Pablo Emilio Ramírez Calderón
Planta tratamiento de aguas servidas
En 1991, el alcalde de Cúcuta, doctor Jairo Slevi Medina, le planteó al Concejo, la necesidad de comprar un terreno amplio, para construir una laguna de oxidación para el tratamiento de las aguas servidas, o negras, porque si no, el Banco Mundial, no le prestaría a la ciudad, los millones de dólares que se necesitaban para terminar el acueducto, que estaba en construcción.
El Concejo le dio la aprobación necesaria,
y el alcalde compró una pequeña finca en predios del barrio San Luis, y la
laguna, por una u otra razón, no se construyó, tal vez por falta de los dineros
necesarios. Para entonces, vinieron de los Estados Unidos, consejeros y
expertos en la materia, que pienso alcanzaron a diseñar, lo que sería, una
laguna de esa clase.
Sin embargo, pasan los años y se hace
indispensable la construcción de algún sistema para darle tratamiento a esas
aguas, porque la contaminación del río Pamplonita es muy grande y por
consiguiente, la de los afluentes en que desemboca, esta corriente de agua.
En todas partes del mundo y del país, están
prestando atención a ese problema, y desde hace varios años están tras del
tratamiento de las súper contaminadas
aguas del río Bogotá, que desemboca en el principal río del país, el Magdalena, que lleva sus aguas al mar Caribe.
Sabemos que el costo de este tratamiento es
elevado, pero dinero es lo que hay en el mundo y el país debe hacer uso del
mismo, porque a todos interesa, que las aguas de los ríos, que desembocan en
los mares, sean lo menos contaminadas; así como los bancos mundiales prestan
dinero, para construir acueductos y alcantarillados, también prestará, para
darle tratamiento a las aguas negras, que todo lo contaminan.
Y sería muy importante, se le diera
tratamiento a las aguas negras de Pamplona y Pamplonita, que caen directamente
al río que surte los acueductos de la zona Metropolitana de Cúcuta, ahora o
cuando lo construyan, si es que lo hacen algún día, el tan mentado acueducto,
que cada día lo vemos más lejano, porque hay muchas voces autorizadas, con buen
criterio en contrario, al pensar en la posibilidad de la represa del Cínera, o
traer las aguas del río Zulia, por gravedad.
Por lo pronto es necesario, que las
autoridades, piensen en la urgente necesidad, de darle tratamiento eficaz y no
muy tardío a este problema que es de prioritaria necesidad y que concierne a
todos.
Sabemos también, que las aguas de los
afluentes, algo se purifican bacteriológicamente, con los rayos del sol y con
los golpes contra las piedras, pero es insuficiente, motivo por el cual se hace
necesario el tratamiento correspondiente.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario