La Opinión
y otras fuentes
La mayor luchadora
contra el cáncer en Norte de Santander,
doña Ligia Gutiérrez de Celis, falleció en la madrugada del lunes 16 de mayo de
2016.
Tenía 86 años, esta
antioqueña fiel a ese ancestro de lucha y tesón, era esposa del doctor Carlos Celis Carrillo, médico y dirigente liberal de
amplio reconocimiento en la región, con quien tuvo tres hijos:
José Joaquín, María Inés y Carlos Augusto.
Alguien escribió sobre su obra y la influencia de su
esposo de la siguiente manera:
Hoy cuando dimensionamos y miramos la realización de
las obras de su Liga Contra el Cáncer con algo más de 45 años de historia, nos
toca invertir aquella famosa frase que sostiene, que detrás de un gran hombre
hay una gran mujer, para significar que es imprescindible y además Doña Ligia
lo acepta, que tras su humanitaria y solidaria obra está la imagen del doctor
Carlos Celis Carrillo, a quien seguramente emuló desde que presenció como él
con otros galenos crearon la Clínica Santana, por los años 50s. Ambos
emprendedores, en la obsesión de servirle a la gente, incluso desde la puerta
de su casa.
Sus más de cuatro décadas de trabajo en favor de las
personas enfermas de cáncer lo cual fue reconocido en septiembre del 2013, cuando recibió una mención de honor
en el premio Mujer Cafam, por su obra social en la Liga
Nortesantandereana contra el Cáncer, que fundó el 17 de junio de 1970.
Con el tiempo, los cucuteños y nortesantanderenos, siguieron
la labor callada, persistente, discreta, de Doña Ligia frente a su sueño más
que realizado y que el jurado del premio Mujer Cafam sintetizó en los
siguientes términos:
“Mujer Cafam Norte
de Santander: Ligia Gutiérrez de Celis, por su trabajo en función de las
personas que padecen cáncer. Impulsó la creación de la regional de la Liga
contra el Cáncer en Cúcuta, con grandes logros como el Departamento de Anatomía
–Patología, capítulos de la Liga en Pamplona y Ocaña y la Fundación Mario
Gaitán Yanguas que opera como Centro Oncológico“.
Lo que resalta de tan importante reconocimiento, es que fue otorgada a Doña
Ligia por sugerencia de varios organismos regionales.
En 2012 dio
al servicio la unidad de diagnóstico y aplicación de quimioterapia
y en 2007 la consulta externa de ginecología.
Gráfica tomada en
marzo de 1980, con motivo de unas condecoraciones otorgadas por la Unidad de
Acción Nortesantandereana y en ella aparecen de izquierda a derecha: el maestro
Manuel Alvarado, Ligia Gutiérrez de
Celis, Juan Agustín Ramírez Calderón, Senén Botello, Carlos Eduardo Ramírez
Quintana y el sacerdote Rafael García Herreros. Atrás se aprecia a Jaime
Bustamante.
En 2015, también recibió la condecoración Juana
Rangel de Cuellar en Categoría Especial por parte de la Alcaldía
de Cúcuta. Se tuvo en cuenta los méritos cultivados con humildad de la
condecorada y toda una vida dedicada a buscar el bienestar de los pacientes con
cáncer, entendidos como un apostolado social. En tanto que la Liga Contra el
Cáncer, ha contribuido a generar mejor calidad de vida.
Participó activamente en grupos de beneficencia social, como el voluntariado del hospital San Juan de Dios, y el de las damas grises.
Fue militante del partido liberal, en el cual fijaba posiciones con mucha vehemencia.
Doña Ligia tenía un carácter recio, sus objetivos los conseguía con mucho esfuerzo y perseverancia, y actuaba con una franqueza espontánea, cualidades que le permitieron conseguir enormes ayudas para su obra y orientarla con el signo de su personalidad.
En los últimos años, se había retirado de su actividad habitual, junto con su esposo. Pero la trayectoria que marcó en su vida queda como un ejemplo para las nuevas generaciones, y será motivo de orgullo para sus descendientes que tendrán en ella una guía inestimable.
Participó activamente en grupos de beneficencia social, como el voluntariado del hospital San Juan de Dios, y el de las damas grises.
Fue militante del partido liberal, en el cual fijaba posiciones con mucha vehemencia.
Doña Ligia tenía un carácter recio, sus objetivos los conseguía con mucho esfuerzo y perseverancia, y actuaba con una franqueza espontánea, cualidades que le permitieron conseguir enormes ayudas para su obra y orientarla con el signo de su personalidad.
En los últimos años, se había retirado de su actividad habitual, junto con su esposo. Pero la trayectoria que marcó en su vida queda como un ejemplo para las nuevas generaciones, y será motivo de orgullo para sus descendientes que tendrán en ella una guía inestimable.
Recopilado
por: Gastón Bermúdez V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario