Rafael
Antonio Pabón
El puente de San Luis, el que alguna vez sirvió para la
extensión de la línea férrea que uniera a Cúcuta con la frontera, un día quedó
en ruinas y el óxido lo cubrió.
La vista que ofrece es deprimente y el que llega a la
ciudad por ese costado aprecia una imagen lastimera.
Ahora 2015, mucho tiempo después de afrontar el
abandono, los ojos oficiales se posan sobre la estructura metálica y se piensa
en la recuperación.
En 1893, el Ferrocarril de Cúcuta puso en
funcionamiento la Línea de La Frontera y fue necesario importar desde
Inglaterra un puente metálico que atravesara el río Pamplonita.
Así entró en funcionamiento, a finales del siglo XIX,
el puente San Luis. Desde el 6 de octubre de 1933, pasó a llamarse puente
‘Araújo’.
Los embates del río, las crecientes de años atrás y la
construcción de un nuevo paso elevado, paralelo al existente, lo llevaron al
abandono.
El uso cambió, los habitantes de calle aprovecharon las
ruinas para convertir las pilastras en hogar y los expendedores de droga para
consolidar otro mercado negro para el expendio.
La construcción del puente ‘Jorge Gaitán Durán’, con
recursos provenientes del Ministerio de Obras Públicas, tuvo una inversión de $
50 millones.
El paso por la vieja estructura metálica quedó relegado
por los 180 metros de longitud y la doble calzada del nuevo.
El 15 de diciembre de 1981, entró en servicio. A
comienzos de enero de 1982, fue inaugurado por el presidente Julio César Turbay.
Lleva el nombre en honor al poeta nortesantandereano.
La estructura metálica es patrimonio arquitectónico de
Cúcuta y está fuera de servicio hace muchos años. En uno de los extremos lo
cuida la gruta que guarda a la Virgen del Carmen. Los creyentes o los vecinos
tienen limpio ese sector. De ahí para adelante los hierros muestran
abandono.
Ahora, con una inversión de poca monta, se busca la
recuperación y darle un uso adecuado para la diversión de los cucuteños.
La directora de Planeación Municipal, Myriam Amparo
Díaz, dijo que el puente metálico es un emblema para la ciudad, y que desde la
Alcaldía se ha dispuesto un proyecto para tener bien cuidado a ese testigo de
la historia local y “lo queramos”.
Inicialmente, se ha pensado en que sea un sitio donde
se termine el paseo en bicicleta que acostumbra a hacer niños y adultos, en la
mayoría de los casos, en domingo.
Se ha pensado que el puente se convierta en bicibar.
Para alcanzar ese propósito el proyecto consiste en revistar las estructuras,
evaluarlas y recuperarlas.
“La idea es que se convierta en sitio de descanso para
los cucuteños, para que quienes salgan a pasear en bicicleta tengan un punto de
descanso, se puedan tomar una bebida hidratante y que sirva como sitio
contemplativo del río”
La obra contribuirá a empalmar El Malecón con el paso
por el puente ‘Jorge Gaitán’ para llegar hasta el bicibar, que será un sitio
para que la gente tenga a dónde ir y que sirva para recordar el puente
metálico.
“La alternativa es económica, es darle color a la
estructura metálica, hacer una placa para mejorar el piso, hacer el mirador y
hacer una zona de servicios”.
El proyecto es corto en la ejecución, porque no es
costoso. El bicibar solo requiere del concepto del ingeniero estructural y
luego hacer la inversión que no será grande, aunque sí importante para la
ciudad.
El puente es de Invías, y con el instituto han avanzado
las conversaciones sobre el cambio extremo que tendría y les parece bueno que
se piense en recuperarlo para tenerlo como recuerdo y no como ruina.
Para adjudicar la administración hay varias figuras
jurídicas. Pueden hacerse convocatorias públicas para tomar la decisión, una
selección abreviada o una licitación.
El inconveniente para ejecutar el proyecto es que “este
año no hay recursos. El municipio, con todas las inversiones hechas, no tiene
recursos. Quedará en el Banco de Proyectos para que el Alcalde que llegue pueda
ejecutarlo a corto plazo”.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
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