Recaudación fondos liderada por Monseñor Pedro Rubiano Sáenz.
Entrega de cheque de donación a Madre Teresa en 1979, en su primera visita con Marta Pérez Aranguren y su esposo, Cayetano Morelli Lázaro.
La canonización de la Madre Teresa de Calcuta se celebró en la Plaza San Pedro el día 4 de septiembre de 2016 ante miles de personas, religiosos y autoridades de todos los continentes, entre ellos la reina madre Sofía de España. La “infatigable benefactora de la humanidad”, como la llamó el sumo pontífice Juan Pablo II, fue santificada un día antes de que se cumpliera el 19 aniversario de su fallecimiento en Calcuta (5 de septiembre de 1997, a los 87 años).
La Santa Madre Teresa de Calcuta, cuyo nombre de pila era Gonxha Agnes Bojaxhiu, nació el 26 de agosto de 1910 en Uskub hoy Skopje, capital de Macedonia, en el seno de una familia albanesa. Cuando tenía sólo dos años, Skopje se liberó del dominio turco y logró la independencia como capital de la República albanesa de Macedonia, pero pocos años después cayó bajo el poder sucesivo de Serbia, Grecia y Bulgaria, en las eternas y sangrientas guerras balcánicas. Entonces, queda remitirse a lo que decía la propia madre Teresa.
"Por sangre soy albanesa, por mi nacionalidad soy india. Por mi fe soy una religiosa católica. En relación a lo que fue mi llamado, yo pertenezco a este mundo. Y en lo que concierne a mi corazón, pertenezco entera al corazón de Jesús", escribió.
Fundó su propia congregación en 1950 denominada las Misioneras de la Caridad, ese mismo año adoptó la nacionalidad india, y durante más de 40 años consagró su vida a los pobres y los enfermos, labor que la hizo merecedora en 1979 del Premio Nobel de la Paz.
Visitas a Cúcuta
La religiosa, visitó Cúcuta en tres oportunidades: una en 1979, para promocionar la ayuda humanitaria, incentivar la recaudación y establecer su congregación; después en 1.982, para inaugurar el Centro Social y Humanitario de San Luis; y por último en 1986, para conocer las gestiones y obras que realizaban las Hermanas Misioneras de la Caridad, congregación católica fundada por ella con el propósito de dar una ayuda humanitaria a los más pobres.
Por lo anterior, se reseñan esas visitas que, en vida, una religiosa con signos premonitorios de ser Santa, realizara a Cúcuta:
1979: vino a concretar con el Obispo de Cúcuta, Monseñor Pedro Rubiano Sáenz, la vinculación a Colombia de su obra apostólica misionera, dando a conocer los objetivos, presentar ante la sociedad cucuteña las primeras religiosas de su congregación, incentivar el recaudo de fondos para el sostenimiento de los seres de pobreza absoluta y enfermedad e iniciar en terreno donado parece ser por don Lino Galavis, la obra física de la Casa de la Misericordia en San Luis, cuya construcción estuvo a cargo del ingeniero Hernando Lara Menéndez.
1982: hacia mediados de septiembre, monseñor Pedro Rubiano Sáenz, invita a la gobernadora Margarita Silva de Uribe (recién posesionada) a través de Hernando Lara Menéndez (Gerente EE.PP.MM. de Cúcuta), para que se apersonara a las 6 de la mañana del día siguiente en las inmediaciones del Puente Internacional Simón Bolívar, y lo acompañara al recibimiento de un personaje procedente de Venezuela (sin más señas). Pero ella, como buena cucuteña con “sexto sentido”, aprovecha la presencia en el Despacho de la Cúpula Chata y convida a Alberto Camilo Suárez (Secretario de Salud) e invita también al fotógrafo de La Opinión Hernando Herrera, y acuerdan verse antes de las 6 de la mañana para dirigirse al lugar de la cita. Cumplidos todos con la hora fijada, se consiguen en el sitio acordado con Monseñor y Hernando Lara, quien a su vez, había llevado un periodista del móvil de CARACOL-Radio
Madre Teresa de Calcuta se saluda con la gobernadora Margarita Silva,
al lado el ingeniero Hernando Lara Menéndez gerente de las Empresas Públicas de Cúcuta
y atrás Alberto Camilo Suárez secretario de Salud del departamento.
Cuenta la exgobernadora Silva de Uribe que, ‘’la gran sorpresa fue ver bajar de un carro por puestos de la ruta internacional San Cristóbal-Cúcuta, a una monja menuda con su hábito blanco, radiando de ella una invisible y destellante energía, manifiesta de un gran carisma y santidad, ¡era en persona la MADRE TERESA de Calcuta! y los saludó con esa afabilidad, alegría, gran humildad que la caracterizaba, propias de una santa - digo yo - a pesar que ya había recibido el galardón Nobel de Paz.
Como nos acompañaba en ese crucial momento, el equipo móvil de Caracol, cuyo locutor emocionado al verla, pide cambio a Bogotá para dar una noticia de última hora, y decía: ATENCION!, ¡ATENCION COLOMBIA!, la Nobel de Paz, ¡La Madre Teresa ingresa a Colombia!
La emisión extra noticiosa recorrió el país, impactando al propio presidente Belisario Betancur quien, comunicándose conmigo, me expresó su deseo de invitar a la Madre Teresa al Palacio de Nariño para rendirle un homenaje, para lo cual, enviaría el avión presidencial a Cúcuta, al mando del piloto el cucuteño Coronel Eduardo Paz Montes.
Es interesante resaltar el comentario relacionado con la Madre Teresa pues, rehusaba de los honores y homenajes, porque consideraba que las obras emprendidas eran de Dios y de su Gloria, sin embargo,
aceptó la invitación, convencida de las razones que le expresé: “Es conveniente aceptarlo para divulgar los méritos de esa obra y la fe en Él”.’’ Concluyó la ex-mandataria.
Fue así como permaneció en Palacio unas horas mientras compartía un almuerzo y demás ceremoniales, entre ellas la condecoración con la Orden de Boyacá por parte del Presidente Belisario Betancourt, en presencia de la gobernadora del Departamento doctora Margarita Silva y demás acompañantes desde Cúcuta, entre ellos Mons. Pedro Rubiano Sáenz; al término del cual regresó a Cúcuta nuevamente en el avión presidencial, donde fue recibida en el “Camilo Daza” por el entonces director regional de la Aerocivil, Hugo Espinosa Dávila, quien subió las escaleras hasta la portezuela del Focker FAC 001 para acompañarla en su descenso, para luego comentar: “Quedé extasiado ante la carismática presencia de la Madre Teresa de Calcuta, a tal punto, que doblé la rodilla en ademán de recibir su bendición”.
Es curioso cómo el periplo a la Presidencia de la República efectuado por la Madre Teresa ese día, aparentemente no ha quedado documentado en ninguna parte, incluyendo la constancia de haber recibido la Cruz de Boyacá, esto debió ser obra del Supremo para respetarle su humildad.
Después regresó a su Casa de la Misericordia en San Luís a continuar con su labor misionera de los pobres y presidir los actos de inauguración de su casa con sus hermanas de la congregación, donde permaneció alrededor de 30 horas.
Rafael Hernando Gómez Arámbula junto con su esposa Fanny y familia,
tuvieron en 1982 un acercamiento especial con la Madre Teresa de Calcuta.
Fanny de Gómez es una de las primeras laicas integrantes de dicha congregación en Cúcuta, y junto con su esposo Hernando Gómez Arámbula, conoció a Teresa de Calcuta en 1982. En dos ocasiones, la transportó en su camioneta e incluso, la hoy santa, visitó su hogar en Barrio Blanco.
Fanny experimentó su ferviente espiritualidad, cuando Teresa de Calcuta oró por su familia. “Estando con las hermanas y muchos feligreses en mi casa, se acercó a mis hijos y dijo ‘quiero orar por esta familia’ e impuso las manos sobre Hernando, mis 3 hijos y yo, fue un momento de mucha bendición”, expresó Fanny.
En cada país que la Madre Teresa de Calcuta visitaba, dejaba su mensaje de amor al prójimo. Testimonio de ello, cuando visitó Cúcuta, lo afirma Doña Fanny de Gómez, pues, en una fotografía que
en casa tenía de la Madre Teresa, le dejó firmado de su puño y letra, este mensaje: “Loves others as Jesus love you” (Ama a otros como Jesús te ama), más las medallitas de la Virgen Milagrosa que, siempre la acompañaban”. Y acota, “siempre recibió el afecto de la comunidad cucuteña que la recuerda con cariño”.
1986: el 18 de noviembre de 1986, la madre Teresa volvió a Cúcuta a conocer cómo estaba funcionando su casa de misericordia. En esa ocasión a la llegada a Cúcuta, fue recibida por una multitud de personas entre quienes estaban Elizabeth Asencio y su madre Irma Ascencio: “Logramos verla muy cerca y aunque no la tocamos, verla era sentir que Dios estaba pisando la tierra. Tenerla cerca bastó para que moviera mi mundo”, contó la devota, de 56 años.
Continuó, “visitó la casa de la comunidad de las Misioneras de la Caridad en San Luis y luego asistió a una eucaristía solemne en la Catedral donde estuvo de rodillas toda la Misa, con su rosario en las manos. Me sorprendió ver que una mujer pequeñita y tan sencilla, tenía el poder de sensibilizar corazones”.
Después de la eucaristía, se dirigieron al Seminario Diocesano de Cúcuta. Allí, la religiosa dio unas charlas y entregó medallas. “Tenía la costumbre de darle un beso a la medalla y entregársela a los feligreses”, relató la hermana Alphonsa.
La madre Teresa de Calcuta cuando llegó al aeropuerto Camilo Daza,
Norte de Santander en noviembre de 1986.
Quienes la conocieron la describen como una mujer de entrega amorosa y siempre sonriente. La superiora de la comunidad de las Misioneras de la Caridad, Hermana Mirabel, contó que con solo tenerla en frente transmitía paz. “Cuando nos hablaba en su resumido español, sentíamos que su mirada nos llegaba al alma. Era como si Dios hablara a través de ella”, rememoró.
Fernando Iván Gutiérrez, feligrés de 70 años, recibió a la Madre en la capilla de las hermanas junto a uno de sus hijos. “Se celebró una misa donde estuvimos arrodillados en modo de reflexión y con los pies descalzos”, contó el cucuteño. Había tanta gente que la religiosa no podía salir de la iglesia y tuvieron que sacarla por la sacristía.
Luego de su presencia en la casa de las hermanas visitó Venezuela acompañada de Monseñor Vicente Alfonso Rivera Gómez, de San Antonio del Táchira. Visitó también a Cali y Pereira, donde exploró las obras desarrolladas por la congregación en esas ciudades.
Teresa de Calcuta, que falleció en 1997 a sus 87 años, siempre se caracterizó por su constante oración por el núcleo familiar.
En la capital nortesantandereana hay una congregación de las
Misioneras de la Caridad, fundada por la religiosa.
Los milagros que la llevaron a la canonización
Aunque los feligreses católicos le atribuyen muchos milagros a la Santa, existen dos acontecimientos reconocidos por la iglesia.
El primero, la sanación en 1998, de una mujer hindú Monika Besra de 30 años, que tenía un tumor en el abdomen. Una de las hermanas que la cuidaba le colocó una imagen de la Virgen María que había estado en contacto con la túnica de la madre Teresa. Con este milagro el papa Juan Pablo II la declaró Beata el 19 de marzo de 2003.
El segundo milagro que se produjo en 2008, fue el de un hombre brasileño que tenía múltiples tumores en el cerebro y se salvó de la enfermedad terminal por la intercesión de la Madre Teresa. A la luz de este hecho, el papa Francisco la declaró Santa el 4 de septiembre de 2016.
Para conmemorar su canonización de la Santa Teresa de Calcuta, en Cúcuta se ofició una eucaristía solemne, el sábado 10 de septiembre de ese año 2016, en la Catedral a las 10:00 am. Asistieron sacerdotes de la diócesis y las hermanas de la congregación de las Misioneras de la Caridad.
Referencias: Artículos, Heidy Espinosa Becerra-La Opinión/ Entrevistas - Agradecimiento a Margarita Silva de Uribe, Hugo Espinosa Dávila y María Ida Canal.
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