domingo, 7 de mayo de 2017

1120.- EL SECRETO - A Josué Canal Ramírez

Padre Ángel Cayo Atienza


Don Josué Canal Ramírez

El inolvidable padre Atienza exaltó en uno de sus artículos el valor y la fe de su amigo Josué Canal Ramírez. Agradecemos a María Ida Canal Moros y a Josué Canal Moros su colaboración para obtener tanto el texto como las fotografías.

Apenas podía hablar y murió a las pocas horas. Me hizo señas de que me acercara; le puse la oreja junto a su boca y llegué a percibirle:

“Le voy a decir un secreto: desde el principio supe que me moría”, estaba listo.

Todo el mundo andaba disimulando y haciéndole creer que la cosa no era grave. Y él se reía y hasta echaba chistes, como en sus buenos tiempos.

De pronto, de un modo perceptible sólo para ojos avezados, apretaba los dientes comiéndose el dolor por sí solo: no quería que los suyos –esposa, hijos, amigos – sufrieran viéndole sufrir.

Así resistió dos meses en cama, sin contar los que resistió de pie, atendiendo su trabajo. ¿De dónde pudo sacar tanto heroísmo?  Del amor a los suyos: ellos no querían que sufriera; él no quería que sufrieran ellos.
Las mentirillas piadosas: “no tienes nada, no te preocupes, te vas a curar muy pronto”... las corroboraba él disimulando su dolor tapándolo con amor...Y con fe.

¡Sí, con fe cristiana: estaba listo, preparado! ¡Qué valor, qué confianza infunde la fe!, cuando se ha vivido con ella a lo largo de la vida: estar listo, estar dispuesto, para el trance supremo.

Recordaba yo una película de hace muchos años que se titulaba “Not sad song for me” No me cantéis canciones tristes. La protagonista que no gustaba de canciones tristes era una señora madre víctima del cáncer que ocultaba hasta que su organismo corporal se derrumbó: no quería que por ella sufrieran, ni se molestaran, sus seres queridos...

Doña Nelly Moros de Canal

Cierto, todavía hay héroes ocultos. Josué Canal Ramírez, el amigo que nos tronchaba de risa con sus apuntes y cuentos, fue uno de ellos: “Le voy a confiar un secreto”, me dijo antes de morir: desde el principio supe yo lo que tenía...estaba listo.

Estaba listo. Ahí está la clave: en la gracia de Dios.





Recopilado por: Gastón Bermúdez V.

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