Cúcuta 7 Días.com
Quién lo creyera, un edificio que está en pie desde la década de los años
20 y que sirvió como clínica, burdel y colegio (José Prudencio Padilla,
Instituto Nariño, La Escuela Nacional de Comercio), es hoy un sitio para
la oración, reflexión y penitencia, monasterio del Ave María lugar
dedicadamente cuidado por las hermanas clarisas comunidad
religiosa nacida en el 1.212 en Asís, Italia.
Cuenta el historiador popular Rubén Darío Gómez, que los años 30
fueron los del esplendor y el derroche.
La imponente estructura del lugar que asemejaba un castillo, dio pie para
que se instalaran Rossana Martin y sus 14 bailarinas francesas llegadas del
barrio parisino, precisamente de donde fue tomado el nombre: Cabaret Pigalle.
Hombres poderosos arribaban de diversos destinos atraídos por sus salones y
cuartos lujosos, escenarios de fiestas lujuriosas con comidas y licores finos, incluso
aseguran que dichos caballeros
debían entrar sin ropas y al final Rossana bailaba la danza de los siete velos
hasta quedar desnuda.
Pero todo tiene un final, y el de aquel lujoso burdel al igual que su historia
fue impresionante.
El mito cuenta que el burdel se acabó una noche
de viernes cuando la fabulosa Rossana bailó la danza de los sietes velos y
quien se quedara con el último pasaba la noche con ella.
Misteriosamente el velo no cayó al piso, inexplicablemente se
elevó por los aires, se fue la luz de la lámpara y llegó el diablo a caballo y
los espantó a todos con azotes. Ese día todo acabo. Cuenta Rubén Darío Gómez.
Al transformarse en claustro, pocas personas pudieron visitar su interior,
esta comunidad religiosa se caracteriza por estrictos votos de obediencia y
sacrificio que llevan a sus hermanas a ocultar sus rostros, orar desde las 5 am
hasta la media noche, enclaustrarse al punto de no saber nada del mundo
exterior sin celulares, radio, televisión y/o periódicos.
Las personas que acuden a romería son recibidas por dos
imponentes puertas de entrada en las que se retratan a San Francisco y Santa Clara de Asís, fundadores de la
comunidad.
Los que se acercan a escuchar las misas diarias que imparte el presbítero
Jorge Galeano Gómez, comentan que acuden a esa capilla en busca de paz,
serenidad y hasta milagros, porque creen fervorosos en la fe y oraciones de las
hermanas.
El inmueble posee 36 habitaciones que ellas
llaman celdas, tres jardines grandes con flores silvestres y una bóveda donde
se depositan los restos de las religiosas fallecidas. Informa el Pbro. Jorge Galeano Gómez.
Es así que en nuestra ciudad hasta las paredes tienen historias por
descubrir, con pecados inocultables pero con cura.
Eso me parece algo misterioso pero creo con mucha fe en las oraciones de las monjas se que el poder de DIOS es grande y tan solo el sabe el gran misterio que en sierra esas paredes,no nos hagamos malas ideas en algo que no sabemos dejemos las cosas a DIOS
ResponderEliminarA q horas atienden para hablar con las hermanad
ResponderEliminar