Cicerón Flórez Moya
Rodrigo Vásquez cumplió 40 años de
estar al frente del micrófono.
En días pasados Rodrigo Vásquez Valencia tuvo el reconocimiento de
entidades públicas y privadas por su vida y obra que han girado alrededor del
periodismo desde la radio.
Estaba, además, cumpliendo sus 60 años de edad. Toda su carrera de 40 años
de ejercicio del periodismo ha tenido como pista sin interrupción alguna a la
Cadena Radial Colombiana (RCN), en la que, además de informar ha cumplido
funciones administrativas en el área comercial de ventas.
Vásquez nació en Guamo (Tolima) el 1° de julio de 1955. Desde su niñez, en
la escuela pública, le apareció la vocación de narrador.
Estimulado por los conocimientos de los años de bachillerato cursados fue
ganando aproximación a la locución hasta consolidar espacios para ejercerla. Se
encarriló también en el periodismo, pero se dedicó al deportivo, con
especialización en la narración de eventos.
En su currículum figura su participación en 15 Tour de Francia, 15 Vueltas
a España, 12 Giros de Italia, 9 Mundiales de Ciclismo, un Mundial de Fútbol,
más de 30 Vueltas a Colombia, Clásicos RCN, Copas Libertadores de América y
muchas otras competencias.
En Cúcuta, que ha sido la gran sede de su vida, durante casi dos décadas,
Vásquez atiende sus funciones en RCN, participa en tertulias con los amigos,
comenta los hechos cotidianos en diferentes círculos, se informa de la
política, atiende su programa deportivo en Televisión Regional del Oriente y
hace vida familiar.
La vida de Vásquez está libre de arrogancias. Los reconocimientos recibidos
no lo han envanecido y cada día hace su trabajo con la dedicación y el
entusiasmo que lo han caracterizado siempre.
La Opinión habló con él.
¿Qué representan para usted el
periodismo y la radio?
El periodismo para mí representa una hermosa profesión, con enorme
responsabilidad social, sobre todo porque somos la luz de los hechos. La radio
es el medio de los colombianos. Este país sigue siendo transistorizado y por su
inmediatez ha logrado que siga con gran vigencia dentro de la cantidad de
medios de comunicación que hoy tenemos.
¿Le han generado algún riesgo?
Bueno, como lo mío es el periodismo deportivo aquí los riesgos no son tan
altos como normalmente ocurre en esta profesión. Podría decir que en donde más
se corre algún riesgo es en las transmisiones de ciclismo, porque debemos
ir a altas velocidades para poder hacer un registro fidedigno de lo que ocurre
especialmente en los descensos.
¿Valió la pena quedarse en Cúcuta?
Lo más bello que me pasó en la vida fue quedarme en Cúcuta. Se convirtió en
el imán de muchas cosas buenas que me han pasado en lo personal y en el
ejercicio profesional. Aquí hice una hermosa familia y una gran carrera en la
radio.
¿Qué lo ha hecho feliz?
Poder ser narrador deportivo. Es algo que llevo en la sangre y quise serlo
desde niño. El hecho de haber narrado tantos momentos que hicieron vibrar de
emoción a millones de colombianos y aquí a muchos cucuteños con el título de
campeón del 2006. Además, el nacimiento de mis hijos.
¿Siente alguna frustración?
Más que una frustración, llevo en el alma un inmenso dolor por la muerte a
muy temprana edad de mi hijo John Hadder quien con solo 24 años perdió la vida
en un absurdo accidente. Eso no se olvida nunca y no hay nada que cure esa
herida.
¿Entre la noticia y las
responsabilidades administrativas, por cuál se inclina?
En la parte administrativa me ha ido bien. Fue una decisión arriesgada de
la empresa, pero les dio resultado. Definitivamente, lo mío es la radio, la
noticia y por eso no dejo de narrar los juegos del Cúcuta Deportivo y el
clásico RCN de ciclismo.
¿Cuál es su opinión del
deporte en la región?
El deporte regional me produce mucha tristeza. No hay políticas
serias y estructuradas para encaminar a muchos jóvenes llenos de talento y
robárselos al contrabando y otras actividades dañinas que se apoderaron de la
región. Hay casos como la gimnasia que debiera darse en otros deportes, pero no
es así.
¿Le entusiasma la política?
Creo que la política me despierta mucho interés, pero no para ejercerla
sino para participar como simple observador y creer que tendrá que cambiar su
rumbo antes que sea demasiado tarde. Aquí cerca, en Venezuela,
vivimos el ejemplo de cómo el deseo de un cambio llevó a la destrucción
del país. La gente no aguanta ciertas prácticas que se pusieron de moda en la
política y que pueden deteriorar aún más la credibilidad que hay de los
sectores públicos.
¿De Cúcuta qué le encanta?
De Cúcuta me encanta su gente, su franqueza, su sentido del humor y esa
mezcla de culturas que se afincaron en esta región. También sus calles anchas y
arborizadas. Su clima caliente y las brisas del Pamplonita.
¿Cómo recibe los reconocimientos de
las diferentes entidades?
El reconocimiento de algunas entidades es la muestra de cariño que las
gentes de esta tierra me tienen. Son 40 años representando al periodismo de
Cúcuta y Norte de Santander y queriendo que nuestro deporte se convierta en
potencia. Además, es el compromiso para seguir trabajando por esta tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario