La Opinión
De pié: Santiago
Hernández, Elena Cuberos, Lola Jácome, Francisco Lamus (Gobernador), Eumelia
Duarte, hermano Arturo, Maruja Saih, Carlos Madarriaga, Aurora González, Lici
Jurgensen, Soledad Hernández, Ana Delina Gómez. Sentados: Carlos Arenas, Luis
San Juan, Alfonso Soto, Toto Hernández, Gustavo Castellanos, ¨capi¨ Morales,
Lucio Andrade.
Un recuerdo
en la memoria cucuteña. Así fue la vida de José Antonio 'Toto' Hernández, un
hombre destacado de principio a fin y que murió en aquello que le generaba más
ambición: la aviación.
El colegio Sagrado Corazón de Jesús fue
su casa, su raíz en la educación y su escuela en el básquet, un deporte que
para comienzos del siglo XX, se jugaba en canchas de tierra.
Para la
época, la institución educativa era un importante semillero de basquetbolistas
del cual 'Toto' Hernández hacía parte.
Los dotes y las habilidades, sumados a
pases extraordinarios, hicieron del deportista cucuteño un referente del
baloncesto en Norte de Santander. En ese ambiente creció José Antonio.
Al salir de
bachiller, su ambición, como la de muchos jóvenes, fue ser aviador. Cali fue su
destino y el lugar donde decidió estudiar y realizarse como profesional de
vuelo.
Una vez
graduado, en uno de los primeros viajes que tuvo, el avión se estrelló y Toto
falleció.
El duelo
“Eso fue
todo un acontecimiento”, asegura Miguel Palacios, profesor. Sin embargo el
cuerpo fue enterrado en la capital vallecaucana.
Cinco meses
después, los restos llegaron a Cúcuta, donde se realizaron las honras fúnebres
en la Catedral de Cúcuta. Seguido a esto, una ceremonia en el parque Santander.
Homenaje a 'Toto' Hernández
En el año de
1944, el reformatorio de menores, que en ese entonces quedaba donde actualmente
está ubicado el centro comercial Ventura Plaza, y el cual fue regalado por
Rudesindo Soto, fue inaugurada una cancha con el nombre de Toto.
Este hecho
se dio por la fiebre del básquet en la que vivía la ciudad, siendo el primer
lugar con el que se le hacía homenaje al deportista.
El coliseo
Cúcuta tuvo
su primer coliseo en el año 1953. El cual fue hecho por el presidente Gustavo
Rojas Pinilla durante su mandato. Además, se le llamó con el nombre del
mandatario debido a la rapidez con la que la hicieron.
Años más
adelante, en 1962, se realizó el Festival de la Frontera, donde se decidió que
el coliseo Rojas Pinilla, debía llevar el nombre Toto Hernández.
Para los
cucuteños, este deportista fue de gran inspiración en el deporte.
Recopilado por: Gastón Bermúdez V.
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