Gastón
Bermúdez Vargas
Alvaro Barreto Niño, más conocido como ´El Mocho´,
nació en Málaga – Santander. Debemos recordar y homenajear a este gran hombre
de la locución nortesantandereana, quien tuvo casi seis décadas de trabajo
radial ininterrumpido.
Jorge Acevedo en ´Cúcuta de Todos´ describe a ¨El
Mocho¨ tal como: ¨Destacamos la sencillez, humildad y amor por la ciudad. Cómo
olvidar frases célebres y programas llenos de mensajes, con sellos propios, los
MOCHIDRAMAS, y todas las experiencias, que desde la radio generaron admiración de
cucuteños y foráneos, que habitan esta hermosa tierra¨.
Por ejemplo en su programa de Los Charros y sus
Canciones, tenía estas expresiones:
¨Qué tal mi
gente, qué tal?... Nosotros aquí puntualitos, ya lo ve,… a entregarles con
mucho cariño ´Los Charros y sus canciones´… Yo vivo penando porque no llega un Galavisito
todavía… A esta hora sufro mucho sin un Galavís¨… - esto último refiriéndose
a nuestro ya casi centenario café Galavís fundado en 1918- .
En Cúcuta nació la radio en 1933 con los inicios de La
Voz de Cúcuta montada por los hermanos Sánchez Cuadro, que junto con don
Carlos Luis Jácome Garbiras y Roberto Fuente París surgieron como los pioneros de
las comunicaciones radiales, pero podemos considerar dentro de esos iniciadores
de la locución a medida que entraban nuevas emisoras como Radio Victoria, La
Voz del Norte y Radio Guaimaral, a don Luis María Díaz Mateus, doña María Vera de Marcucci, Carlos Ramírez
París, José Rafael Mogollón, Roque Mora y Alvaro Barreto entre otros, cada uno
con su estilo propio, donde ´El Mocho´ era considerado como uno de los más
clásicos.
Fue muy amigable, solía frecuentar los antiguos cafés
al aire libre como el Florida en la avenida 6ª con calle 9, donde se instalaba
a conversar con sus amigos de lo que sucedía en Cúcuta o sobre los últimos acontecimientos
del Cúcuta Deportivo. Quería mucho a Cúcuta y una de las expresiones más
sentidas que describió de su ciudad amada fue: ´Mi Cúcuta, de calles anchas, como el corazón de sus gentes´.
Uno de sus programas radiales más famosos fue el que
hizo junto con otro grande don Roque Mora, Cornucopia Deportiva, que se
transmitía al mediodía y si era principio de semana se comentaba sobre todo el
desempeño del último partido del equipo rojinegro, entre la semana sobre los
planes del mismo, incluyendo hasta lo que observaban durante los entrenamientos
y los viernes lo que sería la posible alineación con sus pro y contra. Durante
la semana también se hablaba de los equipos del campeonato de primera categoría
de fútbol o de algún otro deporte en general. Este programa se inició a
mediados de los años 50 y duró casi un cuarto de siglo.
En enero de 1958 fue uno de los socios fundadores del
Círculo de Cronistas Deportivos de Norte de Santander, afiliada a la Asociación
Nacional de Cronistas Deportivos, cuya primera junta directiva fue conformada
por Alejandro Gutiérrez Calderón como presidente, Bernardo Ramírez Pineda como
vicepresidente y secretario-tesorero
Jesús María Sepúlveda.
La gente lo recuerda también, cuando cada miércoles en
El Bosque o en la esquina del edificio Rosetal, avenida 0 con calle 10, junto
con Enrique Hernández Cárdenas y Francisco Uribe Z. presentaban el sorteo de la Lotería de Cúcuta con artistas
e invitados especiales, tales como presentaciones de jugadores del Cúcuta
Deportivo, lo que impulsó tanto los premios como los ingresos de dicha
institución.
´El Mocho´ Barreto es uno de esos locutores que son
considerados en el Departamento como para no olvidar. Hubo un momento en que
recordar a La Voz del Norte inmediatamente se pensaba en Alvaro Barreto Niño, fue así la
identificación que tuvo con dicha emisora en la región. Considerado por muchos
como una institución de los nortesantandereanos.
Falleció el 11 de septiembre de 2004 a la edad aproximada de los 80 años, a causa de una enfermedad hepática que lo aquejó en sus últimos meses de su vida. A su despedida asistieron un sin número de personas a la iglesia María Auxiliadora de Cúcuta para rendirle un último reconocimiento.
Falleció el 11 de septiembre de 2004 a la edad aproximada de los 80 años, a causa de una enfermedad hepática que lo aquejó en sus últimos meses de su vida. A su despedida asistieron un sin número de personas a la iglesia María Auxiliadora de Cúcuta para rendirle un último reconocimiento.
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