundo. Los 14
metros cúbicos reales ni siquiera alcanzan para darle agua al Distrito de Riego
Zulia.
¿Qué pasa con
el caudal ecológico? No está calculado en el Conpes. El documento dice que
Ecopetrol hizo el cálculo, porque Corponor no tiene el dato, que es de 21
metros cúbicos, según la Universidad Nacional.
Si no se
regula, el acueducto no funcionará, y si no se toma en cuenta el caudal será
ambientalmente insostenible. Así se caerá la estantería montada. El análisis se
ha hecho desde el punto de vista del recurso hídrico, pero no de la oferta.
¿De dónde le
van a meter a los tubos 3 metros cúbicos si no hay? En sequía se baja de 6
metros cúbicos por segundo y en inundaciones sube a más de 200.
Regulación
significa acumular agua cuando haya inundaciones, y soltarla en el verano
cuando se hace necesaria para el riego y el consumo.
- 2.- Es inviable económicamente
Las cuatro
propuestas analizadas anunciaban el servicio por bombeo. No se evaluó una por
regulación, por gravedad.
El proyecto
no resiste ningún cálculo económico. Para subir el agua cada segundo y
trasportarla 23 kilómetros se requerirían supermotobombas y toda la plata del
mundo en energía y en mantenimiento de la maquinaria.
No creo que
haya mala fe por parte de Ecopetrol. No se puede dejar pasar el proyecto solo
porque lleva unas características negativas.
- 3.- No es equitativa socialmente
Entre esta
generación no es equitativa, porque no les da agua a todos. Se supone que es
para darles agua a los sectores urbano y rural.
En lo urbano
solo podrán pagar el agua bombeada los estratos 8, 9 y 10. ¿Quién va a pagar
agua bombeada a altísimos costos, que se han calculado en $ 70.000 millones al
año en energía y mantenimiento de las supermotombas? ”
También, en
cuanto al proyecto Cínera merece especial atención el estudio geológico, en
base a la inquietud presentada por el doctor José Neira Rey, quien
expuso los conceptos emitidos por el Dr. Carlos Sanclemente Orbegozo durante la
administración del Dr. Hernando Ruan- que deben examinarse juiciosamente.
El tema, es de prioritaria atención general y el de mayor urgencia y proyección local y fronteriza, porque Ureña y San Antonio, en este campo, también requieren consideración, como integrantes del area metropolitana binacional fronteriza.
Hizo referencia
a lo anotado, en una entrevista sostenida con el Dr. Sanclemente, cuando le
expresó el doctor Neira que sería muy positiva su intervención y conceptos
sobre el Proyecto Cínera, y su respuesta clara y terminante, fue:
“Ya ha terminado mi ciclo. Lo que expuse sobre esa
iniciativa, y porque hasta conocí personalmente al inspirador de la misma, el Dr.
Senén Botello, está escrito y puntualizado en un detallado informe que entregué
a la administración del Dr. Hernando Ruán y que debe existir en los archivos de
la Gobernación.”
El Dr. Neira mencionó lo anterior, porque estimaba que
sobre el tema del agua y en especial del Proyecto Cínera y, ante las
discusiones que se han generado, era indispensable oír sus criterios que sobre
este proyecto exponía este ilustre ingeniero cucuteño.
Especialmente mencionó, sobre los problemas de fallas
geológicas existentes en la área prevista, que pueden hacer inviable el
proyecto aludido del Cínera.
Y por último, el Comité
por la Defensa para la Ciudad y el Campo,
manifiesta que ¨la obra consiste en instalar
unas potentes motobombas en la ribera del río Zulia, derivar tres metros
cúbicos por segundo y conducirlos 25 kilómetros en tubería de alta presión.
“Se debe superar una altura de casi 300 metros, con el consecuente
uso de energía eléctrica que gravará de por
vida los recibos”, que pagan los usuarios.
El sistema con el que funcionaría el acueducto no solo va en
contra del Plan nacional de adaptación al cambio climático, sino también del
Plan nacional de desarrollo, los planes de manejo de las cuencas de los ríos
Zulia y Pamplonita, y la Alianza Biocuenca, creada con el Fondo regional del
agua.
Aseveran que la decisión tomada sobre la construcción de
acueducto, fue apresurada “y de espaldas a las comunidades involucradas”.
Existe un documento -conocido por el gobernador, Édgar Díaz- con
planos, estudios y presupuesto cómo, con los mismos 338 mil millones del Conpes
que financia el acueducto, se puede levantar la infraestructura que lleve agua
por gravedad del Zulia al área metropolitana de Cúcuta.
Agregan que también habría beneficios posteriores si se construye
el Cínera, como la generación de energía hidroeléctrica y el control del riesgo
que generan las crecidas del río.
“Aún estamos a tiempo, máxime ahora, cuando las realidades del
país nos llevan a convencernos de que bombear agua, cuando la naturaleza nos
permite traerla por gravedad, no es el camino correctoӬ.
Es sensato entonces, que debemos unirnos los nortesantandereanos
(olvidemos los intereses de poder, políticos- partidistas y hasta personales si
los hubiere), y ponernos de acuerdo en el aspecto técnico, estratégico y de
conveniencia al pueblo, para poder lograr lo que nos merecemos y requerimos.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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