sábado, 12 de diciembre de 2015

857.- JESUS INFANTE, periodista, dirigente gremial y exalcalde






Jesús Infante Carrillo era conocido entre los cucuteños por ser el propietario de la estación de servicio Texaco 1, por los trabajos emprendidos en favor de la comunidad, por los equipos de fútbol en los que jugó y organizó, y por el trabajo cumplido delante de un micrófono como periodista deportivo.

Su vida tuvo picos altos y bajos. Así como tuvo para darse algunos gustos, también pasó momentos difíciles.

Hoy, con 80 años de experiencia terrenal, regresó a Dios agradecido por lo recibido, por lo entregado para el cuidado y por los frutos alcanzados merced a días de sacrificio, estudio y valoración de lo que es bueno y lo que es malo.

Nació en Los Patios, en 1935, en el hogar formado por León Guillermo y Carmen. En ese entonces era corregimiento de Villa del Rosario. En la casa paterna aprendió a ser justo, juicioso y estudioso. El arrepentimiento no se asomaba en sus palabras. Al contrario, los ojos le brillaban al recordar los consejos maternos para que el futuro le sonriera, como de verdad ocurrió.

Fue el mayor de seis hermanos. Manuel, Arturo, Emilce, Pedro, Nieves y Álvaro nacieron después de Jesús. La escuela en la que aprendió a leer de corrido y a escribir con la técnica del perfil y el palote quedaba a tres kilómetros de la casa. Era la época del pizarrón.

De esos momentos de la primaria quedaron pocos amigos. Cursó el bachillerato en el Instituto Nariño, en horario nocturno. Las horas diurnas eran para trabajar.

Viajó a Miami y estuvo seis meses en el país del Norte mientras se capacitaba en el manejo de estaciones de servicio.

El contrabando de gasolina desde Venezuela acabó con la bomba en la que trabajaba y los dueños alzaron vuelo. La primera opción de compra fue para Jesús Infante.  La suerte estaba de su lado y se la dejaron en cómodas cuotas mensuales.

La radio cucuteña, como en muchas partes del país, se daba silvestre. Los requisitos para ingresar a una emisora eran mínimos y la competencia era escasa.

Álvaro Barreto y Roque Mora, baluartes del trabajo delante del micrófono, tuvieron a bien llamar a Jesús Infante para que comentara un partido. Solo debía poner en práctica los conocimientos adquiridos como jugador, dirigente y directivo. Aceptó la invitación.

Al domingo siguiente estaba encaramado en las torres de energía eléctrica del estadio General Santander listo para iniciar la trasmisión.

Compartió cabina con César Augusto Garizábal Fuentes, Campo Núñez, Gabriel Muñoz López, a los que conoció en los recorridos como miembro de la Acord y en los seminarios a los que asistió para ganar en cultura deportiva y para acrecentar el aprendizaje.

Carlos Ramírez París también jugó papel destacado en la vida de este hombre. En uno de esos días imposibles de olvidar, el propietario de radio Guaimaral le ofreció el espacio en la emisora para que montara un programa por los minutos que quisiera. Escogió el horario de 5:30 a 6:00 de la tarde. Así nació Noticias y Deportes y hace 50 años está al aire.

En calidad de periodista asumió las riendas de Cicrodeportes, la organización local que aglutinaba a comentaristas y narradores, y trabajó en compañía de Carlos Ramírez, Eustorgio Colmenares y Arnulfo Alarcón para mejorar la ciudad.

Después, el Círculo pasó a ser la Asociación Colombiana de Cronistas Deportivos (Acord) y estuvo en la presidencia en varios periodos.

De esa gestión también quedaron recuerdos gratos. El mayor, quizás, es la organización de los Juegos Nacionales de la Acord. Fue una buena oportunidad para mostrar a Cúcuta.

En el 2013, Acord – Norte de Santander reconoció la trayectoria de Jesús Infante y le entregó el galardón a la vida y obra periodística.

El gobernador Gustavo Lozano le ofreció la Alcaldía de Herrán.  Luego, estuvo al frente de  Villa del Rosario, en un momento difícil para el municipio histórico.

Jesús Infante corrió con suerte de ser elegido entre los mejores alcaldes de Colombia, en 1968, honor que le valió para ser escogido como miembro de la delegación que por Norte de Santander estaría al lado de su santidad Pablo VI, en Bogotá.

El trabajo como dirigente no se apagó. Al contrario, con la dedicación a la estación de servicio Texaco 1 se despertó el interés por defender al gremio aglutinado, en Cúcuta, en Fendipetróleos. Desde esa nueva tribuna mostró los deseos de colaborar y sacar adelante el grupo. En cinco oportunidades estuvo en la presidencia de la Federación.

La vida de Jesús Infante trascurrió entre micrófonos, surtidores de gasolina, comunidades a las que ayudó, partidos de fútbol que disfrutó con la mayor energía y los amigos que consiguió como recompensa al servicio prestado.

“Tengo mucho que agradecerle a la prensa, a la radio, a mucha gente. Uno se contagia del deseo de servir. Respeto a los jóvenes, pero creo que les falta un poco más de compromiso, de voluntad y de empeño. Esto no es fácil, hay que hacer sacrificios”. Así se despidió de este mundo. Paz en su tumba.



Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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